Se ofrece alquiler muy barato a cambio de proteger el edificio de okupas
Las empresas de gesti¨®n de inmuebles vac¨ªos, tan populares en otros pa¨ªses europeos, aterrizan en Espa?a para convertir en guardianes a los inquilinos
Espa?a tiene un grave problema con la vivienda. El pa¨ªs que una vez fue capaz de construir tantas casas como Alemania, Italia y Francia juntas, carece hoy de un parque de pisos sociales en alquiler que garantice el acceso a colectivos cuyos ingresos no les permiten alquilar en el mercado libre y, mucho menos, comprar una casa. Adem¨¢s, en ocasiones, colisionan el derecho a una vivienda digna que reconoce la Constituci¨®n espa?ola y el derecho a la pr...
Espa?a tiene un grave problema con la vivienda. El pa¨ªs que una vez fue capaz de construir tantas casas como Alemania, Italia y Francia juntas, carece hoy de un parque de pisos sociales en alquiler que garantice el acceso a colectivos cuyos ingresos no les permiten alquilar en el mercado libre y, mucho menos, comprar una casa. Adem¨¢s, en ocasiones, colisionan el derecho a una vivienda digna que reconoce la Constituci¨®n espa?ola y el derecho a la propiedad privada. El n¨²mero de denuncias presentadas por ocupaci¨®n ilegal de viviendas ha pasado de 10.376 en 2015 a 14.621 en 2019, ¨²ltimo a?o con datos completos.
Un problema complejo, casi enquistado, que obliga a mirar el ejemplo de otros pa¨ªses europeos. El think tank acad¨¦mico Europa Ciudadana ha hecho el ejercicio y concluye que el modelo holand¨¦s es el espejo al que Espa?a deber¨ªa mirar. ¡°Ofrece soluciones rea?listas al problema de la vivienda que podr¨ªan servir de ejemplo para llevar a cabo una regulaci¨®n en Espa?a que acabe con la ocupaci¨®n y facilite el uso como vivienda de inmuebles que ahora se encuentran vac¨ªos, sin uso y desprotegidos¡±, dice Jos¨¦ Carlos Cano Montejano, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid y autor del informe El acceso a la vivienda en Espa?a: ?qu¨¦ hacer con el problema de la ocupaci¨®n? Porque, sostiene, ¡°el concepto de vulnerabilidad ha venido para quedarse y la ocupaci¨®n ilegal en Espa?a va a ir a m¨¢s por la crisis econ¨®mica que ha tra¨ªdo la pandemia¡±. Por eso, aboga por tener en cuenta el modelo holand¨¦s en la ley de vivienda que el Gobierno de coalici¨®n trata de sacar adelante estos d¨ªas.
En los Pa¨ªses Bajos se han promovido los alquileres temporales en edificios vac¨ªos y abandonados para colectivos con ingresos bajos, como estudiantes, j¨®venes con su primer empleo, trabajadores temporales¡ Es decir, oficinas, escuelas, geri¨¢tricos, antiguos almacenes y hasta molinos de viento se han convertido en espacios habitacionales, algo que permite la ley de ocupaci¨®n y vacantes de 2010.
Al amparo de la ley del alquiler temporal de 2016 se ha posibilitado el arrendamiento de esos edificios por periodos de corta duraci¨®n. La gesti¨®n de esos inmuebles en desuso, que pueden ser p¨²blicos o privados, recae en las conocidas como empresas de gesti¨®n de espacios vacantes, a las que contrata el propietario.
Las personas que habitan en esos edificios son los guardianes. M¨¢s que inquilinos al uso, son vigilantes residentes porque tienen la obligaci¨®n de mantener el inmueble en buenas condiciones y evitar los actos vand¨¢licos y la ocupaci¨®n. La f¨®rmula ¡°permite a colectivos sin recursos acceder por primera vez al mercado de la vivienda y al ser temporal no vincu?la al propietario de una manera gravosa y permanente ni tampoco tiene la necesidad de incurrir en gastos exorbitantes¡±, dice Cano Montejano. El profesor cree que el modelo ¡°puede dinamizar hasta cierto punto el mercado del alquiler en Espa?a¡±.
