Glovo, Uber y Cabify no garantizan el salario m¨ªnimo y no protegen a sus trabajadores de los riesgos laborales, seg¨²n un estudio de la Complutense
Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid y CC OO sobre las condiciones de trabajo en plataformas muestra que casi todas incumplen. Solo Just Eat obtiene buenos resultados
Glovo no garantiza que sus trabajadores ganen al menos el salario m¨ªnimo, ni mucho menos una retribuci¨®n justa despu¨¦s de gastos, ni mitiga los riesgos del trabajo, ni proporciona una red de seguridad social, ni condiciones contractuales claras, ni procedimientos adecuados para la toma de decisiones, ni un proceso administrativo equitativo, ni asegura la libertad de asociaci¨®n y expresi¨®n de los trabajadores, ni promueve la gobernanza democr¨¢tica, ni evita las clausulas abusivas. ...
Glovo no garantiza que sus trabajadores ganen al menos el salario m¨ªnimo, ni mucho menos una retribuci¨®n justa despu¨¦s de gastos, ni mitiga los riesgos del trabajo, ni proporciona una red de seguridad social, ni condiciones contractuales claras, ni procedimientos adecuados para la toma de decisiones, ni un proceso administrativo equitativo, ni asegura la libertad de asociaci¨®n y expresi¨®n de los trabajadores, ni promueve la gobernanza democr¨¢tica, ni evita las clausulas abusivas. Como incumple en estas diez variables, la empresa de reparto obtiene un cero sobre diez en el examen al que le ha sometido un grupo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y que ha sido difundido este jueves. Es la peor nota posible. El an¨¢lisis tambi¨¦n suspende las condiciones laborales de otras grandes plataformas que operan en Espa?a, como Uber y Cabify, que solo respetan dos de las diez variables analizadas. Retrata un panorama desolador respecto a las condiciones de trabajo en estas compa?¨ªas. Just Eat es la ¨²nica gran plataforma que aprueba, con siete puntos.
¡°Hay plataformas que cumplen y dan unas condiciones de trabajo aceptables a sus empleados, como Just Eat, y otras que no lo hacen¡±, resume el coinvestigador principal, Arturo Lahera, que comparte el liderazgo del proyecto con el tambi¨¦n profesor de la Complutense Alberto Riesco. Una de las fortalezas de la investigaci¨®n es que se basa en un examen con est¨¢ndares globales, los que impone el proyecto Fairwork. Es una idea impulsada y coordinada por el Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, que consiste en evaluar las condiciones de trabajo en plataformas mediante diez puntos espec¨ªficos. Lahera y Riesco han hecho ese ejercicio en Espa?a adoptando los criterios de la universidad brit¨¢nica, apoyados por la financiaci¨®n del sindicato CC OO. Han analizado siete plataformas, mediante entrevistas con las compa?¨ªas y con empleados: las de reparto Just Eat, Glovo y La P¨¢jara; las de transporte Cabify y Uber; la de limpieza MyPoppins; y la de mudanzas y montajes TaskRabbit.
La cooperativa La P¨¢jara obtiene la mejor nota de las plataformas analizadas, ya que cumple ocho de las diez variables analizadas. Es m¨¢s apropiado decir que cumpl¨ªa, ya que en enero ech¨® el cierre, pero a¨²n segu¨ªa abierta durante la elaboraci¨®n del estudio. Era un actor peque?o en el sector, a diferencia de Just Eat, la otra plataforma que destaca por una valoraci¨®n positiva. Cumple siete de las diez exigencias de Fairwork, entre las que destaca el pago de retribuciones acorde al salario m¨ªnimo. El estudio subraya que las tablas salariales provienen de un acuerdo con los sindicatos, ¡°lo que implica simult¨¢neamente tanto el reconocimiento de la dependencia y subordinaci¨®n de los repartidores en una relaci¨®n laboral, como el reconocimiento de la negociaci¨®n colectiva¡±. A la vez, Lahera y Riesco precisan que muchos de los repartidores de esta compa?¨ªa est¨¢n empleados a tiempo parcial: ¡°Just Eat garantiza salarios a su personal de reparto por encima del salario m¨ªnimo, pero por debajo de lo que ser¨ªa un salario vital suficiente¡±.
Just Eat tambi¨¦n ha implantado una pol¨ªtica de prevenci¨®n de riesgos laborales, da cobertura de seguridad social a los empleados y les proporciona condiciones contractuales claras. El cumplimiento de la ley rider por parte de Just Eat implica, dice el estudio, ¡°que sus condiciones de trabajo y empleo, siguiendo los criterios de evaluaci¨®n de Fairwork, sean significativamente m¨¢s garantistas y protectoras que las de otras plataformas¡±. A la vez, como suele destacar la propia compa?¨ªa, por ello incurren en m¨¢s costes operativos que sus competidores.
Glovo no cumple ni una sola de las exigencias del estudio para asignar puntos. Respecto a retribuciones, el an¨¢lisis considera que Glovo no abona ni el salario m¨ªnimo: ¡°Las evidencias recogidas en nuestro trabajo de campo muestran que los ingresos reales que perciben los trabajadores (entre los 3,4 euros y los 5,3 euros netos [por hora]) se sit¨²an por debajo del salario m¨ªnimo interprofesional (7,7 euros brutos en 2022)¡±. Un factor clave en esta retribuci¨®n tan baja es que la empresa solo paga por pedido, no cubre los periodos en los que el repartidor est¨¢ esperando, aunque con la normativa en la mano ello tambi¨¦n sea tiempo de trabajo.
