Jaume Plensa chilla contra la intolerancia
El artista barcelon¨¦s regresa al ¡®stand¡¯ de EL PA?S en la feria ARCOMadrid 17 a?os despu¨¦s con ¡®Entre sue?os V3.0¡ä, un monumental conjunto de esculturas en alabastro en torno al tema de la inmigraci¨®n
El primer cap¨ªtulo de esta historia se escribi¨® ¡ªse esculpi¨®¡ª en 2008. El segundo llega ahora. Diecisiete a?os despu¨¦s de su primera intervenci¨®n en el stand de EL PA?S en Arco, la Feria Internacional de Arte Contempor¨¢neo de Madrid, Jaume Plensa (Barcelona, 69 a?os) recuerda aquella experiencia con sincera satisfacci¨®n personal y asegura que es estrecha la relaci¨®n entre la obra que marca su vuelta a ese recinto...
El primer cap¨ªtulo de esta historia se escribi¨® ¡ªse esculpi¨®¡ª en 2008. El segundo llega ahora. Diecisiete a?os despu¨¦s de su primera intervenci¨®n en el stand de EL PA?S en Arco, la Feria Internacional de Arte Contempor¨¢neo de Madrid, Jaume Plensa (Barcelona, 69 a?os) recuerda aquella experiencia con sincera satisfacci¨®n personal y asegura que es estrecha la relaci¨®n entre la obra que marca su vuelta a ese recinto con la que all¨ª vivi¨® en 2008. Y, sobre todo, mientras deambula esta ma?ana entre las monumentales esculturas, los cachivaches del universo de la m¨¢quina herramienta, los portones met¨¢licos y los operarios soldando remaches sobre gigantescas cabezas en su inmenso taller-estudio de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), exhibe una abierta preocupaci¨®n ante el contexto en que se desarrolla este regreso, que no es otro que el de la inmigraci¨®n y su inagotable arsenal de drama y tragedia: ¡°Vivimos una ¨¦poca de grandes desplazamientos de seres humanos, de gente que no puede seguir en un sitio y ha de ir a otro, que busca un lugar mejor. Y dentro de todo eso est¨¢ ese mar que antes era el Mare Nostrum y que ahora se ha transformado en un cementerio enorme que se est¨¢ tragando tantas ilusiones, tantos sue?os¡¡±.
Este retorno del artista barcelon¨¦s se produce en forma de un conjunto de ocho cabezas en alabastro ¡ªsiete de ellas mujeres j¨®venes y una un joven var¨®n¡ª, todas ellas como siempre en Plensa con los ojos cerrados, una recostada sobre las manos de otra y algunas dispuestas sobre grandes bloques rectangulares con forma de t¨²mulo. Quien quiera buscar aqu¨ª met¨¢fora y simbolog¨ªa lo tendr¨¢ bien f¨¢cil. Su autor ha titulado este conjunto Entre sue?os V3.0, en referencia a Entre sue?os, la obra que present¨® en el mismo espacio hace 17 a?os, una cabeza de una inmigrante dominicana llamada Irma, de 2,35 metros, con las palabras ¡°hambre¡±, enfermedad¡± e ¡°insomnio¡± grabadas en su rostro y rodeada de 600 kilos de zapatos usados, en lo que Plensa denomin¨® entonces ¡°un homenaje a los extranjeros¡±. Pero, de manera m¨¢s gen¨¦rica, ese t¨ªtulo alude a la que es la tercera aproximaci¨®n del artista a un cierto tipo de obra: ¡°Una obra que, conceptualmente, naci¨® hace muchos a?os como consecuencia de mi enorme preocupaci¨®n e inquietud acerca de uno de los problemas m¨¢s graves y traum¨¢ticos que vive el mundo hoy: la destrucci¨®n y las migraciones¡±. Detr¨¢s de eso, s¨ª, el drama de los flujos migratorios en general, pero, m¨¢s concretamente, los dramas humanos en curso en lugares como Gaza, Congo, Ucrania, la frontera mexicana o el Mediterr¨¢neo. ¡°Y tantos y tantos lugares y comunidades destruidos irreflexivamente por nuestra arrogancia e instinto depredador¡±, insiste.
La cabeza de ese joven var¨®n rodeado de mujeres en la obra que presentar¨¢ en Arco es la primera gran cabeza masculina que ejecuta Jaume Plensa, perenne hacedor de efigies femeninas en alabastro y en m¨¢rmol, en madera y en bronce, en acero y en hierro, en aluminio y en resina, siempre con los ojos cerrados y muchas veces pidiendo silencio¡ ¡°He incluido por primera vez este rostro masculino porque, primero, me parece que tiene unas facciones bell¨ªsimas, y segundo, porque es un amigo m¨ªo que vive en Girona, que vino desde Ghana para buscar otra vida y que se llama Lamine¡±.
