Trump a¨²n no es presidente, pero la guerra comercial ha empezado: las empresas de todo el mundo se preparan para los aranceles que vienen
Las compa?¨ªas europeas y estadounidenses adelantan pedidos, y las Chinas buscan compradores para sus productos en otros mercados
Ados horas en coche al oeste de Shangh¨¢i, Sunny Hu ha pasado casi dos meses desde las elecciones estadounidenses apurando los env¨ªos de muebles de su empresa a clientes estadounidenses y acelerando los cambios para diversificar los mercados de Hangzhou Skytech Outdoor. Mientras tanto, en el coraz¨®n del cintur¨®n alem¨¢n de Riesling, Matthias Arnold, en¨®logo y octava generaci¨®n al frente de la bodega familiar, ha estado recibiendo una avalancha de pedidos especiales de importadores estadounidenses desde la victoria de Donald Trump. Se est¨¢ apresurando a completar la mayor cantidad posible antes de que el presidente electo pueda volver a aplicar los grav¨¢menes a los vinos europeos que impuso en 2019, que luego la Administraci¨®n de Biden suspendi¨®.
En todo el mundo, las empresas no esperan hasta el 20 de enero, d¨ªa de la toma de posesi¨®n presidencial, para ver qu¨¦ pa¨ªses, productos o tasas arancelarias se anuncian en las ampliamente publicitadas guerras comerciales de Trump. La mera amenaza de sus aranceles universales est¨¢ desatando una disputa por esquivar las balas tarifarias que deja al sistema comercial global propenso a cuellos de botella, cargado con costes m¨¢s altos y vulnerable a perturbaciones en caso de que se produzca un shock econ¨®mico. ¡°Todav¨ªa estamos en un periodo de p¨¢nico¡±, dice Robert Krieger, presidente de Krieger Worldwide, una firma de asesor¨ªa log¨ªstica y aduanas con sede en Los ?ngeles. ¡°Est¨¢ a punto de producirse una marea alta en la cadena de suministro¡±, avisa.
En JLab, con sede en California, el director ejecutivo Win Cramer ya hab¨ªa trasladado sus cadenas de suministro fuera de China para eludir los aranceles impuestos durante la primera presidencia de Trump. Adem¨¢s de la congelaci¨®n de contrataciones impuesta hasta junio en medio de la incertidumbre electoral, su siguiente paso ser¨¢ aumentar los precios de los auriculares y productos inal¨¢mbricos de la empresa si esta vez se aplica un arancel universal.
Para ganar a la competencia, algunas empresas est¨¢n adelantando pedidos. Otras est¨¢n buscando nuevos proveedores o, si eso no es posible, renegociando las condiciones con los existentes. Todos los casos tienen cosas en com¨²n: la renovada tensi¨®n conlleva m¨¢s costes, en forma de mayores inventarios y env¨ªos urgentes con precios m¨¢s altos, o la incertidumbre de arriesgarse a cambiar de proveedores cuya fiabilidad no est¨¢ contrastada. En ¨²ltima instancia, los consumidores ser¨¢n quienes paguen la factura.
El problema es que, a pesar de todas las medidas preventivas que se est¨¢n tomando, no hay garant¨ªa de que las estrategias que ayudaron a algunas empresas a soportar la primera guerra comercial de Trump funcionen ahora. Esta vez tiene el punto de mira dirigido tanto a aliados como a adversarios. As¨ª lo hizo patente a finales de noviembre con su amenaza de imponer aranceles adicionales del 10% a los productos de China y del 25% a todos los productos de M¨¦xico y Canad¨¢, sus socios comerciales preferentes.
Zipfox, una plataforma online de b¨²squeda de productos que pone en contacto a empresas estadounidenses con f¨¢bricas principalmente en M¨¦xico, ha experimentado un aumento del 30% en las solicitudes desde las elecciones, seg¨²n su fundador y director ejecutivo, Raine Mahdi. Es m¨¢s, este empresario reconoce que las consultas aumentaron nuevamente despu¨¦s de que Trump amenazara con aranceles del 100% a las naciones emergentes (BRICS). La mayor¨ªa de ellas provienen de importadores de bienes fabricados en China. Mahdi advierte contra el peligro de dormirse en los laureles: ¡°Si esperas demasiado, te encontrar¨¢s tratando de hacer la transici¨®n a ¨²ltima hora y en peores condiciones¡±.
Los puertos de China registraron un crecimiento de dos d¨ªgitos en el tr¨¢fico de contenedores en las dos semanas previas a las elecciones y ese frenes¨ª aument¨® a¨²n m¨¢s hasta alcanzar un aumento de casi el 30% en la segunda semana de diciembre. Asimismo, los vuelos internacionales de carga a¨¦rea han aumentado al menos un tercio cada semana desde mediados de octubre y los economistas esperan que esto contin¨²e a medida que los clientes se apresuren a realizar pedidos anticipados.
