Impuestos contra el impuesto m¨¢s cruel
La reducci¨®n del IVA a los alimentos b¨¢sicos tiene beneficios moderados comparados con el coste
Suele decirse que la inflaci¨®n es el impuesto m¨¢s cruel. Cuando los precios crecen m¨¢s que las rentas del trabajo se produce una p¨¦rdida de poder adquisitivo que afecta a la mayor¨ªa de los hogares. No es extra?o que sea una de las mayores preocupaciones econ¨®micas de la sociedad. Robert Shiller escribi¨® un influyente ensayo sobre las actitudes sociales ante la inflaci¨®n en el que mostraba que, cuando alcanza niveles elevados, puede llegar a ser percibida como el principal problema econ¨®mico del pa¨ªs.
Dado que ...
Suele decirse que la inflaci¨®n es el impuesto m¨¢s cruel. Cuando los precios crecen m¨¢s que las rentas del trabajo se produce una p¨¦rdida de poder adquisitivo que afecta a la mayor¨ªa de los hogares. No es extra?o que sea una de las mayores preocupaciones econ¨®micas de la sociedad. Robert Shiller escribi¨® un influyente ensayo sobre las actitudes sociales ante la inflaci¨®n en el que mostraba que, cuando alcanza niveles elevados, puede llegar a ser percibida como el principal problema econ¨®mico del pa¨ªs.
Dado que el consumo es una actividad cotidiana para todas las personas y que los precios ocupan un lugar central en sus preocupaciones, la inflaci¨®n causa gran inquietud social. La palabra inflaci¨®n es, de hecho, uno de los t¨¦rminos econ¨®micos m¨¢s utilizados por los ciudadanos, como demuestra una consulta r¨¢pida en cualquier buscador. Sus efectos no son iguales, sin embargo, para toda la poblaci¨®n. Supone una carga m¨¢s pesada sobre las rentas m¨¢s bajas, sobre todo si afecta m¨¢s a los productos b¨¢sicos, que son en los que m¨¢s gastan. Debido a las diferencias en la composici¨®n del consumo, en el oto?o de 2022 la inflaci¨®n fue m¨¢s de un punto mayor en la decila (10%) m¨¢s pobre que en la m¨¢s rica.
Aunque el alza de los precios se ha ido moderando, los alimentos se han seguido encareciendo. Al suponer m¨¢s de una quinta parte del gasto total en el grupo con menos renta y poco m¨¢s del 10% en el m¨¢s rico, las consecuencias para los hogares vulnerables son mucho m¨¢s adversas. Estos ¨²ltimos son, adem¨¢s, especialmente sensibles a la subida de tipos de inter¨¦s con la que el Banco Central Europeo (BCE) ha tratado de detener el crecimiento de los precios. La inevitabilidad de este sufrimiento social, esgrimida por quienes defienden esa estrategia, es, cuando menos, cuestionable. Como escribi¨® en este mismo suplemento Joseph Stiglitz hace semanas, los posibles logros en t¨¦rminos de reducci¨®n de la inflaci¨®n como resultado de la estrategia del BCE son m¨ªnimos en comparaci¨®n con lo que ya era previsible sin necesidad de intervenci¨®n, como la relajaci¨®n de los cuellos de botella en las cadenas de suministro o el abaratamiento de la energ¨ªa.
La combinaci¨®n de altos precios de los productos b¨¢sicos y aumento de los tipos de inter¨¦s puede causar efectos negativos duraderos sobre el bienestar de las familias. Combatirlos debe ser una prioridad en la agenda pol¨ªtica. As¨ª se recoge en el paquete de medidas anticrisis aprobado a finales de 2022, que incluy¨® la reducci¨®n e inaplicaci¨®n temporal del IVA a los alimentos b¨¢sicos. Se opt¨® por utilizar un impuesto est¨¢ndar para combatir otro m¨¢s cruel.
Las reducciones del IVA, sin embargo, pueden no ser eficaces. La selecci¨®n de los productos en los que se aplican no siempre es id¨®nea y, sobre todo, la ¨²ltima decisi¨®n la tienen quienes venden los productos. La correspondencia entre la rebaja aplicada por el Gobierno y el precio final puede no ser directa, con el riesgo de que la bajada de impuestos se traslade a los m¨¢rgenes empresariales. La patronal de las cadenas distribuidoras aduce que cuanto m¨¢s cerca est¨¢ el producto del consumidor, m¨¢s dif¨ªcil es ampliar los m¨¢rgenes. La realidad es que la diferencia entre los precios en origen y destino de los productos agr¨ªcolas y ganaderos se ampli¨® a un ritmo veloz antes de esa medida.
Con independencia del posible traslado a los m¨¢rgenes de las empresas distribuidoras, puede que tampoco afecte significativamente a las pautas de gasto de los consumidores. Existe el riesgo de que los efectos positivos sean limitados, y las p¨¦rdidas de recaudaci¨®n, no desde?ables. La experiencia de la bajada de tipos del IVA en Alemania durante la pandemia se sald¨® con una contribuci¨®n muy limitada al est¨ªmulo del consumo y un elevado gasto fiscal.
La limitada evidencia de la que disponemos para Espa?a apunta a que la medida est¨¢ contribuyendo a una modesta ca¨ªda de los precios de los alimentos, pero con beneficios moderados comparados con el coste. Los datos del IPC del mes de enero muestran, como ya hab¨ªan adelantado las organizaciones de consumidores, un descenso del precio de la mayor¨ªa de los productos en los que se aplic¨® la rebaja de tipos del IVA. Seg¨²n las estimaciones de FEDEA, su efecto redistributivo ser¨¢ positivo, aunque de magnitud reducida, mientras que el coste recaudatorio podr¨ªa alcanzar los 700 millones de euros.
Este tipo de medidas, necesariamente temporales, dejan al margen las causas del aumento del precio de los alimentos, como el encarecimiento de las materias primas alimenticias a escala global, los l¨ªmites para la exportaci¨®n en dos de los grandes graneros mundiales (Rusia y Ucrania), el impacto de la sequ¨ªa o el crecimiento del coste de la energ¨ªa. Hay que recordar tambi¨¦n que Rusia y Bielorrusia son importantes exportadores de fertilizantes. La evoluci¨®n del precio de los abonos sint¨¦ticos est¨¢ llevando a algunos productores a sustituirlos por abonos naturales, lo que tambi¨¦n ha causado un incremento del precio de estos ¨²ltimos.
Ninguno de esos problemas va a quedar resuelto con el aumento de los tipos de inter¨¦s ni tampoco, l¨®gicamente, con la reducci¨®n de los tipos del IVA. Por el contrario, mientras se mantengan los aumentos de los primeros, el mayor coste de la financiaci¨®n limitar¨¢ la inversi¨®n destinada a la producci¨®n de productos b¨¢sicos agr¨ªcolas y afectar¨¢ a las cadenas de suministro globales, adem¨¢s de constre?ir la demanda y aumentar el desempleo.
Eso no significa que haya que renunciar a la protecci¨®n de las familias m¨¢s afectadas por el encarecimiento de los alimentos. La duda es si no ser¨ªa mejor alternativa el refuerzo de la competencia en estos mercados, junto al dise?o de ayudas m¨¢s directas a los hogares vulnerables mediante transferencias de renta bien focalizadas. El cheque de 200 euros a las familias de menos ingresos es un paso en la buena direcci¨®n. Podr¨ªa ampliarse con los recursos que se pierden por la reducci¨®n de los tipos del IVA, junto a otras acciones que acorten los plazos para que las transferencias lleguen cuanto antes a esos hogares.
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