Junto a ¨¦l, el rostro callado de una ni?a hija de madre vietnamita y padre catal¨¢n. M¨¢s all¨¢, la cara ovalada de una bella muchacha dominicana de rasgos achinados. Y una chica valenciana, y otra de Arag¨®n, y otra, una belleza de rasgos cruzados, hija de padre catal¨¢n y madre japonesa. Una ONU de alabastro en nombre de la diversidad, el cruce y el mestizaje. El conjunto, es lo menos que puede decirse, no pasa inadvertido. No parece aventurado apostar a que ser¨¢ uno de los iconos visuales de la edici¨®n 44? de Arco (del 5 al 9 de marzo).
Estos siete rostros de rasgos occidentales, asi¨¢ticos, africanos o mezcla de todos ellos representan una variedad de razas y or¨ªgenes que simbolizan, a ojos de su creador, ese estado de transici¨®n del que Plensa asegura con gesto contrariado: ¡°No s¨¦ c¨®mo acabar¨¢¡±. Frente al panorama oscuro de tantos cad¨¢veres en el mar y en la tierra, de tanta intolerancia y de tanto profesional de la identidad mal entendida, el hecho de que sea un peri¨®dico el que le haya invitado a hacer saber su indignaci¨®n personal a trav¨¦s de una obra de creaci¨®n en una feria de arte le ilusiona especialmente: ¡°Un peri¨®dico es una base de trabajo extraordinaria para transmitir ideas y futuro. Y en este caso, un artista se convierte en mensajero, y yo creo que esa combinaci¨®n de arte y mensaje es importante. As¨ª que este proyecto me hace especial ilusi¨®n, porque creo que la prensa tiene un rol clave en la evoluci¨®n de las ideas en el mundo contempor¨¢neo¡±.
La cuesti¨®n de la injusticia consistente en que los instalados due?os de un c¨®modo presente no quieren que lleguen los aspirantes a instalarse, aun con un incierto futuro, no es nueva en la obra de Jaume Plensa, que sostiene que el mundo entero es hoy ¡°un kil¨®metro cero en el que ya no cabe aquello de las fronteras y las banderas¡±. En 2019 instal¨® en Nueva York, dentro de la exposici¨®n monumental Frieze Sculpture, una gran obra, Behind the Walls, una cabeza que se tapaba los ojos en la ¨¦poca en que un tal Donald Trump constru¨ªa un muro para separar M¨¦xico de Estados Unidos. Era una cabeza de ni?a de 7,5 metros de altura hecha de resina blanca. Situada en la entrada de The Channel Gardens, en la Quinta Avenida, esta obra invitaba a los visitantes a reflexionar sobre la ceguera autoimpuesta y la necesidad de enfrentar la realidad.
Para Plensa, aquella pieza constitu¨ªa una representaci¨®n directa de c¨®mo a menudo el ser humano se cierra al mundo que lo rodea para sentirse m¨¢s c¨®modo. ¡°F¨ªjate en la evoluci¨®n de las cosas, que este se?or haya vuelto a la presidencia de Estados Unidos, con millones de votos, con cantidad de gente por todo el mundo a favor de ¨¦l¡ Es decir, que el mundo evoluciona hacia situaciones muy intransigentes, y yo creo que el arte tendr¨ªa que intentar introducir, no s¨¦, una cierta ternura y la visi¨®n de un futuro que abrace al ser humano. Ostras, yo creo que todo el mundo es emigrante en alg¨²n momento de su vida, todos venimos de otros sitios, de m¨¢s cerca o de m¨¢s lejos¡±. Y el autor de Entre sue?os V3.0 concluye con una frase que se parece a una profesi¨®n de fe: ¡°El 80% de mi obra est¨¢ en pa¨ªses que no son este, as¨ª que yo ser¨ªa un verdadero desagradecido si pensara que el que viene aqu¨ª para buscar una vida nueva no se lo mereciera¡±.
Y por supuesto, el artista no cejar¨¢ en el empe?o de quejarse amargamente ante lo que est¨¢ pasando. Por un lado, sigue adelante con la producci¨®n de sus c¨¦lebres esculturas-signo, esas cabezas y esos torsos poblados de letras procedentes de diferentes abecedarios universales, en lo que supone otra reivindicaci¨®n de mezcla y tolerancia. Adem¨¢s, en la pr¨®xima edici¨®n de la feria de arte Art Basel de Basilea, y dentro de la plataforma de exposici¨®n de proyectos especiales Unlimited, Plensa expondr¨¢ una serie de puertas sobre las cuales est¨¢n grabados los 30 art¨ªculos de la Declaraci¨®n Universal de Derechos Humanos. ¡°Yo estoy obsesionado con ese texto porque es bell¨ªsimo, aunque m¨¢s que una declaraci¨®n es un poema, porque en la pr¨¢ctica no aplicamos ni una coma de ¨¦l, todo se queda en un deseo de ser mejores. Esto se escribi¨® despu¨¦s de la II Guerra Mundial, cuando quer¨ªamos ser mejores y que no reprodujeran los desastres que se hab¨ªan producido, pero est¨¢ claro que el ser humano tropieza una y otra vez en la misma piedra¡±, sostiene.
