Para qu¨¦ sirven los fondos europeos
Espa?a recibir¨¢ 160.000 millones de euros del Mecanismo de Recuperaci¨®n de la UE puesto en marcha tras la pandemia. As¨ª se consiguieron, as¨ª se gestionan y estos son algunos proyectos que buscan transformar un pa¨ªs
Pedro S¨¢nchez frunci¨® el ce?o, arrumb¨® la nota que le hab¨ªan preparado para la rueda de prensa, entr¨® en un despacho del desierto edificio del Consejo, en Bruselas, se sent¨® ante el primer ordenador que vio encendido y se despoj¨® de la chaqueta y los zapatos. La adrenalina acumulada durante cinco d¨ªas de insomne cumbre europea y seis meses de negociaciones al l¨ªmite, en los que en un ¨²ltimo esprint se hab¨ªa fajado en Berl¨ªn, Par¨ªs, La Haya y Estocolmo con los l¨ªderes ¡°frugales¡±, los ...
Pedro S¨¢nchez frunci¨® el ce?o, arrumb¨® la nota que le hab¨ªan preparado para la rueda de prensa, entr¨® en un despacho del desierto edificio del Consejo, en Bruselas, se sent¨® ante el primer ordenador que vio encendido y se despoj¨® de la chaqueta y los zapatos. La adrenalina acumulada durante cinco d¨ªas de insomne cumbre europea y seis meses de negociaciones al l¨ªmite, en los que en un ¨²ltimo esprint se hab¨ªa fajado en Berl¨ªn, Par¨ªs, La Haya y Estocolmo con los l¨ªderes ¡°frugales¡±, los que defienden la austeridad, intentando convencerles de la necesidad de reconstruir juntos Europa de forma solidaria y con una deuda compartida tras sufrir la peor pandemia en un siglo, le sumi¨® en un profundo estado de vigilia. En pleno subid¨®n, tecle¨®: ¡°Es un aut¨¦ntico Plan Marshall con el que Europa ha enviado un mensaje contundente al mundo, diciendo que est¨¢ lista para los desaf¨ªos¡±. Eran poco m¨¢s de las seis de la ma?ana del 21 de julio de 2020. Un rato antes, a las 5.31, el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, hab¨ªa lanzado un esperanzador tuit al ciberespacio: ¡°?Lo hicimos! Hemos llegado a un acuerdo sobre el paquete de recuperaci¨®n y el presupuesto europeo para 2021-2027¡å.
Envuelto en la profusa jerga comunitaria, el ag¨®nico pacto rubricado in extremis en aquellos cinco d¨ªas de julio de 2020 por los 27 socios europeos se concretaba en el Mecanismo de Recuperaci¨®n y Resiliencia, dotado con 750.000 millones de euros, con el objetivo de reflotar la UE y prepararla para el futuro. De ellos, 390.000 millones ser¨ªan transferencias a los Estados que no tendr¨ªan que devolver. Y el resto, los 360.000 millones adicionales, adoptar¨ªan la forma de pr¨¦stamos captados en los mercados de capitales a los inigualables tipos de inter¨¦s de la calificaci¨®n triple A de la UE (ahora, en tiempos de dinero caro, una bendici¨®n).
A cambio, la Comisi¨®n Europea (el Ejecutivo comunitario) exig¨ªa que cada pa¨ªs llevara a cabo las reformas e inversiones en gobernanza, sostenibilidad o lucha contra el cambio clim¨¢tico que durante a?os les hab¨ªa recomendado y los socios hab¨ªan pospuesto porque no eran vinculantes. Ahora s¨ª lo eran. Cada gobierno deb¨ªa desempolvarlas y remitirlas a la Comisi¨®n para su aprobaci¨®n. Las denominadas propiamente reformas en el l¨¦xico comunitario tendr¨ªan un car¨¢cter legislativo (en el caso de Espa?a, en torno a 60 nuevas leyes, como la concursal, la de telecomunicaciones, la laboral o la de pensiones, ya aprobadas por Bruselas). Y las inversiones, un car¨¢cter cuantificable, como la digitalizaci¨®n de un mill¨®n de pymes, la creaci¨®n de 100.000 puntos de recarga de veh¨ªculos el¨¦ctricos o la rehabilitaci¨®n energ¨¦tica de un mill¨®n de viviendas (cuya puesta en pr¨¢ctica est¨¢ siendo mucho m¨¢s lenta). Eran 102 reformas y 110 inversiones para Espa?a, que a su vez se divid¨ªan en 416 hitos y objetivos. Y estos, a su vez, en proyectos y subproyectos que deb¨ªan permear hasta las comunidades aut¨®nomas y los ayuntamientos, que a su vez deber¨ªan cumplir su parte de los objetivos (denominados ¡°metas volantes¡±), documentarlos y rebotarlos de vuelta a la punta de la pir¨¢mide (el Gobierno). Y de ah¨ª a Bruselas para su examen. Todo a trav¨¦s de un sistema telem¨¢tico de gesti¨®n y control ideado por el Ministerio de Hacienda denominado Coffee, cuya implementaci¨®n era vinculante para el primer pago, pero ha tardado m¨¢s de un a?o en estar operativo (ante la generosa manga ancha de la Comisi¨®n Europea). Una de las altas funcionarias que lo han hecho posible afirma que sacarlo adelante ¡°sobre la marcha¡± ha sido ¡°una heroicidad¡±. En estos momentos, el Reino de Espa?a ya ha cumplido un 30% de los hitos y objetivos pactados con Bruselas. Y el sistema Coffee es transparente (seg¨²n pudo comprobar este peri¨®dico) y progresa adecuadamente a pesar de las dudas iniciales y los duros ataques de la oposici¨®n, incluso en Bruselas.
Las comunidades aut¨®nomas gestionar¨ªan en torno al 50% de los fondos, pero no decidir¨ªan sobre su destino. Lo har¨ªa el Gobierno. Algo en lo que no todos los ejecutivos auton¨®micos est¨¢n de acuerdo. Pero que reafirm¨® la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calvi?o, en el primer momento. En una entrevista para este reportaje, Calvi?o remach¨®: ¡°Es un plan de pa¨ªs. Solo hay uno. No se puede solapar, no puede haber duplicidades; no es un plan para que cada territorio tenga su aeropuerto, sino para su transformaci¨®n y cambio estructural. Y requiere que todos rememos en la misma direcci¨®n. La descentralizaci¨®n de Espa?a a?ade complejidad a la gesti¨®n, pero tambi¨¦n eficiencia. Hemos realizado 139 conferencias sectoriales ente los ministerios y las comunidades y navegamos a velocidad de crucero con 2.000 millones de euros al mes en convocatorias¡±.
Frente a ese dise?o top down, un documento del Partido Popular critica lo que considera una total ausencia de cogobernanza: ¡°La responsabilidad del Gobierno no se puede trasladar a las comunidades cuando son ellos los responsables del dise?o, forma de reparto y establecimiento unilateral de las condiciones de las convocatorias¡±. Por encima de esos desacuerdos dial¨¦cticos, la Administraci¨®n General del Estado ha autorizado transferencias a las comunidades por valor de 21.609 millones de euros. Andaluc¨ªa, gobernada por el PP, se ha llevado la mayor tajada: 3.420 millones.
