La nueva Directiva de Defensa Nacional incluye las pandemias, la desinformaci¨®n y el cambio clim¨¢tico
S¨¢nchez firma el documento clave para las Fuerzas Armadas que sustituye al de Rajoy de 2012
Las pandemias, la desinformaci¨®n y el cambio clim¨¢tico se incorporan por vez primera a la Directiva de Defensa Nacional (DDN), el documento que fija las grandes directrices de la pol¨ªtica de Defensa para los pr¨®ximos a?os. El texto, que ha sido firmado esta ma?ana en La Moncloa por el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, en presencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y de la c¨²pula militar, sustituye al de 2012, firmado por Mariano Rajoy.
La DDN 2020 subraya que...
Las pandemias, la desinformaci¨®n y el cambio clim¨¢tico se incorporan por vez primera a la Directiva de Defensa Nacional (DDN), el documento que fija las grandes directrices de la pol¨ªtica de Defensa para los pr¨®ximos a?os. El texto, que ha sido firmado esta ma?ana en La Moncloa por el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, en presencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y de la c¨²pula militar, sustituye al de 2012, firmado por Mariano Rajoy.
La DDN 2020 subraya que la crisis de la covid-19 o la nueva estrategia de la UE han dado ¡°un giro¡± a la percepci¨®n de la seguridad en Europa y la manera de gestionarla. Y ofrece un diagn¨®stico sombr¨ªo del panorama estrat¨¦gico, reconociendo que se ha producido ¡°una erosi¨®n notable del orden internacional y un protagonismo inusitado del recurso a la fuerza¡±. Tras constatar un ¡°retroceso del multilateralismo¡±, advierte: ¡°El cambio de la din¨¢mica de negociaci¨®n y acuerdo por otra de competici¨®n y confrontaci¨®n no se ha traducido todav¨ªa en conflictos armados de envergadura, pero se acerca esa posibilidad".
Aunque el texto, de 11 p¨¢ginas, no menciona en ning¨²n momento a Estados Unidos, cuyo liderazgo reconoc¨ªa la directiva de 2012, alude impl¨ªcitamente a la Administraci¨®n Trump cuando subraya, con preocupaci¨®n, ¡°el auge de los proteccionismos econ¨®micos y el repliegue de muchos pa¨ªses sobre s¨ª mismos¡±.
Advierte de que los riesgos a la seguridad nacional proceden tanto de actores estatales, ¡°entre los que existe una intensa competici¨®n estrat¨¦gica, como no estatales (terrorismo y crimen organizado), con una gran capilaridad [interrelaci¨®n] entre todos ellos, especialmente evidente en las acciones de desinformaci¨®n y las agresiones en el ciberespacio¡±.
¡°En ocasiones¡±, reconoce, ¡°como en el caso del cambio clim¨¢tico o incluso las pandemias, los desaf¨ªos no son consecuencia de un acto hostil ni deliberado, aunque supongan un reto de enorme envergadura¡±.
El documento, que desarrolla la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017, asegura que ¡°ya no hay problemas exclusivos de la Defensa, pero la Defensa forma parte de la soluci¨®n a cualquier problema de la Seguridad¡±.
El texto apuesta por mantener a Espa?a en el ¡°grupo de cabeza¡± de los pa¨ªses dispuestos a desarrollar la seguridad y defensa europeas, incluido el fortalecimiento de su base industrial y tecnol¨®gica, lo que servir¨¢ ¡°para complementar y reforzar las capacidades de la Alianza Atl¨¢ntica¡±, adem¨¢s de apostar por el liderazgo de la ONU en la resoluci¨®n de conflictos.
En relaci¨®n con la desinformaci¨®n, subraya que las llamadas estrategias h¨ªbridas suponen que ¡°el uso de la fuerza vaya acompa?ado de campa?as psicol¨®gicas, orientadas a desacreditar las acciones propias y a sembrar el desconcierto en la opini¨®n p¨²blica". "En el ciberespacio y en el entorno de la informaci¨®n¡±, a?ade, ¡°es habitual que algunos adversarios enmascaren su acci¨®n¡±, para no ser identificados y evitar una respuesta.
Como es habitual en este tipo de documentos, la directiva solo marca l¨ªneas generales y no compromete medidas concretas. No obstante, sigue apostando por una defensa cre¨ªble, como base de la disuasi¨®n, y un ¡°nivel razonable¡± de autonom¨ªa. Las Fuerzas Armadas no solo deben ser capaces de garantizar la defensa de los espacios de soberan¨ªa y de participar en misiones internacionales (bajo el paraguas de la ONU, la UE, la OTAN o coaliciones ad hoc), ¡°con especial atenci¨®n al entorno europeo cercano, al Mediterr¨¢neo, el Sahel Occidental y el Oc¨¦ano Atl¨¢ntico¡±. Tambi¨¦n deben estar preparadas para apoyar a las autoridades civiles, ¡°en la gesti¨®n de situaciones de crisis y emergencias¡±, con un enfoque integral del sistema de Seguridad Nacional, detalla el texto.
Frente a las amenazas h¨ªbridas, incluida la desinformaci¨®n, propugna la integraci¨®n de todos los recursos, civiles y militares, nacionales e internacionales, con el objetivo de ¡°mejorar la comunicaci¨®n estrat¨¦gica, incrementar la confianza en las instituciones y fomentar la resiliencia de la sociedad¡±. En este marco, aboga por reforzar las capacidades del servicio secreto CNI, mejorar la coordinaci¨®n de los servicios de inteligencia, la actuaci¨®n en el ciberespacio y ¡°la gesti¨®n responsable de la informaci¨®n p¨²blica¡±, un concepto este ¨²ltimo que no aclara.
Para afrontar las consecuencias del cambio clim¨¢tico, propone una integraci¨®n de las capacidades civiles y militares, como la Unidad Militar de Emergencias, ¡°en plena sinton¨ªa con los objetivos y principios de la Agenda 2030¡± de la ONU, que en Espa?a gestiona la vicepresidencia de Pablo Iglesias.
En las misiones internacionales no solo se subraya la necesidad de que los militares espa?oles muestren respeto y ¡°empat¨ªa¡± hacia la cultura local y la poblaci¨®n civil, prestando una asistencia ¡°que no pueda ser tachada de interesada¡±, sino que, en l¨ªnea con lo que ha venido defendiendo la ministra Robles, apuesta por una mayor implicaci¨®n de la mujer en la mediaci¨®n y resoluci¨®n de los conflictos. La directiva fija como prioridades del Ministerio de Defensa la mejora de la calidad de vida de los militares, incluida la conciliaci¨®n familiar, y ¡°la integraci¨®n plena y el incremento de la presencia de la mujer en la carrera militar¡±.
Para atender a todos estos retos, las Fuerzas Armadas deben ser capaces de sostener el despliegue permanente que en cada momento fije la Directiva de Pol¨ªtica de Defensa y de realizar, en caso necesario, un esfuerzo suplementario del 50% al menos durante un a?o. ¡°El desarrollo de estas directrices precisar¨¢ de la financiaci¨®n que resulte necesaria¡±, concluye el documento.
En este punto radica su mayor debilidad, pues no incluye ninguna previsi¨®n financiera, teniendo en cuenta que Espa?a solo gasta en Defensa el 0,91% de su PIB, uno de los menores porcentajes de los paises de la OTAN.