En los Pa¨ªses Bajos hay m¨¢s de un centenar de empresas privadas de gesti¨®n de espacios vacantes. Tambi¨¦n en Alemania, Francia, Reino Unido, Dinamarca, Finlandia y B¨¦lgica. La firma Global Guardians, que opera en el Reino Unido, tiene 27.966 guardianes registrados y calcula haber ahorrado 285 millones de libras en concepto de seguridad a los propietarios, a los que devuelve su inmueble con solo 32 d¨ªas de antelaci¨®n. Su p¨¢gina anuncia que cada residente puede ahorrar hasta el 60% del coste del alojamiento. Dot Dot Dot, fundada en 2011 por Katharine Hibbert, periodista que escrib¨ªa sobre el problema de los edificios vac¨ªos en el Reino Unido, trabaja con ayuntamientos, asociaciones de vivienda y promotores inmobiliarios.
En Espa?a acaba de aterrizar la primera empresa de gesti¨®n de vacantes. La holandesa Ideal Guardian se ha marcado el objetivo de ubicar a 5.000 guardianes en inmuebles vac¨ªos este a?o. En sus 30 a?os de vida han tratado con m¨¢s de 100.000 y operan en seis pa¨ªses. Se dirigen a grandes propietarios, tanto del sector privado como del p¨²blico, para gestionar colegios, oficinas, museos o edificios de pisos. En Espa?a tienen especial inter¨¦s en convertirse en socios estrat¨¦gicos de las administraciones, tenedoras de un importante volumen de edificios vac¨ªos. Dicen haber tenido algunas reuniones, pero ninguna operaci¨®n cerrada.
Aunque aqu¨ª no hay un marco legal que contemple el alquiler temporal ni la figura de los guardianes, la empresa insiste en su legalidad. Dice llevar seis meses estudiando el mercado y preparando la entrada con el bufete de abogados internacional Hogan Lovells. ¡°Hay varios elementos de la legislaci¨®n actual espa?ola con los que podemos acercarnos a la figura de los guardianes, que no son inquilinos porque, adem¨¢s, no tienen ninguna relaci¨®n con el propietario, toda la relaci¨®n contractual es con Ideal Guardian¡±, se?ala John Van Haren, consejero delegado de la firma.
De seis meses a tres a?os
Sus guardianes residen en los edificios por un tiempo, que va de seis meses a tres a?os, y tienen una serie de responsabilidades, como vigilar que no se deteriore y avisar si surge alg¨²n problema (con goteras, calefacci¨®n, tuber¨ªas¡). A cambio, el coste por residir es muy reducido. Ideal Guardian gestiona un edificio en la Place Vend?me de Par¨ªs donde hay una veintena de personas residiendo por 201 euros al mes (para cubrir los gastos de agua, luz, comunidad¡). Se trata de un edificio de oficinas que espera un cambio de uso. Mientras, han convertido una planta en 20 estudios con zonas comunes y ba?os compartidos. El propietario del inmueble es quien asume el coste de la adecuaci¨®n. ¡°Cada estudio cumple la normativa y las condiciones de habitabilidad y seguridad¡±, insiste Van Haren.
Las empresas de vacantes hacen un prolijo proceso de selecci¨®n. ¡°Elegimos personas que sabemos que no van a dar problemas y no aceptamos familias con hijos¡±. Es clave ser flexible a la hora de mudarse, no hacer fiestas o involucrarse en el vecindario. Cada mes la empresa realiza una visita a cada uno de los inmuebles y para el desalojo avisa con un m¨ªnimo de un mes de antelaci¨®n. ¡°La gran mayor¨ªa es gente con edades entre 25 y 30 a?os con su primer puesto de trabajo que quiere independizarse y ahorrar para un viaje o para comprar una casa¡±, se?ala el consejero delegado. Si los edificios est¨¢n lejos de las zonas urbanas o no re¨²nen ciertas condiciones de habitabilidad, los descartan.
Sin embargo, el modelo no gusta a las plataformas de inquilinos. ¡°Es una manera m¨¢s de introducir condiciones indignas en el terreno de la vivienda y de esquivar las leyes que protegen nuestros derechos, convirti¨¦ndolas adem¨¢s en un nuevo nicho de negocio altamente especulativo¡±, opina Jaime Palomera, portavoz del sindicato de inquilinos de Barcelona.
Desde CC OO tampoco ven con buenos ojos el modelo e insisten en que lo que se necesita de verdad ¡°es una bater¨ªa de medidas que hagan efectivo el derecho a una vivienda digna recogido en la Constituci¨®n¡±, dice Carlos Guti¨¦rrez, secretario de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo del sindicato.