Francia no logra controlar el d¨¦ficit p¨²blico pese a las advertencias de Bruselas

Francia espera en vilo desde hace ocho semanas el nombramiento de un nuevo primer ministro. Una vez se conozca el nombre del nuevo inquilino de Matignon, sin embargo, el elegido no tendr¨¢ ni un minuto de tregua. Incluso antes de pensar en el presupuesto del Estado para 2025, que deber¨ªa estar dise?ado a mediados de septiembre y luego debatido por el Parlamento a partir del 1 de octubre, el nuevo ejecutivo se enfrentar¨¢ a un desajuste ...

Francia espera en vilo desde hace ocho semanas el nombramiento de un nuevo primer ministro. Una vez se conozca el nombre del nuevo inquilino de Matignon, sin embargo, el elegido no tendr¨¢ ni un minuto de tregua. Incluso antes de pensar en el presupuesto del Estado para 2025, que deber¨ªa estar dise?ado a mediados de septiembre y luego debatido por el Parlamento a partir del 1 de octubre, el nuevo ejecutivo se enfrentar¨¢ a un desajuste imprevisto en las finanzas p¨²blicas. El d¨¦ficit p¨²blico franc¨¦s, que en 2023 subi¨® hasta el 5,5% del PIB ¨Dlo que llev¨® a la Comisi¨®n Europea a abrir un expediente por d¨¦ficit excesivo¨D corre ahora el riesgo de agravarse hasta el 5,6% este a?o e incluso hasta el 6,2% en 2025 si no se toman medidas urgentes.

La alarma la transmitieron el lunes Bruno Le Maire, ministro dimisionario de Econom¨ªa, y Thomas Cazenave, su ministro delegado de cuentas p¨²blicas, a los parlamentarios miembros de la comisi¨®n de finanzas en la Asamblea Nacional y el Senado. ¡°Hay un serio desajuste de las finanzas p¨²blicas¡±, reconoc¨ªan en una nota del ministerio de Econom¨ªa. Seg¨²n Le Maire, que niega ninguna responsabilidad en la cuesti¨®n, no hay otra soluci¨®n ahora que actuar r¨¢pidamente con medidas contundentes como recortar 16.000 millones en el presupuesto del a?o en curso.

Le Maire se hab¨ªa marcado el objetivo de disminuir el d¨¦ficit este a?o al 5,1%, pero los documentos que han hecho llegar a los parlamentarios apuntan a una evoluci¨®n inversa. La causa, aseguran, es que los ingresos fiscales son peores de lo esperado en lo que respecta al IVA, al impuesto sobre la renta o al impuesto de sociedades. El crecimiento de Francia, sin embargo, deber¨ªa estar conforme a las expectativas, cercano al 1% o 1,1% en 2024. Pero este aumento del vigor de la econom¨ªa, impulsado en parte por el comercio exterior, resulta ¡°menos favorable para los ingresos fiscales¡± de lo previsto, se?alan.

Los responsables del ministerio comunicaron que hab¨ªan descubierto recientemente una situaci¨®n alarmante en el ¨¢mbito de los municipios, departamentos y otras colectividades locales. Sus gastos se han disparado de manera inesperada desde principios de a?o, mucho m¨¢s r¨¢pido que sus ingresos. Y de, ah¨ª precisamente, surgen eso 16.000 millones de euros que se?ala Le Maire.

Eric Coquerel, presidente de la comisi¨®n de Finanzas de la Asamblea Nacional y diputado de La Francia Insumisa (LFI, el partido de Jean-Luc M¨¦lenchon), se quej¨® este martes de que detr¨¢s de ese mensaje la intenci¨®n de Le Maire y Cazenave es imponer al pr¨®ximo Ejecutivo recortes adicionales en el gasto p¨²blico, que a su parecer est¨¢n en el origen del problema.

Ante esta anunciada desviaci¨®n de las cuentas p¨²blicas, que corre el riesgo de debilitar a¨²n m¨¢s la credibilidad presupuestaria de Francia, Bruno Le Maire asegura que ha hecho todo lo posible. Primero, congelando por decreto, a principios de a?o, 10 mil millones de euros en gastos. Luego, proponiendo una ley de finanzas rectificativa para ahorrar otros 10 mil millones de euros. Pero este texto no se concret¨®, por falta de apoyo pol¨ªtico. ¡®No se ha podido realmente hacer nada ni para mejorar los ingresos fiscales, ni para cancelar cr¨¦ditos, ni en relaci¨®n con las colectividades locales¡¯, admiten en Bercy.

El Tribunal de Cuentas franc¨¦s ya alert¨® a mediados de julio del ¡°inquietante¡± nivel de la deuda p¨²blica nacional, que se sit¨²a en el 110% del producto interior bruto (PIB), tras un aumento del d¨¦ficit superior al previsto en 2023.Es el tercer pa¨ªs de la UE, solo por detr¨¢s de Grecia e Italia, con la deuda p¨²blica m¨¢s elevada. Adem¨¢s, el organismo se?alaba que el camino marcado por el Gobierno dimisionario para enderezar la situaci¨®n presupuestaria y tratar de revertir el aumento de la deuda hasta 2027 se basaba en objetivos ¡°poco realistas¡±, debido a previsiones de crecimiento ¡°demasiado optimistas¡±.

En Bruselas preocupan los crecientes desequilibrios presupuestarios de Paris. El a?o pasado solo Italia, Hungr¨ªa y Ruman¨ªa, presentaron unos n¨²meros rojos de las cuentas p¨²blicas m¨¢s abultados que los de Francia. Por eso, el Gobierno de Macron fue uno de los protagonistas durante la negociaci¨®n del nuevo marco de reglas fiscales de la UE, que se ponen en marcha este a?o. La influencia francesa en el dise?o de las nueva arquitectura presupuestaria provoc¨® que fueran menos r¨ªgidas y exigentes de lo que reclamaban otros pa¨ªses m¨¢s ortodoxos como Alemania, Austria o Pa¨ªses Bajos.

Francia, en el pelot¨®n de cabeza de los pa¨ªses europeos m¨¢s endeudados, es la econom¨ªa de la zona euro en el que los impuestos y cotizaciones sociales representan una parte m¨¢s elevada del PIB, un 47%. Y es, tal y como ha denunciado Le Maire, el pa¨ªs en el que el gasto de las administraciones representa una mayor parte en proporci¨®n a la econom¨ªa, en torno al 58%. El sector p¨²blico franc¨¦s tiene un gran peso en la econom¨ªa. Su estructura administrativa es mucho mayor que en el resto de pa¨ªses del Viejo Continente. Y el Estado franc¨¦s mantiene participaciones importantes en las grandes multinacionales industriales del pa¨ªs. Francia necesita que su econom¨ªa crezca para aportar recursos a sus arcas p¨²blicas para mantener toda esa estructura. En cuanto el crecimiento se ralentiza se producen desfases presupuestarios que luego resultan m¨¢s complicado de taponar.

La contracara del d¨¦ficit presupuestario es la inversi¨®n p¨²blica. A diferencia de lo que ocurre en la otra gran econom¨ªa europea, Alemania, donde las cuentas est¨¢n bajo control, pero la inversi¨®n no levanta cabeza, en Francia esta variable mantiene niveles mucho m¨¢s saludables. Una buena noticia en una Europa que sigue poniendo mucho m¨¢s la lupa sobre el d¨¦ficit y la deuda que sobre la inversi¨®n.

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