Teresa Ribera viaja a Argelia por el cierre del gasoducto que atraviesa Marruecos hacia Espa?a en plena crisis energ¨¦tica
Rabat persigue el apoyo de Madrid para renovar el contrato de la infraestructura, que concluye el 31 de octubre
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, viaja este mi¨¦rcoles a Argel para entrevistarse con las autoridades argelinas y buscar una soluci¨®n al cierre del gasoducto Magreb-Europa (GME) que pasa por Marruecos y que el pa¨ªs norteafricano tiene previsto cerrar el 31 de octubre, fecha en que acaba el contrato de 25 a?os que garantiza el suministro y los acuerdos tripartitos. Argelia rompi¨® relaciones diplom¨¢ticas con Marruecos en ...
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, viaja este mi¨¦rcoles a Argel para entrevistarse con las autoridades argelinas y buscar una soluci¨®n al cierre del gasoducto Magreb-Europa (GME) que pasa por Marruecos y que el pa¨ªs norteafricano tiene previsto cerrar el 31 de octubre, fecha en que acaba el contrato de 25 a?os que garantiza el suministro y los acuerdos tripartitos. Argelia rompi¨® relaciones diplom¨¢ticas con Marruecos en agosto y anunci¨® que su Gobierno canalizar¨¢ todo el gas que exporta hacia Europa a trav¨¦s del otro gasoducto, el Medgaz, inaugurado en 2011 y que une directamente los yacimientos argelinos de Hassi R¡¯mel con la ciudad de Almer¨ªa. El problema para Espa?a radica ahora en asegurarse que va a seguir llegando a la Pen¨ªnsula la misma cantidad de gas que transportaba el GME a trav¨¦s de Marruecos, que supone un tercio de la electricidad que consume el pa¨ªs.
Esta situaci¨®n tambi¨¦n ha llevado a Rabat a negociar con Madrid una soluci¨®n para asegurarse alternativas a la rescisi¨®n del contrato que permite el suministro de gas a Espa?a a trav¨¦s del gasoducto Magreb-Europa (GME) y que tambi¨¦n abastece a dicho pa¨ªs. Este tubo de 1.400 kil¨®metros de longitud, inaugurado en 1996, permite distribuir gas natural desde Argelia hacia Espa?a a trav¨¦s de 540 kil¨®metros que discurren por territorio marroqu¨ª. El gasoducto que pasa por Marruecos tiene la capacidad de transportar cada a?o hasta 13.500 millones de metros c¨²bicos de gas natural al a?o. El gas que llega directo a Almer¨ªa posee capacidad para transportar 8.000 millones de metros c¨²bicos, pero se est¨¢n efectuando obras para ampliarlos a 10.000 millones a partir de enero. En este gasoducto participa, con el 49%, Naturgy, y con el 51% la firma estatal argelina Sonatrach, que adem¨¢s es un socio tradicional del grupo espa?ol, en el que posee el 4,1% del capital. La gesti¨®n la realizan las dos empresas, que tienen una relaci¨®n comercial de m¨¢s de 40 a?os.
La paralizaci¨®n del gasoducto Magreb-Europa puede ocasionar perjuicios no solo a Marruecos, sino tambi¨¦n a Espa?a. Rabat obtiene, entre 50 y 200 millones de euros al a?o como ¡°derechos de paso¡±, una cifra que est¨¢ en funci¨®n de la cantidad que transporte. Y, adem¨¢s, se queda con 800 millones de metros c¨²bicos al a?o de gas procedente de Argelia a un precio estable. Ese gas le sirve para alimentar las centrales el¨¦ctricas de ciclo combinado de Tahaddart (en la regi¨®n de T¨¢nger) y la de Ain Beni Mathar (en Uchda, en el este del pa¨ªs). Ambas cubren en torno al 10% de la producci¨®n marroqu¨ª de electricidad y est¨¢n gestionadas por las firmas espa?olas Endesa (tiene el 20% de Tahaddart) y Abengoa, respectivamente.
Teresa Ribera ha sido la encargada de dirigir las negociaciones con Argelia y Marruecos, en las que tambi¨¦n est¨¢ involucrado el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares. Los contactos, que se han intensificado a medida que se acercaba la fecha l¨ªmite del 31 de octubre, se han desarrollado con la m¨¢xima discreci¨®n. Recientemente, Albares visit¨® al presidente argelino, Abdelmayid Teb¨²n, en compa?¨ªa de las secretarias de Estado de Exteriores, ?ngeles Moreno, y de Energ¨ªa, Sara Aagesen.
En la agenda, la principal cuesti¨®n era asegurar el suministro de gas a Espa?a y, dentro de ello, se trat¨® el problema del gasoducto GME. Las fuentes consultadas subrayan que, en efecto, Espa?a debe asegurarse que el gas llegue a la Pen¨ªnsula. De hecho, Argelia ha repetido en varias ocasiones que el suministro para Espa?a est¨¢ garantizado. Y Naturgy cuenta con que todo el suministro contratado va a pasar por el Medgaz sin tocar Marruecos. No obstante, eso no asegura todo el gas que se consume en el pa¨ªs. Enag¨¢s asegura que actualmente pasan desde Argelia a Espa?a directamente por el tubo de Medgaz ocho millones de metros c¨²bicos al a?o. Y por el GME, seis millones. Por tanto, aunque Argelia consiga ampliar la capacidad de Medgaz de 8 a 10 millones de metros c¨²bicos, a¨²n faltar¨ªan otros cuatro millones para abastecer a Espa?a.
