Entre el derrame y la crisis pol¨ªtica, la econom¨ªa de Per¨² se debilita
Mientras miles de pescadores y damnificados buscan c¨®mo ganarse la vida en la costa afectada, cae la actividad econ¨®mica a nivel nacional
Pedro Pacheco no ha podido pescar desde el derrame de petr¨®leo ocurrido en la costa central de su natal Per¨², hace un mes. Es uno de los muchos pescadores que aseguran no haber recibido ayuda de la empresa propietaria de la refiner¨ªa de origen del accidente, Repsol. Mientras la empresa y el Estado litigan para determinar responsabilidades, ambos han empezado a desplegar alg¨²n tipo de ayuda a los afectados, aunque las medidas parecen estar a una distancia sid...
Pedro Pacheco no ha podido pescar desde el derrame de petr¨®leo ocurrido en la costa central de su natal Per¨², hace un mes. Es uno de los muchos pescadores que aseguran no haber recibido ayuda de la empresa propietaria de la refiner¨ªa de origen del accidente, Repsol. Mientras la empresa y el Estado litigan para determinar responsabilidades, ambos han empezado a desplegar alg¨²n tipo de ayuda a los afectados, aunque las medidas parecen estar a una distancia sideral de la magnitud del problema. Esta debi¨® haber sido la temporada alta para Pacheco, con el clima m¨¢s favorable para pescar, y por ende la ¨¦poca m¨¢s redituable, pero su familia est¨¢ comiendo de ollas comunes y sus esperanzas en el Gobierno, que ha cambiado de gabinete tres veces en menos de un a?o, son pocas.
¡±Hemos tenido reuniones con varios ministros y ahora est¨¢ todo nuevamente en el vac¨ªo, estamos en el aire. No s¨¦ qu¨¦ est¨¢n esperando¡±, se lamenta Pacheco. ¡±Nosotros podemos aguantar el hambre, pero los ni?os no¡±, dice.
Como ¨¦l, hay miles que perdieron su fuente de ingresos y no han recibido subsidios. El derrame de m¨¢s de 11.900 barriles de petr¨®leo en la regi¨®n Callao ha contaminado 116 kil¨®metros cuadrados de mar y litoral, rompiendo no solo la cadena econ¨®mica de la pesca, sino tambi¨¦n las del turismo y la gastronom¨ªa. Calificado por una misi¨®n de expertos de Naciones Unidas como ¡°el peor desastre ecol¨®gico¡± en la historia reciente de Per¨², el accidente lleg¨® en un momento en que la econom¨ªa del pa¨ªs se ralentiza. La incertidumbre en la Administraci¨®n del presidente Pedro Castillo y la falta de consensos entre el Ejecutivo y el Congreso comienzan a impactar la inversi¨®n.
Despu¨¦s del rebote en el producto interno bruto (PIB) del 13,3% el a?o pasado, analistas esperan un crecimiento menor, de alrededor de 2,5%, en 2022. Desde 2020, la pobreza increment¨® en 10 puntos porcentuales, alcanzando al 30% de los peruanos. Seg¨²n la sociedad de comercio exterior Comex, un 50% de micro y peque?as empresas desaparecieron en el primer a?o de la pandemia.
Al menos 200 embarcaciones peque?as y 6.000 pescadores artesanales est¨¢n registrados en las zonas afectadas por el derrame, el cual da?¨® dos ¨¢reas naturales protegidas, seg¨²n datos del Colegio de Ingenieros del Per¨². Sin embargo, se calcula que los damnificados son m¨¢s, ya que ¡ªhasta antes del derrame¡ª un n¨²mero indeterminado pescaba en la orilla y en las pe?as e islotes sin estar inscritos en un gremio o ante el ministerio de la Producci¨®n.