No est¨¢ demasiado contento ni es demasiado optimista con el panorama actual de la pol¨ªtica, seg¨²n explica con cierta pesadumbre: ¡°Es un momento muy mediocre en la pol¨ªtica internacional. Algunos dicen: ¡®Tenemos lo que nos merecemos¡¯. Pues yo no estoy seguro de eso. Lo que pasa es que se buscan soluciones facilonas a los problemas, hay gente que no quiere pensar y entonces se apunta a tonter¨ªas y a cosas muy banales. Esto es peligroso. A veces pienso que es una suerte ser artista, porque as¨ª no necesitas un psiquiatra. La realidad paralela que t¨² puedes crear como artista a menudo define mejor lo que est¨¢ pasando que la realidad misma. No hay m¨¢s que ver los grabados de Goya o las pinturas de El Bosco: mira c¨®mo retrataban el drama y c¨®mo acertaban, mucho m¨¢s que cualquier pintura realista¡±. El autor de la obra que protagonizar¨¢ el stand de EL PA?S en Arco se incluye, pues, en ese escrutar lo que ocurre en el mundo, pero no desde la actualidad cotidiana y el d¨ªa a d¨ªa ¡ª¡±para eso est¨¢is los periodistas¡±¡ª sino desde otro ¨¢ngulo, m¨¢s apartado y m¨¢s sereno.
Una de las cuestiones que m¨¢s obsesiona a Jaume Plensa en lo que tiene que ver con su obra desde un punto de vista t¨¦cnico es el problema de la escala, algo que parece de caj¨®n si de ¨¢mbitos escult¨®ricos y arquitect¨®nicos estamos hablando, pero que para nada, vistas algunas esculturas y vistos algunos edificios construidos con vocaci¨®n de esculturas (y cuyo sentido de la funcionalidad es una broma). Entre la exposici¨®n de obras en una galer¨ªa o en un museo y la que tiene lugar en un gran espacio p¨²blico ¡ªlos dos ejercicios m¨¢s habituales en su trayectoria¡ª, ?d¨®nde se sit¨²a la exposici¨®n de una obra en un stand de una feria, un espacio por antonomasia cerrado y a menudo, m¨¢s que limitado, limitante? ¡°Un stand, como espacio, tiene su personalidad propia. Me acuerdo de que, siendo bastante joven, hice uno en la FIAC de Par¨ªs [Foire Internationale d¡¯Art Contemporain, sustituida en 2022 por Art Basel Paris] con un galerista con el que yo trabaj¨¦ muchos a?os. En aquella ocasi¨®n, el stand era una sola escultura, y fue un shock. Me nombraron Caballero de las Artes y las Letras de Francia por aquel stand, como artista revelaci¨®n¡±. De hecho, y en referencia a su regreso a Arco, considera la idea de una feria de arte como ¡°un lugar p¨²blico, un punto de encuentro con un impacto enorme¡±.
En cuanto a la opci¨®n del alabastro escogida esta vez dentro de la inacabable gama de materiales que suele emplear, Jaume Plensa argumenta as¨ª su elecci¨®n, que enlaza directamente con el argumento de la obra: ¡°El alabastro representa muy bien al ser humano porque tiene esta fragilidad que hace que parezca que no est¨¢ acabado de construir del todo, como la vida de las personas, ?no?, que parece que siempre se est¨¢ construyendo. Pero a la vez tiene una luz interior, y esto yo lo he sostenido muchas veces, incluso en el peor de los casos el ser humano puede iluminar la vida. Esto es algo a tener en cuenta cada vez que alguien repudia una comunidad, una sociedad o una cultura. Estas fronteras que marcamos, estas puertas que cerramos permanentemente¡¡±.
?l trae el alabastro de Arag¨®n. ¡°All¨ª tienen el mejor del mundo, viene exactamente de la zona de Pina de Ebro, donde apenas llueve. Es que el alabastro, si se moja, se deshace, se convierte en una especie de escayola, as¨ª que hay que ir a buscarlo a zonas donde no llueva¡±. En la medida de lo posible, y salvo excepciones como un m¨¢rmol de Vietnam pr¨¢cticamente sin veta que le tiene fascinado, Plensa intenta buscar sus materiales en lugares cercanos. Por eso el alabastro que m¨¢s le gusta viene de Arag¨®n y el m¨¢rmol que m¨¢s le gusta viene de Macael (Almer¨ªa). ¡°Me gusta mucho m¨¢s que el de Carrara, porque es m¨¢s cristalino pero tambi¨¦n m¨¢s resistente¡±, a?ade.
