El Amazonas gallego vuelve a su cauce
El parlamento gallego ha vuelto a los cauces de hace 25 a?os
Lo bueno de la cr¨®nica pol¨ªtica en Galicia es que siempre se puede echar mano de dos frases hist¨®ricas. Una, el vaticinio del segundo presidente de Galicia, Jos¨¦ Quiroga: ¡°Que UCD pierda la mayor¨ªa ser¨ªa casi como cambiar el rumbo del Amazonas¡±, dijo, antes de perder los comicios auton¨®micos de 1981 ante Alianza Popular. Las elecciones de 2020 devuelven a la pol¨ªtica gallega al escenario de cuando hab¨ªa tres partidos: una m¨¢quina conservadora de ganar elecciones a b...
Lo bueno de la cr¨®nica pol¨ªtica en Galicia es que siempre se puede echar mano de dos frases hist¨®ricas. Una, el vaticinio del segundo presidente de Galicia, Jos¨¦ Quiroga: ¡°Que UCD pierda la mayor¨ªa ser¨ªa casi como cambiar el rumbo del Amazonas¡±, dijo, antes de perder los comicios auton¨®micos de 1981 ante Alianza Popular. Las elecciones de 2020 devuelven a la pol¨ªtica gallega al escenario de cuando hab¨ªa tres partidos: una m¨¢quina conservadora de ganar elecciones a base de no parecerse a la que funcionaba en G¨¦nova, una organizaci¨®n nacionalista de izquierdas con tensi¨®n transversal no resuelta y un partido socialista que, en lo auton¨®mico, funcionaba como una franquicia de Ferraz. El Amazonas parlamentario gallego ha vuelto a los cauces de hace 25 a?os.
Pero como dijeron en la cuna de la democracia, nadie, ni siquiera sus se?or¨ªas, se puede ba?ar dos veces en el mismo r¨ªo.
Feij¨®o no es el Fraga de los noventa, porque el veterano l¨ªder se hizo un trono a medida para su retiro construyendo un partido atrapalotodo (uno de cada tres gallegos que se consideraban nacionalistas vot¨® al PP en 2016), y Feij¨®o no ha logrado que esa herencia le sirva de trampol¨ªn para otros destinos. El PSdeG vuelve tener menos presencia que los nacionalistas, como en 1997 y 2001, pero es que entonces no hab¨ªa un socialista en La Moncloa. Igual que hace un cuarto de siglo, dispone del mayor poder local, pero es incapaz de trasladar ese peso al ¨¢mbito auton¨®mico. El mejor ejemplo de esta contradicci¨®n es Abel Caballero, t¨ªo y exrival del actual candidato, Gonzalo Caballero. El Caballero senior fue el candidato del PSdeG a la Xunta que cosech¨® las peores cifras de todas las convocatorias ¡ªy no era precisamente un desconocido: ven¨ªa de ser ministro de Felipe Gonz¨¢lez¡ª y ahora obtiene los mejores resultados de Espa?a como candidato a alcalde.
EL BNG de Ana Pont¨®n ha obtenido tambi¨¦n mejores resultados que los hist¨®ricos de Xos¨¦ Manuel Beiras. El tambi¨¦n hist¨®rico l¨ªder lleg¨® a los 18 diputados, pero quien compet¨ªa por su espacio era un partido minoritario que se adelant¨® a su tiempo, no la encarnaci¨®n de las expectativas de una nueva forma de hacer pol¨ªtica que, adem¨¢s, tambi¨¦n est¨¢ en el Gobierno de Espa?a. Ana Pont¨®n, no solo ha resucitado y proyectado al infinito y m¨¢s all¨¢ al Bloque. Si no es la primera presidenta de Galicia es porque los socios necesarios no han cumplido. Como premio de consolaci¨®n est¨¢ el haberse quedado como ¨²nica referencia de la izquierda no socialdem¨®crata.
Les debo la segunda clave que define la pol¨ªtica gallega. Es la explicaci¨®n que Manuel Iglesias Corral (fiscal general de la Rep¨²blica, senador en 1977 por una coalici¨®n de izquierdas, y que acab¨® siendo diputado de Alianza Popular) dio del fallido golpe que los miembros del Gobierno de Alianza Popular dieron contra su propio presidente: ¡°Aqu¨ª pas¨® lo que pas¨®, y todos los sabemos¡±. Aqu¨ª pas¨® que ganaron los dos partidos que situaron su eje pol¨ªtico en Galicia, y perdieron ¡ªcon Ciudadanos, Vox e incluso Pablo Casado¡ª los que creyeron que esta era una batalla m¨¢s de una guerra que se libraba en otra parte. Esto iba del curso del Amazonas.