Feij¨®o IV iguala a Fraga
"Eres el mejor presidente de la historia de Galicia", le dijo Casado en la tierra del fundador del PP. La frase levant¨® polvareda en el partido. "Dej¨¦moslo en empate", dijo el 'n¨²mero dos' del presidente de la Xunta
La frase m¨¢s peligrosa de la campa?a, por la carga simb¨®lica que llevaba consigo, la recibi¨® Alberto N¨²?ez Feij¨®o (57 a?os, Os Peares, Ourense) de Pablo Casado, su jefe en el PP (nota al margen: ni rinde cuentas a Casado ni es del PP cuando le conviene). ¡°Eres el mejor presidente de la historia de Galicia¡±, le dijo en la tierra del fundador del partido, Manuel Fraga, donde este cosech¨® cuatro mayor¨ªas consecutivas y mantiene desde 1993 un r¨¦cord imbatible: 52% de votos y 43 esca?os (el segundo, PSdG, 19). Claro que para igualar en a?os gobernados a Fraga, Feij¨®o deber¨ªa llegar a 2025 al mando de la Xunta. Quiz¨¢ por ah¨ª iban los tiros de Casado, en el per¨ªodo de descanso que tendr¨ªa sin la amenaza del bar¨®n de barones. En cualquier caso, la frase levant¨® la suficiente polvareda como para que el n¨²mero dos de Feij¨®o, Alfonso Rueda, tuviese que mojarse al respecto. ¡°?Nadie del PP les discuti¨® que fue Fraga?¡±, le pregunt¨® la periodista Bel¨¦n L¨®pez en Diario de Pontevedra. ¡°Mucha gente. Pero eso lo dijo Casado y se le agradece. Yo lo dejar¨ªa en un empate¡±.
Lo cierto es que Feij¨®o no se entiende sin Fraga, ni su cuarta mayor¨ªa sin el partido que Fraga construy¨® en Galicia. Y cuando Fraga le baj¨® el pulgar a Xos¨¦ Cui?a, su eterno sucesor, y se trajo de Madrid a Feij¨®o, el PP gallego alineado con G¨¦nova (Romay Beccar¨ªa, padrino pol¨ªtico de Feij¨®o, o Mariano Rajoy) crey¨® laminadas las disidencias galleguistas ¡°al borde de la autoderminaci¨®n¡±, como avis¨® Cui?a. Pero Feij¨®o, sin llegar a tanto, comprendi¨® a tiempo que ni Romay ni Rajoy, ni nadie que se les pareciese, ganar¨ªan nunca las mayor¨ªas de Fraga. As¨ª que aquel estirado conselleiro de Pol¨ªtica Territorial, percibido en su propio partido como se?orito de la cuerda de Madrid, se ha ido afragando de tal manera que hasta llora con naturalidad en p¨²blico, emocionado respecto a s¨ª mismo y la morri?a de los suyos, tan apegado a la tierra que, cuando dice que no se ir¨¢ a Madrid, cualquiera recuerda que de all¨ª viene. Si Fraga, que lleg¨® a Galicia tras ser ministro de la dictadura, fue sus ¨²ltimos a?os azote galleguista de Aznar y Esperanza Aguirre, qu¨¦ no podr¨¢ ser Feij¨®o, que lleg¨® a Galicia tras dirigir Correos. ¡°De qu¨¦ escombrera ideol¨®gica habr¨¢ salido¡±, se pregunt¨® el locutor Jim¨¦nez Losantos antes de llamarle ¡°Gallardoncito¡±.
Os Peares, el pueblo en el que naci¨® Feij¨®o, forma parte de dos provincias (Lugo y Ourense), cuatro Ayuntamientos y dos dioc¨¦sis. Cuenta el periodista Xos¨¦ Manuel Pereiro la leyenda fundacional del poder pol¨ªtico all¨ª: la del candidato a alcalde que triunf¨® con un mitin en el pueblo y sali¨® ovacionado pero sin votos, porque se equivoc¨® de circunscripci¨®n. Los N¨²?ez Feij¨®o eran una familia modest¨ªsima que viv¨ªa en una casa alquilada y sin ba?o; Saturnino, el padre, trabajaba en las obras que constru¨ªan carreteras y embalses del r¨ªo Sil (en Os Peares se unen los r¨ªos Sil y Mi?o, que sigue hasta el Atl¨¢ntico: Sil lleva el agua, Mi?o la fama); la abuela Eladia se encargaba de una tienda de ultramarinos en la que tambi¨¦n se vend¨ªa tabaco, mientras que el abuelo Manolo era panadero. Sira, su madre, se encargaba directamente de todo. Ella ha podido conocer no solo las mayor¨ªas de su hijo, sino algo que la tra¨ªa desesperada: un nieto. ¡°Galicia no me da nietos¡±, se lleg¨® a quejar por el compromiso del que alardeaba Feij¨®o con el pa¨ªs.
M¨¢s all¨¢ de la maquinaria electoral heredada de Fraga y mejorada (ha unificado las dos almas del partido), de cara al exterior Feij¨®o ha logrado una especie de oasis gallego que no tiene que ver con el empleo, la industria, las pol¨ªticas sociales, la sanidad, la cultura o la educaci¨®n (precarias, en el alero o desaparecidas en combate), sino con un adormecimiento general que se ha beneficiado de las sucesivas convulsiones pol¨ªticas en Madrid y Catalu?a (¡°fue un golpe al Estado¡±, dijo del proc¨¦s; del 23-F cont¨® que hab¨ªa hecho la mochila con un amigo para irse a Portugal) y de la ausencia de oposici¨®n con posibles hasta la llegada de Ana Pont¨®n al mando del BNG.
Feij¨®o IV, mientras, distribuye culpas al exterior de los problemas en casa y silencia medi¨¢ticamente los problemas de casa que no hay manera de endosar fuera. Si con Fraga los medios p¨²blicos y buena parte de los privados depend¨ªan de las llamadas, premios y castigos procedentes de San Caetano, con Feij¨®o se han fulminado resistencias y l¨ªmites anta?o intocables. Ha comprendido el candidato del PPdeG que la comunicaci¨®n manda (m¨¢s que ser, hay que parecer), de ah¨ª el extraordinario cuidado de su imagen fuera, presentado como el l¨ªder del PP que vot¨® a Felipe Gonz¨¢lez y moderado respecto a Casado, y dentro como un gestor obsesionado con su pa¨ªs que garantiza estabilidad y emociones limpias. ¡°Galicia, Galicia, Galicia¡± ha sido su lema electoral. Para calibrar su ¨¦xito, el de Feij¨®o y su frase, basta imaginarlo present¨¢ndose a unas elecciones generales con ¡°Espa?a, Espa?a, Espa?a¡±.
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