Las empresas engatusan a los inversores con la autocartera, pero no es oro todo lo que reluce
El impacto en el precio de los t¨ªtulos es m¨ªnimo, seg¨²n la CNMV, pero muchas empresas lo venden como una remuneraci¨®n comparable al dividendo
Que las empresas compren sus propias acciones se ha convertido en los ¨²ltimos tres a?os en una pr¨¢ctica de muchas cotizadas espa?olas que el pasado a?o movieron 14.281 millones de euros. BBVA, Repsol, Telef¨®nica, Laboratorios Rovi, Ferrovial, Iberdrola, Caixabank,...
Que las empresas compren sus propias acciones se ha convertido en los ¨²ltimos tres a?os en una pr¨¢ctica de muchas cotizadas espa?olas que el pasado a?o movieron 14.281 millones de euros. BBVA, Repsol, Telef¨®nica, Laboratorios Rovi, Ferrovial, Iberdrola, Caixabank, ACS o Banco Santander han realizado estas operaciones que en sus memorias y presentaciones explican como una retribuci¨®n adicional para sus accionistas, similar al dividendo. En las recompras, el accionista no recibe nada en met¨¢lico, a diferencia del dividendo, pero al adquirir estos t¨ªtulos y posteriormente amortizarlos, mejora la valoraci¨®n de la compa?¨ªa: sube, por ejemplo, el beneficio por acci¨®n y tambi¨¦n puede hacerlo el dividendo. ¡°Considerar este tipo de operaciones como parte de la remuneraci¨®n al accionista es cuestionable, aunque s¨ª es cierto que si la cantidad que se va a repartir por dividendos es la misma, y ¨¦sta se reparte entre un menor n¨²mero de acciones, la remuneraci¨®n v¨ªa dividendos del accionista mejora¡±, explica Juan Jos¨¦ Fern¨¢ndez-Figares, director de gesti¨®n de IIC en Link Securities.
El propio presidente de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ped¨ªa hace unas semanas a los bancos ¡ªel sector m¨¢s activo en la recompra de acciones ¡ª que no utilicen el t¨¦rmino remuneraci¨®n al accionista para anunciar sus recompras, pues puede inducir a confusi¨®n al accionista. ¡°No puede presentarse la operaci¨®n como una remuneraci¨®n al accionista en gen¨¦rico, sino a uno de los dos colectivos de accionistas, los que venden o los que no¡±, argumentaba en una conferencia.
Sin duda comprobar este efecto beneficioso de las recompras es complicado. El cambiante comportamiento del mercado de acciones con sus noticias financieras, econ¨®micas, geopol¨ªticas¡ dificulta este an¨¢lisis. Ahora bien, la CNMV ha intentado objetivar cu¨¢l es su efecto en los precios. En un estudio publicado el pasado octubre sobre un total de 221 anuncios de recompras de 2021 y 2022, las conclusiones no sorprenden a los seguidores habituales del mercado burs¨¢til.
Los resultados del trabajo muestran que, tras el anuncio, las empresas obtienen a ¡°corto plazo (3 d¨ªas posteriores) rendimientos anormales peque?os de media, pero significativos, de alrededor del 1%. Los rendimientos anormales son mayores cuando el porcentaje m¨¢ximo a comprar es mayor y cuando se trata del primer anuncio de recompra realizado por la empresa¡±. Adem¨¢s, las firmas peque?as, las de crecimiento (growth) y las que muestran rentabilidades bajas comparadas con el mercado son las que logran mayores rendimientos inesperados. El estudio, realizado por Mar¨ªa Guti¨¦rrez Urtiaga y Maribel S¨¢ez Lacave, apunta tambi¨¦n a que los gestores empresariales recompran acciones cuando estiman que los t¨ªtulos est¨¢n infravalorados. E indica que no hay evidencia de rendimientos anormales de los t¨ªtulos para plazos m¨¢s largos.
