El libro blanco en perspectiva

Espa?a tiene un problema muy serio con su d¨¦ficit p¨²blico. De forma estructural y desde hace muchos a?os, los ingresos p¨²blicos no financieros no llegan para cubrir los gastos y esto genera un desequilibrio cronificado de los m¨¢s elevados de la UE-27. En 2019, justo antes de la pandemia, las estimaciones de la Comisi¨®n Europea mostraban que nuestro d¨¦ficit estructural superaba el 3% del PIB; hoy est¨¢ cerca del 5%.
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Espa?a tiene un problema muy serio con su d¨¦ficit p¨²blico. De forma estructural y desde hace muchos a?os, los ingresos p¨²blicos no financieros no llegan para cubrir los gastos y esto genera un desequilibrio cronificado de los m¨¢s elevados de la UE-27. En 2019, justo antes de la pandemia, las estimaciones de la Comisi¨®n Europea mostraban que nuestro d¨¦ficit estructural superaba el 3% del PIB; hoy est¨¢ cerca del 5%.

Un agujero de este calibre es dif¨ªcilmente compatible con la noci¨®n de estabilidad fiscal y requiere una respuesta en¨¦rgica a medio plazo. Una respuesta que exige actuar en el frente de los ingresos y/o en el del gasto. La decisi¨®n de seguir un camino u otro es de enorme calado y de naturaleza esencialmente pol¨ªtica. Como se recuerda en el libro blanco, esta decisi¨®n no pueden tomarla los t¨¦cnicos. Le corresponde a los ciudadanos y sus representantes.

Sin duda, lo mejor para todos ser¨ªa que no hubiese que entrar en subidas de impuestos o recortes de gasto porque la combinaci¨®n de las siguientes tres palancas fuese suficiente: una reducci¨®n del fraude y elusi¨®n fiscales, un aumento de la eficiencia del gasto, y una coyuntura econ¨®mica favorable. Lo ideal ser¨ªa que todos pagasen lo que les corresponde, que no se malgastasen recursos p¨²blicos y que aumentase r¨¢pidamente el Producto Interior Bruto y, con ello, se incrementara el denominador de todas las ratios que definen la salud presupuestaria. En el libro blanco se dedica una secci¨®n a c¨®mo mejorar el cumplimiento tributario y se alude de forma expresa (aunque no se desarrolla por no ser el cometido encomendado) tanto a la necesidad de evaluaci¨®n del gasto p¨²blico para lograr una mayor eficiencia, como al papel del crecimiento econ¨®mico en la consolidaci¨®n.

Con el deseo expresado en el p¨¢rrafo anterior estamos completamente de acuerdo. Sin embargo, la experiencia demuestra que hay que ser cautos, sobre todo con los dos primeros factores. En general, los resultados suelen acabar muy por debajo de las expectativas. Mi opini¨®n es que debemos poner todo nuestro empe?o, pero ser muy prudentes a la hora de plasmar los n¨²meros en el presupuesto. Personalmente, creo que el efecto de los dos primeros factores deber¨ªa tratarse a beneficio de inventario en el a?o en el que se produce por primera vez y, solo si se perciben como permanentes, incorporarlos de forma expresa al a?o siguiente.

Por tanto, volvemos al punto de partida. Hay que decidir pol¨ªticamente la combinaci¨®n en la que se ajusta el gasto y se refuerzan los ingresos ordinarios. ?Qu¨¦ nos dicen los datos? Si tomamos los de 2019 para los pa¨ªses de la UE-27 (los de 2020 y 2021 est¨¢n distorsionados por la fuerte ca¨ªda del PIB y las reacciones de los gobiernos y no son los mejores a efectos anal¨ªticos) constatamos que, aun corrigiendo por las diferencias en el nivel de renta per c¨¢pita de los pa¨ªses, el gasto p¨²blico en Espa?a est¨¢ por debajo de lo que cabr¨ªa aguardar. Pero los ingresos lo est¨¢n incluso m¨¢s. Espa?a no es Francia o B¨¦lgica, donde el elevado d¨¦ficit tiene su explicaci¨®n en unos gastos muy altos. La explicaci¨®n inmediata en Espa?a est¨¢ en los ingresos.

En todo caso, es verdad que existen pa¨ªses bastante m¨¢s ricos que Espa?a (Pa¨ªses Bajos, por ejemplo) que est¨¢n equilibrados en un nivel de gastos e ingresos relativamente reducido. Porque es pol¨ªticamente tan leg¨ªtimo preferir e implementar un nivel de gasto e ingresos alrededor del 35% del PIB, como defender que el equilibrio se produzca por encima del 45%. Repito una vez m¨¢s: es una decisi¨®n pol¨ªtica. Lo importante es ser coherentes como Sociedad: no podemos pretender tener programas de rentas y servicios p¨²blicos muy bien dotados financieramente y no estar dispuestos a pagar por ellos.

En este contexto, lo que hace el libro blanco es analizar el sistema fiscal poniendo el foco en los asuntos que se mencionan en la Resoluci¨®n del Ministerio que crea el grupo de expertos, pero tratando tambi¨¦n otros impuestos centrales en el sistema fiscal espa?ol, como son el IVA, los impuestos especiales y el IRPF. Y en ese an¨¢lisis independiente se identifican problemas a corregir, se sugieren posibles cambios y se exploran nuevas figuras tributarias. De forma similar a como lo hace un ingeniero al que se le pide dise?ar un coche y se preocupa de la aerodin¨¢mica, del consumo o de la seguridad pasiva. Pero al igual que no es el ingeniero quien decide sobre la velocidad a la que usted conduce o a d¨®nde viaja, las personas que forman este comit¨¦ no son ni pueden ser quienes deciden si se suben o bajan los impuestos. Esos son ustedes, como ciudadanos, contribuyentes y votantes.

Santiago Lago Pe?as es catedr¨¢tico de la UVigo y miembro del Comit¨¦ de personas expertas para la elaboraci¨®n del Libro Blanco sobre la reforma tributaria.