Rebeli¨®n en las granjas: por qu¨¦ los ganaderos ponen el grito en el cielo contra la nueva normativa de bienestar animal
Las futuras exigencias europeas en la materia supondr¨¢n unas inversiones estimadas en casi 2.000 millones por los ganaderos
Raquel Conde, de 54 a?os, casada y con dos hijas, tiene en la localidad segoviana de Monzoncillo una explotaci¨®n de varias naves de porcino con casi 2.000 madres y una producci¨®n de unos 53.000 animales, de los que engorda unos 35.000 y el resto los vende como lechones. Da empleo a 17 personas. Las nuevas normas sobre espacio y bienestar animal le obligar¨¢n a reducir la producci¨®n o poner en marcha otra nave con un coste de ...
Raquel Conde, de 54 a?os, casada y con dos hijas, tiene en la localidad segoviana de Monzoncillo una explotaci¨®n de varias naves de porcino con casi 2.000 madres y una producci¨®n de unos 53.000 animales, de los que engorda unos 35.000 y el resto los vende como lechones. Da empleo a 17 personas. Las nuevas normas sobre espacio y bienestar animal le obligar¨¢n a reducir la producci¨®n o poner en marcha otra nave con un coste de m¨¢s de 300.000 euros, al margen de las dificultades para obtener nuevos permisos. ¡°Para producir lo mismo se me disparan los costes. No podemos seguir. Las naves est¨¢n preparadas en espacio, con medidas contra el fr¨ªo y el calor porque soy la primera interesada en cuidar mis animales, pero parece que solo est¨¢n pensando en que desaparezcamos y traer todo desde terceros pa¨ªses¡±, se queja.
Otro tanto le sucede a H¨¦ctor Llorente, de 41 a?os, ganadero de pollos en Cabreros del R¨ªo, en Le¨®n, integrado en la empresa Huevos Le¨®n. ¡°Hoy, con la normativa en vigor sobre bienestar animal, tengo espacio para criar unos 35.000 animales. Con las nuevas disposiciones que se preparan en la Uni¨®n Europea deber¨ªa rebajar esa cifra a unos 20.000, lo que supone pr¨¢cticamente mantener los costes fijos y reducir casi a la mitad los ingresos. Es una invitaci¨®n al cierre de una granja donde invert¨ª hace seis a?os unos 450.000 euros¡±.
Uno de los retos de la hist¨®rica Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n se concretaba en ofrecer a los consumidores comunitarios en aumento una oferta alimentaria suficiente en volumen y calidad a unos precios asequibles, lo que dio lugar al desarrollo de un modelo de explotaci¨®n intensivo y m¨¢s eficiente, con seguridad alimentaria.
Frente a esa pol¨ªtica enfocada al autoabastecimiento de la poblaci¨®n, en 2020, antes de la pandemia y de la invasi¨®n de Ucrania, bajo exigencias medioambientales, de sostenibilidad de los suelos y seguridad alimentaria, Bruselas daba luz verde a su estrategia De la granja a la mesa por la que, a medio plazo, se deber¨ªa reducir en un 50% el uso de productos fito y zoosanitarios y en un 20% el empleo de fertilizantes minerales. Instituciones econ¨®micas e incluso la propia Comisi¨®n advirtieron que ello iba a reducir la oferta alimentaria de la UE entre un 20% y un 30%.
Esa misma estrategia anunciaba para finales de 2023 una revisi¨®n de toda la legislaci¨®n sobre bienestar animal para su entrada en vigor en los pr¨®ximos a?os enfocada en los sectores de huevos, pollos, porcino y vacuno desde su crianza en las granjas hasta el sacrificio, pasando por el transporte. Todo ello previos informes cient¨ªficos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria encaminados a eliminar el uso de jaulas en la cr¨ªa de animales, impulsar la cr¨ªa en espacios abiertos, aumentar el espacio por animal en caso de estar estabulado en la granja, aumentar los niveles de formaci¨®n de los trabajadores o reducir el n¨²mero de animales en el transporte o el tiempo de viaje sin descanso.
