Respuestas ya, no comisiones eternas
No nos podemos permitir el lujo de la espera en el pacto pol¨ªtico con las previsiones de deterioro socioecon¨®mico y con las necesidades de la ciudadan¨ªa
De momento ya se ha perdido una semana, la que hoy concluye; est¨¢ por verse qu¨¦ se avanzar¨¢ en la pr¨®xima. El mi¨¦rcoles se reunir¨¢ la Diputaci¨®n Permanente de las Cortes Valencianas para consensuar la creaci¨®n de una comisi¨®n y definir un plan de trabajo. Se trata de desarrollar ese ¡°gran pacto por la reconstrucci¨®n¡± tras la covid-19 al que se han sumado todos los partidos valencianos con representaci¨®n parlamentaria. La voluntad pol¨ªtica es invitar a participar e...
De momento ya se ha perdido una semana, la que hoy concluye; est¨¢ por verse qu¨¦ se avanzar¨¢ en la pr¨®xima. El mi¨¦rcoles se reunir¨¢ la Diputaci¨®n Permanente de las Cortes Valencianas para consensuar la creaci¨®n de una comisi¨®n y definir un plan de trabajo. Se trata de desarrollar ese ¡°gran pacto por la reconstrucci¨®n¡± tras la covid-19 al que se han sumado todos los partidos valencianos con representaci¨®n parlamentaria. La voluntad pol¨ªtica es invitar a participar en las tareas de desescombro econ¨®mico y social a ese amplio y a veces difuso universo que se aglutina bajo el ep¨ªgrafe de ¡°sociedad civil¡±.
Dado que el presidente del Consell, Ximo Puig, pronostic¨® en rueda de prensa que las secuelas de la pandemia marcar¨¢n el devenir de la d¨¦cada reci¨¦n estrenada, se lo han tomado con tranquilidad. Para qu¨¦ apurarse si hay tiempo por delante. Bailemos al ritmo del comp¨¢s de espera.
Hace m¨¢s a?os de los que me gusta recordar, all¨¢ por los ochenta, caus¨® furor una sitcom brit¨¢nica producida por la BBC y titulada S¨ª, Ministro. A¨²n recuerdo las carcajadas que nos ech¨¢bamos al escuchar los ir¨®nicos, c¨¢usticos, di¨¢logos de sus personajes. En uno de los episodios, el protagonista, un ministro del Reino Unido, preside angustiado una reuni¨®n de su gabinete por un trivial problema que se ha convertido en grave al ser recogido en los titulares matinales de los tabloides brit¨¢nicos. ?Qu¨¦ tiempos aquellos! Tras mucho dar vueltas al asunto, su principal asesor y secretario privado da con la soluci¨®n: ¡°?Creemos una comisi¨®n!¡±. Todos respiran satisfechos. Los guionistas de la serie se inspiraron, quiz¨¢s, en una reflexi¨®n que tan pronto se adjudica a Napole¨®n como a otras conocidas figuras de la historia: ¡°Si quieres solucionar un problema, nombra a un responsable; si quieres eternizarlo y ganar tiempo, crea una comisi¨®n¡±.
Y en esas andamos. ?Ser¨¢ ¨²til la Comisi¨®n delegada del Parlamento valenciano? No lo sabemos y, lo peor, no nos podemos permitir el lujo de la espera. No con las previsiones de deterioro socioecon¨®mico que se est¨¢n dando a conocer desde hace semanas. El mismo Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE) al que el presidente Puig ha encargado un informe de situaci¨®n que facilite arrancar los trabajos de la Comisi¨®n, ya avanz¨® en un documento fechado el pasado 31 de marzo que ¡°si la epidemia se controla pronto y la econom¨ªa vuelve a una normalidad relativa en el plazo de un mes, el PIB de la Comunitat Valenciana se contraer¨ªa entre el 3,2 y el 5,3 por cien¡En cuanto a los efectos sobre el empleo, el informe calcula una ca¨ªda del mismo entre el 3,7 y el 5,4 por cien, ligeramente por encima de la media de Espa?a¡±. Y sigue: ¡°Si desgraciadamente la ca¨ªda de la actividad se prolongara dos meses, el PIB anual de la econom¨ªa valenciana tendr¨ªa una tasa de crecimiento negativa en 2020 del -4,8 y -9 por cien en el escenario base y adverso, respectivamente¡±.
Tras mes y medio largo de confinamiento y paralizaci¨®n de buena parte de los sectores productivos, estamos en la orilla del peor escenario barajado por el IVIE. Adem¨¢s, antes de la pandemia, al cierre de 2019, la Comunidad Valenciana acumulaba una deuda p¨²blica de 48.433 millones de euros -la segunda autonom¨ªa m¨¢s endeudada en t¨¦rminos absolutos- y su d¨¦ficit se acercaba a los 2.000 millones de euros. Ahora hay que sumar el gasto p¨²blico generado por la plaga y la duda sobre c¨®mo va a responder el Gobierno de Espa?a a las reclamaciones econ¨®micas lanzadas desde la autonom¨ªa. Los sucesivos inquilinos de la Moncloa alimentan el resuello federalista de Ximo Puig, que crece al socaire de un poder central solo sensible de boquilla y palmadita en la espalda ante las perennes urgencias valencianas.
Seguimos sin un nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica -falt¨® voluntad pol¨ªtica para afrontarlo y se cre¨® una comisi¨®n que no ha avanzado nada en el ¨²ltimo lustro: ?les suena?- y, de momento, el ¨²nico b¨¢lsamo es el anuncio realizado ayer por el presidente Pedro S¨¢nchez de habilitar para las autonom¨ªas un fondo no reembolsable de 16.000 millones de euros para la reconstrucci¨®n tras la crisis. En el caso valenciano permitir¨¢, entre otros cap¨ªtulos, enjuagar el gasto derivado de levantar tres hospitales de campa?a, rehabilitar un pabell¨®n del antiguo hospital La Fe, y fletar m¨¢s de una decena de aviones desde China con toneladas de material sanitario. El oto?o est¨¢ a la vuelta del calendario y, si el coronavirus decide darse otro garbeo por aqu¨ª, mejor que nos pille preparados y no como hace dos meses.
Tras las fr¨ªas cifras porcentuales se agazapan la incertidumbre y la aprensi¨®n de miles de valencianos que se ven asaltados por necesidades perentorias que no entienden de tiempos pol¨ªticos, como dar de comer a los suyos, poder mantener el techo bajo el que se cobijan y mantener la dignidad asociada a un puesto de trabajo remunerado. Que nadie les hable a ellos de comisiones que se dilatan en el tiempo. Necesitan respuestas y las necesitan ya.