Mugler y Jimmy Choo se unen para crear una colecci¨®n de zapatos sensuales, glamourosos y hasta c¨®modos
La firma que esculpi¨® el cuerpo femenino se encuentra con la casa que cre¨® que los tacones m¨¢s seductores
Si hay voluntad, siempre encuentras el camino¡±. Con la despreocupaci¨®n de quien sabe que ha cumplido su objetivo, Sandra Choi acaba de despachar los sinsabores de la que tambi¨¦n es nueva realidad laboral para la moda. El teletrabajo, claro. ¡°Me he pasado los ¨²ltimos 12 meses habl¨¢ndole a una pantalla¡±, dice divertida al otro lado de una. La dise?adora de zapatos brit¨¢nica se conecta desde Londres en calidad de directora creativa de Jimmy Choo, la firma en la que comenz¨® su carrera cuando a¨²n era una estudiante de moda en la escuela Central Saint Martins. Desde Par¨ªs, Casey Cadwallader le da r¨¦...
Si hay voluntad, siempre encuentras el camino¡±. Con la despreocupaci¨®n de quien sabe que ha cumplido su objetivo, Sandra Choi acaba de despachar los sinsabores de la que tambi¨¦n es nueva realidad laboral para la moda. El teletrabajo, claro. ¡°Me he pasado los ¨²ltimos 12 meses habl¨¢ndole a una pantalla¡±, dice divertida al otro lado de una. La dise?adora de zapatos brit¨¢nica se conecta desde Londres en calidad de directora creativa de Jimmy Choo, la firma en la que comenz¨® su carrera cuando a¨²n era una estudiante de moda en la escuela Central Saint Martins. Desde Par¨ªs, Casey Cadwallader le da r¨¦plica. ¡°Lo asombroso es que hayamos sido capaces de expresar con palabras en remoto lo que, por regla general, se hace f¨ªsicamente en la misma habitaci¨®n¡±, a?ade el director art¨ªstico de Mugler, cargo que ocup¨® en 2017 con la misi¨®n de devolver la relevancia a la legendaria ense?a fundada hace casi tres d¨¦cadas por el recientemente fallecido Thierry Mugler. ¡°Por suerte, ambos utilizamos el mismo lenguaje para expresarnos¡±.
El idioma com¨²n de la sensualidad, el glamour, la teatralidad (¡°drama¡±, pronuncian ellos), la autoconfianza y la celebridad es, en efecto, lo que ha unido a dos nombres destinados a cruzarse en alg¨²n punto de sus trayectorias. Que el encuentro haya sucedido justo ahora no resulta casual: son los nuevos tiempos de la colaboraci¨®n, la ¨²ltima estrategia del negocio del vestir en su huida hacia adelante. Jimmy Choo/Mugler (o Mugler por Jimmy Choo) responde a lo que se espera de este tipo de iniciativas, pero va un paso m¨¢s all¨¢. Aqu¨ª no solo hay cobranding, dos identidades de marca compartiendo un solo producto, tambi¨¦n se da una simbiosis pasmosa, con una etiqueta que parece la continuidad natural de la otra. ¡°Creo que s¨ª es una genuina colaboraci¨®n en tanto que reuni¨®n de dos mentes creativas que quieren desarrollar una idea¡±, comienza a elaborar el director art¨ªstico de Mugler. ¡°As¨ª surge la conversaci¨®n, el di¨¢logo, que nos empuja a cada uno hacia un rinc¨®n que nunca hab¨ªa explorado para luego reencontrarnos en un lugar que ninguno de los dos habr¨ªa imaginado al principio. El resultado final representa de forma simult¨¢nea los ideales de ambas firmas¡±, prosigue. ¡°Es fant¨¢stico descubrir una forma diferente de aproximarte a tu trabajo, cambiar el ¨¢ngulo de tu perspectiva¡±, apostilla ahora la dise?adora de Jimmy Choo.