Esas mismas fuentes reconocen que resulta dif¨ªcil evitar que Argelia d¨¦ marcha atr¨¢s en la decisi¨®n de cortar el grifo; por lo que se trata, en consecuencia, de ver cu¨¢nto tiempo va a tenerlo cerrado. Estas fuentes aventuran que no ser¨¢ a corto plazo y habr¨¢ que armarse de paciencia. En cuanto a la posibilidad de que el gasoducto se use en sentido contrario, sostienen que es la peor parte de la papeleta y que, de momento, Enag¨¢s, la compa?¨ªa transportista, no ha recibido ninguna se?al para que se produzca ese tr¨¢fico.
?Y c¨®mo puede Marruecos suplir esa carencia de energ¨ªa? Una fuente espa?ola conocedora de la situaci¨®n, que solicita el anonimato, se?ala: ¡°Marruecos podr¨ªa pedir a Espa?a que le env¨ªe gas a trav¨¦s del gasoducto GME en sentido contrario. Pero no sabemos c¨®mo reaccionar¨¢ Argelia si Espa?a accede¡±. Esa es la clave de la cuesti¨®n, que obliga a Espa?a a andar con pies de plomo en una negociaci¨®n con muchos vectores geopol¨ªticos en la que, seg¨²n observadores sectoriales, est¨¢ abocada a hacer de mediador.
Otra fuente del sector precisa: ¡°A Espa?a le interesa contar con los dos gasoductos en funcionamiento por razones de suministro y de control de precios, pero tambi¨¦n mantener las buenas relaciones con los dos pa¨ªses sin herir la sensibilidad de ninguno para no salir trasquilado qued¨¢ndose sin suministro¡±. La misma fuente se?ala que Marruecos ten¨ªa grandes proyectos energ¨¦ticos, ¡°pero se durmi¨® en los laureles y le ha llegado el final del contrato sin hacer nada¡±. Esa labor precisamente es una de las tareas que tiene previsto abordar Ribera en su visita a Argel.
La alternativa de los metaneros
La falta del gas argelino podr¨ªa aumentar la demanda de electricidad de Marruecos respecto a Espa?a, a trav¨¦s de los dos cables el¨¦ctricos submarinos que unen a los dos pa¨ªses. Esta ¨²ltima medida podr¨ªa afectar al mercado energ¨¦tico espa?ol, seg¨²n la citada fuente. ¡°El problema es que Marruecos compra la electricidad a Espa?a a trav¨¦s de la empresa p¨²blica ONEE (Office National de l¡¯?lectricit¨¦ et de l¡¯Eau Potable). Y la ONEE, a diferencia de las empresas espa?olas como Iberdrola, Endesa o Naturgy, no est¨¢ sometida al impuesto de valor de la producci¨®n el¨¦ctrica, que ahora est¨¢ suspendido. Al final es la misma electricidad, la que va a C¨¢diz que la que va hacia T¨¢nger. Pero T¨¢nger y todas las empresas marroqu¨ªes, que no pagan derechos de emisi¨®n, se benefician por contar con menor carga impositiva y regulatoria. Con lo cual, Espa?a estar¨ªa subsidiando de forma indirecta la energ¨ªa que consume Marruecos¡±.
La forma de trasladar esos cuatro millones de metros c¨²bicos que Espa?a todav¨ªa necesitar¨ªa para cubrir la demanda actual ser¨ªa en forma de Gas Natural Licuado (GNL), mediante barcos metaneros. Se necesitan 48 buques para transportar los cuatro millones de metros c¨²bicos de gas. El precio de estos fletes est¨¢ sujeto a m¨¢s variables que el combustible que llega por los tubos. Seg¨²n explican fuentes conocedoras del sector, el problema del GNL es que se trata de un producto m¨¢s caro y pertenece a un mercado muy disputado. El elevado precio se debe, seg¨²n fuentes consultadas, a que primero hay que licuar el gas en su punto de origen para trasladarlo en barco y despu¨¦s gasificarlo cuando llegue a Espa?a. Y en el ¨²ltimo a?o ha habido una fuerte demanda de gas en Asia que ha provocado una escasez de metaneros, de forma que incluso se desviaron a ese continente barcos que iban a descargar a Espa?a. Eso da muestra de la competencia a la que est¨¢ sometido ese mercado de buques.
Por tanto, la suspensi¨®n del gas que llega a Espa?a a trav¨¦s de Marruecos puede ocasionar un aumento de la importaci¨®n de electricidad de Rabat. No obstante, el efecto sobre el precio de la luz en Espa?a apenas ser¨ªa significativo, seg¨²n reconoce el citado experto, ya que la capacidad de intercambio es solo de 900 megawatios y el sistema espa?ol tiene una capacidad de 110 gigawatios.