El Plan supon¨ªa someter a las administraciones a una profunda prueba de estr¨¦s: gestionar m¨¢s dinero con los mismos funcionarios y mediante un sistema en embri¨®n. ¡°Es un barco construido mientras naveg¨¢bamos¡±, resume Pilar Blanco-Morales Limones, vicepresidenta y consejera de Hacienda socialista de la Junta de Extremadura. La Comisi¨®n examinar¨ªa dos veces al a?o de forma exhaustiva el cumplimiento de las reformas e inversiones a las que se hab¨ªa comprometido cada pa¨ªs (¡°los ex¨¢menes de la Comisi¨®n son una tortura¡±, explica un alto responsable p¨²blico) y, si hab¨ªa cumplimiento, abonar¨ªa una fracci¨®n del importe total pactado (entre 6.000 y 12.000 millones en cada entrega semestral) hasta la primera mitad de 2026, cuando se cerrar¨ªa el grifo. Y si no hab¨ªa reformas, no hab¨ªa millones. Si del paquete semestral pactado faltaba por resolver alg¨²n compromiso y no se resolv¨ªa el entuerto en seis meses, se descontar¨ªa un porcentaje del total a recibir, que en el caso de alguna reforma clave para Espa?a, como la de las pensiones, pod¨ªa haber acarreado la p¨¦rdida de 700 millones de euros. Y un borr¨®n en la imagen del pa¨ªs. Algo que en tres a?os no ha ocurrido en Espa?a, aunque en ocasiones haya sido aprobado por los pelos. Italia, sin embargo, tiene bloqueados puntualmente 19.000 millones por la Comisi¨®n Europea.
¡°Es un modelo de pago por desempe?o habitual en el Banco Mundial¡±, explica Paloma Baena, directora de la Unidad Next Generation EU de la consultora LLYC. ¡°Eso le da credibilidad al sistema y obliga a que los 27 pa¨ªses de la UE se centren en un abanico de reformas que la Comisi¨®n acota, y que no vaya cada uno por su lado. Seg¨²n el reglamento, cada Estado debe destinar al menos un 37% de los fondos recibidos a la transici¨®n ecol¨®gica y un 20% a la digital. Una media que en Espa?a se eleva al 40% en lo verde y al 30% en lo digital. Y no se pueden usar para gastos corrientes. Las reglas de juego est¨¢n claras¡±.
Esas reformas decididas por el Gobierno de S¨¢nchez a cambio de recibir los millones de Europa han sido uno de los motivos de cr¨ªtica al Plan (junto a la falta de transparencia y consenso) por parte del Partido Popular y su entorno. Por ejemplo, la CEOE (que ha actuado en este asunto como en otros econ¨®micos como su cerebro gris), en cuyo nombre, Luis Soc¨ªas, adjunto al secretario general, critica: ¡°Las reformas de S¨¢nchez son la traslaci¨®n del programa del gobierno de coalici¨®n al Plan. Ha pesado demasiado la ideolog¨ªa en su dise?o. Hay un exceso de reformas frente a inversiones. Sobran cuestiones sociales y faltan los incentivos fiscales o apostar m¨¢s por las pymes¡±. Desde el coraz¨®n de La Moncloa, Manuel de la Rocha, principal asesor econ¨®mico del presidente y pieza fundamental en la elaboraci¨®n del Plan, responde sin tapujos: ¡°Son reformas acordadas con la Comisi¨®n Europea y que responden a nuestras prioridades pol¨ªticas. Y s¨ª, se basan en nuestro programa¡±.
Llueve dinero sobre el Viejo Continente. Y dinero llama a dinero. El Gobierno habla de movilizar unos 500.000 millones de euros en inversiones privadas gracias a la capacidad de arrastre de los fondos (algo as¨ª como cuatro euros por euro p¨²blico invertido). El Mecanismo supone un cambio de paradigma en la Uni¨®n Europea. Aunque no se trata de una f¨®rmula infalible, por primera vez en m¨¢s de una d¨¦cada se trata de invertir, gastar y estimular la econom¨ªa, no de recortar. De salir del atolladero todos a una. El paradigma neoliberal de la austeridad y la alergia al endeudamiento que imper¨® durante la crisis financiera desde 2008 hasta 2014 ha volado por los aires. Nadie se explica muy bien c¨®mo. Todo fue muy r¨¢pido en las negociaciones de julio de 2020. ¡°La Comisi¨®n Europea meti¨® prisa (por primera vez en su historia), y el Consejo cogi¨® el guante¡±, explica la europarlamentaria Isabel Benjumea, martillo incansable del PP contra la gesti¨®n de los fondos por parte de S¨¢nchez. ¡°En aquellos d¨ªas de pandemia hubo terror en la Uni¨®n Europea. Se pens¨® que era el final. Y se reaccion¨® con un plan expr¨¦s, ¨²nico para todos y que era in¨¦dito en su funcionamiento, porque dejaba a los Estados la libertad de decidir qu¨¦ reformas ten¨ªan que acometer para conseguir el dinero. Pensaban que el impacto de la pandemia iba a ser el mismo en toda la Uni¨®n. Parec¨ªa que no hab¨ªa tiempo. Y luego se demostr¨® que el pa¨ªs que peor lo hab¨ªa hecho era Espa?a y por eso era el que m¨¢s dinero se iba a llevar¡±, apunta Benjumea.
La UE se endeudaba por primera vez. Era deuda de todos. ¡°Y eso nos ata para el futuro¡±, afirma un pol¨ªtico socialista. Un paso de gigante en la pendular y siempre vacilante integraci¨®n europea. En junio de 2012, la todopoderosa canciller alemana Angela Merkel hab¨ªa proferido tajante: ¡°Europa no tendr¨¢ deuda compartida mientras yo viva¡±. Sin embargo, en esta crisis, la Uni¨®n viraba y actuaba como un ¡°Estado emprendedor¡± y apostaba por un ¡°crecimiento inclusivo¡±, como lo define la economista socialdem¨®crata de moda, Mariana Mazzucato, de lectura obligada intramuros de La Moncloa.
Una metamorfosis que no agrad¨® a los sectores neoconservadores europeos. Los que afirman que el norte trabaja mientras el sur despilfarra. Pero que sab¨ªan que, si la UE reventaba y desaparec¨ªa el euro y ¡°se romp¨ªa el mercado interior¡± (como le expuso S¨¢nchez a Merkel durante la dura negociaci¨®n), no tendr¨ªan a nadie a quien vender sus coches y lavadoras. En Espa?a, por ejemplo, no le gust¨® a Javier Fern¨¢ndez-Lasquetty, el hombre de los n¨²meros de la presidenta Isabel D¨ªaz Ayuso en su condici¨®n de consejero de Hacienda, Econom¨ªa y Empleo de la Comunidad de Madrid. Seg¨²n Lasquetty, veterano colaborador de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Esperanza Aguirre, y uno de los neoliberales m¨¢s preclaros del PP (cuya comunidad tiene asignados a mes de marzo por el Gobierno de S¨¢nchez 2.374 millones de euros de los fondos), ¡°una generaci¨®n de pol¨ªticos de izquierda y derecha en la UE siguen pensando que todo se soluciona con gasto p¨²blico, endeud¨¢ndonos, y as¨ª estamos¡, con una inflaci¨®n del 7% [en la zona euro]. Este Plan se hizo para que Europa no estallara y no va a transformar nada, m¨¢s all¨¢ de que te cambien las ventanas de tu casa. La planificaci¨®n central no funciona. Propusimos hacer tres grandes proyectos en Madrid: una superterminal de carga a¨¦rea, una planta de tratamiento de residuos s¨®lidos y la l¨ªnea 11 de Metro. Ni nos contestaron. Todo es dinero espolvoreado y teledirigido desde La Moncloa¡±.
