Peter Lindbergh, el fot¨®grafo de moda al que no le importaba la moda
El artista polaco, que falleci¨® el martes a los 74 a?os, defini¨® el fen¨®meno 'top model' y cambi¨® la forma de interpretar la belleza con su estilo atemporal y honesto
Peter Lindbergh pasar¨¢ a la historia por ser uno de los art¨ªfices del fen¨®meno top model. El fot¨®grafo que, como le gustaba recordar, firm¨® el certificado de nacimiento de una nueva era de la industria de la moda ¨Cy de la cultura popular¨C cuando decidi¨® reunir a Linda Evangelista, Christy Turlington, Naomi Campbell, Cindy Crawford y Tatjana Patitz en una portada para la edici¨®n brit¨¢nica de Vogue en 1990. Esa sesi¨®n fue el germen de una forma hasta entonces in¨¦dita de interpretar la fama, el lujo y la belleza; y Lindbergh, el hombre que apret¨® el disparador. Pero su trascendencia rebas¨® las p¨¢ginas de papel cuch¨¦. Lindbergh (Lissa, Polonia, 1944) representa el ¨¦xito de un artista que supo mantenerse fiel a una concepci¨®n de la belleza y la fotograf¨ªa, situada muchas veces en las ant¨ªpodas de las tendencias del sector. Este martes, fallec¨ªa a los 74 a?os rodeado de su mujer y sus cuatro hijos. De momento, no han trascendido el lugar ni los motivos de su muerte.
M¨¢s cercano al trabajo documental que a los hiperefectistas editoriales de moda, su estilo se caracterizaba por la utilizaci¨®n del blanco y negro como veh¨ªculo emocional, y por representar a la mujer de una manera profunda y sin artificios, en la que el maquillaje e incluso la ropa funcionaban solo como sonido de fondo. ¡°Ni siquiera pregunt¨® qu¨¦ outfit voy a fotografiar¡±, aseguraba. Sin comprometer en ning¨²n momento este discurso visual, su obra se ha mantenido relevante a lo largo de m¨¢s de 40 a?os de carrera. Jam¨¢s ha pasado de moda. Y la prueba es que nunca ha abandonado las portadas. La ¨²ltima que lleva su firma es la del n¨²mero de septiembre de la edici¨®n brit¨¢nica de Vogue, en la que Meghan Markle, duquesa de Sussex, es editora invitada. Suya es tambi¨¦n la que protagoniz¨® Rosal¨ªa en Vogue Espa?a el pasado agosto.
Mantenerse en primera l¨ªnea durante tanto tiempo resulta extraordinario en un sector, como el de la moda, que devora a la velocidad del rayo a sus mitos, especialmente, cuando son tan cr¨ªticos con el sistema como lo fue Lindbergh.
¡°Para m¨ª, la belleza reside en la valent¨ªa para ser quien eres. Pero nos bombardean con im¨¢genes idiotas de mujeres id¨¦nticas que hacen a la gente infeliz [¡] Me hart¨¦ de ese empe?o en convencerlas de que deben parecer eternamente j¨®venes¡±, argumentaba en una entrevista concedida en 2016 a la revista ICON. ¡°Hay una industria obsesionada con retocarlo todo y llenarlo de mentiras. Es un crimen¡±, sentenciaba. Su mirada se situaba en el extremo opuesto y, por ello, dotaba a sus im¨¢genes de un valor atemporal que ha resistido y resiste, como muy pocos trabajos lo hacen, el paso del tiempo. El mejor ejemplo de ello es la ic¨®nica campa?a que firm¨® para la fragancia Eternity de Calvin Klein en 1995. Protagonizada por Christy Turlington y Mark Vanderloo ayud¨® a definir la est¨¦tica minimalista de toda una d¨¦cada y qued¨® grabada para siempre en el imaginario colectivo como un s¨ªmbolo generacional. Un cuarto de siglo despu¨¦s la marca decidi¨® volver a utilizarla en sus anuncios. ¡°Parec¨ªa que la hubi¨¦semos hecho ayer. Pero, si no la tocas ?qu¨¦ va a envejecer en esa foto? ?Nada!¡±, confirmaba satisfecho a The Guardian el propio Lindbergh.
Sin embargo, este discurso tan alejado de las tendencias no siempre fue bien entendido. En 1988 y por encargo de Vogue USA, el artista retrat¨® a varias modelos ¨Centre ellas, Linda Evangelista y Christy Turlington, dos de sus favoritas¨C en la playa, con sencillas camisas blancas y el pelo mecido por el viento. Una propuesta muy alejada de los peinados enlacados y vestidos sexis que se impon¨ªan en ese momento, y que llev¨® a su entonces directora, Grace Mirabella, a tirar, literalmente, las fotos a la basura. Poco tiempo despu¨¦s, Anna Wintour la sustituir¨ªa en el puesto y contratar¨ªa a Lindbergh para disparar su primera portada (la de noviembre de 1988) como responsable de la cabecera. A trav¨¦s de sus im¨¢genes present¨® su visi¨®n de la revista y, con el tiempo y creciente poder, de la moda en general. ¡°Nunca pude soportar a ese tipo de mujer aupada por un marido rico que promov¨ªa la prensa. No me impresiona alguien que llega con un bolso de cocodrilo¡±, explicar¨ªa a?os despu¨¦s.
Por su objetivo pasaron grandes figuras de la cultura y el espect¨¢culo como Charlotte Rampling y Keith Richards, tambi¨¦n Marta Ortega. La hija del fundador de Inditex le confi¨® las fotos de su boda el a?o pasodo. Su obra, como la cr¨®nica de una era que fue, protagoniz¨® varias exposiciones restrospectivas. Una de las ¨²ltimas, en 2016 en el Kunsthal de Rotterdam. La suya fue, en definitiva, una historia digna de inmortalizar; la de un ni?o polaco que cruz¨® una Europa inmersa en la II Guerra Mundial con su madre, un carro y un caballo; que trabaj¨® de escaparatista en Berl¨ªn y, despu¨¦s, en una granja en Arl¨¦s, mientras estudiaba pintura; que viaj¨® durante dos a?os por Europa y ?frica y cogi¨® una c¨¢mara por primera vez, ya pasada la veintena, para retratar a sus sobrinos. ¡°Los ni?os no son nada autoconscientes. Es as¨ª como aprend¨ª¡±.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.