Se trunca la buena racha del empleo
El dato de empleo de julio no es un desastre, ni la confirmaci¨®n de que todo acabar¨¢ yendo mal. Pero no es un buen dato
Las noticias sobre el mercado del trabajo est¨¢n siendo parad¨®jicas desde hace un tiempo. Las consecuencias econ¨®micas de la guerra de Ucrania y las consiguientes sanciones a Rusia no hab¨ªan tra¨ªdo hasta ahora nubarrones al empleo, que ha resistido muy bien en estos ¨²ltimos a?os. Es probable que los cambios de la ¨²ltima d¨¦cada en el marco institucional del mercado de trabajo lo hayan hecho m¨¢s flexible. Mejor para hacer frente a los embates de problemas graves como una pandemia, una guerra o una crisis energ¨¦tica. Es un tema al que el an¨¢lisis econ¨®mico, desde la objetividad y sin partidismos, ...
Las noticias sobre el mercado del trabajo est¨¢n siendo parad¨®jicas desde hace un tiempo. Las consecuencias econ¨®micas de la guerra de Ucrania y las consiguientes sanciones a Rusia no hab¨ªan tra¨ªdo hasta ahora nubarrones al empleo, que ha resistido muy bien en estos ¨²ltimos a?os. Es probable que los cambios de la ¨²ltima d¨¦cada en el marco institucional del mercado de trabajo lo hayan hecho m¨¢s flexible. Mejor para hacer frente a los embates de problemas graves como una pandemia, una guerra o una crisis energ¨¦tica. Es un tema al que el an¨¢lisis econ¨®mico, desde la objetividad y sin partidismos, deber¨¢ dedicarle algo de tiempo, para conocer las razones de ese ¡°buen¡± comportamiento hasta ahora. Porque, adem¨¢s, salvo en el segundo trimestre de este a?o ¨Den el que finalmente se volvieron a alinear datos positivos de PIB y empleo¨D, el mercado de trabajo respond¨ªa mejor que la propia actividad econ¨®mica.
El empleo, por tanto, ven¨ªa siendo una de las pocas noticias econ¨®micas positivas en medio de tanta incertidumbre. Este martes se ha confirmado que la racha se trunca, algo que cab¨ªa esperar por muchas razones. Si la econom¨ªa se desacelera (aunque el ¨²ltimo dato fuera bueno), la contrataci¨®n tambi¨¦n suele hacerlo. El mencionado desajuste entre empleo y PIB estaba siendo una de las grandes inc¨®gnitas econ¨®micas que ahora parece despejarse. El dato no es un desastre, ni la confirmaci¨®n de que todo acabar¨¢ yendo mal. Pero no es un buen dato. De hecho, la cifra corregida de variaciones estacionales (56.945 nuevos inscritos en el paro) es a¨²n peor que la cifra cruda de los principales titulares (3.230 personas).
La econom¨ªa espa?ola parti¨® con un aceler¨®n en la l¨ªnea de salida del verano, anticipando contrataciones en junio. Luego ha frenado, quiz¨¢s reajustando las necesidades en julio, algo que se ha notado en las cifras, sobre todo en hosteler¨ªa, menos optimistas que hace dos meses. Deberemos ir conociendo algo m¨¢s que las cifras de ocupaci¨®n hotelera y observar tambi¨¦n las de gasto. Muchos profesionales del ramo hablan de gran ocupaci¨®n, pero menos consumo. Hay ganas de vacaciones en la pospandemia, pero tambi¨¦n una prudencia creciente ante tanta incertidumbre. Asimismo, los esfuerzos de contenci¨®n y recuperaci¨®n tras la pandemia y de otras medidas paliativas por la guerra de Ucrania poco a poco pierden fuerza. Los ERTE han funcionado bien pero no son eternos. Los profesionales de refuerzo en varios sectores ahora salen de sus empleos temporales. El de la educaci¨®n ha sido un caso claro en julio.
En cuanto al futuro, comienzan a incorporarse de forma m¨¢s clara a las empresas y consumidores las expectativas casi apocal¨ªpticas de un oto?o-invierno muy duro. La inflaci¨®n, los problemas de suministros y la sensaci¨®n de que cuesta mucho corregir las anomal¨ªas pesan. Las acciones de los bancos centrales apuntan sobre todo a frenar el crecimiento de precios. Ya veremos si de aqu¨ª a unos trimestres no hay que dar algo de marcha atr¨¢s, pero ahora, sin duda, prima una inflaci¨®n desbocada sobre un empleo a¨²n con bastante consistencia, pero que no es inmune a lo que acontece.