En el otro extremo del arco pol¨ªtico, la socialista Pilar Blanco-Morales Limones, vicepresidenta de Extremadura, disiente: ¡°Es verdad que en su dise?o se pod¨ªa haber ido m¨¢s lejos en la codecisi¨®n con las comunidades m¨¢s que en la cogobernanza. Pero el Plan est¨¢ funcionando. No es a fondo perdido, es a cambio de reformas. Espa?a va a ser diferente despu¨¦s de estos fondos; va a haber una transformaci¨®n y una reindustrializaci¨®n digital y verde. En Extremadura hemos recibido 1.225 millones del Mecanismo, nuestra gran apuesta va a ser la modernizaci¨®n del campo, de la sanidad y de la FP. Pero, sobre todo, la cohesi¨®n social. Es un plan de pa¨ªs, para cambiarlo en su conjunto, no para hacer obras emblem¨¢ticas en cada territorio como quer¨ªan Madrid y Andaluc¨ªa. Y no era eso. Es una apuesta por una agenda social. Y eso s¨ª lo hace este Plan¡±.
Si todo va bien y se cumple la agenda de reformas e inversiones en tiempo y forma, llegar¨¢n a Espa?a hasta finales de 2026 un total de 160.000 millones de euros procedentes de los distintos conceptos del Mecanismo. De ellos, 77.000 millones de euros, el 20% del total consignado para los Veintisiete, no habr¨¢ que devolverlos. Es mucho dinero. M¨¢s que la suma de todos los fondos de cohesi¨®n de las tres pasadas d¨¦cadas. A los que hay que a?adir 84.000 millones en pr¨¦stamos blandos, 2.600 millones del mecanismo REPowerEU (para independizar a Europa de los combustibles rusos antes de 2030) y otros 36.000 de los fondos de cohesi¨®n y desarrollo cl¨¢sicos. Muchos millones en poco tiempo.
Espa?a se ha caracterizado por absorber con lentitud los fondos cl¨¢sicos de la UE; siempre en tiempo de descuento seg¨²n la regla N+3, que le otorgaba tres a?os de gracia despu¨¦s del plazo de vigencia del presupuesto europeo. Los absorb¨ªa, pero despacio y tarde. La Administraci¨®n no daba para m¨¢s. Era exasperantemente lenta. Escasamente digitalizada. Puntillosa en la contrataci¨®n y subvenciones. Estricta en el control ante y post. La filosof¨ªa que le hab¨ªan inoculado desde los recortes de 2011 era no soltar un euro. Para la vicepresidenta Calvi?o, ¡°con el PP, el mantra era no gastar y ha habido que cambiar esa obsesi¨®n por el ahorro. La derecha, a la inversi¨®n la llama despilfarro. Y ahora nos toca invertir en el futuro¡±. ¡°La Administraci¨®n espa?ola ha sido entrenada para no abrir la cartera; tiene una cultura muy profunda del riesgo cero¡±, explica un miembro del Gobierno. ¡°Y es dif¨ªcil reformarla cuando al tiempo le est¨¢s pidiendo el m¨¢ximo. Y a eso s¨²male los controles de la UE. Nos jugamos demasiado en poco tiempo¡±.
Porque aqu¨ª llega la letra peque?a del Mecanismo: el d¨ªa 31 de diciembre de 2026, cuando suenen las campanadas, deber¨¢ estar concluido. Esa fue la exigencia de los Estados frugales. Todo el dinero tendr¨¢ que estar desembolsado por Bruselas y empleado por Espa?a. Y lo mismo ocurrir¨¢ con el conjunto de los socios, donde se ha ejecutado menos de un tercio del dinero consignado en el Mecanismo. Si sobra, no est¨¢ muy claro ad¨®nde ir¨¢ el dinero: si se ampliar¨¢ el periodo para gastarlo (algo por lo que suspira el Gobierno espa?ol), si se transferir¨¢ a los fondos cl¨¢sicos, si se utilizar¨¢ para la reconstrucci¨®n de Ucrania o si se dotar¨¢ un nuevo fondo comunitario para apoyar a la industria europea frente al ascendente proteccionismo de Joe Biden a favor de la industria estadounidense.
El Mecanismo de Recuperaci¨®n no fue concebido como un mero respirador para reanimar a unas econom¨ªas agonizantes tras la covid, como la espa?ola, que se iba a contraer casi un 11% en 2020, el mayor descalabro en la zona euro debido a su estructura econ¨®mica basada en el turismo y los servicios personales. Estos fondos no pod¨ªan ser un mero parche. Se trataba de provocar la transformaci¨®n de la Uni¨®n Europea (¡°a la fuerza ahorcan¡±, resume Ignacio Ni?o, senior advisor de la consultora EY). Modernizarla, cohesionarla, empoderarla y salvarla de la intrascendencia en la que estaba cayendo frente a Estados Unidos y China. En ese sentido, la gran apuesta hoy de la UE es su autonom¨ªa estrat¨¦gica.
Pero en julio de 2020 era una Europa fracturada entre el norte y el sur; fragmentada; con un Ejecutivo (la Comisi¨®n Europea) reci¨¦n aterrizado y fr¨¢gil al mando de la conservadora Ursula von der Leyen, una presidenta novata en Bruselas y no apoyada con entusiasmo por la derecha europea (y odiada por la ultraderecha) aunque aupada por Merkel y Macron (y despu¨¦s por S¨¢nchez, que se convertir¨ªa en su m¨¢s fiel aliado); que acababa de concluir el traum¨¢tico proceso del Brexit y arrastraba la cicatriz de la crisis financiera; apocada ante la provocaci¨®n de Putin y que se mov¨ªa entre la desafecci¨®n de sus ciudadanos, el ascenso de los populismos y el auge de la extrema derecha. Por contra, la pandemia de 2020 y la subsiguiente crisis (la m¨¢s grave desde la II Guerra Mundial) deb¨ªan convertirse en una gran oportunidad; el desencadenante de un cambio de modelo econ¨®mico. Para sobrevivir, Europa deb¨ªa ser m¨¢s verde, digital, feminista, cohesionada, social, productiva, competitiva e innovadora. Era a vida o muerte.
