China contra Trump, cap¨ªtulo 2
El gigante asi¨¢tico llega mejor preparado a una guerra comercial anunciada
China buscar¨¢ convertirse en 2025 en el rostro global de la revoluci¨®n verde: un gigante exportador de alta tecnolog¨ªa vinculada al coche el¨¦ctrico, las bater¨ªas, las turbinas e¨®licas y los paneles solares, la punta de lanza para seguir expandi¨¦ndose en otros sectores estrat¨¦gicos como los semiconductores, la inteligencia artificial, y las ciencias avanzadas. No lo tendr¨¢ f¨¢cil. Entre otras cosas, deber¨¢ sortear el muro de desconfianza comercial y geopol¨ªtica de Occidente. ...
China buscar¨¢ convertirse en 2025 en el rostro global de la revoluci¨®n verde: un gigante exportador de alta tecnolog¨ªa vinculada al coche el¨¦ctrico, las bater¨ªas, las turbinas e¨®licas y los paneles solares, la punta de lanza para seguir expandi¨¦ndose en otros sectores estrat¨¦gicos como los semiconductores, la inteligencia artificial, y las ciencias avanzadas. No lo tendr¨¢ f¨¢cil. Entre otras cosas, deber¨¢ sortear el muro de desconfianza comercial y geopol¨ªtica de Occidente. Se prev¨¦ un choque especialmente intenso con el Estados Unidos de Donald Trump.
El anterior mandato del magnate a¨²n escuece en Pek¨ªn: inici¨® una guerra comercial con el gigante asi¨¢tico en 2018, y arranc¨® la batalla tecnol¨®gica en nombre de la seguridad nacional contra compa?¨ªas como Huawei, que sali¨® magullada de aquel zarpazo. La tendencia mundial aislacionista de hoy bebe de esas fuentes. La batalla se ha recrudecido en la era de Joe Biden, con nuevas derivadas como la llamada ¡°guerra de los chips¡±. Se espera que a partir de enero prosigan estas contiendas; sus efectos se sentir¨¢n en todo el planeta.
China llega, en parte, mejor preparada, aseguran en Pek¨ªn. El presidente, Xi Jinping, ha logrado concentrar el poder como no lo ha hecho ninguno de sus predecesores inmediatos. Los dirigentes comunistas, alineados, repiten sus frases e ideas en cada iniciativa que adoptan. La c¨²pula de poder est¨¢ repleta de ingenieros y ejecutivos de empresas industriales a los que Xi reclam¨® ¡°esp¨ªritu de lucha¡± cuando fue reelegido como m¨¢ximo l¨ªder del Partido ¨²nico que rige el destino de 1.400 millones de personas. El pa¨ªs lleva adem¨¢s a?os reduciendo la dependencia exterior, desarrollando sus propias tecnolog¨ªas. Y ya ha dado muestras de que replicar¨¢ a los balazos comerciales de Occidente con sus armas: limitando las exportaciones de recursos cr¨ªticos; o con investigaciones a empresas de primer nivel, como el gigante de los microprocesadores Nvidia.
Su tal¨®n de Aquiles ser¨¢ una econom¨ªa interna en fase de ralentizaci¨®n, acosada por los fantasmas de la burbuja inmobiliaria, donde los consumidores no gastan y el paro juvenil se ha convertido en un problema de confianza en el sistema.
Mientras, se espera que trate de mostrar su cara m¨¢s amable hacia el llamado Sur Global y que busque un acercamiento hacia la Uni¨®n Europea: Pek¨ªn ve como una oportunidad la previsible brecha entre Bruselas y Washington y buscar¨¢ una profundizaci¨®n de las relaciones econ¨®micas. Frente a los aranceles que el bloque comunitario ha impuesto el coche el¨¦ctrico, la Rep¨²blica Popular ofrecer¨¢ f¨¢bricas sobre el terreno, como las que ya est¨¢n en marcha en Espa?a. El papel que China juegue en un eventual acuerdo de paz en Ucrania ser¨¢ una prueba de fuego para los l¨ªderes europeos m¨¢s esc¨¦pticos.
De fondo, habr¨¢ que estar atentos a cualquier chispazo en dos de las zonas m¨¢s vol¨¢tiles del planeta: Taiw¨¢n, la isla que China considera una parte inalienable de su territorio y a la que Estados Unidos presta apoyo militar; y el mar del Sur de China, donde el expansionismo de Pek¨ªn colisiona con vecinos como Filipinas, aliado de Washington. Cualquier roce en la zona podr¨ªa producir un movimiento s¨ªsmico de efectos impredecibles.