Las siete cabezas del conjunto, refinadas, silenciosas y longil¨ªneas como siempre en su obra, surgen de entre la piedra informe. Su autor deja la base as¨ª, en estado bruto, para que se aprecie el contraste brutal entre el material virgen y el resultado final. ¡°Intento aprovechar en la piedra tambi¨¦n su piel¡±, susurra junto a una de sus hijas, ¡°porque la piel es la que tiene el registro exterior, y luego tiene un alma dentro, que es lo que genera la belleza. Es una combinaci¨®n contradictoria de lo brusco con lo refinado. La gente que trabaja el alabastro suele descartar todo esto y se queda solo con el coraz¨®n de la piedra. Pero a m¨ª me parece que lo dem¨¢s, esa piel, esa brusquedad, es una maravilla¡±. El resultado final es el producto de un sofisticado proceso creativo donde se entremezclan idea, espiritualidad, materia y tecnolog¨ªa. Jaume Plensa escanea las cabezas de sus modelos y el resultado obtenido es una malla en 3D que el artista barcelon¨¦s posteriormente manipula hasta dar con los vol¨²menes y las formas deseados. Utiliza modelos reales que encuentra por la calle o a trav¨¦s de conocidos, modelos con nombres y apellidos que prefiere preservar. ¡°Es fundamental respetar tal cual el rostro de la modelo. Yo a eso lo llamo la m¨¢quina de la verdad. Pero lo cierto es que esa persona, una vez transformada en obra, ya no existe, ya es otra¡±, explica.
Esta preparaci¨®n, traslado e instalaci¨®n de Entre sue?os V3.0 le pilla a Jaume Plensa inmerso en medio de una hiperactiva agenda de exposiciones nacionales e internacionales. Por un lado, ha vuelto por partida doble a la localidad francesa de Valence, donde ya expuso hace 30 a?os, con una muestra en el museo de la ciudad (?tre l¨¤, ¡°estar ah¨ª¡±, hasta el 4 de mayo) y con una obra p¨²blica de cuatro metros de altura en acero inoxidable, Le messager (el mensajero) en la plaza des Ormeaux, delante del museo. En Madrid contin¨²a abierta (Espacio Fundaci¨®n Telef¨®nica, hasta el 4 de mayo) la exposici¨®n Materia interior, un conjunto de 15 obras que supone un recorrido por su quehacer creativo de los ¨²ltimos 30 a?os. El pasado d¨ªa 19 la galer¨ªa Senda, de Barcelona, abri¨® sus puertas a la exposici¨®n Murmuri (murmullo), un conjunto de obras en alabastro, bronce, cristal de Murano, hierro y papel. Y tambi¨¦n acaba de exponer entre los arcos g¨®ticos de La Lonja de Palma de Mallorca su instalaci¨®n Mirall, compuesta de dos grandes estructuras met¨¢licas en forma de cabeza tituladas Invisible Laura e Invisible Rui Rui.
Toda esa tropa de cabezas, mallas, bloques de piedra, estructuras met¨¢licas y moldes gigantes que conformar¨¢n todas esas obras de arte desperdigadas por medio mundo convive entre chispas, soldaduras y operarios de buzo azul en el taller-estudio de Jaume Plensa en Sant Feliu. Es lo que podr¨ªa denominarse un arte previo, o bien lo que ser¨¢ arte sin a¨²n serlo. Todo ello da pie a esta reflexi¨®n acerca de la convivencia entre lo creativo y lo industrial, indispensable en su obra: ¡°Al artista se lo llama creador, vale, de acuerdo, pero ese creador no existir¨ªa sin este entorno de artesanos y t¨¦cnicos, un entorno casi industrial. Los escultores siempre estamos rodeados de gente, y la colaboraci¨®n con ellos es fundamental, la escultura es algo muy coral. Tenemos un pie en la poes¨ªa y un pie en la industria, y vivimos en una estrecha relaci¨®n con la materia; yo me he pasado a?os en las fundiciones. Por eso precisamente dibujo, porque en el dibujo s¨ª que puedes aislarte, el proceso es directo de tu cabeza a la mano, y esto es muy necesario, tambi¨¦n¡±.
Poes¨ªa e industria, arte y tolerancia. Y una pizca de denuncia cabreada en el borde del vaso. No es mal c¨®ctel para una feria.