Bruselas se resiste a cambiar el mercado mayorista de la luz
La Comisi¨®n Europea y los pa¨ªses del Norte consideran que el actual sistema incentiva la inversi¨®n necesaria para asegurar el suministro y la descarbonizaci¨®n
El Gobierno espa?ol tiene hasta el Consejo Europeo del 24 y 25 de marzo para intentar hacer cambiar de opini¨®n a los pa¨ªses del Norte. Junto a Portugal, Grecia e Italia, defender¨¢ que hay que intervenir el mercado ...
El Gobierno espa?ol tiene hasta el Consejo Europeo del 24 y 25 de marzo para intentar hacer cambiar de opini¨®n a los pa¨ªses del Norte. Junto a Portugal, Grecia e Italia, defender¨¢ que hay que intervenir el mercado con el objetivo de desacoplar el gas y que este no marque el precio de la electricidad. En reiteradas ocasiones, el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez ha defendido que, pese a solo suponer un 15% del suministro, el gas est¨¢ fijando el precio del total por ser el ¨²ltimo que entra. Al tratarse de un sistema marginalista, todos los que han vendido en la subasta se llevan el precio de la ¨²ltima unidad de energ¨ªa comprada que ha pujado m¨¢s alto.
La met¨¢fora m¨¢s manida ahora es que se est¨¢ comprando un 85% del jam¨®n barato y un 15% del caro, pero todo se paga al precio del cinco jotas. Sin embargo, esa no es la opini¨®n de la Comisi¨®n Europea, que en el documento que public¨® hace unos 10 d¨ªas no se mostr¨® dispuesta a tocar el mercado mayorista. Esta comunicaci¨®n se redact¨® como una gu¨ªa para que los pa¨ªses puedan tomar medidas con las que atajar la actual crisis energ¨¦tica. Y en varios puntos chirr¨ªa con la postura del Gobierno espa?ol. El presidente S¨¢nchez tendr¨¢ que hacer importantes avances en estos d¨ªas para conseguir que Europa le permita hacer lo que pretende: intervenir en el mercado mayorista poniendo un tope de 180 euros al precio. Este ya exist¨ªa hasta mediados de 2021, pero la Comisi¨®n insisti¨® en que se suprimiera. La vicepresidenta de Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, ya ha admitido en p¨²blico que si no consiguen que la UE lo acepte, entonces tendr¨¢n que regular al margen de Europa.
Seg¨²n reconocen fuentes gubernamentales, el papel de la Comisi¨®n se qued¨® muy por debajo de lo que quer¨ªa el Ejecutivo espa?ol. Parec¨ªa que Bruselas iba a dar su brazo a torcer. Pero Berl¨ªn intervino a ¨²ltima hora y se diluy¨® el texto. De ah¨ª la gira del presidente S¨¢nchez para intentar sumar una mayor¨ªa suficiente a favor de sus tesis. En la declaraci¨®n del consejo informal de Versalles de hace una semana, se hizo una menci¨®n a la que se agarra el Gobierno espa?ol: ¡°Invitamos a la Comisi¨®n a presentar para finales de marzo un plan para asegurar la seguridad del suministro y precios de la energ¨ªa asequibles durante el pr¨®ximo invierno¡±. Se est¨¢ intentando que en este nuevo documento la Comisi¨®n abra la puerta a las intenciones de Espa?a.
En la comunicaci¨®n publicada antes del Consejo, la Comisi¨®n no se muestra a favor de que se toque la formaci¨®n de precios en el mercado mayorista. Es m¨¢s, habla de no distorsionarlo. Lo que s¨ª permite es tocar el mercado minorista estableciendo precios regulados para hogares y pymes, o compensar a hogares vulnerables con medidas como el bono social. Pero insiste en que debe hacerse minimizando los efectos para el mercado mayorista.
