As¨ª quiere el Gobierno que sea el nuevo coordinador de convivencia escolar: fijo, formado y con dedicaci¨®n espec¨ªfica
Educaci¨®n presenta un documento en el que se propone que los nuevos coordinadores de convivencia profundicen en su especializaci¨®n seg¨²n las caracter¨ªsticas de los centros
El Gobierno ha planteado este martes que todo el profesorado reciba formaci¨®n en materia de protecci¨®n y bienestar de la infancia. Adem¨¢s, propone que los nuevos coordinadores de convivencia encargados de garantizar esos cuidados deban realizar una formaci¨®n m¨¢s especializada, y que aquellos que deban ejercer en centros educativos de especial complejidad tengan que ampliarla todav¨ªa m¨¢s. As¨ª consta en un documento que el Ministerio de Educaci¨®n y Formaci¨®n Profesional ha aprobado en el Observatorio Estatal de la Convivencia, en el que est¨¢n representadas las autonom¨ªas y los sindicatos, y al que ha tenido acceso EL PA?S. La competencia para regular la figura del coordinador de convivencia es de las comunidades aut¨®nomas y por ello el texto, organizado como una gu¨ªa y redactado por la profesora de la Universidad Aut¨®noma de Madrid Mar¨ªa ?ngeles Espinosa, est¨¢ planteado como un conjunto de propuestas para prevenir y actuar desde la escuela ante la violencia f¨ªsica o psicol¨®gica sufrida por los ni?os a manos de otros alumnos o de adultos, tanto dentro como fuera de las instalaciones escolares.
Un elemento clave del documento, a la vista del dispar desarrollo que los gobiernos auton¨®micos est¨¢n haciendo de la nueva figura del coordinador de convivencia (recogida en dos leyes aprobadas desde 2020, la de educaci¨®n y la de protecci¨®n de la infancia), es que la gu¨ªa plantee que quien asuma dicha funci¨®n en colegios e institutos sean profesionales del ¨¢mbito educativo con experiencia previa en la intervenci¨®n de ¡°ni?os, ni?as y adolescentes que presentan riesgos de vulnerabilidad social¡±, que tengan estabilidad laboral, cuenten con cierto grado de antig¨¹edad, y vean ¡°adecuadamente computada¡± su nueva actividad dentro del horario. En otras palabras, que no se nombre coordinadores de bienestar a novatos, interinos ni a una de las ¨²ltimas personas en llegar al centro, y que su labor no se sume sin m¨¢s a la carga laboral, docente o de otro tipo, que ya ten¨ªan los elegidos.
La funci¨®n de coordinador de bienestar no puede recaer en el director del centro, que ya tiene encomendadas numerosas tareas, pero la comunicaci¨®n y el trabajo conjunto entre ambos es fundamental, se?ala el documento. Como tambi¨¦n es importante la comunicaci¨®n del coordinador con el conjunto del profesorado, el departamento de orientaci¨®n, el personal de administraci¨®n y servicios, los tutores y las familias. ¡°Solo si existe esta complicidad entre todos los integrantes del equipo docente y si la cultura del bienestar es la se?a de identidad del centro educativo ser¨¢ posible que el coordinador o coordinadora de bienestar y protecci¨®n pueda cumplir con sus funciones y garantizar la protecci¨®n de todos los alumnos y alumnas del centro¡±, resume la gu¨ªa.
El sistema educativo espa?ol tiene poca tradici¨®n de preocuparse de forma organizada por el bienestar de sus alumnos, con una figura a la cabeza dedicada en buena medida o incluso en exclusiva a dicha funci¨®n, pero hay otros pa¨ªses desarrollados donde este puesto, que en el Reino Unido recibe el nombre de saveguarding, lleva tiempo existiendo. El documento presentado por Educaci¨®n recomienda, antes de decidir cu¨¢ntas horas de dedicaci¨®n requerir¨¢ el puesto en cada escuela o instituto, llevar a cabo un ¡°mapeo de los riesgos¡± en dicho centro en concreto. Y tambi¨¦n ¡°dise?ar medidas espec¨ªficamente orientadas a evitar la estigmatizaci¨®n de aquellos grupos de ni?os y ni?as y adolescentes que se encuentren en condiciones de riesgo y vulnerabilidad¡±.
La gu¨ªa propone que todo el personal escolar reciba un nivel b¨¢sico de formaci¨®n de car¨¢cter oficial destinada a conocer en qu¨¦ consisten los derechos de la infancia (normativa espa?ola e internacional), qu¨¦ formas adopta la violencia que pueden sufrir, as¨ª como sus consecuencias, y saber identificar factores de riesgo, detectar indicios de que la est¨¢n padeciendo y dar aviso para que se activen los mecanismos de protecci¨®n. Los coordinadores de bienestar deber¨ªan contar, adem¨¢s, con formaci¨®n sobre c¨®mo intervenir ante casos de violencia, as¨ª como contar con ¡°habilidades de liderazgo¡± y de inteligencia ¡°emocional¡±. Y los coordinadores de bienestar que vayan a ocupar el puesto en centros de especial complejidad deber¨ªan, se?ala el documento, contar con una formaci¨®n ¡°especializada y fundamentalmente orientada al trabajo¡± con ni?os ¡°que se encuentren en riesgo social¡±.
