El discurso de Pedro S¨¢nchez sobre la derogaci¨®n de la reforma laboral enturbia el di¨¢logo social
Con gran parte del nuevo marco normativo por definir, las palabras del presidente elevan las discrepancias entre Gobierno y patronal y alejan el acuerdo entre las partes que demanda Bruselas
La temperatura del di¨¢logo social var¨ªa en funci¨®n de la tem¨¢tica negociadora y de la distancia ideol¨®gica que manifiestan las partes implicadas. Y de entre todas las ¨¢reas que conforman la agenda actual de Gobierno, sindicatos y patronales (ERTE, pensiones, SMI...), la mesa de negociaci¨®n acerca de la modernizaci¨®n del mercado de trabajo ¨Dque es la denominaci¨®n que se le ha atribuido al proceso de derogaci¨®n de la reforma laboral¨D, presenta alteraciones t¨¦rmicas m¨¢s elevadas que ninguna otra. Entre otras razones, porque esta materia debe estar resuelta antes de final de a?o, seg¨²n rige el com...
La temperatura del di¨¢logo social var¨ªa en funci¨®n de la tem¨¢tica negociadora y de la distancia ideol¨®gica que manifiestan las partes implicadas. Y de entre todas las ¨¢reas que conforman la agenda actual de Gobierno, sindicatos y patronales (ERTE, pensiones, SMI...), la mesa de negociaci¨®n acerca de la modernizaci¨®n del mercado de trabajo ¨Dque es la denominaci¨®n que se le ha atribuido al proceso de derogaci¨®n de la reforma laboral¨D, presenta alteraciones t¨¦rmicas m¨¢s elevadas que ninguna otra. Entre otras razones, porque esta materia debe estar resuelta antes de final de a?o, seg¨²n rige el compromiso adquirido con Bruselas, y con el apoyo de todas las partes que demanda Europa. Sin embargo, aunque el calendario es cada vez m¨¢s ajustado las posturas se mantienen firmes, aunque no impermeables.
Las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, durante el 40? Congreso del PSOE en las que volv¨ªa a evidenciar el deseo de su partido por dar carpetazo a la regulaci¨®n actual ¨D¡°Avanzaremos poniendo punto y final a leyes como la ley mordaza y la reforma laboral del PP, impuestas y sin acuerdos, que precarizaron los contratos y devaluaron los salarios¡±¨D, han hecho que di¨¢logo social vuelva a enturbiarse.
Mientras que la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, las recogi¨® con agrado ¨D¡°Bienvenidas las palabras del presidente. Vamos a cumplir con el acuerdo de Gobierno, con el componente 23 del Plan de Recuperaci¨®n que hemos remitido a Europa, y r¨¢pidamente tendremos una propuesta de reforma laboral que ser¨¢ ya de nuestro pa¨ªs¡±, dijo este lunes a la salida de la inauguraci¨®n de unas jornadas sobre la Ley de Vivienda organizadas por Unidas Podemos en el Congreso¨D, la patronal a?adi¨® un ladrillo m¨¢s a ese muro de contenci¨®n que viene conformando desde hace un a?o, y que los sindicatos tratan de agujerear constantemente.
Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, advirti¨® de nuevo este lunes a S¨¢nchez de que nunca encontrar¨¢ a la patronal en su voluntad de derogar la reforma laboral de 2012, pero s¨ª en las distintas propuestas de mejora que se establezcan al respecto. ¡°Hay que sentarse a trabajar fuera de la pol¨ªtica. Si lo que se va a hacer es derogar la reforma laboral, que no cuente con nosotros¡±, asever¨® el l¨ªder de los empresarios. Fuentes de la patronal consideran algunas de las medidas propuestas por el Gobierno como inaceptables. Entre ellas las que, en pos de la reducci¨®n de la temporalidad, pretenden alterar el paradigma de la contrataci¨®n. Aseguran, sin embargo, ser conscientes de que como ya sucedi¨® con el ¨²ltimo aumento del salario m¨ªnimo, el Gobierno podr¨ªa tirar adelante sin contar con su respaldo, pero se escudan en que de hacerlo se dar¨ªa una mala imagen a Europa, que incide permanentemente en la necesidad que las tres partes respalden el acuerdo.
Tanto Gobierno como sindicatos esperan que la patronal secunde el cambio normativo. Son conscientes de que reformas de este calado no solo transmiten una imagen de fortaleza hacia el exterior ¨Del ojo de la Uni¨®n Europea se cierne sobre este necesario entendimiento¨D, sino que refuerzan su mantenimiento a pesar de un eventual relevo en el Ejecutivo. ¡°Para los empresarios puede ser m¨¢s fruct¨ªfero un mal acuerdo que una decisi¨®n tomada a partir de un acuerdo con los sindicatos¡±, observ¨®, por su parte, Pepe ?lvarez, secretario general de UGT, en una entrevista este lunes en TVE. Para fundamentar la derogaci¨®n de la legislaci¨®n laboral actual, el l¨ªder sindical puso el foco en la poca eficacia de las sanciones econ¨®micas en su misi¨®n de desincentivar las malas pr¨¢cticas de las empresas: ¡°La legislaci¨®n no se cumple y la Inspecci¨®n de Trabajo est¨¢ mermada. La tabla de sanciones es absolutamente irrisoria. A un empresario le sale m¨¢s a cuenta contratar de manera irregular, aunque tenga visita de un inspector, que contratar de acuerdo con la legislaci¨®n¡±, declar¨®.
15% m¨¢ximo de temporales
De entre las ¨²ltimas propuestas transmitidas por Trabajo a los agentes sociales durante la reuni¨®n del pasado mi¨¦rcoles destacaba por encima de todas ellas la limitaci¨®n de los contratos temporales dentro de la empresa a un m¨¢ximo del 15% de su plantilla, aunque ese podr¨¢ verse rebajado si patronal y sindicatos acuerdan una cantidad menor dentro de la negociaci¨®n colectiva. Se pretend¨ªa con ellos suturar la herida de la temporalidad viene desangrando al mercado laboral en Espa?a durante los ¨²ltimos a?os, y que hoy se sit¨²a alrededor del 25%, superando ampliamente la media europea (sobre el 14%).
C¨®mo hacerlo, sin embargo, enfrenta a Gobierno y sindicatos con la patronal, que no contempla la creaci¨®n de una regulaci¨®n de aplicaci¨®n com¨²n sobre sectores que se comportan de maneras diferentes. Fuentes de la CEOE indican que no son reacios a aplicar retoques que favorezcan la firma de otro tipo de contratos por encima de los temporales, pero se?alan que es en la Administraci¨®n P¨²blica donde se concentra una mayor eventualidad (28%) que hace que se desequilibre la balanza.
Pero, adem¨¢s de un cambio en el marco de contrataci¨®n, otras patas de la negociaci¨®n tampoco logran equilibrar la mesa. La elevaci¨®n de los convenios sectoriales por encima de los de empresa, el coto a la subcontrataci¨®n a partir de la determinaci¨®n de una responsabilidad subsidiaria entre las empresas que recurran a ellas, y el fin de la ultraactividad de los convenios enfrentan a las partes y alejan el acuerdo social. Todas ellas, sin embargo, se muestran pacientes. Son conscientes de que el tiempo apremia, pero encaran los acuerdos como una carrera de fondo, limitando el sprint (si hiciera falta) a los ¨²ltimos d¨ªas del a?o.