Aunque en el papel dice que se podr¨ªa optimizar el dise?o del mercado, se refiere a un informe del regulador europeo que aseguraba que el sistema marginalista era el mejor que cab¨ªa usar. La Comisi¨®n y los pa¨ªses del Norte son reacios a intervenir en el mercado por diversas razones: consideran que es una se?al necesaria para incentivar la inversi¨®n que asegure el suministro a medio plazo y la descarbonizaci¨®n. Tambi¨¦n creen que es una se?al para animar a buscar la eficiencia y los ahorros en el consumo de energ¨ªa. Aunque solo se comercian cantidades limitadas de electricidad entre los pa¨ªses, la Comisi¨®n nunca ha querido tocar el sistema marginalista porque es la base para montar un mercado europeo en el que la energ¨ªa m¨¢s barata vaya de un pa¨ªs a otro. Por no hablar de que a Bruselas no le agrada que pueda generar distorsiones en la competencia entre industrias de distintos pa¨ªses por la energ¨ªa.
Por otra parte, el documento de Bruselas s¨ª que respalda que se puedan gravar los beneficios extraordinarios de las el¨¦ctricas para compensar a los consumidores. Solo que este impuesto deber¨ªa durar como m¨¢ximo hasta el 30 de junio y ce?irse solo a los beneficios que puedan surgir a ra¨ªz del conflicto, no por la subida previa que estaba ocurriendo desde el verano. ¡°Debe destacarse que parte del aumento global en los precios del gas tiene un componente estructural (que podr¨ªa definirse sobre la base de los precios medios) El impuesto no deber¨ªa tratar con los efectos del componente estructural¡±, dice la comunicaci¨®n.
El Gobierno espa?ol ya aprob¨® el a?o pasado un impuesto a esos beneficios. Sin embargo, tuvo que rehacerlo hasta dos veces y lo dej¨® muy diluido. Seg¨²n el papel de la Comisi¨®n, ese impuesto que estableci¨® el Ejecutivo no tendr¨ªa validez en tanto que fue previo a la crisis por la invasi¨®n de Ucrania. No obstante, el Gobierno podr¨ªa argumentar leg¨ªtimamente que en realidad los precios ya estaban siendo alterados desde septiembre al restringir Rusia su suministro de gas.
Al amparo del documento de la Comisi¨®n, el Gobierno podr¨ªa redefinir y endurecer este impuesto. Una posibilidad ser¨ªa hacerlo a trav¨¦s de los beneficios del impuesto de sociedades, pero esta opci¨®n tiene el inconveniente de que tardar¨ªa un a?o en recaudarse.
Adem¨¢s, la Comisi¨®n cita expresamente que se pueden usar los ingresos del sistema de derechos de emisi¨®n de carbono, unos 2.000 millones de euros en Espa?a, para compensar las subidas a ciudadanos y empresas. Esos 2.000 millones es lo que cuesta en Francia bajar la gasolina 15 c¨¦ntimos por litro. La UE tambi¨¦n volver¨¢ a relajar el marco de ayudas de Estado para poder subvencionar a empresas intensivas en energ¨ªa.
Es decir, la Comisi¨®n ofrece todo un paquete para intentar paliar el golpe de la energ¨ªa con subsidios, bonos y bajadas de impuestos. Pero sin tocar el mayorista. El problema para el Gobierno es que la compensaci¨®n requiere de mucho m¨²sculo fiscal en un momento en el que las finanzas p¨²blicas est¨¢n tensionadas tras la pandemia y cuando el BCE va a dejar de comprar deuda. Al poner un tope, se limitar¨ªa el precio y solo habr¨ªa que gastar dinero en compensar al gas por el coste que no haya sido retribuido. Habr¨ªa un d¨¦ficit, pero el ahorro que se conseguir¨ªa ser¨ªa mucho mayor. Servir¨ªa para satisfacer las demandas de Podemos de no bajar impuestos. Y se trasladar¨ªa la imagen de que se mete mano al mercado el¨¦ctrico.
Fuentes del mercado sostienen que el Gobierno tiene raz¨®n en que el sistema necesita reformas. Sin embargo, no les gusta el tope al precio por los problemas que pueda generar: a medio plazo, un menor incentivo a la inversi¨®n; a corto, el mecanismo de compensaci¨®n debe dise?arse bien para que no falte gas, porque las empresas lo llevan all¨¢ donde puedan ganar m¨¢s y no donde solo le abonen los costes. Otro problema que se?alan es que al haber m¨¢s oferta que demanda por debajo de ese tope, el precio tender¨¢ hacia los 180 euros.