Seis muertos por un escape de gas en una mina de Le¨®n
Cinco trabajadores han resultado heridos Es el accidente m¨¢s grave de la miner¨ªa espa?ola en los ¨²ltimos 18 a?os
Un escape de gris¨² mat¨® este lunes pr¨¢cticamente en el acto a seis mineros que faenaban en el Pozo Emilio del Valle, en la localidad de Santa Luc¨ªa, en el municipio leon¨¦s de Pola de Gord¨®n. El accidente se produjo cuando 11 hombres trabajaban a 694 metros de profundidad, en la galer¨ªa 740 de la mina de carb¨®n, propiedad de Hullera Vasco Leonesa. Los mineros fueron sorprendidos por un escape s¨²bito y de gran magnitud de gris¨², un gas que devora el ox¨ªgeno de forma radical y brutal. Fueron los dem¨¢s trabajadores, un centenar, los primeros en saber del accidente y quienes los evacuaron de la zona. Algunos sufrieron tambi¨¦n los efectos del gas y uno de ellos figuraba entre los heridos trasladados al Hospital de Le¨®n, hasta donde fueron llevados un total de cinco trabajadores. Los m¨¦dicos tem¨ªan por la vida de uno de ellos.
El suceso, el peor accidente minero de los ¨²ltimos 18 a?os, se registr¨® sobre la una y media de la tarde. En ese momento, se abri¨® una bolsa de gas, sin que se produjera ninguna explosi¨®n. El gris¨², silencioso e inodoro, sali¨® de forma s¨²bita (fue un ¡°repentino escape¡±, seg¨²n la empresa), por lo que los mineros no tuvieron tiempo de colocarse las m¨¢scaras de protecci¨®n (autorrescatacadores, en la terminolog¨ªa minera) ni de huir.
Los m¨¢s cercanos al punto del escape cayeron desplomados. Varias fuentes apuntan a que la fuga debi¨® ser ¡°muy grande¡±, ya que los fallecidos estaban esparcidos en la galer¨ªa, un pasillo de unos 200 metros, con una anchura de cinco metros y cuatro de altura.
Jos¨¦ Antonio Colinas, delegado sindical en Pozo de San Emilio, los vio salir. ¡°Me llamaron por tel¨¦fono y me dijeron que hab¨ªa ocurrido un accidente un poco grave¡±. Lleg¨® a la mina antes que las ambulancias. ¡°Vi salir al primer compa?ero por su propio pie; el segundo iba en camilla pero consciente¡ pens¨¦ que no ser¨ªa tan grave, pero los siguientes salieron todos muertos¡±.
Despu¨¦s de la tragedia, los compa?eros corrieron a la entrada de la mina, situada a lo alto de una monta?a. Los familiares, desgarrados, imploraban informaci¨®n sobre las v¨ªctimas. Los vecinos apoyaban a las v¨ªctimas de un territorio marcado por un oficio centenario y peligroso. Unos 200 lugare?os lloraban la desgracia, un miedo con el que viven a diario. ¡°Para ganarse el pan, se han dejado la vida¡±, se apenaba Miguel ?ngel Iglesias, un minero jubilado de ese yacimiento, propiedad de Hullera Vasco-Leonesa. Madres, mujeres, hermanos, hijos, muchos de ellos peque?os se fund¨ªan en abrazos y los llantos se suced¨ªan entre los familiares, vecinos y compa?eros.
El alcalde de la vecina localidad de Vegacervera, Luis Rodr¨ªguez Aller, explic¨® a los periodistas lo que ¡°los compa?eros¡± le hab¨ªan contado sobre el accidente: ¡°Estaban iniciando un taller nuevo, y ha habido un golpe de carb¨®n o de techo y ha echado el gris¨² hacia el retorno, hacia la galer¨ªa y ha afectado a todas las personas que estaban ah¨ª¡±. Rodr¨ªguez asegur¨® que la zona del accidente ya era ¡°muy problem¨¢tica¡±. La empresa abri¨® una investigaci¨®n para aclarar la tragedia y no quiere hablar sobre si se deber¨ªa de haber previsto la existencia de la bolsa de gris¨², un tipo de metano que se acumula en las explotaciones de carb¨®n. Cuando se mueve una bolsa, se desinfla como un globo. ¡°Es capaz de robar m¨¢s del 80% de ox¨ªgeno que encuentra a su paso¡±, explic¨® a Efe Jos¨¦ Sicilia, vocal de la junta del Colegio de Ingenieros T¨¦cnicos de Minas.
