La cineasta Mar L¨®pez Zapata y la vida de prostitutas invisibilizadas: mayores, racializadas o trans
Mar L¨®pez Zapata creci¨® en Barcelona junto a su madre, psic¨®loga social y activista que trabaj¨® con prostitutas del Raval. Contar las vidas de seis de ellas en el documental ¡®Siemprevivas¡¯ es, desde hace a?os, la obsesi¨®n de esta cineasta
Abandonar proyectos comunes, dec¨ªa Alejandro Dumas, es una ofensa a la amistad. Mar L¨®pez Zapata tiene un proyecto, Siemprevivas, un documental de autor sobre la prostituci¨®n callejera en entornos como el barrio barcelon¨¦s del Raval, concebido hace seis a?os y aparcado una y otra vez por falta de tiempo y de recursos. Pero no quiere ni puede renunciar a ¨¦l, porque de lo que se trata es de contar la historia de sus amigas.
¡°Yo nac¨ª en Medell¨ªn¡±, explica, ¡°y mi madre, Diana Zapata, psic¨®loga social y activista, me trajo a Barcelona cuando ten¨ªa siete a?os. Ella empez¨® a trabajar muy pronto con colectivos de mujeres del Raval como LICIT [L¨ªnea de Investigaci¨®n y Cooperaci¨®n con las Inmigrantes Trabajadoras Sexuales]. Crec¨ª en contacto muy estrecho con las trabajadoras sexuales del barrio. Para m¨ª, eran las amigas de mi madre, mis t¨ªas o mis madrinas. Me he criado con sus hijas, he comido, cenado y acudido a manifestaciones con ellas. Sus historias personales forman parte de mi vida desde la infancia¡±.
Tras graduarse en Periodismo y cursar un m¨¢ster en Teor¨ªa y Pr¨¢ctica del Documental Creativo en la Universitat Aut¨°noma de Barcelona, L¨®pez Zapata particip¨® en el largometraje Lo que dir¨¢n (2017), mejor pel¨ªcula espa?ola en el festival de Gij¨®n de aquel a?o. Poco antes de que empezase la pandemia empez¨® a reunir a parte de su c¨ªrculo de ¡°madrinas¡± del Raval para proponerles que hiciesen un documental juntas, una ventana abierta a sus experiencias cotidianas en la que iban a poder expresar sin intermediarios.
Parte del material filmado ¡ª¡°m¨¢s de 90 horas de metraje¡±, seg¨²n aclara L¨®pez Zapata¡ª es de aquella ¨¦poca. Ella ha ejercido de directora e impulsora del proyecto, pero insiste en que se trata de una obra ¡°muy coral¡±, inspirada en gran medida por su madre y con un equipo creativo del que forman parte tambi¨¦n la guionista Elena G. Ruiz y el dise?ador gr¨¢fico Luka Cosculluela. Las protagonistas son seis trabajadoras sexuales mayores de 60 a?os: dos barcelonesas, Laura Vilar y Marga Carreras; una colombiana, Suli; una brasile?a, Ana Balbina; una venezolana, Vicenta Matos, y una paraguaya, Mar¨ªa Florinda. La pel¨ªcula tiene un hilo conductor narrativo: la vuelta al trabajo sexual de Vilar, la tieta Laura, tras una larga ausencia, dedicada a cuidar de su madre enferma.
Nos reunimos con parte del equipo de Siemprevivas en un restaurante a medio camino entre la Rambla del Raval y la calle d¡¯en Robador, pen¨²ltimo reducto de la prostituci¨®n callejera tal y como se ha ejercido siempre en el viejo barrio chino. Acuden a la cita L¨®pez Zapata, Vilar y Carreras. ¡°Cuando mi madre falleci¨®¡±, cuenta la tieta Laura, ¡°me encontr¨¦ con 65 a?os, triste, desorientada y, adem¨¢s, sin apenas ahorros, sin la pensi¨®n de ella y sin la ayuda social que me hab¨ªan asignado a m¨ª por cuidarla¡±. En esa encrucijada vital, opt¨® por volver al trabajo que hab¨ªa ejercido desde la adolescencia, tanto en la calle como en clubes de alterne de la zona alta de la ciudad: ¡°Encontr¨¦ una red de apoyo en mis compa?eras de oficio¡±, dice. ¡°Ellas me convencieron de que una mujer como yo pod¨ªa seguir resultando atractiva y conseguir clientes. Me ayudaron a dejar atr¨¢s mi escepticismo y mis miedos¡±. Marga, una mujer bien informada y con vocaci¨®n de portavoz colectiva, le explic¨® c¨®mo funcionan los servicios sexuales en la era de internet. Vicenta le record¨® que ser una mujer transexual (en el caso de Laura Vilar, una de las contadas pioneras que completaron su transici¨®n en la Espa?a del franquismo tard¨ªo, tras iniciar su tratamiento hormonal a los 15 a?os, con unas pastillas compradas ¡°en una de esas antiguas tiendas de gomas y lavajes¡±) en absoluto supone un obst¨¢culo para ganarse el pan como ¡°se?ora de la vida¡±. Mar¨ªa Florinda, la m¨¢s veterana de su red de apoyo, le confirm¨® que el deseo sexual tal vez se aten¨²a, pero no se pierde con la edad.
