2022, el a?o de la metamorfosis

Tras cualquier evento traum¨¢tico se produce un replanteamiento de objetivos. El a?o 2020 fue el de la resistencia; 2021 ha sido el de la reflexi¨®n y la aceptaci¨®n, donde nos ha tocado mirarnos al espejo; 2022 no sabemos qu¨¦ nos deparar¨¢, pero se vislumbra como el a?o para seguir reconstruy¨¦ndonos. Quiz¨¢ las calles abarrotadas nos invitan a pensar en una salida de la pandemia. Pero en la intimidad de la consulta el ritmo es otro. Los psic¨®logos observamos c¨®mo muchas personas, tras un trabajo intenso en autoconocimiento, han podido cuantificar los aspectos m¨¢s positivos y negativos de su vida y...

Tras cualquier evento traum¨¢tico se produce un replanteamiento de objetivos. El a?o 2020 fue el de la resistencia; 2021 ha sido el de la reflexi¨®n y la aceptaci¨®n, donde nos ha tocado mirarnos al espejo; 2022 no sabemos qu¨¦ nos deparar¨¢, pero se vislumbra como el a?o para seguir reconstruy¨¦ndonos. Quiz¨¢ las calles abarrotadas nos invitan a pensar en una salida de la pandemia. Pero en la intimidad de la consulta el ritmo es otro. Los psic¨®logos observamos c¨®mo muchas personas, tras un trabajo intenso en autoconocimiento, han podido cuantificar los aspectos m¨¢s positivos y negativos de su vida y han revisado sus prioridades. Lo califican como un proceso de metamorfosis. El psiquiatra Boris Cyrulnik dice que cuando comprendemos, el sufrimiento se transforma en placer de aprender.

No todos han podido llegar a este proceso de autoconocimiento porque su seguridad y equilibrio se han visto especialmente resquebrajados. Nos referimos a los m¨¢s afectados de manera directa por las consecuencias de la pandemia, los m¨¢s desfavorecidos a nivel social o las personas con un mayor riesgo para desarrollar un trastorno mental. Para estos colectivos m¨¢s vulnerables se necesita m¨¢s ayuda y recursos p¨²blicos para digerir y afrontar lo sucedido.

Las reflexiones en la consulta indican que se ha aprendido a abandonar las certezas y a manejar mejor la incertidumbre. Se puede vivir sin organizar tantos planes, con la atenci¨®n centrada m¨¢s en el corto plazo que en el futuro, m¨¢s en apreciar y cuidar lo que tenemos que en frustrarse por lo que carecemos. Compensa tener unas expectativas m¨¢s ajustadas. Tambi¨¦n que se valora la lentitud que ofrece una vida m¨¢s sosegada. Que ha sido una bendici¨®n volver a la desprestigiada rutina. Que se puede teletrabajar. Y que se puede prescindir de un consumo compulsivo. Del mismo modo, se aprecia una dedicaci¨®n mayor al autocuidado personal y el mantenimiento de los buenos h¨¢bitos como pasear, leer, ir al cine, hacer pasatiempos¡­ Y esto est¨¢ directamente relacionado no solo con la salud f¨ªsica, sino tambi¨¦n con la salud mental y emocional. No podemos conformarnos con estar siempre mal, del mismo modo que se puede reconocer la vulnerabilidad individual.

Pero, adem¨¢s de la aceptaci¨®n, ha habido una reflexi¨®n estimulante sobre c¨®mo queremos vivir, qu¨¦ tipo de trabajo queremos desempe?ar, qu¨¦ tipo de persona queremos ser y cu¨¢l es el sentido o el prop¨®sito de nuestra vida. Dec¨ªa S¨®crates: ¡°Una vida sin examen no merece la pena ser vivida¡±. Muchos han pensado en qu¨¦ cuestiones anteriores a la pandemia resultaban nocivas (problemas laborales, inadecuado manejo del estr¨¦s, relaciones t¨®xicas¡­) y se han planteado acelerar decisiones que ya estaban meditadas y de las que ahora han sido m¨¢s conscientes.

Pero, adem¨¢s de la introspecci¨®n individual, tambi¨¦n ha sido el a?o de las reflexiones colectivas. Para una buena convivencia ha sido necesario imponerse obligaciones. Se ha apreciado una mayor generosidad no solo hacia familiares (especialmente los mayores) y amigos, sino tambi¨¦n hacia desconocidos. La tolerancia y el respeto por el otro se han reconocido como imprescindibles porque no nos queda m¨¢s remedio que convivir con personas con ideolog¨ªas y creencias diferentes.

Para 2022 toca poner en marcha lo reflexionado, en la medida de las posibilidades. No se puede actuar sin una deliberaci¨®n previa. Nunca hemos tenido tanto tiempo para pensar en qu¨¦ era lo que quer¨ªamos. Para ello, ser¨ªa aconsejable dividir las ¨¢reas de mejora por ¨¢mbitos (profesional, pareja, salud, acad¨¦mico, social, espiritual¡­) y ordenar las prioridades. Hay que saber diferenciar entre lo que es urgente, lo que es importante y lo que puede esperar.

Es mejor que estos prop¨®sitos provengan de una motivaci¨®n interna y no externa; es decir, que no haya que llevarlos a cabo porque toca o porque deber¨ªa. Cada persona est¨¢ en un determinado momento vital con necesidades distintas. Tenemos un compromiso con nuestras propias metas sabiendo que son propias, que no son impuestas y que las reivindicamos como un ejercicio de libertad.

Hay a quien le ayuda plantearse nuevas actividades (apuntarse a clases de ingl¨¦s, a un curso de cer¨¢mica, a un curso de escritura o al gimnasio), pero lo importante no es qu¨¦ o cu¨¢nto hagamos, sino que conecte con nuestros valores o proyectos personales. Si decidimos dar un paso adelante, hay que poner en marcha los medios oportunos. Debemos valorar los recursos internos a la vez que analizar los externos que nos puedan servir de ayuda. Hay que liberarse de conceptos vac¨ªos o f¨®rmulas m¨¢gicas como la valent¨ªa. Y valorar m¨¢s el esfuerzo que los resultados, porque en el esfuerzo tambi¨¦n se encuentra la satisfacci¨®n.

Es cierto que el final de 2021 no nos lo esper¨¢bamos tal y como finalmente ha sido. Pero, como dice Boris Cyrulnik, ¡°en el coraz¨®n del peligro encontramos los recursos para la esperanza¡±. Confiemos en la capacidad de adaptaci¨®n del ser humano. Recibamos el a?o nuevo con un brindis felicit¨¢ndonos por nuestras reflexiones, compartiendo nuestros aprendizajes e ilusion¨¢ndonos por los proyectos que pretendemos conseguir en este 2022. Aunque habr¨¢ que estar preparados y estar abiertos a la experiencia que nos obligue a cambiar de planes.