Mar¨ªa Jos¨¦ D¨ªaz-Aguado, psic¨®loga de la educaci¨®n: ¡°Los adolescentes que reciben educaci¨®n sobre violencia de g¨¦nero tienen menos riesgo de sufrirla y de ejercerla¡±

Hace a?os que la sociedad se marc¨® como uno de sus grandes objetivos disminuir los casos de cualquier tipo de violencia: de g¨¦nero, escolar, familiar, laboral. Para Mar¨ªa Jos¨¦ D¨ªaz-Aguado, de 65 a?os, catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n y directora de la Unidad de Psicolog¨ªa Preventiva en la Universidad Complutense de Madrid, todos los acosos y violencias parten de una base com¨²n, el dominio y la sumisi¨®n como forma de relacionarse. Justo por eso ¨Dpor compartir un origen¨D, propone contra todos esos males una misma vacuna: prevenir (m¨¢s que curar) mediante una educaci¨®n proact...

Hace a?os que la sociedad se marc¨® como uno de sus grandes objetivos disminuir los casos de cualquier tipo de violencia: de g¨¦nero, escolar, familiar, laboral. Para Mar¨ªa Jos¨¦ D¨ªaz-Aguado, de 65 a?os, catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n y directora de la Unidad de Psicolog¨ªa Preventiva en la Universidad Complutense de Madrid, todos los acosos y violencias parten de una base com¨²n, el dominio y la sumisi¨®n como forma de relacionarse. Justo por eso ¨Dpor compartir un origen¨D, propone contra todos esos males una misma vacuna: prevenir (m¨¢s que curar) mediante una educaci¨®n proactiva en la escuela, en la que el profesorado sea un actor clave. As¨ª lo explica D¨ªaz-Aguado en su libro Prevenir la violencia educando en valores (Pir¨¢mide, 2022), que recoge los resultados de estudios que ha dirigido durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas y ofrece una gu¨ªa para la erradicaci¨®n de la violencia, basada en la revisi¨®n de investigaciones internacionales y con pautas para trabajar desde la pr¨¢ctica las relaciones familiares y escolares.

Pregunta. ?Por qu¨¦ es necesario prevenir la violencia desde la educaci¨®n?

Respuesta. La escuela no inventa el acoso, la escuela lo reproduce. Repite o imita exclusiones que ya hay en la sociedad. Si fuera de los centros educativos existen la exclusi¨®n y las actitudes de intolerancia contra un colectivo, dentro de ¨¦l crece el acoso contra el alumnado que pertenece a dicho colectivo, porque el acoso siempre lleva apellidos: racista, sexista, hom¨®fobo, contra la apariencia [f¨ªsica]. Como sociedad debemos aspirar a potenciar el pleno desarrollo de la infancia y la adolescencia en entornos de igualdad, respeto mutuo, tolerancia y resoluci¨®n pac¨ªfica de los conflictos, porque es una cuesti¨®n de derechos humanos. La educaci¨®n ha probado ser esencial para acabar con estas violencias.

P. ?C¨®mo lo ha demostrado?

R. Cuando comenzamos a educar sobre la violencia de g¨¦nero en 1998, era un tema tab¨² y algo muy dif¨ªcil de tratar en los centros educativos. Al propio profesorado y al equipo investigador nos daba miedo equivocarnos. Ahora, hasta 2020, seg¨²n nuestros estudios, la mitad de la poblaci¨®n adolescente lo ha trabajado en la escuela. Hemos analizado a esa mitad de la poblaci¨®n y hemos comprobado que esas chicas tienen menos probabilidades de sufrir violencia de g¨¦nero y los chicos de ejercerla. Lo mismo ocurre con el resto de violencias, hay que tratarlas de manera integral. De hecho, los matones de colegio tienen alto riesgo de ejercer violencia de g¨¦nero despu¨¦s, as¨ª como acoso en el trabajo. Son distintas manifestaciones de un mismo modelo de relacionarse. Educando en prevenci¨®n contra la violencia se crea una especie de ¡°vacuna¡± protectora.

P. ?Ha evolucionado el inter¨¦s de las escuelas en educar expresamente contra la violencia?

R. Durante los ¨²ltimos a?os hemos visto un gran avance en la prevenci¨®n de la violencia desde la escuela, especialmente sobre el acoso escolar y la violencia de g¨¦nero. Pero no podemos quedarnos solo en la mitad de la poblaci¨®n. Adem¨¢s ahora, con las redes sociales, hay nuevas formas de violencia, como el acoso sexual online, que afecta a un n¨²mero muy importante de adolescentes, al que se ha prestado muy poca atenci¨®n. Probablemente es ejercido por chicos que creen que esa es una forma normal de iniciar relaciones, pero no es normal, y las chicas dicen que no saben c¨®mo detenerlo porque se sienten intimidadas. Esto hay que prevenirlo tambi¨¦n desde la escuela, y, de nuevo, solo el 53% de los adolescentes ha trabajado en la escuela c¨®mo prevenir los riesgos de las tecnolog¨ªas digitales.

