Las islas Bijag¨®s, el para¨ªso de Guinea-Bis¨¢u que a¨²n no conoces

Por supuesto que sigue habiendo lugares en el mundo a los que no ha llegado el turismo de masas, que se resisten a ser colonizados por esta fiebre tur¨ªstica. Si hablamos de ?frica, existen pa¨ªses donde a¨²n se sorprenden con la llegada de visitantes y donde tendr¨¢s la sensaci¨®n de que est¨¢s descubriendo un para¨ªso. Gracias a su historia, Guinea-Bis¨¢u conserva una autenticidad ins¨®lita de este tiempo. Tras experimentar siglos de colonizaci¨®n por parte de Portugal (desde 1450 a 1970), el pa¨ªs entr¨® en una sucesi¨®n de guerras civiles que lucharon por conseguir el poder; eso, sumado a su condici¨®n animista, ha hecho que se hayan preservado zonas casi intactas donde pr¨¢cticamente no existe la intervenci¨®n del hombre, y que est¨¢n fuera de los circuitos tur¨ªsticos mundiales. Sin embargo, el potencial de este pa¨ªs, que es como un grano de arena en el desierto, por su peque?ez con respecto a otros del continente, lo convierte en un lugar muy interesante para conocer por su patrimonio, cultura, diversidad de etnias, su gastronom¨ªa, artesan¨ªa, folklore y por una naturaleza que reina sobre todo lo dem¨¢s.

El pa¨ªs, adem¨¢s, goza de una temperatura media de unos 26,8 grados, lo cual es muy atractivo porque se puede visitar pr¨¢cticamente todo el a?o. Los meses m¨¢s secos son de octubre a junio, mientras que la temporada de lluvias tiene lugar desde julio hasta septiembre.

En este para¨ªso ind¨®mito est¨¢ el bello archipi¨¦lago de las islas Bijag¨®s, que se encuentra a unos 48 kil¨®metros del continente y que cuenta con 88 islas, de las cuales solo algunas est¨¢n habitadas. De estas, unas pocas tienen poblaci¨®n temporal que se desplaza exclusivamente para el cultivo del arroz, uno de los alimentos indispensables en su dieta y econom¨ªa. La raz¨®n por la que algunas de esas islas no est¨¢n habitadas se debe a que son sagradas, y en ellas se realizan ceremonias ancestrales como el fanado. La fe animista de los de Bijag¨®s proh¨ªbe la explotaci¨®n de estas islas, lo que ha contribuido a que sean espacios completamente alejados de todo lo ¡°humano¡±.

Nadie se sorprender¨ªa, por tanto, al saber que la Unesco declar¨® en 1996 a sus m¨¢s de un mill¨®n de hect¨¢reas reserva de la biosfera Bolama-Bijag¨®s. Solo un a?o antes se cre¨® el parque nacional de Orango, que incluye las islas de Orango, Orangozinho, Canogo, Meneque e Imbone. Y, por ¨²ltimo, en 2000, se fund¨® el parque nacional de Jo?o Vieira y Poil?o, que integra a los islotes m¨¢s aislados.

Este bello archipi¨¦lago tiene una extensi¨®n de 10.000 kil¨®metros cuadrados y est¨¢ habitado por unas 34.000 personas. Dentro de ¨¦l se pueden distinguir cinco zonas geogr¨¢ficas: la zona este, que comprende Ilha de Galinhas, Canhabaque, Soga, Rubane y Bubaque; la zona sur, que integra Orangozinho, Meneque, Canogo, Orango Grande; la zona oeste, con las islas de Uno, Uracane, Eguba, Unhocomozinho y Unhocomo; al noroeste se puede encontrar Caravela, Ker¨¦ y Carache, y por ¨²ltimo, el noreste, con Formosa, Ponta y Maio. Adem¨¢s, tiene dos parques nacionales marinos: el parque nacional de Jo?o Vieira y Poil?o y el parque nacional de Orango, y una zona marina protegida de la comunidad de las islas Formosa, Nago y Tchedi? (Urok).

La naturaleza de las Bijag¨®s

La belleza de este lugar radica en sus gentes y tambi¨¦n en su exuberante naturaleza, con una alta biodiversidad: bosques de manglares, pantanos de agua salada y palmeras intercaladas con zonas de bosque seco, sabana costera y bancos de arena. Sus r¨ªos, vitales en la organizaci¨®n geogr¨¢fica, liberan agua dulce rica en nutrientes en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico, creando un caldo de cultivo y h¨¢bitat para muchas especies, incluyendo cocodrilos, peces, crust¨¢ceos y moluscos, tortugas marinas, manat¨ªes e hipop¨®tamos. Solo su manglar ocupa aproximadamente un tercio de la parte emergente del archipi¨¦lago, lo que explicar¨ªa la riqueza de sus aguas, un para¨ªso para las aves (de las que se contabilizan unas 374 especies).

