La mitad de los trabajadores con convenio no tienen garantizado el poder adquisitivo
El Banco de Espa?a ve necesario que los sueldos suban de forma moderada y progresiva para evitar alimentar una espiral inflacionista
La inflaci¨®n est¨¢ desbocada, con m¨¢ximos que no se ve¨ªan desde 1985, y aunque algunas medidas para atajarla como la rebaja de los combustibles ya han entrado en vigor, sus efectos no empezar¨¢n a notarse hasta dentro de unos meses. La principal inc¨®gnita alrededor de la subida de los preci...
La inflaci¨®n est¨¢ desbocada, con m¨¢ximos que no se ve¨ªan desde 1985, y aunque algunas medidas para atajarla como la rebaja de los combustibles ya han entrado en vigor, sus efectos no empezar¨¢n a notarse hasta dentro de unos meses. La principal inc¨®gnita alrededor de la subida de los precios sigue siendo la misma desde que la ofensiva de Rusia en Ucrania redobl¨® el empuj¨®n que la pandemia hab¨ªa infligido sobre los precios: ?cu¨¢ndo terminar¨¢? Ante la imposibilidad de definir un horizonte temporal, el Banco de Espa?a alerta de que un ajuste de los salarios que se equipare con el auge de los costes provocar¨ªa que este repunte se extendiera en el tiempo, algo que derivar¨ªa en que ¡°el incremento de los precios energ¨¦ticos, principal factor existente detr¨¢s del episodio inflacionista actual, se filtre al resto de los precios y de los costes de la econom¨ªa¡±. De momento, se?ala el organismo en un reciente estudio, solo la mitad de los trabajadores que han acordado convenios con efectos en 2023 tienen garantizado el mantenimiento del poder adquisitivo.
As¨ª lo asegura el recuadro Un primer an¨¢lisis acerca del impacto de la inflaci¨®n sobre la negociaci¨®n colectiva en 2022, elaborado por Mario Izquierdo e Isabel Soler, y que formar¨¢ parte del Informe trimestral de la econom¨ªa espa?ola del primer trimestre del a?o. La postura del Banco de Espa?a respecto a c¨®mo reajustar los sueldos dentro de la espiral inflacionista no es nueva. Su gobernador, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, ha venido advirtiendo desde el comienzo del conflicto b¨¦lico que las subidas salariales deber¨ªan proyectarse a varios a?os y excluyendo de las referencias los precios energ¨¦ticos. Una senda por la que transitan, con m¨¢s complicaciones de las esperadas, empresarios y sindicatos dentro de sus conversaciones para renovar el Acuerdo para el Empleo y la Negociaci¨®n Colectiva (AENC).
No es ajeno el Banco de Espa?a a la importancia del tratado en el que trabajan los agentes sociales, ya que servir¨¢ de referencia dentro de los marcos negociadores de inferior categor¨ªa. ¡°En la actualidad existe un volumen relativamente importante de negociaci¨®n latente pendiente de firma, cuyo avance en los pr¨®ximos meses ser¨¢ fundamental para calibrar el grado de traslaci¨®n del repunte inflacionista actual a los salarios en un horizonte temporal de medio plazo¡±, indica en su informe. Aunque dentro del AENC son solos sindicatos y empresarios los que debaten, el Pacto de Rentas impulsado por el Gobierno depender¨¢ de lo que se acuerde en ¨¦l. Fuentes sindicales reconocen que no aceptar¨¢n ninguna intromisi¨®n del Ejecutivo dentro de estos encuentros; mientras que fuentes gubernamentales niegan haber interferido en las conversaciones.
Espiral de incrementos
En su valoraci¨®n, el Banco de Espa?a advierte de que los convenios ya acordados y con efectos en 2023 presentan un aumento adicional de la incidencia de las cl¨¢usulas de garant¨ªa salarial. Seg¨²n los datos de la Estad¨ªstica de Convenios Colectivos del Ministerio de Trabajo, son ¨²nicamente la mitad de los trabajadores bajo estos convenios los que ver¨¢n incrementado su sueldo, una cifra inferior a la observada antes de la crisis financiera de 2008 (70%). Sin embargo, para el organismo supervisor ¡°su tendencia al alza en los ¨²ltimos meses constituye un riesgo creciente de que se produzcan efectos de segunda vuelta en la inflaci¨®n¡±, ya que esta circunstancia ¡°conlleva un aumento del riesgo de que, eventualmente, se materialice una espiral de incrementos de salarios-precios que podr¨ªa tener efectos muy nocivos sobre la actividad y sobre el empleo en un horizonte de medio plazo¡±.
Dejar fuera de la revisi¨®n salarial la subida de los costes energ¨¦ticos implicar¨ªa la utilizaci¨®n como referencia de la inflaci¨®n subyacente, esto es, la que tambi¨¦n discrimina las alteraciones de los alimentos frescos. Una tasa que en marzo lleg¨® al 3,4% interanual, cuatro d¨¦cimas m¨¢s que en febrero, lo que muestra que la subida de la luz, el gas o la gasolina han provocado una alteraci¨®n de los dem¨¢s productos que componen la cesta de la compra.