Comienza el juicio por la muerte de seis mineros en un accidente en un pozo de Le¨®n en 2013
La jueza suspende las vistas orales tras sospechar que existen seguros y polizas. Fiscal¨ªa pide prisi¨®n e indemnizaciones de m¨¢s de un mill¨®n de euros para los dirigentes de la empresa Hulla Vasco Leonesa
Este lunes ha comenzado en Le¨®n el juicio por la muerte de seis mineros en el pozo Emilio del Valle, en la localidad leonesa de La Pola de Gord¨®n, tras un accidente el 28 de octubre de 2013 en el que un escape de gas gris¨² provoc¨® el fallecimiento de los trabajadores. La primera sesi¨®n ha durado solo unos minutos porque varios abogados y la Fiscal¨ªa han solicitado su suspensi¨®n dada ¡°la sospecha y en algunos casos certezas¡± de la existencia de seguros y p¨®lizas. La jueza ha atendido este requer...
Este lunes ha comenzado en Le¨®n el juicio por la muerte de seis mineros en el pozo Emilio del Valle, en la localidad leonesa de La Pola de Gord¨®n, tras un accidente el 28 de octubre de 2013 en el que un escape de gas gris¨² provoc¨® el fallecimiento de los trabajadores. La primera sesi¨®n ha durado solo unos minutos porque varios abogados y la Fiscal¨ªa han solicitado su suspensi¨®n dada ¡°la sospecha y en algunos casos certezas¡± de la existencia de seguros y p¨®lizas. La jueza ha atendido este requerimiento y ha aplazado las vistas orales del lunes y del martes hasta comprobar si los t¨¦cnicos e ingenieros acusados disponen de seguros privados que cubran su responsabilidad civil. El juzgado de lo Penal 2 de Le¨®n acoger¨¢ las declaraciones entre abril y mayo para determinar si la culpabilidad del suceso se puede atribuir a la empresa Hulla Vasco Leonesa, que gestionaba la explotaci¨®n. El Ministerio P¨²blico reclama para los 16 dirigentes de la compa?¨ªa unas penas de tres a?os y medio de prisi¨®n e indemnizaciones millonarias para las familias de los difuntos y de otros empleados afectados.
Los responsables de la empresa, entre ellos el entonces presidente, Antonio del Valle, y el vicepresidente, Arturo del Valle, est¨¢n acusados de seis delitos de homicidio con imprudencia grave y ocho lesiones por imprudencia. Las defensas de las familias de las v¨ªctimas, que este lunes han depositado rosas rojas ante la audiencia en se?al de duelo por los mineros muertos y han acudido a las puertas con traje de mineros, reclaman que las condiciones de seguridad del pozo eran inapropiadas y propiciaron el accidente fat¨ªdico. Por eso sus letrados solicitan entre seis y siete a?os de prisi¨®n y compensaciones econ¨®micas de 1,1 millones de euros para los familiares de los fallecidos y m¨¢s de 770.000 para los supervivientes. El informe de la Fiscal¨ªa recoge que existi¨® ¡°incumplimiento¡± de las pautas de seguridad y que las labores se efectuaban en ¡°condiciones muy peligrosas y sin las adecuadas medidas de seguridad¡±. Las partes han propuesto a 70 personas entre testigos y peritos para que declaren en la Sala durante las semanas en las que transcurrir¨¢n las comparecencias.
Los fallecidos, de nombre Jos¨¦ Antonio Blanco, Orlando Gonz¨¢lez, Manuel Antonio Moure, Roberto ?lvarez, Jos¨¦ Luis Arias y Juan Carlos P¨¦rez, ten¨ªan entre 35 y 45 a?os y una larga experiencia en la miner¨ªa, sector esencial para la econom¨ªa de las poblaciones de la monta?a leonesa y asturiana. Cinco de ellos eran de poblaciones cercanas a este yacimiento y el restante era asturiano. Las familias se han quejado reiteradamente de la tardanza en que se produjera el juicio, que tambi¨¦n se ha visto postergado por la pandemia, y han acusado a la empresa de retrasar los plazos.
El escape de gas gris¨², que provoc¨® que las personas perdieran la conciencia con su inhalaci¨®n, se produjo en la planta 7 de la explotaci¨®n minutos antes de las dos de la tarde, muy cerca de que concluyera el turno matinal de los mineros, que trabajaban a 700 metros de profundidad. El gris¨², compuesto en su mayor¨ªa por metano, es mortal y de efecto tan inmediato que quienes lo respiran apenas tienen tiempo de percatarse de los escapes. Los mineros del pozo Emilio del Valle no pudieron siquiera llevarse la mano al cintur¨®n, donde guardan el conocido como ¡°autorescatador¡±, que regenera el aire que respira el usuario y le permite hasta 30 minutos de vida extra hasta que alguien pueda acudir en su socorro, aunque en esta ocasi¨®n no fue posible.