Peter Lindbergh & Azzedine Ala?a: una forma de entender la belleza
El fot¨®grafo alem¨¢n Peter Lindbergh y el dise?ador tunecino Azzedine Ala?a fueron amigos y colaboradores durante casi tres d¨¦cadas. Una exposici¨®n y un libro re¨²nen algunas de las im¨¢genes m¨¢s memorables que crearon juntos, unidos por una forma de servir a las mujeres
Azzedine Ala?a y Peter Lindbergh ten¨ªan un aspecto tan opuesto que hubieran formado una buena pareja c¨®mica, en la mejor tradici¨®n de Laurel y Hardy o Schwarzenegger y DeVito. Un diminuto tunecino y un alem¨¢n grandote constru¨ªan un d¨²o con potencial para la sonrisa. Y, sin embargo, estos dos hombres tan aparentemente distintos estaban unidos por una misma forma de ...
Azzedine Ala?a y Peter Lindbergh ten¨ªan un aspecto tan opuesto que hubieran formado una buena pareja c¨®mica, en la mejor tradici¨®n de Laurel y Hardy o Schwarzenegger y DeVito. Un diminuto tunecino y un alem¨¢n grandote constru¨ªan un d¨²o con potencial para la sonrisa. Y, sin embargo, estos dos hombres tan aparentemente distintos estaban unidos por una misma forma de entender la belleza y, sobre todo, de servir a las mujeres.
La larga y estrecha colaboraci¨®n entre el maestro del dise?o de moda y el de la fotograf¨ªa es objeto de una exposici¨®n en la Fundaci¨®n Azzedine Ala?a de Par¨ªs. Una muestra que, adem¨¢s, nos deja un libro que re¨²ne algunas de las m¨¢s emblem¨¢ticas im¨¢genes que crearon durante casi tres d¨¦cadas. Son instant¨¢neas que forman parte de la historia de la moda contempor¨¢nea y que muestran la enorme sinton¨ªa personal y profesional que manten¨ªan desde que se conocieron al final de los a?os setenta. Compartieron mesa, c¨ªrculo, ciudad, industria y conversaciones. Ten¨ªan la misma forma gozosa de re¨ªrse, id¨¦ntico apetito por la vida y una mirada com¨²n llena de humanidad. Tambi¨¦n les un¨ªa la amistad de Franca Sozzani (1950-2016), legendaria directora de Vogue Italia y presencia fundamental en la vida de ambos, a quien est¨¢ dedicado el libro, editado por su hermana Carla.
Aunque ambos fueron autores muy originales en su punto de vista, pueden establecerse numerosos v¨ªncu?los entre sus cuerpos de trabajo. No solo cuando Peter Lindbergh retrataba la ropa de Ala?a, o al propio dise?ador. M¨¢s all¨¢ de sus colaboraciones, la obra de ambos est¨¢ estrechamente relacionada. Les une una fijaci¨®n por el color negro, como se?ala el comisario de la exposici¨®n, Olivier Saillard, y por musas como Naomi Campbell y Tatjana Patitz, como demuestran sus desfiles y sesiones. Pero hay un hilo invisible m¨¢s profundo y significativo entre ellos. El propio Lindbergh, que falleci¨® en 2019 a los 74 a?os, lo resumi¨® en una de sus frases m¨¢s c¨¦lebres: ¡°La responsabilidad de los fot¨®grafos deber¨ªa ser liberar a las mujeres, y a todo el mundo, del terror de la juventud y la perfecci¨®n¡±. En parecidos t¨¦rminos lo expres¨® Ala?a, que muri¨® en 2017 con 82 a?os, en un enunciado que aparece recogido en la muestra: ¡°Siempre he querido que las mujeres fueran libres. Espero que mis vestidos les den esa ligereza. El mayor cumplido es cuando se miran a s¨ª mismas y me dicen: ¡®Me siento libre¡±.
Esta clase de intersecci¨®n entre dise?ador y fot¨®grafo resulta habitual en la historia de la moda y, en cierta forma, marca y se?ala su ¨¦poca. Si el t¨¢ndem de Richard Avedon y Dior es esencial para entender la d¨¦cada de los cincuenta y la era dorada de la alta costura, la asociaci¨®n de Mario Testino y Tom Ford explica los a?os noventa y la globalizaci¨®n de la industria en el cambio de siglo. Aunque Ala?a y Lindbergh mantuvieron fruct¨ªferas colaboraciones con otros artistas ¡ªJean-Paul Goude en el caso de Ala?a o Karl Lagerfeld en el de Lindbergh¡ª, su uni¨®n quedar¨¢ como testimonio de la est¨¦tica y filosof¨ªa de los a?os ochenta. De un tiempo fuerte, atl¨¦tico e individualista. La instant¨¢nea que Lindbergh tom¨® de seis modelos jugando con camisas blancas en una playa, publicada en la edici¨®n estadounidense de Vogue en 1988 tras varios meses en un caj¨®n, resume el cambio de paradigma de la d¨¦cada. Y anticipa el nacimiento de una generaci¨®n de modelos que, con su carisma y estratosf¨¦rica fama, trascend¨ªa con mucho el papel del maniqu¨ª. No es que esas camisas las hubiera dise?ado Ala?a, pero la imagen encarna la misma forma de pensar y crear que convirti¨® al dise?ador en el favorito de esas mujeres y de tantas otras. Aunque es perfectamente reconocible, su ropa siempre deja espacio para mostrar la personalidad de quien la lleva. ¡°Me gustan las mujeres. Nunca pienso en hacer algo nuevo o en ser creativo, sino en hacer ropa que haga que las mujeres est¨¦n guapas¡±, asegura en otra cita que forma parte de la publicaci¨®n Azzedine Ala?a. Peter Lindbergh.
El trabajo de Ala?a se asemeja a veces al de un escultor y, de hecho, una exposici¨®n en la Galleria Borghese de Roma, en 2015, equiparaba sus dise?os a una estatua de Bernini. Y los pr¨¦stamos cinematogr¨¢ficos se subrayan con frecuencia en las im¨¢genes de Lindbergh. Pero acaso ninguno brill¨® tanto en su propio oficio como cuando se cruz¨® con el otro. Ocurre en las mejores parejas, sean c¨®micas o no.