Locura en los puertos
Al otro lado del Pac¨ªfico, la puerta de entrada de contenedores m¨¢s transitada de Estados Unidos, formada por los puertos gemelos de Los ?ngeles y Long Beach, est¨¢ experimentando tambi¨¦n un aumento de los contenedores entrantes, similar a la ola que acompa?¨® las primeras andanadas arancelarias de Trump contra China hace siete a?os. Ambos puertos han superado la actividad r¨¦cord de la era de la pandemia en el tercer trimestre y se espera que los vol¨²menes se mantengan elevados hasta el pr¨®ximo a?o.
Los pedidos anticipados comenzaron mucho antes de las elecciones estadounidenses y ahora est¨¢n llegando a los muelles. Solo en el puerto de Los ?ngeles, los env¨ªos de contenedores en noviembre aumentaron un 19% con respecto al mismo periodo del a?o anterior. A falta de los datos de cierre del ejercicio, 2024 ser¨¢ el a?o de mayor actividad en Long Beach.
¡°El aumento de las importaciones en todo el pa¨ªs podr¨ªa continuar hasta la primavera de 2025¡å, se?al¨® en diciembre el director ejecutivo del puerto de Long Beach, Mario Cordero. ¡°En 2018, los aranceles iniciados durante la primera Administraci¨®n de Trump tuvieron como resultado una disminuci¨®n del 20% en las importaciones de China y una ca¨ªda del 45% en las exportaciones a este pa¨ªs debido a las acciones de represalia¡±, record¨®.
Los aranceles no son el ¨²nico factor que contribuye a adelantar pedidos. A ¨¦l hay que a?adir la prisa habitual antes de las vacaciones anuales del A?o Nuevo Lunar en China, que comienzan a fines de enero, y la necesidad de adelantarse a posibles huelgas portuarias en Estados Unidos. En ese contexto, Robert Sockin, economista global de Citigroup, advierte sobre las tensiones a las que se ver¨¢ sometido el comercio mundial a poco que haya la m¨¢s m¨ªnima disrupci¨®n del sistema. ¡°Si los pedidos adelantados se incrementan, podr¨ªan crear algunos cuellos de botella en los puertos estadounidenses que exacerbar¨ªan las presiones en la cadena de suministro¡±. Las perspectivas de otra huelga de trabajadores portuarios a pocos d¨ªas de la investidura de Trump solo agravan esas preocupaciones.
Solo acaba de empezar 2025 y puede que ya tengamos la palabra del a?o. Desde las elecciones estadounidenses de principios de noviembre, la Reserva Federal percibe una gran inquietud sobre los futuros grav¨¢menes comerciales. La palabra ¡°arancel¡± apareci¨® 11 veces (la mayor cantidad desde 2020) en el ¨²ltimo Beige Book, una encuesta a empresas realizada por el banco central estadounidense. Adem¨¢s, un an¨¢lisis de la presentaci¨®n a analistas de los resultados trimestrales por parte de los directivos de las empresas del S&P 500 refleja c¨®mo la menci¨®n de la palabra ¡°aranceles¡± aument¨® en noviembre hasta su nivel m¨¢s alto desde finales de 2019, seg¨²n Bloomberg.
Avalancha de consultas
Las empresas industriales y, en particular, las de maquinaria industrial y proveedores son las que m¨¢s temen las barreras comerciales. Las multinacionales tienen m¨¢s margen de actuaci¨®n, pero no as¨ª el resto del tejido empresarial compuesto por medianas y peque?as compa?¨ªas. Si la bandeja de entrada de correo electr¨®nico de Lynlee Brown sirve de gu¨ªa, el impacto ser¨¢ generalizado. Es socia comercial global de EY, el gigante de la consultor¨ªa. En las primeras horas de la ma?ana despu¨¦s de las elecciones estadounidenses, hab¨ªa recibido m¨¢s de 400 mensajes. Las consultas se extendieron por todo el mundo: desde empresas estadounidenses que importan materias primas hasta una empresa de indumentaria australiana. ¡°Hay muchas preguntas que llegan de las empresas¡±, reconoce Brown.
Entre quienes buscan respuestas se encuentran Kim Osgood y Mike Roach, propietarios de Paloma Clothing, una tienda de ropa para mujeres en Portland, Oreg¨®n. El establecimiento, que ofrece productos que incluyen joyas, accesorios, su¨¦teres, bufandas y abrigos para la lluvia, ya ha comenzado a realizar pedidos adicionales a sus proveedores que fabrican en el extranjero. ¡°Lo ¨²nico que aborreces por completo como due?o de un negocio es la incertidumbre¡±, dice Roach. ¡°Pero no hay mucho que podamos hacer¡±.
Esta par¨¢lisis parece deberse al miedo. Seg¨²n una encuesta de Oxford Economics realizada a 156 empresas estadounidenses en las dos semanas anteriores al 10 de diciembre, el 65% de los encuestados dijo que una guerra comercial global representa un riesgo muy significativo para la econom¨ªa mundial en los pr¨®ximos dos a?os, en comparaci¨®n con el 38% que opina que el mayor riesgo es un enfrentamiento entre Rusia y la OTAN, y el 14% que destaca el potencial desestabilizador de un conflicto entre China y Taiw¨¢n.