El sector minero convoc¨® una concentraci¨®n para mediod¨ªa de hoy en la plaza de Llombera de Gord¨®n en memoria a las v¨ªctimas del gris¨². Todos los yacimientos de Espa?a estar¨¢n de luto, cerrados, hoy y ma?ana, y la Junta de Castilla y Le¨®n decret¨® tres d¨ªas de luto oficial. El presidente auton¨®mico, Juan Vicente Herrera, y el ministro de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, se trasladaron al lugar de la tragedia. Los mineros esperaban a Soria, que no lleg¨® hasta el pozo, con rabia casi un a?o despu¨¦s de la marcha negra en la que cientos de mineros llegaron a Madrid tras caminar desde las zonas mineras de Espa?a en julio pasado.
¡°Hoy es un d¨ªa negro para nosotros¡±, trasladaban esos colectivos, que volvieron a vestirse de negro, en esta ocasi¨®n, en honor a sus compa?eros. Cinco fallecidos eran leoneses (Carlos P¨¦rez, Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando Gonz¨¢lez y Roberto ?lvarez) y uno (Jos¨¦ Luis Arias), asturiano. Ten¨ªan entre 35 y 45 a?os.
Dos grupos de mineros viajaron anoche hasta Le¨®n para acompa?ar a las familias de los heridos y fallecidos, en el Hospital y el tanatorio. ¡°El miedo a la muerte es algo innato en el minero. Eso genera solidaridad ¡±, sentenciaba Francisco Casta?¨®n, alcalde de Pola de Gord¨®n. Un centenar de personas se acercaron al tanatorio, adonde a lo largo de la tarde fueron llegando los seis cuerpos de los fallecidos. La aparente tranquilidad de la mayor¨ªa de los familiares solo se romp¨ªa con l¨¢grimas discretas de las parejas y en especial, de las madres de los mineros. Tres de ellos, Jos¨¦ Antonio Blanco, Roberto ?lvarez y Juan Carlos P¨¦rez, ser¨¢n velados ma?ana en el mismo tanatorio de Le¨®n y los otros cuerpos de los otros tres ser¨¢n trasladados a sus respectivos municipios: Manuel Antonio Moure a Ci?era de Gord¨®n; Orlando Gonz¨¢lez, a Pola (ambos en Le¨®n), y Jos¨¦ Luis Arias, a Pola de Lena (Asturias).
Las familias de los cinco fallecidos leoneses han decidido realizar un funeral conjunto en el polideportivo Santa Luc¨ªa de la capital. Dos equipos de psic¨®logos del 112 y de la Unidad de Intervenci¨®n Psicosocial de la Cruz Roja (11 personas), les prestaron apoyo durante toda la tarde. ¡°No los consolamos, no intentamos borrar el dolor, solo estamos aqu¨ª para ayudarles a pasar el duelo¡±, explicaba uno de ellos.
¡°Eran gente trabajadora, gente que sab¨ªa cu¨¢l era su trabajo en la mina, ten¨ªan experiencia¡±, comentaba el familiar de uno de los fallecidos. Dentro de la relativa calma de los allegados el sentimiento com¨²n entre todos era de rabia. ¡°Lo primero que afloran son sentimientos de impotencia, de ira¡±, analizaba el responsable de la unidad de la Cruz Roja. Una ira que muchos enfocaban contra la empresa, porque pocos se explican c¨®mo no se pudo detectar el gas letal que acab¨® con la vida de los seis mineros. ¡°No les dio tiempo a nada, no pudieron hacer nada para evitarlo¡±, relataba por tel¨¦fono una mujer a las puertas del tanatorio.
La ¨²ltima tragedia que sufri¨® la miner¨ªa leonesa se produjo el 18 de julio de 2011, cuando un minero electricista de 41 a?os falleci¨® mientras reparaba un cuadro el¨¦ctrico en la explotaci¨®n de Torre del Bierzo. El m¨¢s grave fue el 31 de agosto de 1995, en Asturias, con la muerte de 14 trabajadores tras una explosi¨®n en el pozo de San Nicol¨¢s.
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