Las dos especies m¨¢s importantes de Bijag¨®s son las tortugas verdes y el hipop¨®tamo de agua salada, que est¨¢ considerado como un animal sagrado. El archipi¨¦lago es el tercer punto m¨¢s importante del Atl¨¢ntico para el desove de tortugas (el primero es Tortuguero, en Costa Rica). En la isla de Poil?o van a desovar millares de tortugas cada a?o. Debido a sus creencias animistas, en esta isla sagrada no se puede matar animales y son intocables, aqu¨ª se realizan rituales de paso y solo pueden entrar determinadas personas, por eso su preservaci¨®n es mucho m¨¢s alta. En ella, el IBAP cuenta con un campamento tortuguero que cada temporada controla el anidamiento y desove de todos los ejemplares de tortuga verde que pasan por la isla.

El parque nacional de Orango

Que Guinea-Bis¨¢u no sea un pa¨ªs muy tur¨ªstico no significa que no est¨¦ esperando turismo, ni mucho menos. Lo espera, pero debe ser sostenible y respetuoso como las propuestas que ofrece. En este sentido, uno de los lugares que son indispensables en las Bijag¨®s es el parque nacional de Orango, ubicado en la parte sur del archipi¨¦lago, comprende un total de cinco islas: Orango, Orangozinho, Meneque, Canogo e Imbone, y los tres islotes, Adonga, Canuapa y Anetive, en total, 158.235 hect¨¢reas.

Orango es la isla m¨¢s lejana de la parte continental de Guinea-Bis¨¢u y tambi¨¦n la m¨¢s grande, con 2.500 habitantes repartidos en el 10% del territorio. Est¨¢ protegido desde los a?os noventa por la Unesco y cuenta con una fauna abundante, que incluye hipop¨®tamos marinos, algunas especies de tortugas que aqu¨ª hacen el desove, el mono verde, nutrias, manat¨ªes y delfines.

Sin duda, una de las particularidades m¨¢s llamativas de Orango, como ocurre en otras etnias del pa¨ªs, es la importancia que las mujeres tienen en ella. La sociedad de Guinea-Bis¨¢u es matriarcal, son las mujeres las que toman algunas decisiones, como con qui¨¦n y cu¨¢ndo casarse, ejercen algunos cargos dentro de la comunidad, y toman iniciativas sobre cuestiones impensables en otras culturas como el divorcio o la custodia de los hijos. Eso no significa que no exista la desigualdad, las mujeres siguen experimentando vulnerabilidad y desigualdad como en muchos otros pa¨ªses africanos.

En el parque nacional de Orango, que se cre¨® precisamente para proteger algunas especies en estado cr¨ªtico como los hipop¨®tamos, se inaugur¨® Orango Parque Hotel, un proyecto de cooperaci¨®n espa?ol para la conservaci¨®n de la naturaleza y de la poblaci¨®n local en funcionamiento desde 2007. La Associa?ao Guin¨¦ Bissau Orango, una entidad espa?ola sin ¨¢nimo de lucro, fue formada con el prop¨®sito de crear un modelo de desarrollo de ecoturismo que diera (y da) respuesta a un problema social y medioambiental en el parque nacional de Orango, adem¨¢s de ser un referente mundial en un modelo tur¨ªstico responsable, sostenible y solidario.

El parque est¨¢ habitado por los bijag¨®s, que son quienes gestionan, junto con la organizaci¨®n, el hotel. Desde 2009, han conseguido directa o indirectamente rehabilitar varias veces un puesto de salud que da servicio a m¨¢s de 2.000 personas de la isla, construir una escuela infantil, ocupada por la poblaci¨®n local, generando un tipo de econom¨ªa alternativa a la actual, basada m¨¢s en el cultivo de arroz, aceite de palma y la pesca.

Con 14 habitaciones, es el ¨²nico hotel en el parque y tambi¨¦n uno de los pocos con los que cuentan las Bijag¨®s. Aqu¨ª es donde trabaja Ana Maroto, bi¨®loga y buceadora, miembro de la Fundaci¨®n CBD-H¨¢bitat, colaboradora de EL PA?S VIAJES y una de las fundadoras del Orango Parque Hotel, desde donde da a conocer la incre¨ªble belleza natural y cultural de Guinea-Bis¨¢u y las islas de una forma sostenible y respetuosa.

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