19 fotosAfricanas en Beirut: atrapadas en una ciudad devastadaPara muchas empleadas dom¨¦sticas migrantes en L¨ªbano, la explosi¨®n en la capital ha a?adido m¨¢s complicaciones a su ya precaria existencia y exigen a sus gobiernos la repatriaci¨®nAFPAgencia GettyBeirut - 07 sept 2020 - 22:23CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceVarias trabajadoras migrantes gambianas protestan frente al consulado de Gambia el 20 de agosto de 2020 en Beirut, pidiendo ser evacuadas de L¨ªbano y repatriados a su pa¨ªs. Se estima que 250.000 trabajadoras del hogar, en su mayor¨ªa de Etiop¨ªa, Filipinas y Sri Lanka, viven en e este pa¨ªs, muchas de ellas en una situaci¨®n condenada por grupos de derechos humanos. Esas condiciones han empeorado en los ¨²ltimos meses mientras el L¨ªbano est¨¢ lidiando con su peor crisis econ¨®mica en d¨¦cadas, as¨ª como con un bloqueo por coronavirus y la explosi¨®n reciente en el puerto de Beirut.ANWAR AMRO (AFP)Emily, keniana de 27 a?os, perdi¨® su trabajo en el L¨ªbano debido a la crisis econ¨®mica y participa en una acampada frente al consulado de Kenia en Beirut junto a sus compatriotas para exigir la repatriaci¨®n el 20 de agosto de 2020. Miles de trabajadores extranjeros estaban pasando dificultades en L¨ªbano debido a la crisis econ¨®mica y a la pandemia de coronavirus. Luego vino la explosi¨®n en el puerto de Beirut que mat¨® a m¨¢s de 181 personas, hiri¨® a miles y devast¨® franjas de la ciudad. Muchos dicen que no pueden con m¨¢s desastres, y ahora necesitan irse.ANWAR AMRO (AFP)Varias trabajadoras migrantes de Gambia utilizan herramientas para llamar a la puerta del consulado de Gambia en Beirut el 20 de agosto de 2020 durante una protesta pidiendo ser evacuadas del L¨ªbano y repatriadas a su pa¨ªs.ANWAR AMRO (AFP)Zeina Ammar, de la organizaci¨®n Movimiento Antirracismo (ARM) de L¨ªbano, permanece frente a la embajada de Gambia en la capital, Beirut, el 20 de agosto de 2020, mientras escucha los testimonios de los trabajadores migrantes. Los trabajadores extranjeros ingresan al L¨ªbano bajo un controvertido sistema de patrocinio llamado "kafala", que ha sido denunciado repetidamente por grupos de derechos humanos por permitir una amplia gama de abusos. Bajo el kafala, un trabajador no puede rescindir su contrato sin el permiso de su empleador o perder¨¢ su estatus migratorio legal.ANWAR AMRO (AFP)Karen, una trabajadora migrante de 33 a?os de Kenia que ha estado viviendo en el L¨ªbano durante los ¨²ltimos tres a?os, se sienta en un sof¨¢ que bloquea la carretera durante una protesta para exigir su repatriaci¨®n frente al consulado de Kenia el 15 de agosto de 2020 en Beirut, L¨ªbano. Karen era peluquera y es la ¨²nica que mantiene a sus tres hijos en Kenia. Los trabajadores dom¨¦sticos sujetos al sistema kafala, corren un alto riesgo de explotaci¨®n laboral, trabajo forzoso y trata. La crisis econ¨®mica del L¨ªbano y la explosi¨®n del 4 de agosto han dejado a un n¨²mero significativo de trabajadores migrantes en una crisis humanitaria.Getty Images (Elsie Haddad)Theresa, una trabajadora migrante de 33 a?os de Kenia, busca alg¨²n aperitivo en su refrigerador mientras toma un descanso de la protesta que exige la repatriaci¨®n el 14 de agosto de 2020 en Beirut, L¨ªbano. Theresa ha vivido en el L¨ªbano durante diez a?os y dej¨® su trabajo cuando la pandemia comenz¨® a quedarse en casa con sus hijos. En el momento de la explosi¨®n, ella estaba con sus hijos en casa, una peque?a habitaci¨®n en Bourj Hammoud que comparten con otras cuatro mujeres y sus beb¨¦s.Getty Images (Elsie Haddad)Karen y Theresa trenzan el cabello de una amiga durante la sentada para exigir su repatriaci¨®n frente al