Los efectos de una econom¨ªa de andar por casa
El impacto del teletrabajo como motor de la inflaci¨®n en Estados Unidos empieza a desaparecer
Escribo esta columna como la mayor¨ªa de mis escritos: en casa, con un ordenador port¨¢til (montado sobre un soporte en la mesa de la cocina y con un teclado conectado por Bluetooth). Llevo mucho tiempo trabajando as¨ª; ni mi trabajo period¨ªstico ni mi trabajo acad¨¦mico requieren que est¨¦ en el despacho todo el d¨ªa todos los d¨ªas. Pero antes mi manera de trabajar era excepcional.
Ya no. ...
Escribo esta columna como la mayor¨ªa de mis escritos: en casa, con un ordenador port¨¢til (montado sobre un soporte en la mesa de la cocina y con un teclado conectado por Bluetooth). Llevo mucho tiempo trabajando as¨ª; ni mi trabajo period¨ªstico ni mi trabajo acad¨¦mico requieren que est¨¦ en el despacho todo el d¨ªa todos los d¨ªas. Pero antes mi manera de trabajar era excepcional.
Ya no. El teletrabajo se dispar¨® durante la pandemia, y si bien algunos trabajadores est¨¢n volviendo a la oficina, parece probable que mucha gente siga realizando sus tareas desde casa al menos parte del tiempo. Es verdad que la mayor¨ªa no puede hacerlo, pero los que s¨ª pueden son una minor¨ªa significativa, y cobran m¨¢s por t¨¦rmino medio que los que no pueden, as¨ª que tienen un efecto desproporcionado en los mercados.
Una de las cosas que los teletrabajadores han estado haciendo con sus ingresos es comprar o alquilar casas m¨¢s grandes. Si uno va a trabajar desde casa, seguramente querr¨¢ m¨¢s espacio para expandirse. Adem¨¢s, si va a pasar m¨¢s tiempo en casa, es posible que quiera m¨¢s casa para pasar su tiempo.
El aumento del trabajo a distancia seguramente sea la causa principal de que los precios de los pisos de alquiler hayan subido en los ¨²ltimos a?os. La subida de los alquileres en 2021-2022 fue bastante espectacular, con tasas de aumento de dos d¨ªgitos durante alrededor de un a?o y medio. Pero ¨²ltimamente se ha estabilizado. De hecho, el ¨ªndice de alquileres de Zillow cay¨® en octubre. Otros indicadores privados, como los que publican Realtor.com y Apartmentlist.com, llevan dos o tres meses se?alando descensos. Son buenas noticias para los arrendatarios. Y tambi¨¦n podr¨ªan serlo para la lucha contra la inflaci¨®n.
En las primeras fases de la subida de los precios de 2021-2022, algunos economistas ¡ªyo entre ellos, pero tambi¨¦n muchos otros, como los del influyente departamento de investigaci¨®n del Banco de Pagos Internacionales¡ª pensaban que se trataba en gran medida de un problema transitorio relacionado con los atascos en los env¨ªos.
La pandemia provoc¨® un gran cambio en la demanda, que se desplaz¨® de los servicios a los bienes, y la tensi¨®n en las cadenas de suministro signific¨® que variables como los costes de env¨ªo se pusieran por las nubes. Al final, pens¨¢bamos, los atascos se reducir¨ªan y los costes bajar¨ªan. Y as¨ª fue.
Sin embargo, la inflaci¨®n general sigui¨® siendo alta incluso cuando la de los bienes baj¨®, debido a que otros precios empezaron a subir r¨¢pidamente. Lo m¨¢s importante es que los ¨ªndices oficiales de los alquileres iniciaron una r¨¢pida marcha ascendente.
Pero, un momento: muchos estadounidenses son propietarios de su casa, no arrendatarios. ?Por qu¨¦ tienen tanta importancia los alquileres? La respuesta es que las mediciones oficiales del coste de la vivienda consideran a los propietarios como si fueran sus propios inquilinos, y calculan un ¡°alquiler equivalente del propietario¡± basado en los precios de mercado. Los alquileres reales sumados a estos otros ¡°imputados¡± representan m¨¢s del 30% del IPC y casi el 40% del llamado ¨ªndice b¨¢sico, que excluye los alimentos y la energ¨ªa.
As¨ª pues, la subida de las rentas ha sido uno de los factores decisivos para la persistencia de la inflaci¨®n elevada, lo cual llev¨® a muchos economistas (de nuevo yo entre ellos) a abandonar la idea de que el alza de los precios era transitoria.
Pero ahora los alquileres se han estabilizado, y hasta podr¨ªan estar bajando. De hecho, su aumento est¨¢ empezando a parecerse a otra historia de cuellos de botella, en la que las grandes subidas de precios estuvieron impulsadas por un cambo repentino en la composici¨®n de las compras de la gente, y no por un gran exceso de demanda. Y ahora el atasco se est¨¢ reduciendo, ya que, de momento, el teletrabajo ha seguido su curso natural, y nuevas unidades de alquiler empiezan a estar disponibles.
No quiero dar excesiva importancia al argumento del cuello de botella. Seguramente es verdad que tenemos una econom¨ªa sobrecalentada que podr¨ªa sufrir problemas de inflaci¨®n incluso sin estrangulamientos en sectores espec¨ªficos. Pero, actualmente, gran parte de la inflaci¨®n reciente parece m¨¢s transitoria de lo que muchos economistas sosten¨ªan hace tan solo unos meses.
En todo caso, la cuesti¨®n es la siguiente: la relajaci¨®n de la inflaci¨®n de los alquileres todav¨ªa no ha empezado a aparecer en las estad¨ªsticas oficiales de precios. Esto se debe a que estas estad¨ªsticas reflejan el alquiler medio que paga la gente, en el que dominan las personas que ya ten¨ªan un contrato, en vez del que pagan los nuevos inquilinos, que es lo que miden fuentes como Zillow. No es un defecto de los datos, que est¨¢n pensados para medir el coste medio de la vida, y no las novedades recientes, pero significa que las medidas normales de la inflaci¨®n van muy rezagadas con respecto a un panorama econ¨®mico en r¨¢pido cambio.
Aunque las cifras oficiales seguramente sobreestimen la persistencia de la inflaci¨®n, no estoy en condiciones de decir que el problema se haya terminado. No obstante, cabe pensar que el alza de los precios es m¨¢s manejable ahora que hace no mucho.
Una parte importante de lo ocurrido parece ser un asunto de econom¨ªa ¡°de cocina¡±, no en el sentido del t¨®pico pol¨ªtico, sino de que hab¨ªa muchos m¨¢s estadounidenses que, como yo, trabajaban en la mesa de la cocina y ped¨ªan cocinas y mesas m¨¢s grandes. Y la buena noticia es que, al menos como motor de la inflaci¨®n, este efecto empieza a desaparecer.