La se?ora de las cavernas explora Groenlandia

Cuando Gina Moseley qued¨® con 12 a?os deslumbrada por las cuevas, supo que de alguna manera ser¨ªa dif¨ªcil arrancarla de all¨ª. Instintivamente, decidi¨® estudiar Geograf¨ªa en la Universidad de Birmingham. Y buscando salidas acad¨¦micas m¨¢s tarde en otra universidad, la de Bristol, se dio cuenta de que pod¨ªa aunar la necesidad con la virtud. ¡°Que mi pasi¨®n por la espeleolog¨ªa, adem¨¢s, resultaba muy ¨²til¡±.

?til y extrema, porque el pr¨®ximo verano, Gina Moseley y un equipo comandado por ella de seis personas se adentrar¨¢n en unas cavidades casi totalmente inexploradas al noroeste de Groenland...

Cuando Gina Moseley qued¨® con 12 a?os deslumbrada por las cuevas, supo que de alguna manera ser¨ªa dif¨ªcil arrancarla de all¨ª. Instintivamente, decidi¨® estudiar Geograf¨ªa en la Universidad de Birmingham. Y buscando salidas acad¨¦micas m¨¢s tarde en otra universidad, la de Bristol, se dio cuenta de que pod¨ªa aunar la necesidad con la virtud. ¡°Que mi pasi¨®n por la espeleolog¨ªa, adem¨¢s, resultaba muy ¨²til¡±.

?til y extrema, porque el pr¨®ximo verano, Gina Moseley y un equipo comandado por ella de seis personas se adentrar¨¢n en unas cavidades casi totalmente inexploradas al noroeste de Groenlandia. La pizca de pasi¨®n reside en adentrarse en lugares donde apenas alguien penetr¨® antes. La utilidad esta vez tiene que ver con el futuro: ¡°Lo que all¨ª podamos recoger como pruebas nos ayudar¨¢ a entender en qu¨¦ medida va a afectar en la zona el cambio clim¨¢tico¡±, afirma.

Moseley ha sido seleccionada este a?o en el programa Premios Rolex a la Iniciativa, cuya siguiente edici¨®n acaba de ser convocada. La entrevista se celebra en un encuentro organizado por la marca en Londres. Haberlo recibido supone para ella financiar parte de los 300.000 euros que costar¨¢ su nueva exploraci¨®n. El resto lo aporta la Fundaci¨®n Monte Everest.

Desde Innsbruck (Austria), donde ense?a e investiga en la universidad y donde vive con su pareja, el fot¨®grafo Robbie Shone, y con su hija de siete meses, partir¨¢ junto a ¨¦l a Qaanaaq, en Groenlandia, y de ah¨ª a las cuevas inexploradas del noroeste. ¡°Est¨¢n bajo una planicie que divis¨® el Ej¨¦rcito del Aire estadounidense en la Guerra Fr¨ªa durante los sesenta. Buscaban lugares donde aterrizar rumbo al extremo norte, hacia Wulff Land¡±, explica. Explorar¨¢n las cuevas durante 10 d¨ªas.

?Qu¨¦ buscan ahora ellos d¨¦cadas despu¨¦s? ¡°Espeoletemas¡±, aclara, ¡°dep¨®sitos minerales de calcio con carbono que forman estalactitas y estalagmitas. Las cartografiaremos, tomaremos fotograf¨ªas, buscaremos restos de microbiolog¨ªa y arqueolog¨ªa, y conseguiremos muestras para la investigaci¨®n clim¨¢tica¡±, explica. El actual aumento de la temperatura del ?rtico es m¨¢s del doble de la media mundial. Es fundamental comprender c¨®mo esta parte tan sensible del planeta reacciona ante el calentamiento global: ¡°El incremento del nivel del mar y de las temperaturas en Groenlandia influir¨¢ en los patrones mundiales de precipitaciones, formaciones de hielo, corrientes oce¨¢nicas y sistemas meteorol¨®gicos, que afectan a zonas de todo el planeta con alta densidad de poblaci¨®n. Mi sue?o es que nuestros descubrimientos encuentren su camino hacia un modelo del clima que sea utilizado para crear pol¨ªticas medioambientales ¨²tiles¡±.

Para ello necesita determinar esas identidades de las cuevas. ¡°El agua que la conforma nos proporciona una informaci¨®n qu¨ªmica b¨¢sica sobre el clima, capa a capa¡±, asegura. La huella l¨ªquida del tiempo¡­ ¡°Desvelar¨¢ muchas cosas: desde la flora y la fauna pasadas hasta las consecuencias futuras para el planeta¡±. Aparte de los tres que forman su equipo habitual compuesto por ella, Robbie Shone y Christopher Blakely, contar¨¢n con tres cient¨ªficos de Groenlandia. ¡°He cambiado mi visi¨®n. En el pasado buscaba gente cercana y comprometida con nuestros proyectos en general. Ahora creo que debemos dar entrada a expertos de all¨ª porque ser¨¢n ellos quienes contin¨²en con la investigaci¨®n en el futuro¡±.