Pedro S¨¢nchez tens¨® el nudo de su corbata burdeos y salt¨® con media sonrisa a la rueda de prensa mientras amanec¨ªa en Bruselas el martes 21 de julio. Dur¨® una hora. ¡°La UE sale mucho m¨¢s fuerte y los europeos salen ganando¡±, concluy¨®. Una hora m¨¢s tarde, el presidente y su m¨ªnimo equipo volaban en el Falcon 900 de la Fuerza A¨¦rea con direcci¨®n a Madrid. Despu¨¦s, el helic¨®ptero Super Puma. Le aguardaba en La Moncloa su Consejo de Ministros. Y el pase¨ªllo y cerrada ovaci¨®n de sus titulares coreografiado por Iv¨¢n Redondo. Durante el trayecto a¨¦reo no hab¨ªa abierto la boca. Y fiel a su frugalidad alimentaria y su obsesi¨®n por la forma f¨ªsica, mordisque¨® distra¨ªdo unas almendras. El reto estaba superado. Hab¨ªa conseguido los fondos. Contra pron¨®stico. M¨¢s dinero a fondo perdido que ning¨²n otro pa¨ªs. Pero eso ya era historia. Fiel a su car¨¢cter ejecutivo (y de ir en pol¨ªtica un paso por delante), estaba decidido a que Espa?a fuera el primer pa¨ªs en elaborar un plan y que este fuera el m¨¢s ambicioso de los Veintisiete; el primero que la Comisi¨®n visara y el primero que recibiera la prefinanciaci¨®n de 9.037 millones. Y que estuviera en cabeza para el primer, segundo y tercero desembolsos. Como ha ocurrido en estos dos a?os en los que Espa?a ha encabezado su ejecuci¨®n. El 31 de marzo recibi¨® los 6.000 millones del tercer pago y se espera que, una vez preaprobada la reforma de las pensiones (a pesar de la pataleta de Feij¨®o en su visita a Bruselas a finales de marzo), llegue el cuarto (de 10.000 millones) a finales de este a?o.
Deprisa, deprisa. Algunos analistas se interrogan: ¡°?Qu¨¦ era m¨¢s adecuado, hacer un plan tan r¨¢pido, dado que necesit¨¢bamos que la econom¨ªa experimentara un s¨²bito shock contrac¨ªclico, o hacerlo mejor pero tardando m¨¢s?¡±. ¡°Es una buena pregunta y no tengo la respuesta¡±, a?ade un miembro de la Administraci¨®n. O como reflexiona Chus Escobar, socia responsable de sector p¨²blico de EY: ¡°?Era conveniente hacerlo m¨¢s tarde para hacerlo mejor? Creo que no¡±. En cualquier caso, para S¨¢nchez, hab¨ªa que ejecutarlo a toda m¨¢quina. Ya antes de julio de 2020 ten¨ªa a Nadia Calvi?o y Manolo de la Rocha perge?ando el asunto. Calvi?o lo plasmar¨ªa en un paper de cinco folios donde, seg¨²n recuerda, ¡°no part¨ªamos de cero. Ese documento reun¨ªa mucho trabajo previo con nuestra Agenda del Cambio [de febrero de 2019], los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y el programa electoral del PSOE. Ten¨ªamos claro qu¨¦ reformas e inversiones hab¨ªa que acometer, pero hasta ese momento no hab¨ªamos tenido el dinero¡±.
Nadia Calvi?o era la mejor cu?a de S¨¢nchez en la negociaci¨®n en Bruselas. La vicepresidenta conoc¨ªa el tejido productivo espa?ol y era experta en transformaci¨®n digital. Y, adem¨¢s, despu¨¦s de 12 a?os en la pomada de las instituciones europeas, dominaba los resortes del poder en la Comisi¨®n, hablaba su idioma y ten¨ªa una amplia red de contactos; por ejemplo, con dos personajes clave en la fiscalizaci¨®n de los fondos: el vicepresidente econ¨®mico, Valdis Dombrovskis (conservador), y el comisario Paolo Gentiloni (progresista). Ambos se han posicionado inequ¨ªvocamente a favor de Espa?a en todo este dossier. ¡°Yo ten¨ªa el presupuesto europeo en la cabeza¡±, resume Calvi?o, que se ha ido despojando de su pr¨ªstina imagen de tecn¨®crata incolora. Cuando se le pregunta si se considera m¨¢s una t¨¦cnica o una pol¨ªtica, responde escueta: ¡°Siempre he sido una progresista¡±.
?Por qu¨¦ ten¨ªa tanto inter¨¦s S¨¢nchez en ser el primero? Para un miembro de su equipo, ¡°el presidente marc¨® el rumbo estrat¨¦gico y siempre tuvo claro que ten¨ªamos que ir por delante. Representaba colocarnos bajo el foco, conseguir los titulares, ser los alumnos aventajados de la Comisi¨®n, demostrar de lo que Espa?a era capaz. Si no aceler¨¢bamos, no lograr¨ªamos gastar tanto dinero. Y tambi¨¦n ten¨ªamos que ser los primeros en pescar las grandes inversiones extranjeras, que han aumentado en Espa?a hasta un r¨¦cord de 35.000 millones de euros. Por ejemplo, con la llegada de Volkswagen a Sagunto (Valencia), donde va a crear una gigafactor¨ªa para producir bater¨ªas para coches el¨¦ctricos: nosotros ponemos 600 millones y ellos invierten 10.000. Y hay otras cuatro multinacionales del sector interesadas. Y eso es por los fondos¡±. Algo en lo que coincide Calvi?o: ¡°Encadenar dos a?os de un crecimiento tan fuerte, del 5,5%, y con niveles r¨¦cord de empleo solo se entiende por las reformas e inversiones del Plan de Recuperaci¨®n¡±. Aunque tambi¨¦n es cierto que el nivel del PIB precrisis a¨²n no se ha alcanzado en Espa?a. ¡°Lo macro est¨¢ funcionando¡±, analizan Ignacio Ni?o y Chus Escobar, expertos de EY (una de las big four de la consultor¨ªa). ¡°A corto, hay una movilizaci¨®n de la econom¨ªa. Hay dinero, datos de crecimiento del empleo, confianza empresarial. ?Y cuando pasen los a?os? La cuesti¨®n es si habr¨¢ m¨¢s industria; si ser¨¢ m¨¢s digital, resiliente, descarbonizada, relevante; con tecnolog¨ªa propia; con un mercado laboral m¨¢s flexible, pensiones sostenibles, gente mejor formada. ?Qu¨¦ quedar¨¢ de todo esto? Esa es la duda¡±.
Los fondos supon¨ªan, adem¨¢s, para S¨¢nchez un excelente veh¨ªculo de propaganda. Grandes expectativas. Tres mil euros por ciudadano. Un programa de legislatura. Bruselas aprob¨® a toda prisa el plan espa?ol en julio de 2021. Pero el Gobierno se hab¨ªa adelantado una vez m¨¢s. En los Presupuestos Generales para ese a?o ya hab¨ªa contemplado 26.634 millones de euros con los que arrancar deprisa, deprisa. Gracias a esa inyecci¨®n, el presupuesto ha sido expansivo; sin ella, hubiese sido restrictivo. Las elecciones generales eran a finales de 2023. Un a?o que culminar¨ªa con la presidencia de S¨¢nchez del semestre europeo. Y el Gobierno iba a aprovechar la transformaci¨®n del pa¨ªs como un escaparate pol¨ªtico. Pero la derecha no se qued¨® sentada. Y se puso en marcha ¡ªpol¨ªtica, anal¨ªtica y medi¨¢ticamente¡ª para desacreditar el plan.