Siemprevivas es la cr¨®nica de esa vuelta al trabajo presentada como un proceso de reinvenci¨®n personal y un ¨¦xito colectivo. Para L¨®pez Zapata, se trata de ¡°mostrar de una manera desprejuiciada y emp¨¢tica a personas que forman parte de comunidades a las que con frecuencia se invisibiliza: mujeres mayores, mujeres trans y mujeres racializadas¡±. Ella las ha acompa?ado en un ejercicio de cine directo, con planos cercanos y pr¨®ximos, iluminaci¨®n natural y sonido sincr¨®nico, a menudo en vigorosos y pulcros planos secuencia.
Mar y su equipo se han dejado guiar por referentes contempor¨¢neos como La mami, de Laura Herrero Garv¨ªn, o Las muertes chiquitas, de Mireia Sallar¨¨s, adem¨¢s de por el cine con perspectiva de g¨¦nero de Chantal Akerman o por la visceral narrativa impregnada de realismo m¨¢gico de la argentina Camila Sosa Villada.
A su auto de audacia y observaci¨®n c¨®mplice le falta un ¨²ltimo pelda?o para estar completo: ¡°El pasado mes de junio, iniciamos una campa?a de crowdfunding cuyo objetivo era obtener los 5.000 euros que necesit¨¢bamos para completar el proceso de posproducci¨®n y montaje. Con el dinero obtenido, acabamos de contratar como montadora a la cineasta Marina Freixa, nominada a los Goya y los Gaud¨ª por el cortometraje Els buits [los vac¨ªos]¡±. En esta ¨²ltima fase est¨¢n colaborando tambi¨¦n con The New Flesh, productora vinculada a la escuela audiovisual La Casa del Cine.
Para Marga Carreras, la clave del proyecto es: ¡°La complicidad que existe entre nosotras y la relaci¨®n de plena confianza con Mar o Luka, que son familia. No podr¨ªamos haber hecho algo tan ¨ªntimo con otras personas¡±. Carreras es una profunda conocedora del Raval y ejerce de responsable del ?rea de Comunicaci¨®n de LICIT. El suyo es un discurso cordial y en¨¦rgico, beligerante cuando conviene. Denuncia ¡°el narcisismo y la misoginia¡± de algunos de los periodistas que la han entrevistado en el pasado, ¡°m¨¢s preocupados de dejar clara su opini¨®n sobre la prostituci¨®n que de escuchar la m¨ªa¡±. Tambi¨¦n se sinti¨® ¡°ignorada y menospreciada¡± cuando acudi¨® a la comisi¨®n especial sobre prostituci¨®n del Senado en compa?¨ªa de las antrop¨®logas Dolores Juliano e Isabel Holgado: ¡°Cuando dije que era trabajadora sexual, estuvieron a punto de no dejarme pasar, dijeron que ten¨ªan que consultarlo. Vamos a ver, ?est¨¢is decidiendo sobre mi futuro y el de mis compa?eras y yo no soy bienvenida? ?Ni siquiera os vais a tomar la molestia de escucharme?¡±.
Poco despu¨¦s, ya en la terraza de una bodega de la calle d¡¯en Robador, Diana Zapata se une a la conversaci¨®n. ¡°Siemprevivas es un proyecto colectivo dirigido por mi hija y al que yo he aportado mi experiencia, mis contactos personales y el fruto de 20 a?os de trabajo¡±, explica. ¡°Ahora acabo de presentar mi tesis doctoral, Mujeres de la vida o Vida de las mujeres [subtitulada Sistema de g¨¦nero colonial, estigma y trabajo sexual]. M¨¢s all¨¢ de las consideraciones intelectuales, creo que la historia de esas mujeres, de su trabajo y de la red de solidaridad y de apoyo que han construido entre todas es poderosa y merece ser contada¡±.