Lupita Nyong¡¯o ha relatado sus encuentros con Harvey Weinstein en art¨ªculo primera persona publicado este jueves en ¡®The New York Times¡¯. ¡°Hab¨ªa archivado mi experiencia con Harvey en los recovecos de mi mente, uni¨¦ndome a la conspiraci¨®n de silencio que ha permitido a este depredador merodear durante tantos a?os. Me sent¨ª muy sola cuando sucedieron estas cosas, y me culp¨¦ a m¨ª misma por mucho, al igual que muchas de las otras mujeres que han compartido sus historias. Pero ahora que esto est¨¢ siendo hablado abiertamente, no he sido capaz de impedir que resurja la memoria¡±, empieza su relato de lo que considera que es un ¡°siniestro patr¨®n de comportamiento¡±.
La oscarizada int¨¦rprete relata que conoci¨® al productor en Berl¨ªn en 2011, cuando a¨²n era una estudiante de la escuela de Arte Dram¨¢tico de Yale, deseosa de conocer a gente de la industria del cine. ¡°Un intermediario me lo present¨® como ¡®el productor m¨¢s poderoso de Hollywood¡±, cuenta. ¡°Intent¨¦ investigar sobre este famoso productor preguntando a mis compa?eros de mesa en la cena qu¨¦ sab¨ªan de ¨¦l. Una mujer que era productora me advirti¨®: ¡®Mant¨¦n a Harvey a un lado. Es un bueno hombre que conoce el negocio, pero simplemente ten cuidado a su alrededor. Puede ser un abus¨®n¡¯. As¨ª que intercambi¨¦ datos con ¨¦l con la esperanza de ser considerada para uno de sus proyectos¡±, cuenta la int¨¦rprete sobre su primer encuentro, en el que lo encontr¨® ¡°muy directo y autoritario, pero encantador¡±.
Poco despu¨¦s, el productor la escribi¨® para invitarla a ver una pel¨ªcula en su casa de Westport, Conn. Primero se reunieron en un restaurante para comer, donde ¨¦l se neg¨® a que Nyong¡¯o tomara un zumo y le orden¨® al camarero que le trajera a la actriz vodka y soda. Luego se dirigieron a su casa, donde conoci¨® a su personal de servicio y a sus hijos peque?os [tiene dos con la dise?adora de Marchesa Georgina Chapman] y se dirigieron a la proyecci¨®n. "Pero a los 15 minutos, Harvey vino a buscarme y me dijo que quer¨ªa mostrarme algo. Protest¨¦ ya que quer¨ªa terminar la pel¨ªcula, pero insisti¨® en que fuera con ¨¦l, dictando la ley como si yo tambi¨¦n fuera uno de sus hijos¡±. ¡°Harvey me llev¨® a su dormitorio, y dijo que quer¨ªa darme un masaje. Pens¨¦ que estaba bromeando al principio. Me sent¨ª insegura. Entr¨¦ en p¨¢nico un poco y pens¨¦ r¨¢pidamente en ofrecerme yo a hacerle los masajes y as¨ª tomar el control para ganar tiempo. (¡) Estuvo de acuerdo con esto y se acost¨® en la cama. Empec¨¦ a masajearle la espalda para ganar tiempo, para descubrir c¨®mo librarme de esta situaci¨®n indeseable. En poco tiempo dijo que quer¨ªa quitarse los pantalones. Le dije que no hiciera eso y le inform¨¦ de que me har¨ªa sentir extremadamente inc¨®moda. Se levant¨® de todos modos para hacerlo y me dirig¨ª a la puerta, diciendo que no estaba del todo c¨®moda con eso. 'Si no vamos a ver la pel¨ªcula, debo regresar a la escuela, le dije", por lo que Harvey la llam¨® terca. ¡°No sab¨ªa c¨®mo proceder sin poner en peligro mi futuro. Pero supe que no aceptar¨ªa ninguna visita m¨¢s a sitios privados con Harvey Weinstein¡±, pens¨® tras ese primer encuentro.
Ese fue su encuentro m¨¢s brutal, y en su escrito relata las otras tres veces que lo volvi¨® a ver. Durante una cena, el productor le solt¨®: ¡°Cortemos el rollo. Tengo una habitaci¨®n privada arriba donde podemos tomar el resto de la cena". "Me qued¨¦ pasmada. Le dije que prefer¨ªa comer en el restaurante. Me dijo que no fuera tan na¨ªf. Si quer¨ªa ser una actriz, ten¨ªa que estar dispuesta a hacer este tipo de cosas. Dijo que hab¨ªa salido con la famosa actriz X e Y y que viera d¨®nde las hab¨ªa llevado¡±. Tras reunir el coraje para rechazar su oferta, Nyong¡¯o relata la respuesta de Weinstein: ¡°No tienes ni idea de lo que est¨¢s pasando¡±. ¡°Con todo el respeto, no ser¨ªa capaz de dormir por la noche si hiciera lo que me pides, as¨ª que debo pasar¡±, le contest¨¦. ¡°Antes de irme, ten¨ªa que asegurarme de no haber despertado una bestia que arruinar¨ªa mi nombre y destruir¨ªa mis posibilidades en el negocio antes incluso de estar en ¨¦l. ¡®Solo quiero saber que estamos bien¡¯, le dije¡¯. ¡®No conozco tu carrera, pero estar¨¢s bien¡¯, me dijo. Pareci¨® una amenaza y un consuelo al mismo tiempo. De qu¨¦, no pod¨ªa estar segura¡±.
Hasta septiembre de 2013 no se volvieron a ver, tras el estreno de 'Doce a?os de esclavitud' en Toronto. ¡°Me dijo que no se pod¨ªa creer lo r¨¢pido que hab¨ªa llegado donde estaba, y que me hab¨ªa tratado muy mal en el pasado. Estaba avergonzado de sus acciones y prometi¨® respetarme en el futuro. Se lo agradec¨ª y me fui. Pero me hice una promesa a m¨ª misma, no trabajar nunca con Harvey Weinstein¡±. Tras ganar el Oscar por esa pel¨ªcula, Weinstein insisti¨® varias veces en que participara en una de sus pel¨ªculas, y ella le rechaz¨® en cada una de ellas.