Abascal sue?a con ser Pablo Iglesias
El l¨ªder de Vox centra sus ataques en el vicepresidente y deja que Casado se bata con S¨¢nchez
Al d¨ªa siguiente de que Vox sacara a miles de automovilistas a la calle pidiendo la dimisi¨®n del Gobierno, el tuit fijado por Santiago Abascal, el primero que encontraba este domingo el cibernauta al entrar en su cuenta de Twitter, no trataba del ¨¦xito de la primera gran movilizaci¨®n bajo el estado de alarma.
¡°El vicepresidente del gobierno Pablo Iglesias, ¨¦mulo de los criminales golpistas Pasionaria y Largo Caballero, dirigi¨¦ndose con...
Al d¨ªa siguiente de que Vox sacara a miles de automovilistas a la calle pidiendo la dimisi¨®n del Gobierno, el tuit fijado por Santiago Abascal, el primero que encontraba este domingo el cibernauta al entrar en su cuenta de Twitter, no trataba del ¨¦xito de la primera gran movilizaci¨®n bajo el estado de alarma.
¡°El vicepresidente del gobierno Pablo Iglesias, ¨¦mulo de los criminales golpistas Pasionaria y Largo Caballero, dirigi¨¦ndose con odio incontrolado a una mujer y apelando a la guerra civil desde la tribuna del Congreso, totalmente enloquecido e inhabilitado para la pol¨ªtica¡±, dec¨ªa el texto del presidente de Vox. Alud¨ªa a la r¨¦plica que Iglesias dio el 29 de abril a la diputada de su grupo Mar¨ªa de la Cabeza Ruiz, en la que tachaba de ¡°inmundicia¡± lo que el partido ultra representa.
La indignaci¨®n de Abascal puede achacarse a una reacci¨®n airada y caballerosa ante el ataque a una de sus parlamentarias. O a una estrategia bien calculada.
En los casi nueve minutos que dur¨® su alocuci¨®n a los participantes en las caravanas del s¨¢bado, Abascal no hizo ninguna alusi¨®n personal a Pedro S¨¢nchez, pero s¨ª a Iglesias, al que defini¨® como un "nuevo comunista de coleta larga y entendimiento corto¡±. En el ¨²ltimo debate en el Congreso, arremeti¨® contra ambos, pero lanz¨® sus dardos m¨¢s envenenados contra el segundo, al que reproch¨® que su renta triplica la media del barrio de Salamanca, donde se iniciaron las caceroladas contra el Gobierno. Lo normal ser¨ªa que el l¨ªder del tercer partido pol¨ªtico de Espa?a buscara el cuerpo a cuerpo con el l¨ªder del primero, no con el del cuarto.
Los fundadores de Vox siguieron con admiraci¨®n y envidia el fulgurante ascenso de Podemos. En las elecciones europeas de 2014, pocos meses despu¨¦s de nacer, Vox no sac¨® ni un solo esca?o, mientras que Podemos fue la gran sorpresa, llev¨¢ndose cinco. Ambos ten¨ªan en com¨²n m¨¢s de lo que pueda parecer: se presentaban entonces como movimientos interclasistas y ajenos al eje derecha-izquierda y recog¨ªan la indignaci¨®n de la gente contra ¡°la casta¡±, en un caso, o la ¡°oligarqu¨ªa globalizadora¡± y la ¡°burocracia de Bruselas¡±, en otro. En distintos momentos, Vox ha ido asumiendo m¨¦todos usados por Podemos: desde el uso intensivo de las redes sociales, en contraposici¨®n a los medios de comunicaci¨®n convencionales, al se?alamiento de periodistas inc¨®modos o los escraches; aunque Abascal se desmarque de los que practican sus seguidores m¨¢s exaltados.
Elecci¨®n tras elecci¨®n, Podemos fue asumiendo que el sorpasso era inviable y que el camino m¨¢s corto a La Moncloa no pasaba por arrebatar al PSOE la hegemon¨ªa de la izquierda sino por complementarlo y pactar con ¨¦l.
Por su parte, hace tiempo que Vox ya no llama al PP ¡°la derechita cobarde¡±. Abascal mantiene una relaci¨®n cordial y fluida con Casado, seg¨²n fuentes de Vox, y entre ambos funciona un ¡°pacto de no agresi¨®n¡±. Incluso, como se vio la semana pasada en el Congreso, cierto reparto de papeles. En las pr¨®ximas campa?as gallegas y vascas, Abascal cargar¨¢ contra N¨²?ez Feijoo (a quien considera heredero de Rajoy), pero tratar¨¢ con guante de seda a Carlos Iturgaiz.
En una encuesta ap¨®crifa que circula entre fans de Abascal, el PP obtiene el 30% de los votos y Vox, el 20%. El desinflamiento de Ciudadanos permitir¨ªa a Casado crecer hacia el centro y eliminar¨ªa el obst¨¢culo que impidi¨® a Vox entrar en los gobiernos de Madrid, Andaluc¨ªa o Murcia. Las encuestas reales m¨¢s recientes sit¨²an la suma de ambos muy lejos del 50%, pero lo significativo es que, puesto a so?ar, Vox no sue?e con ganar sino con complementar al PP. Su mejor escenario imaginable es un Casado en el puesto de S¨¢nchez y un Abascal en el de Iglesias. Parece ficci¨®n, pero para que sea posible solo hace falta que los votantes de izquierda se queden en casa. Como pas¨® en 2000 y Aznar gan¨® por mayor¨ªa absoluta.