Competencia y distribuci¨®n de la renta
Las decisiones anunciadas por Biden perfilan una ambiciosa cruzada contra la excesiva concentraci¨®n empresarial
El aumento de la concentraci¨®n empresarial y el estancamiento de las rentas salariales en su participaci¨®n en la renta nacional son dos de los rasgos que caracterizan la evoluci¨®n de las principales econom¨ªas en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Ambos limitan la eficacia del sistema, en la medida en que no solo afectan a los perceptores de rentas m¨¢s perjudicados, sino tambi¨¦n a las empresas sin una posici¨®n dominante en sus mercados y a las que emergen: a la igualdad de oportunidades en su m¨¢s amplia acepci¨®n. D...
El aumento de la concentraci¨®n empresarial y el estancamiento de las rentas salariales en su participaci¨®n en la renta nacional son dos de los rasgos que caracterizan la evoluci¨®n de las principales econom¨ªas en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Ambos limitan la eficacia del sistema, en la medida en que no solo afectan a los perceptores de rentas m¨¢s perjudicados, sino tambi¨¦n a las empresas sin una posici¨®n dominante en sus mercados y a las que emergen: a la igualdad de oportunidades en su m¨¢s amplia acepci¨®n. De ambos episodios aisladamente tenemos evidencias suficientes y, en algunos casos, se?ales de adopci¨®n de medidas regulatorias de cierto alcance, como las que trata de instrumentar la nueva administraci¨®n estadounidense. Mucho menos frecuente es la existencia de trabajos emp¨ªricos acerca de la vinculaci¨®n causal entre ambos fen¨®menos. Aqu¨ª se comentan las principales conclusiones de algunos de ellos.
La existencia de competencia suficiente en los mercados de bienes y servicios es una de las condiciones necesarias para el correcto funcionamiento del sistema econ¨®mico. Su debilitamiento es un hecho en la pr¨¢ctica totalidad de las econom¨ªas avanzadas. El aumento del poder de mercado, el dominio por unas pocas empresas de un mercado determinado, concretado frecuentemente en la capacidad para fijar precios m¨¢s elevados de los que har¨ªan en un mercado con un funcionamiento competitivo, dispone de testimonios suficientes. Entre los trabajos m¨¢s contundentes destac¨® el libro de Thomas Philipon, The Great Reversal: How America Gave Up on Free Markets. Referido fundamentalmente a la econom¨ªa estadounidense, dej¨® constancia no solo de la concentraci¨®n de empresas, sino de otros indicadores igualmente expresivos del poder de mercado, como la existencia de barreras a la entrada, de costes excesivos para que se establezcan nuevos oferentes. Los resultados adversos de esa erosi¨®n de la competencia no solo se observan en precios m¨¢s elevados, sino tambi¨¦n en t¨¦rminos de menores salarios, menor inversi¨®n, reducida productividad y m¨¢s desigualdad.
Otros trabajos m¨¢s recientes han afianzado aquellas conclusiones. Es el caso del difundido por el FMI el pasado marzo, Rising Corporate Market Power: Emerging Policy Issues, en el que se sostiene que esa tendencia se ha acentuado como consecuencia de la pandemia, en la medida en que la capacidad defensiva de las medianas empresas se ha debilitado diferencialmente, favoreciendo la correspondiente concentraci¨®n de la oferta. Las advertencias son igualmente relevantes, desde luego para el dise?o de pol¨ªticas de competencia, pero tambi¨¦n en las macroecon¨®micas. En esta ¨²ltima direcci¨®n, los banqueros centrales ya advirtieron hace un par de a?os en su convenci¨®n de Jackson Hole del debilitamiento de la eficacia de las pol¨ªticas monetarias y fiscales que ello supon¨ªa. Con una perspectiva m¨¢s gen¨¦rica, en la edici¨®n de este a?o han vuelto a tratar las consecuencias de una ¡°pol¨ªtica macroecon¨®mica en una econom¨ªa desigual¡±.
Quiz¨¢s el exponente m¨¢s expresivo de esa gen¨¦rica desigualdad sea la evoluci¨®n decreciente de los salarios en su contribuci¨®n a la renta nacional de las principales econom¨ªas durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. En la pr¨¢ctica totalidad de las econom¨ªas avanzadas los salarios reales se han mantenido constantes, mientras que la productividad, el valor de la producci¨®n generada por el factor trabajo, ha crecido. Del conjunto de los trabajadores, el desenlace es mucho m¨¢s favorable para aquellos con una mayor cualificaci¨®n formal.
