La lenta ruta hacia la descarbonizaci¨®n.
EL PA?S, en colaboraci¨®n con Acciona, celebr¨® un encuentro con diversos expertos para hablar sobre el reto de c¨®mo cambiar el modelo econ¨®mico y reducir su impacto en el cambio clim¨¢tico
En Oriente Pr¨®ximo hay una an¨¦cdota popular que se le atribuye al jeque Rashid bin Saeed Al Maktoum, que fue vicepresidente y segundo ministro de Emiratos ?rabes Unidos y gobernador del emirato de Dub¨¢i. La cuenta a menudo el soci¨®logo y economista estadounidense Jeremy Rifkin, y dice as¨ª: ¡°Mi abuelo montaba a camello, yo conduzco un Mercedes, mi hijo conduce un Land Rover, su hijo conducir¨¢ un Land Rover, pero su hijo montar¨¢ un camello¡±. Al jeque le inquietaba la dependencia de su pueblo del petr¨®leo, un recurso que consideraba casi una maldici¨®n. Por ello, impuls¨® la diversificaci¨®n econ¨®mica, convencido de que, tarde o temprano, el llamado oro negro perder¨ªa su relevancia. La realidad actual, sin embargo, es muy distinta. El mundo sigue atrapado en una fuerte adicci¨®n a los combustibles f¨®siles, que han pasado de ser una bendici¨®n energ¨¦tica a convertirse en una aut¨¦ntica pesadilla, pues su quema masiva genera gases contaminantes responsables de la crisis clim¨¢tica.
Este a?o marcar¨¢ un hito inquietante: ser¨¢ el primero en el que la temperatura media del planeta supere consistentemente los 1,5 ¡ãC por encima de los niveles preindustriales durante todos los meses. Este hecho pone de manifiesto la velocidad a la que avanza el cambio clim¨¢tico, a pesar de los compromisos adquiridos en el Acuerdo de Par¨ªs, cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a menos de 2 ¡ãC y, preferiblemente, por debajo de 1,5 ¡ãC para finales de siglo. Aunque t¨¦cnicamente no se ha incumplido la meta del acuerdo, el ritmo actual sugiere que ese umbral podr¨ªa superarse en breve. Bajo este escenario, la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) ha previsto que la demanda de petr¨®leo, gas y carb¨®n tocar¨¢ techo a finales de esta d¨¦cada.
¡°El grado de avance es muy lento. Sabemos ad¨®nde tenemos que ir, pero no vamos con la velocidad suficiente¡±, seg¨²n Mariola Domenech, directora de Sostenibilidad de Acciona Energ¨ªa. Durante un encuentro organizado por EL PA?S, en colaboraci¨®n con Acciona y titulado Cambio clim¨¢tico. El adi¨®s a los combustibles, Domenech asegur¨® que, a pesar de que el mundo depende en gran medida de estas energ¨ªas f¨®siles, hay motivos para mantener la esperanza de que podremos salvar al planeta. ¡°El a?o pasado, en la COP28 se habl¨® por primera vez de la transici¨®n de los combustibles f¨®siles a las energ¨ªas renovables. Fue un gran avance porque nunca antes en ninguna COP, ni siquiera en el Acuerdo de Par¨ªs, se hab¨ªa hablado de esto¡±, explic¨® la especialista. A pesar de ello, en esta nueva edici¨®n ¡ªla COP 29, que se acaba de celebrar en Bak¨²¡ª no hubo ning¨²n compromiso claro sobre la eliminaci¨®n de combustibles f¨®siles, que es el principal obst¨¢culo para reducir los gases contaminantes.
Capital desperdiciado
¡°En Espa?a seguimos importando millones [de toneladas] de combustibles f¨®siles, una aut¨¦ntica barbaridad¡±, afirm¨® la experta. Esto ocurre a pesar de la historia de ¨¦xito espa?ola en el desarrollo de renovables. ¡°Fuimos pioneros y no hemos sabido aprovechar ese capital¡±, advirti¨® la representante de Acciona. Por ejemplo, solo de petr¨®leo crudo el a?o pasado Espa?a compr¨® unos 61,56 millones de toneladas, un 3,3% m¨¢s que en 2022. ¡°?Qu¨¦ justifica que sigamos comprando esas toneladas de petr¨®leo?¡±, se pregunt¨® Jos¨¦ Manuel Moreno Rodr¨ªguez, catedr¨¢tico em¨¦rito de Ecolog¨ªa de la Universidad de Castilla-La Mancha. El experto hizo un llamamiento a los pol¨ªticos para avanzar en los proyectos renovables y no dejarse llevar por los cantos de sirena de las energ¨ªas f¨®siles. ¡°El proyecto de este pa¨ªs tiene que ser el sol y el viento¡±, asegur¨®. El avance en energ¨ªas renovables puede acelerarse. ¡°Ahora mismo es m¨¢s barato construir proyectos de energ¨ªa e¨®lica y solar en tierra que nuevas plantas de combustibles f¨®siles en todo el mundo¡±, agreg¨®.