En avicultura de puesta, las 1.500 explotaciones espa?olas ya sufrieron en 2012 una primera reforma para el cambio de sus jaulas por otras m¨¢s espaciosas para las gallinas, con zonas de descanso, arena o sistema para afilar las u?as, que supuso una inversi¨®n de 600 millones. Actualmente, el 73% de un censo de 47 millones de gallinas se produce bajo ese sistema en un sector con una oferta de 1.200 millones de docenas.
Las nuevas exigencias para la explotaci¨®n de los animales en libertad, seg¨²n los datos manejados por Mar Fern¨¢ndez, directora de la patronal Aseprhu, supondr¨¢n un coste de unos 1.000 millones por el cambio de modelo de las granjas, adem¨¢s de un incremento de un 18% solo por un mayor coste en alimentaci¨®n al tener una mayor movilidad y actividad los animales y menos producci¨®n. Desde la patronal se teme que muchos granjeros opten simplemente por cerrar si tienen ya una cierta edad y no disponen de relevo generacional. Mar Fern¨¢ndez se?ala que ello est¨¢ provocando una situaci¨®n de incertidumbre e inseguridad por una estrategia pensada antes de la pandemia y la invasi¨®n de Ucrania y que hoy deber¨ªa replantearse.
En la cr¨ªa de pollos, desde el sector se estima que las futuras nuevas medidas supondr¨ªan una reducci¨®n del 70% en el n¨²mero de kilos de pollo vivo a criar por metro cuadrado, pasando de 39 a unos 11, con inversiones no cuantificadas, pero que apuntan en varios cientos de millones para aumentar la capacidad. Adem¨¢s, se denuncia el objetivo de impulsar el crecimiento m¨¢s lento de los animales, pasando de 42 a los 80 d¨ªas, con m¨¢s incremento de costes, encareciendo la oferta. En el porcino, al margen de las nuevas exigencias que en su d¨ªa vengan de Bruselas, el reciente ?real decreto sobre bienestar animal ya supone globalmente la necesidad de aumentar aproximadamente en un 12% sus espacios para el mismo n¨²mero de animales.
Gastos fijos
Los mayores gastos fijos que supondr¨¢ esa medida, estimados en unos 160 millones de euros por el sector, se suman a los derivados de la eliminaci¨®n de residuos y de subproductos, que se elevan a entre los dos y los tres euros por cada 100 kilos de peso de los animales criados. Con la nueva disposici¨®n sobre espacios por cabeza, sobre un censo de unos 16 millones de plazas para engorde, el sector se ver¨¢ obligado a crear 1,6 millones de plazas m¨¢s, con un coste unitario de entre 250 y 300 euros, lo que obliga a invertir unos 480 millones para mantener los niveles de censos y de producci¨®n.
Desde todos los sectores ganaderos se coincide en los efectos negativos de las medidas, que supondr¨¢n m¨¢s gastos, m¨¢s dificultades para lograr nuevos permisos para levantar nuevas granjas o ampliar las existentes y, adem¨¢s, por los riesgos que acarrea para los propios consumidores una reducci¨®n de las producciones, olvidando lo que han cambiado los mercados agrarios y alimentarios tras la pandemia y la invasi¨®n de Ucrania, con una mayor dependencia exterior.
En vacuno preocupa especialmente la normativa para el transporte de animales, que obliga a tener un m¨¢ximo n¨²mero de unidades por cami¨®n y modifica las horas de viaje y los descansos. Si se tiene en cuenta que anualmente se importan unos 600.000 animales y se exportan m¨¢s de 150.000, especialmente a los pa¨ªses del norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo, estas exigencias forzar¨¢n a una menor oferta para los consumidores a precios mayores siempre que se cumpla lo previsto en la ley de la cadena alimentaria.
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