Lo relevante, es que la explicaci¨®n de esas divergencias salariales no cabe atribuirlas exclusivamente a esa ¡°prima educativa¡± sino tambi¨¦n y de forma m¨¢s destacada al creciente poder de mercado en muchos sectores. Este es el punto fundamental que destaca Jan Eeckhout en su reciente libro The Profit Paradox: How Thriving Firms Threaten the Future of Work. Su tesis es clara: la falta de competencia puede ser la causa principal del aumento de la desigualdad y de la pobreza en Occidente en los ¨²ltimos cuarenta a?os. Pero adem¨¢s de condicionar la distribuci¨®n, el creciente poder de mercado acent¨²a la destrucci¨®n de valor en el conjunto de la econom¨ªa, produciendo menos de lo que podr¨ªan las empresas dominantes en mercados poco competitivos.
Eeckhout, profesor de la Universidad Pompeu Fabra, dispone de una amplia y provechosa trayectoria estudiando esa vinculaci¨®n, que se inici¨® hace a?os con el profesor Jan De Loecker, en el an¨¢lisis de la relaci¨®n entre el poder de mercado de las empresas y los salarios de los principales ejecutivos en las mismas. La continuidad de esa l¨ªnea de investigaci¨®n se ha plasmado en importantes contribuciones acad¨¦micas y ahora en este excelente libro. Desde esos fundamentos que avalan el rigor, la ampliaci¨®n del an¨¢lisis coexiste con una admirable facilidad divulgadora. En sus numerosos e ilustrativos ejemplos aporta evidencias suficientes del poder de mercado que se ejerce en nuestros d¨ªas, en todos los sectores, desde el de los marcapasos al de las aerol¨ªneas, incluyendo, desde luego, el de las tecnolog¨ªas digitales; tambi¨¦n deja constancia de las paradojas retributivas de los trabajadores en algunos sectores. Lo hace con registros estad¨ªsticos relevantes, transmitiendo experiencias personales y sugiriendo al lector itinerarios para entender aspectos esenciales del funcionamiento del sistema econ¨®mico.
El progreso tecnol¨®gico, aunque no sea el villano de la historia, ha contribuido al afianzamiento del poder de mercado de las empresas. Se ha verificado en cierta medida la presunci¨®n m¨¢s pesimista de Schumpeter, la dificultad para reducir ese poder de mercado susceptible por s¨ª solo de minar los cimientos del propio capitalismo, a la que hac¨ªa referencia en otro art¨ªculo. La tecnolog¨ªa ha permitido a las empresas pioneras defender su poder de mercado con barreras de entrada hasta ahora eficaces y disponer de recursos con los que financiar el crecimiento, aunque las adquisiciones de empresas j¨®venes e innovadoras por las incumbentes no es algo exclusivo del sector digital.
Son otra forma de ilustrar aquella aspiraci¨®n, invocada repetidamente por Eeckhout, que formul¨® hace tiempo por Warren Buffet, uno de los inversores con m¨¢s predicamento, en relaci¨®n con sus pol¨ªticas de asignaci¨®n: ¡°No quiero invertir en negocios que sean f¨¢ciles para la competencia. Quiero un negocio con un foso alrededor. Preferiblemente con cocodrilos y tiburones que disuadan eficazmente a los seducidos por los atractivos del castillo¡±. Una forma bien directa de enviar la libre competencia a esa suerte de desv¨¢n plagado de hip¨®tesis ingenuas, manifiestamente alejadas de la realidad, que no solo condicionan la docencia e investigaci¨®n, sino tambi¨¦n las pol¨ªticas regulatorias.
Queda claro, subraya en el ep¨ªlogo Eeckhout, que los mercados no son libres ni la competencia es un desenlace natural. La calidad de las normas, y la completa independencia de los supervisores de la competencia, en mayor medida que esa suerte de buenismo asociado al ¡°capitalismo de los stakeholders¡±, son las condiciones necesarias para sanear el sistema. Cabr¨ªa a?adir que, al igual que en ¨¢mbitos como la fiscalidad y el cambio clim¨¢tico, la coordinaci¨®n multilateral es igualmente necesaria para preservar las ventajas de la din¨¢mica de integraci¨®n global, tambi¨¦n recientemente cuestionada. Las decisiones anunciadas por la administraci¨®n Biden, y el equipo designado para implementarlas, perfilan la m¨¢s ambiciosa cruzada contra la excesiva concentraci¨®n empresarial. Pero tambi¨¦n la UE est¨¢ dando muestras de lo prioritaria que es la defensa de la competencia para la mejora del nivel de vida de los ciudadanos y para el reforzamiento de la erosionada legitimidad del sistema econ¨®mico.