En los grandes centros manufactureros de China, las empresas est¨¢n tratando de mantener las exportaciones. En Hangzhou, alrededor del 90% de los productos de Hangzhou Skytech Outdoor se destinan a Estados Unidos, lo que la hace vulnerable a aranceles superiores al 25% que ya se aplicaron a sus exportaciones estadounidenses durante la primera guerra comercial entre 2018 y 2019. La empresa est¨¢ considerando ofrecer a sus compradores estadounidenses un precio que incorpore tanto los aranceles como el flete, pero estos tendr¨ªan que ser al menos entre un 10% y un 15% m¨¢s altos, dice Hu, dependiendo del nuevo nivel de aranceles. Mientras tanto, la empresa pretende enviar la mitad de la demanda prevista para 2025 antes de que Trump jure el cargo.
Unas tres semanas despu¨¦s de las elecciones, cuando los periodistas de Bloomberg News lo visitaron, el taller y el almac¨¦n de Hangzhou Skytech Outdoor estaban repletos de cajas sobre pal¨¦s listas para ser enviadas, mientras los trabajadores se apresuraban a doblar y cortar el metal para satisfacer la temporada de m¨¢xima demanda. Despu¨¦s de un auge en las ventas durante la pandemia, la empresa decidi¨® expandirse: actualmente est¨¢ construyendo un nuevo taller y una sala de exposici¨®n de cinco pisos que duplicar¨ªa su capacidad.
Las inc¨®gnitas son igualmente desconcertantes en JLab, con sede en Carlsbad, California. Sus productos de audio se vieron afectados por aranceles en 2019. Eso llev¨® a Cramer a trasladar alrededor del 90% de su fabricaci¨®n por contrato de China a Vietnam, Malasia y otros pa¨ªses. ¡°B¨¢sicamente, nos vimos obligados a reconstruir nuestra cadena de suministro fuera de China, y eso no es algo f¨¢cil de hacer¡±, explica. Cramer cree que tratar de acumular inventarios antes de que se impongan los aranceles no es pr¨¢ctico porque eso requiere dinero en efectivo y, con la tecnolog¨ªa en constante cambio, podr¨ªa quedarse con inventarios obsoletos. Adem¨¢s, Trump podr¨ªa hacer algo distinto a lo que dijo que har¨ªa durante la campa?a.
Si bien JLab no aument¨® los precios despu¨¦s de que se promulgaran los aranceles durante la primera Administraci¨®n de Trump, es posible que esta vez no lo pueda hacer. Su producto m¨¢s vendido es un auricular inal¨¢mbrico de 24,95 d¨®lares y, si bien puede absorber parte del coste adicional del arancel, no tendr¨¢ m¨¢s opci¨®n que trasladar parte de ¨¦l al consumidor final debido a sus bajos m¨¢rgenes de ganancia.¡±Estamos dise?ados para ofrecer un producto justo a un precio justo, y cuando entran en juego los aranceles, eso hace que sea m¨¢s dif¨ªcil hacerlo¡±, explica.
M¨¢rgenes al l¨ªmite
Evelyn Su¨¢rez, abogada aduanera con sede en Washington con clientes entre los que se incluyen empresas manufactureras estadounidenses que importan piezas y componentes de China, cree que muchas compa?¨ªas que se adaptaron a la primera ronda de aranceles de Trump tendr¨ªan dificultades para hacer frente a un segundo golpe. ¡°Est¨¢n en el nivel de impuestos que pueden manejar, pero si se agrega otro 60%, ser¨ªa prohibitivo¡±. Su¨¢rez comenta que sus clientes ¡°se est¨¢n preparando para costes m¨¢s altos y eso es un verdadero desaf¨ªo porque los precios van a subir¡±.
En Riesling, Arnold tuvo que absorber alrededor del 80% del gravamen extra de Trump durante su primera presidencia para conservar a los clientes que, de otro modo, podr¨ªan optar por vinos m¨¢s econ¨®micos de otras regiones. Tanto Arnold como el importador estadounidense con el que trabaja quieren mantener precios relativamente estables para los clientes tambi¨¦n esta vez; la pregunta es c¨®mo se dividir¨¢n entre ellos el coste adicional de los aranceles.
Arnold, que exporta unas 10.000 botellas de vino a Estados Unidos cada a?o, aproximadamente el 5% de su volumen total, conf¨ªa en poder esperar a que se aplique otra ronda de aranceles, aunque los mercados con m¨¢rgenes m¨¢s altos, como Escandinavia, comienzan a convertirse en destinos de exportaci¨®n m¨¢s atractivos si los aranceles se mantienen a largo plazo. Sin embargo, algunos productores de vino alemanes venden hasta el 40% de sus productos a Estados Unidos. Para ellos ser¨¢ dif¨ªcil, dijo. ¡°Esta vez los aranceles podr¨ªan llegar r¨¢pidamente y durar mucho m¨¢s tiempo¡±, teme Arnold.