Repensando nuestro contrato social
Los v¨ªnculos pol¨ªticos y sociales que estructuran una sociedad sana parecen estar quebr¨¢ndose ante nosotros
De alguna manera, el debate sobre la reconfiguraci¨®n de nuestro contrato social ha sufrido la irrupci¨®n de nuevas urgencias que llenan ahora el espacio p¨²blico. De ocupar columnas de opini¨®n, alentadas por lo que parec¨ªa una nueva orientaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica de la Uni¨®n Europea y el impulso inicial de la presidencia norteamericana, el nuevo pacto social parece haber pasado a un segundo plano en el debate p¨²blico en favor de las preocupaciones por el incremento de los precios de la en...
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De alguna manera, el debate sobre la reconfiguraci¨®n de nuestro contrato social ha sufrido la irrupci¨®n de nuevas urgencias que llenan ahora el espacio p¨²blico. De ocupar columnas de opini¨®n, alentadas por lo que parec¨ªa una nueva orientaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica de la Uni¨®n Europea y el impulso inicial de la presidencia norteamericana, el nuevo pacto social parece haber pasado a un segundo plano en el debate p¨²blico en favor de las preocupaciones por el incremento de los precios de la energ¨ªa, la desaceleraci¨®n econ¨®mica en medio de la recuperaci¨®n, y la amenaza creciente de un cambio clim¨¢tico descontrolado. Sin embargo, nunca ha sido tan relevante ni urgente articular el impulso pol¨ªtico para este redise?o.
No faltan muestras para entender la necesidad de este empe?o: la reforma de las pensiones est¨¢ abriendo la brecha generacional en un momento en el que los mileniales, esa generaci¨®n que ha vivido toda su vida adulta entre dos crisis econ¨®micas, toman conciencia de su situaci¨®n y exigen un reconocimiento de sus necesidades inmediatas. El debate sobre la financiaci¨®n auton¨®mica advierte sobre la dificultad de alcanzar un acuerdo mientras las comunidades juegan a defender su posici¨®n particular, donde no faltan astracanadas ni declaraciones altisonantes. Los territorios despoblados se constituyen en sujetos pol¨ªticos defendiendo que ellos ¡°tambi¨¦n cuentan¡± y marcando una posici¨®n que puede convertirse en una v¨ªa parlamentaria, siguiendo el ejemplo de Teruel Existe. Se extienden las resistencias a aspectos clave relacionados con la transici¨®n energ¨¦tica, como es el despliegue de las energ¨ªas renovables en el territorio. En definitiva, los v¨ªnculos pol¨ªticos y sociales que estructuran una sociedad y una econom¨ªa sanas parecen estar quebr¨¢ndose ante nosotros.
Son muchos los autores que han reclamado una reconstrucci¨®n de estos v¨ªnculos, a sabiendas de que, sin ellos, la tendencia a la desintegraci¨®n social es un riesgo notable. As¨ª, el economista Paul Collier nos habla de la necesidad de redise?ar el capitalismo teniendo en cuenta los v¨ªnculos comunitarios, tesis en la que abunda en El Futuro del Capitalismo (Debate, 2020) y en La codicia est¨¢ muerta (Penguin, 2020), de la misma manera que Raghuram G. Rajan, antiguo economista jefe del FMI, apuesta por la reconstrucci¨®n del papel que han jugado las comunidades para lograr econom¨ªas pr¨®speras e inclusivas, como hace en El tercer pilar (HarperCollins, 2020). Argumentos estos muy cercanos a los planteados por Martin Sandbu en Econom¨ªa de la pertenencia (Princeton University Press, 2019). En definitiva, vivimos una reaparici¨®n de las comunidades, de los v¨ªnculos sociales, en nuestra concepci¨®n de la econom¨ªa y la pol¨ªtica econ¨®mica: sin esos v¨ªnculos, codificados en un contrato social de nuevo cu?o, lo que nos espera es una. Lo relevante de esta confluencia de posiciones es que no se origina en los tradicionales pensadores del comunitarismo, sino en analistas que han sido y son firmes defensores de los mercados y la apertura econ¨®mica, pero que, al mismo tiempo, admiten que recuperar el papel de la comunidad nos lleva a replantearnos la funci¨®n y la naturaleza de las empresas, de las finanzas y tambi¨¦n de la pol¨ªtica econ¨®mica y social.
Estas ideas aterrizan en Espa?a de la mano de dos extraordinarios economistas, Ant¨®n Costas y Xos¨¦ Carlos Arias que, en su ¨²ltima obra conjunta Laberintos de la prosperidad (Galaxia Gutemberg, 2021), analizan y describen, con precisi¨®n anal¨ªtica, el c¨®mo, el porqu¨¦ y el para qu¨¦ de este nuevo contrato social. Un contrato social que pasa por reafirmar la cohesi¨®n social desde la predistribuci¨®n, a trav¨¦s de la reforma en las relaciones capital-trabajo en el seno de las empresas, la reformulaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas y la atenci¨®n a la doble transici¨®n ecol¨®gica y digital, que puede dejar un reguero de perdedores a su paso.
En definitiva, la irrupci¨®n ¡ªo mejor dicho, la reaparici¨®n¡ª de la comunidad como un concepto econ¨®mico relevante debe hacernos repensar c¨®mo nos enfrentamos a los retos de la recuperaci¨®n econ¨®mica. Queda, por supuesto mucho trabajo por hacer, empezando por convertir estos principios en pol¨ªticas efectivas, pero todo indica que la etapa en la que la econom¨ªa se encerraba en sus modelos, sin tener en cuenta su impacto en la comunidad humana que somos, parece haber llegado a su fin.
Jos¨¦ Mois¨¦s Mart¨ªn es economista y consultor.