Megan Maxwell: ¡°A todas nos gusta un empotrador¡±
Mar¨ªa del Carmen Rodr¨ªguez del ?lamo es la escritora espa?ola m¨¢s vendida con sus novelas er¨®ticas, rom¨¢nticas y medievales. Reci¨¦n divorciada, cuenta su vuelta al mercado sentimental
Esta mujer con aspecto de vecina a la que podr¨ªamos encontrar en el s¨²per pasando por caja la compra familiar de la semana firma Una prueba de amor (Esencia), el libro m¨¢s vendido en Espa?a en la semana del 11 al 17 de febrero, por citar los ¨²ltimos datos disponibles. Es un relato medieval ambientado en Escocia, pero sus libros er¨®ticos y rom¨¢nticos, que publica un par de veces al a?o, siguen la misma estela. Para mantener tal nivel de fertilidad, esta divorciada reciente y madre de dos hijos de 18 y 22 a?os, escribe de 9 a 9 de lunes a viernes. Estos d¨ªas, una foto del actor Charlie Hunnam preside su estudio. ?l no lo sabe, pero el protagonista de su pr¨®xima novela: Bienvenida al club. Cabronas sin fronteras, tiene su ¡ªapol¨ªnea¡ª cara y su ¡ªherc¨²leo¡ª cuerpo. Eso requiere explicaciones adicionales.
?Por qu¨¦ Hunnam?
Porque es rubio con ojos azules y barba. Cada vez que empiezo una novela hago casting de chicos para que mis personajes sean diferentes, atractivos, y me inspiren cosas. Entre los 30 y los 40 es cuando los hombres est¨¢n m¨¢s sexies.
?Y las mujeres?
Tambi¨¦n, por eso mis chicas suelen ser de esa edad, lo que no significa que las cincuenta?eras no seamos atractivas. Alg¨²n d¨ªa escribir¨¦ un libro con una como protagonista, me lo piden mucho. Es mi asignatura pendiente.
?Le 'ponen' sus libros?
Claro, si no me ponen a m¨ª, c¨®mo van a poner a otros. Soy mi prueba del algod¨®n. Antes de tener despacho, escrib¨ªa en el sal¨®n, y mis hijos sab¨ªan cuando hab¨ªa acabado una escena er¨®tica, porque me echaba atr¨¢s en el sof¨¢ y me fumaba un cigarro para relajarme. El de despu¨¦s, dec¨ªan.
Pero si los hijos prefieren creer que las madres no tienen sexo.
Celeb¨¦rrima y an¨®nima
Mar¨ªa del Carmen Rodr¨ªguez del ?lamo (Nuremberg, Alemania, 1965) eligi¨® llamarse Megan Maxwell cuando hace 20 a?os dej¨® su trabajo de secretaria para cuidar a su hijo y se puso a escribir por pura afici¨®n. Hoy, sus novelas er¨®ticas, rom¨¢nticas y medievales se venden a millones.
No, qu¨¦ va, las madres somos angelitos. Mi hija es mi mayor lectora, y sus amigas, pero es cierto que no ha le¨ªdo ning¨²n libro m¨ªo de la colecci¨®n er¨®tica. Quiz¨¢ porque me tiene demasiado cerca. Ahora, cuando salgo, es ella la que tambi¨¦n me pide que tenga cuidado. No me escondo. Hablamos de todo.
?Se 'corta' en sus libros? ?En la cama hay correcci¨®n pol¨ªtica?
En la cama debemos ser pasionales y demostrar nuestra fuerza diciendo lo que nos gusta y proponi¨¦ndolo, no solo hacer lo que le apetezca al otro. El problema que hemos tenido siempre las mujeres es que los hombres han decidido c¨®mo y d¨®nde, y hoy el problema para ellos es que nosotras no solo decidimos cu¨¢ndo, sino sobre todo c¨®mo.
?Y eso les tiene descolocados?
Mucho. Les descoloca que las mujeres les digan me gusta esto y esto no. Les acojonamos un poco, se acobardan por si nos da por comparar. Est¨¢n acostumbrados a ser ellos quienes manejen.
Lo cual no significa que no nos guste el prototipo 'empotrador'.
En el sexo a todas nos gusta un empotrador, en el sentido de un hombre activo, fogoso. Igual que a ellos les gusta una mujer activa y fogosa, ll¨¢mala tambi¨¦n empotradora, si quieres. Intento que en mis libros ambos lo sean. Mis hero¨ªnas no son sumisas.
?Tiene una novelista que dar explicaciones de sus calenturas?
Hay gente que te las pide. Muchas mujeres, sobre todo, que me escriben dici¨¦ndome que su vida no es as¨ª, y les tengo que decir que esto es ficci¨®n.
?Qu¨¦ buscan sus lectoras ¡ªporque son mujeres en su gran mayor¨ªa¡ª en sus libros?
Pasar un rato agradable. Evadirse de sus problemas. Irse de su realidad leyendo otras vidas.
?Tan mala vida llevamos?
S¨ª. Siempre me preguntan por qu¨¦ mis finales son felices, y digo que porque llevamos una vida muy jodida y todos merecemos un final feliz, aunque sea leyendo.
?Escribe libros-placebo?
Queda mal decirlo, pero me escribe gente desde el hospital, enchufada a la quimio,y me dicen que mi libro es su placebo, porque se olvidan un rato de lo suyo. Es una recompensa maravillosa.
?Le molesta el ninguneo de la prensa cultural y literaria?
No. Hay otros escritores que escriben y venden menos y se les conoce m¨¢s, pero la vida es muy bonita para tener resquemor y, aunque est¨¦ mal decirlo, soy de las que m¨¢s colas tengo en las ferias del libro. Una cosa por otra.
Se divorci¨® hace poco. ?C¨®mo es volver al mercado sentimental a esa edad?
Hay una parte complicada. Tienes una edad e intentas no hacer tonter¨ªas. Estoy conociendo gente de todas las edades en las redes y al principio ni te lo planteas, pero me estoy dando gustos. De repente, despu¨¦s de a?os condicionada por otros, vuelves a ser la due?a de tu tiempo, tu vida, tus decisiones. Nuestra generaci¨®n somos mujeres ca?eras, no nos hemos conformado con lo que hab¨ªa, y buscamos lo que queremos.
Nos han pillado todos los carritos de todos los helados.
Todos. Y eso te hace guerrera. Soy hija de madre soltera y primero he luchado por sus derechos y luego por los m¨ªos. A m¨ª no me invitaban a los cumplea?os en el cole porque mi madre no ten¨ªa marido, y yo la defend¨ªa a muerte. Ahora, tambi¨¦n estamos abriendo puertas a nuestras hijas. Para que si les da por enamorarse de alguien m¨¢s joven ya no sean las primeras y no est¨¦ tan mal visto. Somos la generaci¨®n de los ¡°?y por qu¨¦ no?
Lleva dos m¨®viles. ?Podr¨ªa ponerlos bocarriba, como en la pel¨ªcula de ?lex de la Iglesia?
Uno, s¨ª. El otro, ni loca.
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