El impacto, pues, de las recompras, pese a mejorar los ratios por acci¨®n, es peque?o. Una de las cr¨ªticas m¨¢s generalizada a esta operativa es que reducen la capacidad de inversi¨®n de las compa?¨ªas. Un exceso de capital que va a comprar sus propios t¨ªtulos en vez de invertir en negocios que les hagan crecer y que, de ser acertados, tambi¨¦n favorecer¨ªan el precio de las acciones. Rodrigo Buenaventura criticaba esta pr¨¢ctica por parte de los bancos, un sector que en su opini¨®n debe reforzar sus recursos propios a medio plazo para seguir invirtiendo, crecer, competir y transformarse con ¨¦xito. El presidente del supervisor lo concretaba en la transici¨®n digital y ecol¨®gica que demandar¨¢ muchos recursos a las empresas. Sin embargo, el propio estudio de la CNMV considera que ¡°no parece que los inversores crean que las recompras destruyen valor ni que ocasionan unos niveles de infrainversi¨®n significativos¡±. Fern¨¢ndez-Figares explica tambi¨¦n que ¡°lo ideal ser¨ªa que invirtieran ese exceso de capital en negocios que incrementaran dichos m¨²ltiplos con sus resultados, pero eso no es ni f¨¢cil, ni siempre factible¡±.
Desde el servicio de Estudios de Bolsas y Mercados Espa?oles (BME) se remiten a un trabajo de este mismo a?o de los profesores Luis Garcia-Feij¨®o y Pedro Monteiro a empresas estadounidenses entre 1998 y 2018, y su correlaci¨®n entre la recompra de acciones y la reducci¨®n de inversiones de largo plazo. Si bien las conclusiones iniciales apuntan a que las recompras parecen reducir la inversi¨®n en gastos de capital e I+D cuando en la compa?¨ªa abunden los inversores de corto plazo, tambi¨¦n se evidencia una positiva reducci¨®n de la sobreinversi¨®n ineficiente en estas cotizadas.
Mover la acci¨®n
El experto de Link Securities abre tambi¨¦n el mel¨®n del uso de la recompra de acciones con la que los administradores de la compa?¨ªa buscan evitar o moderar la ca¨ªda del precio de las acciones: ¡°Algo que funciona a corto plazo, pero que, a largo plazo, si no hay buenos fundamentales que soporten el valor, no sirve¡±, indica.
Ahora bien, existen limitaciones a estas recompras que, antes de ser amortizadas, forman parte de la autocartera de la sociedad y no disfrutan de beneficios econ¨®micos (dividendos), ni pol¨ªticos (voto). Las empresas en Espa?a no pueden recomprar m¨¢s del 25% de su capital social emitido sin la aprobaci¨®n de la junta general de accionistas y deben informar a la CNMV y al mercado sobre sus planes, incluyendo el n¨²mero de acciones a recomprar, el precio m¨¢ximo y m¨ªnimo de compra y la duraci¨®n del programa.
Por ¨²ltimo, existen restricciones temporales que limitan la recompra de acciones en ciertos momentos, como durante periodos previos a la publicaci¨®n de resultados financieros o en el contexto de ofertas p¨²blicas de adquisici¨®n (opa). Y es que las recompras pueden tener un impacto en la estructura de propiedad y el control de la empresa, algo que merece siempre la atenci¨®n de los supervisores del mercado.
Impuestos en Estados Unidos
Esta práctica de recompra de acciones comenzó a dispararse en la década de los ochenta en Estados Unidos, para llegar a Europa años después. La polémica está servida en la Meca de las recompras. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, las ha criticado por cuanto ese dinero podría ir a la inversión productiva y desde el pasado mes de enero se estableció un impuesto del 1% al volumen de estas operaciones. Biden amenazó a mediados de año con incrementar la tasa hasta el 4%, lo que seguramente se materializará en los próximos presupuestos federales.
Una medida que fue duramente criticada por el famoso inversor Warren Buffett al conocer esa expectativa de mayores impuestos a las recompras. En una de sus primeras cartas anuales dirigidas a los accionistas de su emporio financiero Berkshire dijo que aquellos que consideran “dañinas las recompras tanto para los accionistas o para el país, y beneficiosas para los directores ejecutivos son analfabetos económicos o demagogos de lengua plateada". Berkshire recompró 7.900 millones de dólares de sus acciones el pasado año.
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