Hay, en la regi¨®n afectada, unos 3.000 pescadores que en esta ¨¦poca del a?o ganan en promedio 10.000 soles al mes (unos 2.700 d¨®lares, aproximadamente) por su pescado, por lo que cada mes que no pueden hacer su trabajo, en espera de que se limpie el derrame, se pierden 30 millones de soles (ocho millones de d¨®lares), dice Alfonso Miranda, presidente del Comit¨¦ para el Manejo Sustentable del Calamar Gigante del Pac¨ªfico Sur (Calamasur), organizaci¨®n que conglomera a representantes de Chile, Ecuador, M¨¦xico y Per¨². El estimado no toma en cuenta a los estibadores, fileteadoras, operarios, transportistas, comercializadores en mercados, empresarios y empleados de restaurantes y hoteles que tambi¨¦n perdieron su forma de ganarse la vida. El apoyo que ofrece el Gobierno es menor a 1.000 soles por mes: un monto insuficiente, opina Miranda, para pescadores que en esta ¨¦poca ganan en promedio diez veces m¨¢s.
¡°A los pescadores no hay que darles una propina, hay que indemnizarlos, lo que no es lo mismo, no es un bono o una d¨¢diva, ni nada como paliativo. Ellos tienen una expectativa de vida y esa deb¨ªa ser atendida¡±, dice Miranda. ¡°El Gobierno no puede esperar a que un juicio como este, que pudiera tardar cinco o 10 a?os, termine. Tiene que pasar de ser un espectador a ser un protagonista¡±, apunta, refiri¨¦ndose al proceso abierto para identificar responsables.
Jhossy Arango, de 31 a?os, es otra afectada que no recibe el apoyo gubernamental. ¡°Yo era fileteadora y artesana de conchas y escamas de pescado¡±, dijo Arango al final de una misa en la catedral de Lima. ¡°Hace un mes estamos atados de pies y manos, alimentando a nuestras familias con ollas comunes. Tengo dos hijos y ya vienen los gastos del a?o escolar, adem¨¢s los recibos de luz y agua no perdonan¡±, comparti¨®. Ese d¨ªa, una asociaci¨®n de pescadores damnificados del distrito de Ventanilla llev¨® sus aparejos de pesca y canastas vac¨ªas como ofrenda y el arzobispo toc¨® las redes como un gesto de esperanza para ellos.
Es en Ventanilla, uno de los siete distritos que conforman Callao, donde se ubica la refiner¨ªa La Pampilla, operada por Repsol, en cuya infraestructura submarina se produjo el vertido. Seg¨²n el censo de 2018, de 23% a 29% de la poblaci¨®n de Ventanilla no cubre sus necesidades b¨¢sicas, lo que lo convierte en el m¨¢s pobre de la provincia.
La compa?¨ªa espa?ola Repsol ha reportado que firm¨® acuerdos con cuatro asociaciones de pescadores de Ventanilla para entregar vales de alimentos mientras dure la fase de limpieza de crudo de las playas, y que estaba en conversaciones con otros gremios para lo mismo. En el Congreso, el director ejecutivo de la refiner¨ªa La Pampilla inform¨® que la etapa de limpieza terminar¨¢ en marzo. En el balneario de Anc¨®n, otro de los puntos contaminados, las empresas subcontratadas para la remoci¨®n de crudo reclutan a algunos pescadores, pero no hay plazas para todos y se pelean a diario en el muelle por un lugar.
En un correo electr¨®nico, un vocero de Repsol inform¨® que la petrolera apoya a m¨¢s de 3.374 pescadores y comerciantes, mientras dialogan con asociaciones y gremios para apoyar a m¨¢s personas. ¡°Repsol se ha comprometido a mantener este respaldo hasta que las playas y el mar se encuentren aptos para el desarrollo de sus diversas actividades productivas¡±, dijo la empresa.
