El futuro social en EE UU y en la UE
Biden ha desconcertado porque el reconocimiento de la contribuci¨®n de los sindicatos aparece m¨¢s en los trabajos acad¨¦micos que en los discursos pol¨ªticos
Resulta bastante evidente que Estados Unidos quiere dar un impulso para modernizarse para hacer frente a China, su principal competidor. Joe Biden ha sorprendido con su fuerte subida de impuestos a las ganancias de capital, pero mucho m¨¢s con su apoyo expl¨ªcito a los derechos humanos y a los sindicatos. ¡°Wall Street no construy¨® este pa¨ªs. La clase media construy¨® el pa¨ªs. Y los sindicatos construyeron la clase media. Por eso pido le pido al Congreso que apruebe la ley para proteger el derecho a sindicalizarse¡±, ha precisa...
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Resulta bastante evidente que Estados Unidos quiere dar un impulso para modernizarse para hacer frente a China, su principal competidor. Joe Biden ha sorprendido con su fuerte subida de impuestos a las ganancias de capital, pero mucho m¨¢s con su apoyo expl¨ªcito a los derechos humanos y a los sindicatos. ¡°Wall Street no construy¨® este pa¨ªs. La clase media construy¨® el pa¨ªs. Y los sindicatos construyeron la clase media. Por eso pido le pido al Congreso que apruebe la ley para proteger el derecho a sindicalizarse¡±, ha precisado el presidente dem¨®crata.
En EE UU la afiliaci¨®n social ha descendido notablemente en las ¨²ltimas d¨¦cadas, del 20% en 1983 al 10,3% actual. En Europa los sindicatos tambi¨¦n han retrocedido, pero la situaci¨®n es desigual: los n¨®rdicos Dinamarca y Suecia tienen una afiliaci¨®n superior al 65%, frente al 8% de Francia y el 14% de Espa?a, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT).
Biden ha desconcertado porque el reconocimiento de la contribuci¨®n de los sindicatos aparece m¨¢s en los trabajos acad¨¦micos que en los discursos pol¨ªticos. Un estudio los investigadores F. Jaumotte y C. O. Buitron, del Fondo Monetario Internacional (FMI), indica que ¡°la desigualdad de ingresos est¨¢ aumentando a medida que la influencia de los sindicatos disminuye¡±.
En Europa la cuesti¨®n social ha sido el objeto de la reciente cumbre en Oporto que ha culminado con unos compromisos globales para 2030. La tasa de empleo debe alcanzar el 78% de la poblaci¨®n, frente al 73% actual; la destreza digital b¨¢sica debe aumentar hasta el 80% de los adultos desde el 44% presente; y se quiere reducir la tasa de j¨®venes que ni estudian, ni trabajan, ni se forman, desde el 12,6% en 2019 hasta el 9% al final de la d¨¦cada. Tambi¨¦n se compromete a sacar de la pobreza a 15 millones de personas de los 91 millones que hab¨ªa en riesgo de pobreza o exclusi¨®n antes de la pandemia. Pero no han trascendido avances en materias tan esperadas como el reaseguro de desempleo europeo, el salario m¨ªnimo o la jornada laboral.
Desde una perspectiva global quiz¨¢ el giro m¨¢s importante que supone la pol¨ªtica de Biden es su compromiso con los derechos humanos. ¡°EE UU no se alejar¨¢ de nuestros compromisos con los derechos humanos y nuestras libertades fundamentales y nuestras alianzas¡±. Y repiti¨® los fundamentos de su Constituci¨®n (1787): ¡°Am¨¦rica es una idea, la idea m¨¢s singular de la historia. Somos creados todos iguales¡±. Tambi¨¦n ha anunciado leyes contra la discriminaci¨®n de las mujeres y los colectivos LGTBIQ.
Derechos humanos y derechos sociales vuelven al centro del debate. Un estudio de los investigadores David Bondia, Karlos Castilla y June Orenga, del Institut de Drets Humans de Catalunya, y Elisenda Escoda y ?scar Roca, de la Oficina Antifrau de Catalunya, concluye que todos los actos de corrupci¨®n ¡°comportan violaciones de los derechos humanos¡±. Lo relevante es que vuelvan a la agenda pol¨ªtica y se ejerciten.