Desde que en diciembre de 1992 el joven l¨ªder de la oposici¨®n Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar atacara con sa?a al presidente Felipe Gonz¨¢lez, que estaba batallando en Bruselas por la obtenci¨®n de los primeros fondos de cohesi¨®n europeos, con una frase para la historia: ¡°Gasta en Espa?a como si fuera un nuevo rico, mientras fuera mantiene actitudes mendicantes y de pedig¨¹e?o¡±. Los sucesivos fondos gestionados por gobiernos de distinto color han estado siempre fuera del radar de la contienda pol¨ªtica. Era un asunto de Estado que no formaba parte de la agenda. Sin embargo, cuando S¨¢nchez convirti¨® el Plan de Recuperaci¨®n en un elemento de ventaja, el l¨ªder de la oposici¨®n, Pablo Casado, le dirigi¨® los primeros crochets al ment¨®n, por ¡°el uso partidista que est¨¢ haciendo de los fondos¡±. Y concluir¨ªa la faena con esta frase memorable: ¡°El socialismo solo se acaba cuando se le acaba el dinero de los dem¨¢s¡±. Como reflexiona la eurodiputada socialista Eider Gardiaz¨¢bal, ¡°la derecha estaba dispuesta a que Espa?a se hundiera para levantarla ellos¡±.
Hasta el abrupto final de su mandato, Casado se dejar¨ªa caer regularmente por Bruselas para desprestigiar ante la Comisi¨®n Europea el uso de los fondos por el Gobierno espa?ol. Con escaso ¨¦xito, porque la presidenta del ejecutivo comunitario Ursula von der Leyen actuaba a continuaci¨®n de cortafuegos alabando a trav¨¦s de Twitter el desempe?o de S¨¢nchez: ¡°Enhorabuena, Espa?a¡±. ¡°Felicidades, Espa?a¡±. Von der Leyen, cuya sinton¨ªa con el presidente espa?ol es evidente, se jugaba mucho con el ¨¦xito de S¨¢nchez. Los fondos eran una parte sustancial del programa de legislatura de su Comisi¨®n. Espa?a ten¨ªa que abrir camino, ser el conejillo de Indias, tirar del resto. Si fracasaba, Von der Leyen tendr¨ªa pocas posibilidades de ser reelegida en 2024. Por eso echar¨ªa una mano a su disc¨ªpulo m¨¢s aventajado a la primera ocasi¨®n en que lo necesitara.
Con la llegada de Alberto N¨²?ez Feij¨®o al poder de la calle de G¨¦nova se mantendr¨ªa ese frontal desacuerdo con el Gobierno. Feij¨®o, lego en pol¨ªtica exterior, necesitaba su minuto de gloria diplom¨¢tica. La discrepancia llegar¨ªa hasta el punto de alabar el 23 de marzo la conflictiva reforma de las pensiones de Macron en Francia y echar por tierra la de Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, gestionada en Bruselas directamente por este ministro, preaprobada por la Comisi¨®n y que supondr¨¢ para Espa?a recibir 10.000 millones. En un documento de prospectiva del equipo eocon¨®mico de Feij¨®o advierten que, si llegan al Gobierno a finales de este a?o, ¡°se puede llevar a una modificaci¨®n o redise?o del Plan¡±.
De pronto, los fondos europeos estaban de moda, pero para mal. Y los medios conservadores abr¨ªan sus ediciones con la supuesta congelaci¨®n de los desembolsos por parte de Bruselas debido a la mala praxis de S¨¢nchez. Era falso. El cl¨ªmax lleg¨® el 14 de octubre de 2022 con una informaci¨®n de la agencia Bloomberg: ¡°Espa?a se arriesga a perder dinero del fondo de recuperaci¨®n por fallar en los plazos¡±. El diario Abc extendi¨® esa noticia y le dedic¨® un editorial titulado ¡®Europa desconf¨ªa del Gobierno¡¯. Y remat¨® Isabel D¨ªaz Ayuso con un tuit: ¡°La UE congela los fondos de recuperaci¨®n para Espa?a hasta que detalle en qu¨¦ se los gasta¡±. Era fake news. La guerra sin cuartel. Y, como refuerzo, salt¨® al cuadril¨¢tero la eurodiputada conservadora alemana Monika Hohlmeier y en una entrevista con Abc lanz¨® adem¨¢s al aire el globo sonda de la corrupci¨®n: ¡°Iremos a Espa?a porque su Gobierno no nos dice d¨®nde est¨¢n los fondos¡±.
Hohlmeier es pata negra de la pol¨ªtica europea. Hija del que fue presidente de Baviera y ministro federal, el l¨ªder de la conservadora CSU Franz Josef Strauss, preside la comisi¨®n de control presupuestario del Parlamento Europeo, muy temida, pero en esta ocasi¨®n marginada de la fiscalizaci¨®n del Mecanismo. De ella dijo el semanario alem¨¢n Der Spiegel en 2003: ¡°Se jug¨® su herencia, era torpe, descontrolada y ¨¢vida de poder¡±. Cordial enemiga de la tambi¨¦n alemana Von der Leyen en las partidas simult¨¢neas por el poder en Bruselas (en la que Hohlmeier juega a favor del b¨¢varo Manfred Weber como pr¨®ximo presidente de la Comisi¨®n), no tiene ning¨²n control sobre el despliegue del Plan. Sin embargo, jaleada por la derecha, se empecin¨® en que Espa?a no lo estaba haciendo bien. Y se transmut¨® en mujer de negro. Pretend¨ªa dar una patada en el culo de Ursula von der Leyen a trav¨¦s de Espa?a. Se pele¨® epistolarmente con Mar¨ªa Jes¨²s Montero y Calvi?o, para excitaci¨®n de la prensa conservadora. Despu¨¦s aterriz¨® en Madrid el 20 de febrero. Habl¨® durante tres d¨ªas con las ministras y ministros; los consejeros y las consejeras; los consultores, empresarios y periodistas. Y no encontr¨® nada de nada. As¨ª lo confirm¨® al final de su visita de inspecci¨®n: ¡°No se ven indicios de fraude o infracci¨®n¡±. Sin embargo, a preguntas de este periodista, volvi¨® a las andadas: ¡°Seguimos sin saber d¨®nde est¨¢ el dinero¡±.
El dinero est¨¢. Han llegado a d¨ªa de hoy a Espa?a 37.030 millones de euros. Mediante transferencias de la Comisi¨®n Europea a una cuenta numerada del Banco de Espa?a a nombre del Tesoro. Sin embargo, ya desde diciembre de 2020, el Gobierno hab¨ªa incluido en los Presupuestos Generales del Estado de 2021, 2022 y 2023 los 77.000 millones prometidos por Europa para adelantar la ejecuci¨®n de las inversiones y reformas a los tres primeros a?os. Seg¨²n Calvi?o, ¡°ya se han resuelto convocatorias de ayudas y licitaciones de fondos por m¨¢s de 23.500 millones de euros, que financian casi 300.000 proyectos. Un 55% de los beneficiarios son empresas y centros de investigaci¨®n¡±.