Si bien el da?o econ¨®mico del derrame no llega a sumar ni un punto porcentual del PIB, el accidente y su impacto han puesto sobre la mesa la posibilidad de cerrar la refiner¨ªa ¡ªalgo que lleg¨® a insinuarse desde el Gobierno y desde el Congreso¡ª , importante fuente de ingresos para Per¨², explica Daniel Velandia economista jefe de la firma Credicorp Capital, al tel¨¦fono desde Bogot¨¢. ¡°No creemos, por ahora, que haya un impacto econ¨®mico importante a nivel nacional, pero al final va a depender de lo que los organismos de control y el Poder Judicial definan¡±, opina Velandia. ¡°Si llegamos a tener en un cierre la refiner¨ªa, ser¨ªa un escenario un poco negativo, porque no solamente frena la refinaci¨®n, sino que seguramente tambi¨¦n un incrementa los precios de combustibles¡±.
Por su parte, Miranda, de Calamasur, recuerda cuando, en 2018, el presidente Pedro Pablo Kuczynski adjudic¨® por decreto concesiones a empresas petroleras para operar plataformas mar¨ªtimas que van del extremo norte de Per¨² hasta al centro. Lo hizo poco antes de su dimisi¨®n, cuando ya hab¨ªa anunciado que renunciar¨ªa a la presidencia. ¡°Los pescadores salieron masivamente a protestar por ese tema¡± por temor a que la pesca se viera afectada, dice Miranda. ¡°No hab¨ªa una garant¨ªa en caso de que ocurriera un siniestro, y, cuatro a?os despu¨¦s, lo ocurrido me hace reflexionar que los pescadores ten¨ªan much¨ªsima raz¨®n¡±, apunt¨®.
Llueve sobre mojado
Poco antes de que se derramara petr¨®leo en Callao, se asomaba un freno a la econom¨ªa. En los siete meses que ha estado en el poder, el presidente Castillo ha cambiado de gabinete tres veces. Adem¨¢s, sus propuestas han sido rechazadas por el Congreso, lo que genera una par¨¢lisis y esto ya se refleja en la ca¨ªda de la actividad econ¨®mica que empez¨® en los ¨²ltimos meses del a?o pasado, apunta Velandia.
¡°La econom¨ªa tra¨ªa una inercia y eso hay que reconocerlo¡±, explica el economista colombiano. ¡°Per¨² ha estado muy favorecido por precios de metales, por todo el contexto internacional, las ayudas de los hogares por parte del gobierno por la pandemia, los retiros de ahorros mantuvieron el consumo din¨¢mico y la inversi¨®n p¨²blica¡±. Dicho eso, apunta el especialista, hay una desaceleraci¨®n a partir del tercer trimestre del 2021. ¡°Es claro que cuando llega Castillo y se da el mayor ruido pol¨ªtico, vemos una econom¨ªa que en el mes a mes empieza a mostrar un enfriamiento¡±. En octubre y noviembre, en t¨¦rminos mensuales, la econom¨ªa cay¨®, mientras que en diciembre subi¨® levemente, un 0.4%.
Per¨² hab¨ªa logrado, en los ¨²ltimos 30 a?os, sostener una inercia econ¨®mica fuerte a pesar de la inestabilidad pol¨ªtica, la cual precede a Castillo. Entre 2018 y 2021, Per¨² tuvo cinco presidentes. Uno fue destituido, otro dimiti¨®, dos fueron interinos. Sin embargo, la inversi¨®n y la actividad econ¨®mica se mostraban resistentes a la inestabilidad porque, sin importar el partido del Gobierno en turno, la econom¨ªa se manejaba con pragmatismo y por ¡°v¨ªas separadas¡±.
¡°En Per¨² ha habido una tendencia o una sensaci¨®n de que la econom¨ªa va por un lado y la pol¨ªtica por otra¡±, dice Velandia. Con Castillo, esto cambi¨®. ¡°Hay un deterioro importante de la confianza empresarial, es ah¨ª donde est¨¢ el principal impacto visible de la incertidumbre pol¨ªtica¡±. Desde 2000, cuando iniciaron las mediciones de confianza empresarial, ha habido tres ca¨ªdas importantes: dos de ellas por choques ex¨®genos, como la crisis financiera global y la pandemia. La ca¨ªda reciente es la primera de la que se tiene registro que tiene su ra¨ªz en la pol¨ªtica interna.
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