Adem¨¢s, el estudio tambi¨¦n advierte fallas en la seguridad de los repartidores: ¡°Glovo no cuenta con una pol¨ªtica adecuada de prevenci¨®n de riesgos laborales para el grueso de sus repartidores. La formaci¨®n recibida es limitada y la plataforma no se responsabiliza del estado de los veh¨ªculos empleados en el reparto¡±.
Uber y Cabify, dos sobre diez
El otro gran actor en el reparto de comida a domicilio en Espa?a es Uber Eats, pero no forma parte del estudio. Los autores no quer¨ªan que el diagn¨®stico se limitase al reparto, de ah¨ª que analicen a ese grupo por su actividad de transporte. Y ah¨ª Uber tampoco cumple. Solo obtiene una valoraci¨®n positiva en cuanto a la representaci¨®n justa de los trabajadores. Suspende en materia retributiva, ya que, seg¨²n las estimaciones de los investigadores, un conductor de Uber tiene que echar m¨¢s de 60 horas semanales para obtener ingresos ¡°ligeramente superiores al salario m¨ªnimo¡±. Tampoco cumple en prevenci¨®n de riesgos laborales: ¡°El sistema de remuneraci¨®n salarial de una parte fija y una variable promueve jornadas de trabajo muy extensas que reducen los tiempos de descanso e incrementan los riesgos de sufrir un accidente¡±. Esta intensificaci¨®n, diagnostican los investigadores, ¡°promueve tambi¨¦n la asunci¨®n de riesgos en la conducci¨®n que incrementa la posibilidad de sufrir un accidente, as¨ª como los riesgos psicosociales¡±.
Es un an¨¢lisis parecido al que Lahera y Riesco hacen de las condiciones laborales en Cabify. Aunque estos conductores est¨¢n sujetos en la Comunidad de Madrid a un convenio que establec¨ªa un salario base de 14.720 euros en 2022, ligeramente por encima del SMI de ese a?o (14.000), hay factores que diluyen esas ganancias. ¡°El sistema de remuneraci¨®n que aplica la plataforma exige al trabajador alcanzar un umbral m¨ªnimo de facturaci¨®n a la semana para poder cobrar su salario base. El problema que hemos detectado es que el m¨ªnimo de facturaci¨®n exigido es muy elevado y todas las personas entrevistadas afirman tener que efectuar largas jornadas de trabajo, unas 12 horas diarias¡±, se?alan los investigadores. En las entrevistas a estos trabajadores han certificado, adem¨¢s, que ¡°algunas tareas que deber¨ªan ser consideradas como tiempo de trabajo efectivo, como el repostaje de gasolina o la limpieza del veh¨ªculo, no siempre son remuneradas, al igual que los tiempos dedicados a atender las instrucciones de la empresa o devolver el veh¨ªculo al finalizar el turno¡±.
El estudio tambi¨¦n aborda las condiciones de trabajo en plataformas m¨¢s peque?as, la de limpieza MyPoppins (que quebr¨® en abril) y la de montaje y mudanzas TaskRabbit, propiedad de Ikea. La primera, como Glovo, incumple en todas las variables analizadas, mientras que la segunda obtiene un raqu¨ªtico dos sobre diez.
Conclusiones negativas
Los investigadores hacen un diagn¨®stico muy negativo del panorama general: ¡°A pesar de los avances registrados desde la aprobaci¨®n de la ley rider, las condiciones de trabajo y empleo en la econom¨ªa de plataforma en Espa?a resultan a¨²n bastante precarias, contando con est¨¢ndares laborales bastante modestos¡±. Ponen como ejemplo el hecho de que Just Eat salga tan bien parada, cuando ¡°se limita, en realidad, a aplicar la legislaci¨®n laboral vigente, alej¨¢ndose muy poco de los est¨¢ndares m¨ªnimos que son de obligado cumplimiento¡±. Por ello, Lahera y Riesco consideran que ¡°el espacio de mejora de la protecci¨®n del trabajo en la econom¨ªa de plataforma es a¨²n amplio¡±. Una de las l¨ªneas que se?alan es que el paraguas protectores de la ley rider debe trascender al delivery y alcanzar al resto de de plataformas, justo lo que suceder¨¢ cuando se transponga la nueva normativa europea recientemente aprobada.
¡°Bajos salarios; jornadas de trabajo insuficientes o excesivas; tiempo de trabajo no retribuido; insuficiente protecci¨®n frente a los riesgos laborales; amplia presencia de falsos aut¨®nomos y de subcontrataci¨®n; cambios unilaterales de las condiciones de trabajo y presencia de cl¨¢usulas abusivas en los contratos de condiciones de uso facilitados; precario reconocimiento de derechos colectivos de representaci¨®n y negociaci¨®n colectiva... Muchos de estos problemas persisten incluso en aquellas plataformas y sectores donde s¨ª se reconoce el car¨¢cter asalariado de la relaci¨®n laboral y existe representaci¨®n sindical¡±, insisten.
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