P. ?Qui¨¦n deber¨ªa encargarse de estas tareas dentro de la escuela?

R. La figura clave es la del profesorado proactivo, que genere v¨ªnculo con sus alumnos y cuya autoridad est¨¦ fundamentada en la confianza. Ese es el modelo de profesorado ideal, el que mejor puede ayudar a educar en prevenci¨®n de violencias. Adem¨¢s, hace falta que haya personas en el centro para las que disminuir las violencias sea una prioridad. Desde junio de 2021, la Ley de Protecci¨®n integral a la infancia dice que todos los centros en Espa?a, independientemente de su titularidad, deben tener una persona responsable de coordinar esta protecci¨®n frente a la violencia. El establecimiento de esta figura puede garantizar que se llegue a toda la poblaci¨®n y no ¨²nicamente a la mitad, entendiendo que su papel debe ser coordinar ese trabajo de educaci¨®n proactiva que corresponde a todo el profesorado.

P. Numerosos profesionales aseguran que est¨¢ habiendo caos en la puesta en pr¨¢ctica de la figura del coordinador de bienestar. ?Se ha terminado de trasladar a la sociedad su importancia?

R. Bueno, es una ley de vanguardia que pretende avanzar en algo que la sociedad no tiene bien organizado. Poner en pr¨¢ctica esa ley de forma generalizada, eficaz y adecuada puede llevar cierto tiempo. La ley est¨¢ aprobada, las escuelas se han puesto en marcha, las administraciones entienden que es obligatorio y ahora hay que proporcionar a los centros educativos todos los recursos necesarios. El libro pretende ser precisamente uno de esos recursos.

P. ?De qu¨¦ manera se deber¨ªa abordar la educaci¨®n en prevenci¨®n para que sea lo m¨¢s completa y eficiente posible?

R. Es importante la transversalidad, que profesores y profesoras de distintas materias traten el acoso escolar o la violencia de g¨¦nero en sus asignaturas. Que est¨¦ dentro de los curr¨ªculos acad¨¦micos. Y fuera del ¨¢mbito educativo, los momentos de la historia espa?ola donde m¨¢s han disminuido los casos de acoso o violencia de g¨¦nero han sido despu¨¦s de una acci¨®n conjunta de la administraci¨®n, las familias y la escuela.

P. ?Realmente se dedica el tiempo y dinero necesarios a trabajar todo esto?

R. La escuela sabe que lo tiene que tratar, son poqu¨ªsimos los directivos de centros de educaci¨®n que no quieren hacerlo. Pero probablemente la prioridad de otros contenidos formativos hace que la prevenci¨®n y concienciaci¨®n sobre la violencia queden en un segundo plano. Tambi¨¦n hay un problema de recursos. Por ejemplo, la formaci¨®n del profesorado para ser proactivo, adem¨¢s de un compromiso decidido, requiere aprender de compa?eros, materiales, etc¨¦tera. Y eso deber¨ªa estar incluido en su horario laboral. Se puede aprender a serlo, pero para eso hace falta dedicar m¨¢s recursos.

P. Parece complicado.

R. Tenemos que tener en cuenta que lo que estamos pidiendo a la escuela no es solo dedicar tiempo a hablar sobre acoso y violencia. Lo que pedimos es un cambio cultural. En Espa?a y otros pa¨ªses de nuestro entorno estamos acostumbrados a actuar despu¨¦s de que las cosas ocurran, para solucionarlas. Pero tenemos que entender que realmente es mucho m¨¢s efectivo, econ¨®mico y ¨¦tico prevenir que curar. Pasar de la reacci¨®n a la prevenci¨®n. Y eso va a tomar tiempo y esfuerzo.

P. Hay cuestiones como la violencia de g¨¦nero que, cuando se reivindican, parece que tambi¨¦n se asocian con una ideolog¨ªa pol¨ªtica. ?Hay que desligar la educaci¨®n en prevenci¨®n de violencias de una ideolog¨ªa?

R. La Constituci¨®n, cuando habla del derecho a la educaci¨®n, dice que esta debe de promover el pleno desarrollo de la personalidad de cada individuo y el respeto a los derechos y libertades fundamentales. Es desde ah¨ª desde donde tenemos que insertar la prevenci¨®n de todas las violencias. Hay que educar en valores sin adoctrinar, respetando sin lugar a dudas la pluralidad ideol¨®gica que existe en nuestra sociedad, pero entendiendo que los derechos humanos no son relativos ni cuestionables, no son negocio. E insistiendo en que la violencia nunca resuelve los problemas, s¨®lo los aumenta.

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