La funci¨®n de los coordinadores de convivencia debe consistir principalmente en impulsar una cultura de protecci¨®n y bienestar para el alumnado, as¨ª como un sistema de detecci¨®n precoz que ayude a frenar los conflictos antes de que se conviertan en graves y, al mismo tiempo, en estar preparados para intervenir. Quienes ocupen el puesto en centros de especial complejidad deben estar, sin embargo, formados en la ¡°intervenci¨®n en situaciones en las que ya se ha producido la victimizaci¨®n de los menores de edad¡±. Y, a ser posible, contar tambi¨¦n con formaci¨®n espec¨ªfica sobre el ¡°maltrato infantil intrafamiliar, el absentismo escolar, la violencia de g¨¦nero, la violencia intrafamiliar, el bullying y el ciberbullying, el consumo de sustancias y la prevenci¨®n del suicidio y las autolesiones¡±. La formaci¨®n b¨¢sica deber¨ªa incluirse, apunta el documento, en la formaci¨®n inicial del profesorado y de otros profesionales que trabajen en la escuela, mientras que las m¨¢s especializadas podr¨ªan proceder de varias v¨ªas, entre ellas, las administraciones educativas y la universidad.
Los centros deben contar con programas que ofrezcan al alumnado la posibilidad de participar en la creaci¨®n de dicha cultura de bienestar y protecci¨®n. Y, a trav¨¦s de ellos, ¡°comunicar cualquier situaci¨®n de malestar, incomodidad o violencia del que sean v¨ªctimas y afecte a su desarrollo¡±. Los colegios y los institutos, asimismo, deben promover medidas ¡°que ayuden a las v¨ªctimas a superar las consecuencias acad¨¦micas, sociales y emocionales derivadas de las situaciones traum¨¢ticas vividas¡±. Todos los coordinadores deben forjar, adem¨¢s, ¡°una red externa de colaboraciones¡± con el resto de organismos p¨²blicos implicados en la protecci¨®n de la infancia: servicios sociales, sanidad, justicia y fuerzas y cuerpos de seguridad.
La importancia digital
El Ministerio de Educaci¨®n ha presentado este martes otro documento en el Observatorio de la Convivencia titulado Recomendaciones para trabajar la ciberconvivencia en los centros educativos que, en este caso, s¨ª lleva su cu?o, junto al del Instituto Nacional de Ciberseguridad. Esta segunda gu¨ªa est¨¢ conectada con la primera, y considera que quienes asuman la funci¨®n de coordinadores de bienestar deber¨ªan contar con ¡°conocimientos o experiencia en el ¨¢mbito cibern¨¦tico¡± o, si no lo tienen, trabajar de la mano de alguien que s¨ª tenga. Las tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n abren m¨²ltiples posibilidades educativas, se?ala el documento, pero tambi¨¦n han abierto una nueva v¨ªa para el acoso que sufren los menores, que se ha visto potenciado a ra¨ªz de la pandemia.
El documento considera esencial formar al alumnado en su buen uso y concienciarlo de las caracter¨ªsticas propias de la comunicaci¨®n en internet y, en concreto, de su ¡°inmediatez, viralidad y permanencia en el tiempo de los mensajes, de la sensaci¨®n de presi¨®n o la exigencia de urgencia en las respuestas, de la falta de comunicaci¨®n no verbal que reduce la empat¨ªa, y genera malentendidos, de la falsa sensaci¨®n de anonimato, seguridad e invencibilidad que alienta comportamientos irrespetuosos o de riesgo¡±.
El documento recomienda, adem¨¢s, alentar la participaci¨®n de los propios chavales, por ejemplo, estableciendo normas de cibercomportamiento en su aula, fomentar su conciencia sobre la gravedad de comportamientos como el ¡°aislamiento (hacer el vac¨ªo), ciberacoso, chantajes, difusi¨®n de contenido privado de otras personas o suplantaci¨®n de identidad¡±, y ense?arles a bloquear usuarios o reportar comportamientos inapropiados en las redes sociales. La gu¨ªa propone que el coordinador de convivencia siga ¡°perfiles y hashtags ligados al centro escolar, en las redes sociales favoritas del alumnado para estar al d¨ªa de su entorno TIC¡±. Controlar y vigilar todas las herramientas digitales del centro, asesorar a los afectados por malas pr¨¢cticas ¡°para la localizaci¨®n y eliminaci¨®n de comentarios inapropiados¡±, as¨ª como para ¡°tomar evidencias digitales del conflicto, como capturas o testigos en l¨ªnea, por si llegara a ser necesario¡±, son otros ejemplos de las recomendaciones de la gu¨ªa.
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