En 2033, casi todas las energ¨ªas renovables superar¨¢n en competitividad a los combustibles f¨®siles, con la solar a la cabeza. Pero pese a estas proyecciones, Europa ha dejado escapar la oportunidad de consolidar una industria en torno a dichas tecnolog¨ªas sostenibles, mientras que China lidera ocho de los doce sectores clave, seg¨²n el informe presentado por Mario Draghi. ¡°Occidente no est¨¢ haciendo sus deberes¡±, asever¨® Moreno Rodr¨ªguez. Fabricantes de coches como Volkswagen, Mercedes y Renault, mencion¨®, han desperdiciado dos d¨¦cadas, ¡°orde?ando una vaca¡± que ahora no puede competir con los avances chinos. Pero nunca es tarde para actuar. Sobre todo en un momento de m¨¢xima emergencia. ¡°La palabra de cambio clim¨¢tico est¨¢ en la calle¡±, indic¨® Yolanda Luna Rico, jefa del Departamento de Desarrollo y Aplicaciones de la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet). ¡°Uno puede entrar en un bar y escuchar: ¡®Hace un calor horroroso¡¯. O ir a la cola de la carnicer¨ªa y escuchar a alguien diciendo que esto de la dana ha sido por el cambio clim¨¢tico¡±. La mayor parte de la poblaci¨®n en el pa¨ªs, afirm¨® la experta, ya ha cobrado consciencia de que el mundo hace frente a un reto monumental. Luego, abund¨®, est¨¢n los negacionistas que hacen mucho ruido. ¡°Se les escucha mucho¡±. La especialista de la Aemet dijo que hoy m¨¢s que nunca es importante escuchar lo que dice la ciencia y los cient¨ªficos.
En este contexto, la agencia trabaja en el desarrollo de un proyecto ambicioso: la creaci¨®n de servicios clim¨¢ticos espec¨ªficos para energ¨ªas renovables, que estar¨¢ disponible en 2026. ¡°Proveeremos datos sobre radiaci¨®n solar y viento de forma gratuita y accesible a trav¨¦s de una plataforma. Ser¨¢ informaci¨®n ¨²til tanto para empresas como para comunidades energ¨¦ticas¡±, explic¨® Luna Rico. Para Cristina Monge, polit¨®loga y experta en sostenibilidad, el cambio clim¨¢tico y el nuevo modelo econ¨®mico de este plantea deber¨ªa de ser una prioridad entre la clase pol¨ªtica espa?ola. ¡°No se est¨¢ abordando en la profundidad que merece¡±. En este viraje, Monge indic¨® que existen tres grandes modelos para llevar a cabo la transici¨®n. El primero, asociado a posiciones liberales y neoliberales, prioriza una transici¨®n basada en el mercado y la tecnolog¨ªa. ¡°La idea es llegar a emisiones cero lo m¨¢s r¨¢pido posible, dejando que el mercado y la innovaci¨®n tecnol¨®gica sean los principales motores¡±.
Por otro lado, el modelo de transici¨®n justa busca no solo alcanzar los objetivos clim¨¢ticos, sino tambi¨¦n mitigar los impactos sobre sectores, territorios y personas afectadas, promoviendo una compensaci¨®n equitativa, abund¨®. El tercer enfoque, m¨¢s radical, aboga por el decrecimiento. Esta visi¨®n se centra en reconocer que los recursos del planeta son finitos y propone una transformaci¨®n profunda del sistema econ¨®mico. Una de las reflexiones m¨¢s interesantes, seg¨²n Monge, cuestiona el paradigma del PIB como indicador del progreso. ¡°Construir un edificio eleva el PIB, derribarlo tambi¨¦n lo hace. Pero ?eso nos hace m¨¢s felices o mejora nuestra calidad de vida? Este debate, que lleva d¨¦cadas en discusi¨®n, nos obliga a repensar c¨®mo medimos el desarrollo y qu¨¦ entendemos por bienestar¡±. La polit¨®loga y experta en sostenibilidad lament¨® que, en Espa?a, este tipo de discusiones no est¨¦n en el centro del debate. ¡°Ojal¨¢ en el Congreso, en los ¨¢mbitos empresariales o acad¨¦micos, estuvi¨¦ramos hablando sobre c¨®mo alcanzar los objetivos de sostenibilidad. ?Es suficiente con el mercado y la tecnolog¨ªa? ?Debemos apostar por una transici¨®n justa o por un modelo de decrecimiento? Estas son preguntas profundamente ideol¨®gicas que deber¨ªan estar sobre la mesa¡±.