El dinero est¨¢. Y se controla con enfermiza minuciosidad comunitaria. Quiz¨¢ por ello su despliegue se realiza a una velocidad menor de la prevista. Y es complicado saber cu¨¢ndo llega ¡°al bolsillo de la gente¡±, dado el complejo funcionamiento de la contabilidad nacional que contempla en los desembolsos las fases de ¡°autorizado, comprometido, obligado y pagado¡±. En cualquier caso, es dinero que est¨¢ comprometido por el Estado con sus destinatarios finales. Y esa es la clave para poner en marcha un proyecto. Sin embargo, seg¨²n un alto cargo socialista, ¡°llevamos un decalaje de seis meses¡±. Para otra miembro de la Administraci¨®n, ¡°el efectivo pagado es menor del deseado, pero es que a las normas de control de la UE hay que sumar las espa?olas. Pero desde Bruselas nos siguen enviando el dinero, luego no lo estaremos haciendo tan mal¡±.
El Pa¨ªs Semanal ha visitado durante meses proyectos financiados por el Plan de Recuperaci¨®n en Espa?a, de Tenerife a Teruel y de Sevilla a Barcelona, pasando por Albacete y Madrid. Sus beneficiarios relatan que no ha sido sencillo obtener el dinero; que las convocatorias son complicadas, y la Administraci¨®n, una jungla en la que es dif¨ªcil adentrarse sin asesoramiento, tes¨®n y paciencia. Pero lo han conseguido. Quedan por llegar miles de millones. Y el resto es pol¨ªtica.
Expansi¨®n del deporte femenino
F¨²tbol tinerfe?o con nombre de mujer
Mar¨ªa Jos¨¦, Paola, Gisela, Silvia, Sandra, Pisco, Charo y el resto de las jugadoras del UDG Tenerife Egatesa son profesionales de la Primera Divisi¨®n Femenina de f¨²tbol, pero cobran menos que cualquier hombre de Segunda. Llevan 10 temporadas en la categor¨ªa m¨¢xima; han conseguido permanecer en la mitad de la tabla a base de coraje; se baten cada fin de semana con el Barcelona, el Real Madrid y los otros grandes, pero no tienen estadio propio ni a veces agua caliente ni luz en su vestuario. Juegan de prestado en el campo municipal de La Palmera, en la localidad tinerfe?a de Granadilla de Abona, que carece de hierba natural, un lugar digno para cambiarse, enfermer¨ªa, gimnasio o un espacio para ser tratadas con intimidad por su fisio. La imagen del conjunto de las instalaciones por el que tienen que estar constantemente agradecidas es lamentable.
Algo que contrasta con su entusiasmo y energ¨ªa mientras entrenan ataviadas con el uniforme granate y rosa y retumban sobre una vieja moqueta polvorienta que finge ser c¨¦sped sus gritos, regates y balonazos. Desde que ascendieron a Primera en 2015, se encuentran al borde del precipicio al no poder continuar usando este campo por desacuerdos con el Ayuntamiento, algo sobre lo que este desv¨ªa su responsabilidad al Gobierno de Canarias. El golpe de fortuna lleg¨® el a?o pasado, cuando el club recibi¨® 1.327.072 euros de los fondos del Plan de Recuperaci¨®n a trav¨¦s del Consejo Superior de Deportes (CSD). Eran cerca del 10% de los 16 millones de Bruselas que el Gobierno ha dedicado al f¨²tbol femenino de un total de 300 millones del Mecanismo destinados al deporte espa?ol. El presidente del CSD, Jos¨¦ Manuel Franco, explica que Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs que ha incluido el fomento del deporte femenino entre los fines de los fondos europeos. ¡°Nuestra idea es relanzarlo (con el f¨²tbol como locomotora) transfiriendo a las comunidades ese dinero para que construyan unas instalaciones tan dignas como las masculinas. Y as¨ª atraigan las audiencias y los ingresos de taquilla y de las transmisiones. El f¨²tbol femenino va a ser un gran negocio (esta es su primera temporada como Liga Profesional), pero hay que conseguir que sus jugadoras tengan un convenio justo y cobren un salario como los hombres. Y cuenten con instalaciones decentes. Algo que muchas veces no pasa¡±.
Siempre al lado de las chicas del UDG est¨¢ Sergio Batista, su presidente, un abogado apasionado del f¨²tbol que ha tirado del carro en los peores momentos. ¡°Con el deporte femenino, a la gente se le llena la boca, pero la realidad est¨¢ muy lejos¡±, explica. ¡°Yo he tenido que aguantar aqu¨ª demasiado machismo: como si las mujeres quisieran quitarles el sitio a los hombres. Pero en EE UU, el f¨²tbol femenino ya arrasa frente al masculino¡±.
Con sus 1.327.072 euros, el equipo de Granadilla tiene que ¡°acometer las mejoras estructurales necesarias para la competici¨®n, con unos est¨¢ndares de calidad, igualdad y sostenibilidad¡±. Algo que el Ayuntamiento de la localidad no est¨¢ poniendo f¨¢cil. Si no consiguen el permiso del Consistorio, tendr¨¢n que devolver el dinero. Como en otros sectores, una cosa es Bruselas y otra la complicidad de la Administraci¨®n. Y no siempre reman en la misma direcci¨®n. Mientras, Mar¨ªa Jos¨¦, Paola, Gisela, Silvia, Sandra, Pisco, Charo y el resto de las chicas no pierden el valor ni la sonrisa.
Veh¨ªculo el¨¦ctrico y conectado
De Sevilla al espacio
?ngeles Mart¨ªn Prats es f¨ªsica y doctora en Ingenier¨ªa El¨¦ctrica, pero su pasi¨®n es el espacio. En 2011 cre¨® contra viento y marea Skylife, una start-up de alta tecnolog¨ªa que hoy cuenta con 75 trabajadores (la mayor¨ªa j¨®venes ingenieros que no quer¨ªan abandonar Espa?a), dedicada a la electr¨®nica de potencia, la avi¨®nica y los sistemas electr¨®nicos de aplicaci¨®n aeron¨¢utica. Entre sus clientes est¨¢ Airbus.
El a?o pasado recibi¨® 788.000 euros dentro de la convocatoria del Perte del veh¨ªculo el¨¦ctrico y conectado (financiado por el Plan de Recuperaci¨®n con 4.300 millones de euros) por su participaci¨®n en el dise?o y desarrollo de un nuevo sistema de recarga ultrarr¨¢pida para veh¨ªculos el¨¦ctricos, que dispondr¨¢ de estaciones modulares basadas en criterios de sostenibilidad. ¡°Hay en Espa?a solo el 3% de los cargadores que se necesitar¨¢n en 2030¡å, explica.
