Lagarde se asoma al tercer abismo
La presidenta del BCE se juega su credibilidad tras anunciar hace un mes en Sintra que garantizar¨ªa la estabilidad de las primas de riesgo ante la subida de tipos
Christine Lagarde se asoma este jueves por tercera vez al abismo. La inflaci¨®n disparada en la eurozona (al 8,6%), la influencia de la deriva radical de la Reserva Federal, a¨²n a costa de generar ¡°dolor¡± ¡ªrecesi¨®n y paro¡ª y los propios anuncios previos del BCE de que subir¨¢n los tipos, la obligan.
La crisis pol¨ªtica de Italia y el consiguiente aumento de su prima de riesgo (diferencia entre los buoni y el bund), que fisura la eurozona, le exigen m¨¢s. Exigen que hoy mismo el BCE establezca ...
Christine Lagarde se asoma este jueves por tercera vez al abismo. La inflaci¨®n disparada en la eurozona (al 8,6%), la influencia de la deriva radical de la Reserva Federal, a¨²n a costa de generar ¡°dolor¡± ¡ªrecesi¨®n y paro¡ª y los propios anuncios previos del BCE de que subir¨¢n los tipos, la obligan.
La crisis pol¨ªtica de Italia y el consiguiente aumento de su prima de riesgo (diferencia entre los buoni y el bund), que fisura la eurozona, le exigen m¨¢s. Exigen que hoy mismo el BCE establezca el ¡ªtambi¨¦n anunciado¡ª Mecanismo de Protecci¨®n de la Transmisi¨®n. O sea, el instrumento antifragmentaci¨®n, que impida la dispersi¨®n desigual de tipos entre los bonos de los 19 socios: y al cabo, entre cr¨¦ditos baratos para alemanes y caros para sure?os.
Para ser cre¨ªble y ¨²til deber¨¢ consistir en un programa de compra de deuda; dotado de cuant¨ªa ilimitada o extremadamente potente; focalizado al pa¨ªs que en cada ocasi¨®n amenace colapso; ser neutral (lo que se destine a comprar bonos vulnerables debe esterilizarse vendiendo los m¨¢s estables), y con una condicionalidad digerible, que no estigmatice al beneficiario.
Ha llovido mucho desde el primer traspi¨¦ de Lagarde, el 12 de marzo de 2020, en el comp¨¢s inicial de la pandemia. Asegur¨®: ¡°No estamos aqu¨ª para reducir las primas de riesgo, no es la funci¨®n del BCE¡±. Fue un vendaval. En horas hubo que corregir el rumbo. Y se aumentaron los 120.000 millones de nuevas compras de bonos en otros 600.000 millones. Salvada en la pr¨®rroga.
El segundo desliz fue este junio, y tambi¨¦n por las primas. El consejo del d¨ªa 9 prometi¨® que en caso de ¡°renovada fragmentaci¨®n¡±, reinvertir¨ªa los bonos vendidos comprando deudas d¨¦biles. Pero no anunci¨® lo esperado: la creaci¨®n del nuevo instrumento ad hoc. Y no bast¨® la mera promesa de la presidenta: ¡°No toleraremos una fragmentaci¨®n que impida la transmisi¨®n de la pol¨ªtica monetaria¡±.
El disparo de las primas oblig¨® a hacerlo en una repentina reuni¨®n telem¨¢tica el d¨ªa 15: se prometi¨® acelerar ¡°la finalizaci¨®n del dise?o¡± del mecanismo.
Mientras, se ha afianzado la convicci¨®n general, incluso en el ala dura, de que la transmisi¨®n de las decisiones (a todos, de forma equivalente, o sea, con pocas diferencias de intereses entre unos y otros) es parte de la pol¨ªtica monetaria. M¨¢s a¨²n: es pol¨ªtica monetaria com¨²n, pues si no es com¨²n no es pol¨ªtica.
Por eso Lagarde proclam¨® el 28 de junio en Sintra que la disparidad de primas ¡°impide nuestra capacidad de ofrecer una pol¨ªtica monetaria ¨²nica¡±; que preservar esa transmisi¨®n homog¨¦nea ¡°es una precondici¨®n para devolver la inflaci¨®n a nuestro objetivo¡±, v¨ªa alzas de tipos; y estas no se contradicen con ¡°lanzar la nueva herramienta¡±. Si eso es as¨ª, que lo es, este jueves es el d¨ªa D. No habr¨ªa tiempo para enmendar una tercera negativa. Porque el viernes canta otra vez el gallo. El mercado.