Cuenta Sandra Choi (Gran Breta?a, 1972, criada en Hong Kong hasta la adolescencia) que el quid de la alianza fue la intriga que le produc¨ªa compartir momentos creativos con un dise?ador de ropa obsesionado con los zapatos. ¡°Es cierto, cuando entro en bucle zapatero me vuelvo un poco loco¡±, admite Casey Cadwalla?der (Estados Unidos, 1979, curtido junto a Marc Jacobs y Narciso Rodriguez antes de dar el salto a Par¨ªs). ¡°A veces puedo dise?ar un par de modelos para mis colecciones que, con un poco de suerte, tambi¨¦n se producen. As¨ª que imagina lo que disfrut¨¦ la inmersi¨®n en un archivo como el de Jimmy Choo. Como un cr¨ªo en una tienda de chucher¨ªas¡±. Una y otro no se vieron las caras en el plano f¨ªsico hasta hace cuatro meses, cuando la colecci¨®n c¨¢psula ya estaba pr¨¢cticamente lista. ¡°Las pruebas las hicimos por tel¨¦fono, por eso pienso que este es el testamento de una conexi¨®n inmediata, aparte de que diga mucho igualmente acerca de la situaci¨®n actual. Los zapatos son peque?as esculturas; cada curva, cada detalle ha de ser calculado con precisi¨®n. Y necesitan muchas pruebas, ver c¨®mo sientan y se camina con ellos, para que sean perfectos. Los de Jimmy Choo lo son, as¨ª que no tuve miedo en lanzarme de cabeza al proyecto¡±.
El resultado son ocho pares de zapatos, entre salones, sandalias, botines y botas altas, todos sobre tacones de 10 cent¨ªmetros, inspirados por modelos que la casa brit¨¢nica populariz¨® entre los a?os noventa y los primeros dos mil. La bota bodycon, con un patr¨®n de malla bicolor en espiral que alcanza el muslo, prolongando la silueta de los vestidos que acompa?an la colecci¨®n, podr¨ªa haberla firmado el mism¨ªsimo Thierry Mugler. ¡°Abrir nuestro archivo para Casey fue muy revitalizante, porque yo hab¨ªa olvidado ciertos dise?os o incluso pensaba: ¡®Bueno, esto es algo que ya hemos hecho, paso¡¯. Lo interpreto como una llamada de atenci¨®n: piezas de hace 20 a?os que resulta que hoy le interesan a alguien, a un creador con una visi¨®n distinta a la tuya que te dice: ¡®Espera, esto es muy actual, podemos recuperarlo, llevarlo a otro nivel respetando su esencia¡±, dice Choi, encargada de pararle los pies a Cadwallader en sus raptos de entusiasmo. ¡°Empujamos nuestra creatividad hasta el extremo, pero sin exceder ciertos l¨ªmites comerciales que no quer¨ªamos traspasar. En t¨¦rminos t¨¦cnicos, ha sido una barbaridad, porque se trataba de trasladar el pr¨ºt-¨¤-porter a la zapater¨ªa. Creo que nunca hab¨ªamos hecho puntas tan puntiagudas y pulseras tobilleras tan finas. Casey me preguntaba: ¡®?Podemos alargarlas cinco mil¨ªmetros m¨¢s?¡¯. Y yo en plan: ¡®Dej¨¦moslo en tres¡¯. ?Cu¨¢ntos metros de cadena met¨¢lica usamos para la sandalia romana, 10, 12?¡±, rememora. ?l le refresca la memoria entre risas: ¡°?M¨¢s! ?Puedes echarme la culpa ante el mundo! Si presento un dise?o en la f¨¢brica y ponen cara de ¡®este tipo est¨¢ loco¡¯, es cuando m¨¢s disfruto, porque significa que vamos a crear algo nuevo y excitante. Y conseguirlo es incre¨ªble. Recuerdo los ce?os fruncidos del equipo de producci¨®n al principio y las caras de alegr¨ªa al final¡±.
Descuiden: la comodidad de tama?o alarde arquitect¨®nico (cualquier Jimmy Choo lo es) est¨¢ garantizada. ¡°S¨ª, hago zapatos que lucen fabulosos, pero creo que en todos estos a?os he desarrollado la habilidad para que cuando los veas puedas confiar en ellos¡±, esgrime Choi, que define esta colaboraci¨®n como ¡°superior¡±. Tambi¨¦n lo est¨¢ la esencia de Mugler, eso s¨ª, adaptada al discurso cultural de nuestros d¨ªas. ¡°Hay que entender qu¨¦ significaba ser provocador antes y qu¨¦ es hoy para que las ideas de Thierry resulten relevantes a las nuevas generaciones: tienen un concepto distinto de lo sexy o expresan confianza en otros t¨¦rminos¡±, concluye Cadwallader. ¡°Mientras haya diversidad en la belleza, puedes ir todo lo lejos que quieras¡±.