¡°Tenemos que llegar a 100.000 puntos de recarga para cumplir los hitos que contra¨ªdos con la UE. Y los cargadores actuales tienen la cuarta parte de potencia que el que hemos desarrollado para este proyecto que compartimos con la catalana Wallbox Chargers. El nuestro tiene m¨¢s potencia que los anteriores, por la tecnolog¨ªa avanzada que hemos desarrollado, que es la que incorporan los aviones. Somos especialistas en miniaturizaci¨®n de equipos, y esa experiencia nos ha servido en este proyecto y tambi¨¦n para reducir su impacto sobre el medio ambiente, que es una de las claves. Lo que antes era una parada de una hora para hacer 350 kil¨®metros, con nuestra tecnolog¨ªa ser¨¢n 10 minutos. El tiempo de un caf¨¦¡±.
El poder de los chips
La innovaci¨®n se da cita en Barcelona
Europa apenas produce chips, esos min¨²sculos semiconductores sobre los que el mundo avanza hacia la transformaci¨®n digital: de los coches el¨¦ctricos y los dispositivos m¨®viles al internet de las cosas o la industria de defensa. Su monopolio lo comparten Taiw¨¢n, Corea del Sur, Jap¨®n y, en menor medida, Estados Unidos. Una peligrosa dependencia de la UE en un tiempo en que lucha por la autonom¨ªa es estrat¨¦gica. En septiembre de 2021, la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, promovi¨® la Ley Europea de Chips para ¡°crear un ecosistema de chips de vanguardia¡±. En esa l¨ªnea, la UE movilizar¨¢ 43.000 millones con el objetivo de fabricar en Europa el 20% de los chips mundiales. Para arrancar ese sue?o, ha sido clave la financiaci¨®n de los fondos del Plan de Recuperaci¨®n que el Gobierno espa?ol ha materializado en el Perte de microelectr¨®nica y semiconductores, un proyecto dotado de 12.250 millones que pretende arrastrar una cantidad muy superior de inversi¨®n privada. El Barcelona Supercomputing Center (BSC) es el coraz¨®n de ese gran proyecto.
Acceder al BSC, el centro puntero de la computaci¨®n en Espa?a y hogar del supercomputador MareNostrum, supone sumergirse en un perfecto modelo de colaboraci¨®n entre administraciones (est¨¢ financiado por el Ministerio de Ciencia, el Departamento de Econom¨ªa de la Generalitat y la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a) y tambi¨¦n en un templo de la investigaci¨®n. Su director, el ingeniero de telecomunicaci¨®n Mateo Valero, define esta instituci¨®n en dos vertientes ¡°como un centro de investigaci¨®n formado por m¨¢s de 500 cient¨ªficos y, por otro lado, como un centro de servicios de supercomputaci¨®n para la comunidad cient¨ªfica y acad¨¦mica¡±.
En torno al Plan de Recuperaci¨®n, el a?o pasado, el Gobierno de Espa?a y la supertecnol¨®gica estadounidense Intel (una de las mayores compa?¨ªas del mundo de circuitos integrados) firmaron un acuerdo para invertir hasta 400 millones de euros (la mitad a cargo de Intel) con el objetivo de poner en marcha un laboratorio conjunto con el BSC como eje. Se sumar¨¢n decenas de millones de euros procedentes del Plan para otros proyectos capitaneados por este centro barcelon¨¦s, desde el European Processor Initiative y el computador cu¨¢ntico Quantum Spain, que dirige la f¨ªsica Alba Cervera, hasta la medicina de vanguardia en el marco del Perte para la salud de vanguardia (dotado de 1.469 millones de euros), a trav¨¦s del cual se pretende compartir un mill¨®n de genomas con otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea (encabezado por el bi¨®logo Alfonso Valencia, director del departamento de Ciencias de la Vida); a la Unidad de Tecnolog¨ªas del Lenguaje (en espa?ol y catal¨¢n), encabezado por la ling¨¹ista Marta Villegas, en el marco del Perte de la nueva econom¨ªa de la lengua, que cuenta con 1.100 millones.
El BSC ya ha conseguido dise?ar un prototipo de chip bajo el c¨®digo de Iniciativa Lagarto, que puede ser el embri¨®n de un semiconductor espa?ol. Est¨¢ hecho, funciona y ha sido creado por un equipo al frente del cual est¨¢ el investigador Miquel Moret¨®. ¡°Son muchos proyectos y es mucha inversi¨®n¡±, analiza Mateo Valero. ¡°Pero tiene que ser sostenible. Porque, si inyectas mucho dinero y no lo empleas bien, cuando se acaba, se cae el andamio. Que los fondos no sean salida de caballo y parada de burro¡±.
La formaci¨®n profesional del futuro
Albacete abre caminos
El aula magna del Centro Integrado de Formaci¨®n Profesional Aguas Nuevas es una luminosa nave industrial donde un grupo de alumnas y alumnos destripan un reactor y varios helic¨®pteros. Truenan sobre sus cabezas los cazas Eurofighter de la vecina base a¨¦rea de Los Llanos. Albacete se ha convertido en un hub aeron¨¢utico gracias a esa veterana base a¨¦rea, la planta de helic¨®pteros Eurocopter, la maestranza a¨¦rea, el centro log¨ªstico de la compa?¨ªa Airbus, la escuela de pilotos de la OTAN y este instituto de FP que proporciona a sus estudiantes las m¨¢s altas cualificaciones a¨¦reas europeas en aeromec¨¢nica y avi¨®nica. El curr¨ªculo del centro se completa con la especializaci¨®n en innovaci¨®n agraria y, sobre todo, en energ¨ªas renovables. Sus graduados son solicitados por empresas de todo el mundo, especialmente en EE UU. Parte de la energ¨ªa que consume este instituto procede de un huerto solar creado por sus propios alumnos.
Juanjo Gonz¨¢lez Cifuentes, ingeniero industrial, es desde hace dos d¨¦cadas su apasionado director. ¡°Durante muchos a?os, la FP ha estado estigmatizada en Espa?a, pero en los pr¨®ximos a?os, el 82% de los puestos de trabajo de calidad que se van a crear en la UE son de formaci¨®n profesional. Con la actual ley, toda la formaci¨®n est¨¢ dualizada; cada programa est¨¢ acompa?ado por empresas, con las que trabajamos y que transfieren el conocimiento resultante a la sociedad. Nuestra obligaci¨®n es conectar la educaci¨®n con la realidad del mercado¡±. Este centro educativo, al que daba nombre un humilde poblado de colonos creado por Franco a seis kil¨®metros de la capital, naci¨® como una escuela de capataces. Hoy es el referente de la FP y ha realizado 150 proyectos de innovaci¨®n y transferencia del conocimiento que han contado con financiaci¨®n de la UE.