consulado de Kenia el 15 de agosto de 2020 en Beirut, L¨ªbano. La crisis econ¨®mica del L¨ªbano y la explosi¨®n del 4 de agosto han dejado a un n¨²mero significativo de trabajadores migrantes en una crisis humanitaria.Getty Images (Elsie Haddad)Los trabajadores migrantes de Kenia descansan durante la sentada para exigir su repatriaci¨®n frente al consulado de Kenia el 15 de agosto de 2020 en Beirut, L¨ªbano.Getty Images (Elsie Haddad)Una mujer keniana trabajadora en Beirut permanece junto a la embajada de Kenia en Beirut en medio de una protesta de migrantes kenianos que exigen la repatriaci¨®n. "Queremos volver a casa pero no tenemos billetes [de avi¨®n]" se lee en la pancarta.Getty Images (Elsie Haddad)Theresa juega a levantar un castillo de bloques con sus dos hijos, Malak y Christiano, durante un descanso que se ha tomado en la protesta en la que participa para que su Gobierno los repatr¨ªe a Kenia, pues en L¨ªbano no ve que puedan tener buenas perspectivas de futuro.Getty Images (Elsie Haddad)Mary, una trabajadora migrante de Kenia que ha vivido en el L¨ªbano durante seis a?os y tiene dos hijos en Kenia, sostiene a su beb¨¦ de tres meses durante la sentada para exigir su repatriaci¨®n frente al consulado de su pa¨ªs en Beirut.Getty Images (Elsie Haddad)"Queremos volver a casa, presidente Uhuru" y "Nuestro Gobierno nos ha fallado" son algunas de las quejas que se leen en las pancartas pegadas en el coche del secretario general del c¨®nsul keniano, aparcado frente al edificio del consulado. El coche ha sido cubierto de mensajes durante la sentada protagonizada por los migrantes kenianos que exigen ser repatriados.Getty Images (Elsie Haddad)Mary, keniana residente en L¨ªbano, en plena sentada durante la protesta protagonizada por kenianos trabajadores en el pa¨ªs que quieren ser repatriados. Lleva una pulsera con los colores de la bandera de su pa¨ªs en el brazo izquierdo y luce una camiseta reivindicativa. Detr¨¢s de ella, en una tienda de campa?a, su hija menor duerme.Getty Images (Elsie Haddad)Una participante en las protestas llevadas a cabo por migrantes kenianos en Beirut es atendida por el miembro de una ONG libanesa.Getty Images (Elsie Haddad)Mary, keniana de 33 a?os, juega con su hija de tres meses durante la protesta frente al consulado keniano. En el suelo, dos compa?eras de causa observan divertidas mientras descansan en un colch¨®n. Son muchas las horas que han pasado en ese lugar, d¨ªa y noche, para exigir la repatriaci¨®n a su pa¨ªs de origen.Getty Images (Elsie Haddad)Karen, una trabajadora migrante de 33 a?os de Kenia, sostiene la maleta que comparte con sus compa?eros de cuarto durante la sentada para exigir su repatriaci¨®n. Los tres hijos de Karen viven en Kenia gracias al dinero que ella env¨ªa, pero ahora ya no puede seguir manteni¨¦ndolos y no le merece la pena vivir alejada de ellos.Getty Images (Elsie Haddad)Una empleada dom¨¦stica de origen keniano echa una siesta en pleno d¨ªa frente al consulado keniano en Beirut. Muchas mujeres como ella han protagonizado durante d¨ªas una acampada de protesta para exigir la repatriaci¨®n. Las jornadas a la intemperie pasan factura en forma de cansancio.Getty Images (Elsie Haddad)Theresa, madre keniana de 33 a?os, ha llevado a sus hijos Malak y Christiano a la protesta frente al consulado.Getty Images (Elsie Haddad)Tres mujeres de origen keniano, trabajadoras dom¨¦sticas en L¨ªbano, permanecen sentadas durante la protesta por la repatriaci¨®n. Cientos de empleadas como ellas han perdido unos trabajos que ya de por s¨ª eran precarios y violaban sus derechos fundamentales en no pocas ocasiones. Ya no hay raz¨®n para no volver a casa.Getty Images (Getty Images)