Qu¨¦ podemos llegar a hacer con nuestro sistema fiscal
Como siempre, la teor¨ªa es m¨¢s f¨¢cil que la pr¨¢ctica, pero ahora, cuanto menos, ya tenemos un diagn¨®stico
En 2014, se hizo p¨²blico el denominado informe Lagares. Ocho a?os despu¨¦s, se ha publicado el Libro blanco sobre la reforma tributaria, en este caso, dirigido por el profesor Jes¨²s Ruiz-Huerta. Si el primero ten¨ªa 444 p¨¢ginas, el actual llega a las 786. Por tanto, la asimilaci¨®n de su contenido no puede ser inmediata. El informe Ruiz-Huerta es algo m¨¢s ambicioso que el anterior por la profundidad de su diagn¨®stico inicial ¨Dac...
En 2014, se hizo p¨²blico el denominado informe Lagares. Ocho a?os despu¨¦s, se ha publicado el Libro blanco sobre la reforma tributaria, en este caso, dirigido por el profesor Jes¨²s Ruiz-Huerta. Si el primero ten¨ªa 444 p¨¢ginas, el actual llega a las 786. Por tanto, la asimilaci¨®n de su contenido no puede ser inmediata. El informe Ruiz-Huerta es algo m¨¢s ambicioso que el anterior por la profundidad de su diagn¨®stico inicial ¨Dacorde con la naturaleza del mandato del ejecutivo central¨D. Tal diagn¨®stico deber¨ªa ser de lectura cuasi-obligatoria para cualquier ciudadano espa?ol, pues, al fin y al cabo, se trata de conocer el estado de nuestras finanzas colectivas.
El actual informe es m¨¢s extenso que el anterior por, precisamente, el diagn¨®stico previo que realiza, pero tambi¨¦n por poner sobre la mesa nuevos temas, como el de la imposici¨®n de la econom¨ªa digitalizada y el de las actividades emergentes, o el del fomento del emprendimiento y de la innovaci¨®n v¨ªa el sistema tributario. Es curioso que al comit¨¦ de expertos se le pidiera tambi¨¦n la formulaci¨®n de propuestas sobre el timing en la adopci¨®n de las reformas. Al respecto, el informe propone no acometer las reformas (118, siete menos que las incluidas en el informe Lagares) hasta que la recuperaci¨®n econ¨®mica se haya asentado y, en cualquier caso, hacerlo de manera gradual.
Y as¨ª lo propone porque uno de los resultados que subyace es la necesidad de incrementar la suficiencia financiera de nuestro sistema tributario en el largo plazo. Tal necesidad se justifica por las necesidades de gasto en servicios b¨¢sicos tales como la sanidad y la educaci¨®n, as¨ª como por la carga de la deuda p¨²blica. Aqu¨ª, no obstante, igual el informe deber¨ªa haber sido m¨¢s cauto, puesto que, por un lado, como en ¨¦l se indica, ¡°cualquier sistema tributario debe ir de la mano de las necesidades de gasto p¨²blico expresadas por los ciudadanos a trav¨¦s de las instituciones democr¨¢ticas¡±. Esto es, las necesidades de gasto p¨²blico no es algo que deba tomarse como dado. Y, por otro lado, la sostenibilidad de la deuda puede venir tanto por un mayor nivel de ingresos como por un menor nivel de gasto p¨²blico. En cambio, s¨ª parece objetiva la necesidad de acometer reformas fiscales de car¨¢cter medioambiental, que el informe tambi¨¦n trata, pues el estado de nuestro medioambiente parece aproximarse a un punto de no-retorno en ausencia de una intervenci¨®n p¨²blica decidida.
La prolijidad del informe hace imposible una valoraci¨®n global del mismo, aunque, como ya hemos dicho, su mera puesta a disposici¨®n de la sociedad espa?ola debe ser bienvenida. Hay aspectos interesantes tales como la propuesta de creaci¨®n de un impuesto negativo de la renta para incentivar la participaci¨®n en el mercado laboral entre los estratos de renta baja; o la eliminaci¨®n de los tipos reducidos de IVA. Sobre estos aspectos, no hay duda apenas en la literatura. Tambi¨¦n, de manera interesante, se propone la creaci¨®n de una Unidad permanente de an¨¢lisis del cumplimiento tributario, la cual ¡ªse intuye¡ª deber¨ªa, entre otras funciones, estimar la brecha fiscal, esto es, la recaudaci¨®n que no se recauda por el fraude. Sin duda, ello es fundamental para dirigir los esfuerzos de la administraci¨®n para reducir el fraude, as¨ª como, indirectamente, favorecer el cumplimiento fiscal voluntario.
En definitiva, leamos el informe, decidamos el nivel de prestaci¨®n de servicios p¨²blicos que deseamos y acabemos evaluando y cuantifiquemos de manera integral (seg¨²n la terminolog¨ªa del propio informe) el conjunto de propuestas para llegar a alcanzar el nivel de suficiencia que hayamos decidido compatible con la equidad y eficiencia del sistema. Como siempre, la teor¨ªa es m¨¢s f¨¢cil que la pr¨¢ctica, pero ahora, cuanto menos, ya tenemos un diagn¨®stico de nuestro sistema.
Alejandro Esteller Mor¨¦ es catedr¨¢tico de Econom¨ªa (UB) e Investigador del IEB.