El Plan de Recuperaci¨®n ha asignado 2.076 millones de euros al Perte de impulso de la formaci¨®n profesional. La FP es uno de los pilares de las reformas e inversiones pactadas con Bruselas. En el Centro Aguas Nuevas, el proyecto m¨¢s innovador financiado por los fondos es el dise?o, construcci¨®n y ensayos de cuatro prototipos de avi¨®n no tripulado, operados por control remoto y propulsados por pila de hidr¨®geno, en colaboraci¨®n con el Instituto Illa dels Bagnols, de El Prat de Llobregat. Cada uno ha conseguido 80.000 euros. Uno de sus profesores, el ingeniero ?ngel Villalba, es el alma del experimento, en el que se afanan una docena de alumnos. ¡°Es un proyecto que re¨²ne todos los pilares de la UE: formaci¨®n, innovaci¨®n y transici¨®n ecol¨®gica. Espa?a puede ser un referente tecnol¨®gico en producci¨®n y aprovechamiento del hidr¨®geno renovable. Y este avi¨®n vuela¡±, dice Villalba.
Adem¨¢s, el Aguas Nuevas ha sido seleccionado para otros proyectos financiados por la Uni¨®n Europea, con los que conseguir¨¢ 200.000 euros m¨¢s para subvencionar desde el aprendizaje de sus alumnos a trav¨¦s de la realidad virtual (por el que ha recibido 120.000 euros a compartir con el Instituto Ana Luisa Ben¨ªtez, de Las Palmas) hasta la innovaci¨®n en la gesti¨®n de plantaci¨®n de ¨¢rboles frutales (con 122.000 euros de nuevo junto al citado instituto insular). Su director concluye: ¡°Todo lo que vemos que est¨¢ financiado por los fondos son a¨²n proyectos, pero abren un camino que en su d¨ªa transformar¨¢ la sociedad¡±.
Medicina de vanguardia
Los datos vencen a las enfermedades
Hasta el 80% de las personas que padecen el trastorno del espectro autista (TEA) no saben a qu¨¦ se debe su discapacidad. Hay medio mill¨®n en Espa?a. Ante ese vac¨ªo, la psiquiatra Mara Parellada cre¨® en 2008 el primer servicio de atenci¨®n integral del trastorno en el Hospital Gregorio Mara?¨®n, de Madrid. Un espacio digno donde los ni?os y sus familias pudieran ser atendidos de forma personalizada, desde la neurolog¨ªa a las pruebas anal¨ªticas y el apoyo telem¨¢tico, y que cuenta con 3.800 pacientes. ¡°El autismo no tiene cura¡±, explica Parellada, ¡°pero, si se detecta pronto, mejora la vida del que lo padece¡±.
Dentro del Perte para la salud de vanguardia dotado por el Plan de Recuperaci¨®n (que combina la medicina con la biolog¨ªa computacional), el equipo del Mara?¨®n coordina un proyecto de investigaci¨®n dotado con m¨¢s de tres millones de los fondos para consensuar las causas, el diagn¨®stico y el tratamiento del autismo en colaboraci¨®n con los hospitales Virgen de Arrixaca, de Murcia; Virgen del Roc¨ªo, de Sevilla; Cl¨ªnic, de Barcelona; Universitario de Navarra, Universitario de Santiago, el Instituto Carlos III y el de Investigaci¨®n Biom¨¦dica de Navarra. El programa reclutar¨¢ a 1.000 ni?os con ese trastorno en esas seis comunidades como una muestra que genere conocimiento trasladable a la pr¨¢ctica hospitalaria. ¡°Con ese dinero vamos a volcar la investigaci¨®n a una base de datos que le sea ¨²til al m¨¦dico para que encuentre la causa del autismo de forma m¨¢s f¨¢cil. Se trata de localizar m¨¢s casos, m¨¢s r¨¢pido e intervenir sin perder tiempo¡±.
Comunidades energ¨¦ticas
La autonom¨ªa de un pueblo
Para comprender qu¨¦ es la Espa?a vac¨ªa solo hay que trepar hasta el huerto solar de Luco de Jiloca, a una hora de Teruel; sentir el cierzo, mirar hacia el r¨ªo Jiloca, contemplar el puente romano y el viejo molino, y darse cuenta en esa inmensidad de que no hay nadie en kil¨®metros a la redonda. En Luco hay empadronadas 27 personas. La mitad que hace una d¨¦cada. Se vive del cerdo y el cereal. Su estrecha carretera est¨¢ desierta y muchas casas abandonadas o al borde de la ruina. Solo hay un ni?o. En el viejo bar del teleclub (que regenta una pareja de origen rumano) no entran m¨¢s de una decena de lugare?os al d¨ªa.
Tras vivir en Brasil durante 15 a?os, el ingeniero Carlos Ari?ez, natural del lugar, volvi¨® a esta tierra despu¨¦s de la pandemia con una idea en la cabeza: ¡°Crear una comunidad energ¨¦tica aupada por los fondos europeos, que fuera un motor del cambio y anclara a la gente a este territorio. Quer¨ªa que gener¨¢ramos electricidad fotovoltaica para nuestro consumo, incluso para tener un beneficio si hab¨ªa excedente, pero sobre todo lo veo como un generador de oportunidades; como un motor de cambio. Si la electricidad te sale gratis, es un incentivo para quedarte o para instalarte aqu¨ª con tu familia¡±.
Ari?ez, junto a Mar¨ªa Navarro y Carlos Mart¨ªn, se pusieron manos a la obra. Primero consiguieron dinero del Fondo de Desarrollo Regional de la UE. Y, m¨¢s tarde, 20.000 euros del Plan de Recuperaci¨®n, con los que ampliaron el n¨²mero de paneles solares, crearon un sistema de monitorizaci¨®n y software para saber la producci¨®n y el consumo de cada socio, e instalar¨¢n un centro de recarga para coches y bicicletas el¨¦ctricos. No fue una tarea f¨¢cil. ¡°Para conseguir los fondos hay que tener un m¨¢ster. Fuimos muy pesados; nos sab¨ªamos los trucos administrativos, pero nunca pensamos que el proceso iba a ser tan largo. Crear una comunidad energ¨¦tica puede llevar tres a?os de tramitaciones. Hay mucho desconocimiento en los ayuntamientos, lentitud y palos en las ruedas. Tardamos un a?o en conseguir un permiso de Industria. Y las limitaciones del plan urban¨ªstico son terribles. No hay un manual de instrucciones. Pero ahora ayudamos a otros pueblos que quieran seguir nuestro camino. Ya hay algunas comunidades energ¨¦ticas en Navarra y el Pa¨ªs Vasco; y tambi¨¦n podr¨ªan ser bloques de vecinos, pero est¨¢ todo por hacer. Ciento sesenta pueblos de Teruel podr¨ªan hacer lo que nosotros iniciamos; ahora es el momento y Europa te ayuda, pero presentarlo en tiempo y forma es complicado¡±, dice Ari?ez.
La comunidad energ¨¦tica de Luco es una cooperativa compuesta por 27 socios, 25 vecinos de la localidad, una empresa local y el vecino Ayuntamiento de Calamocha. Cada uno puso algo m¨¢s de 1.000 euros. Hoy cuenta con un huerto solar con 92 placas capaz de producir 65 kilovatios. Ari?ez dice que cada socio amortizar¨¢ su inversi¨®n en tres a?os. ¡°Esto es un grito de esperanza para provocar la tendencia inversa al vaciamiento y el abandono de Espa?a¡±.