S¨¢nchez y la trampa del optimismo excesivo
¡°La legislatura empieza ahora¡±, apuntan fuentes de La Moncloa tras el acuerdo europeo
¡°La legislatura empieza ahora¡±. La pol¨ªtica espa?ola bascula entre dos versiones antit¨¦ticas: frente a ese presagio de La Moncloa, el PP lleva meses jugando a que la pandemia ¡ªcon sus miles de muertos¡ª y la crisis ¡ªcon una ca¨ªda del PIB digna de la Fosa de las Marianas¡ª iban a tumbar al Gobierno. Pero esa sacudida no termina de llegar y La Moncloa, en cambio, considera que el PP vuelve a errar el tiro, como se equivoc¨® escor¨¢ndose hacia la derecha. Y subraya que Espa?a acaba de cruzar un Rubic¨®n: ...
¡°La legislatura empieza ahora¡±. La pol¨ªtica espa?ola bascula entre dos versiones antit¨¦ticas: frente a ese presagio de La Moncloa, el PP lleva meses jugando a que la pandemia ¡ªcon sus miles de muertos¡ª y la crisis ¡ªcon una ca¨ªda del PIB digna de la Fosa de las Marianas¡ª iban a tumbar al Gobierno. Pero esa sacudida no termina de llegar y La Moncloa, en cambio, considera que el PP vuelve a errar el tiro, como se equivoc¨® escor¨¢ndose hacia la derecha. Y subraya que Espa?a acaba de cruzar un Rubic¨®n: el acuerdo europeo para crear un fondo multimillonario de recuperaci¨®n, con un buen pellizco para la maltrecha econom¨ªa espa?ola, ¡°es el verdadero arranque de la legislatura¡±, seg¨²n el equipo del presidente. El PSOE cree que la gesti¨®n de la pandemia, con sus luces y sombras, favorece al jefe del Ejecutivo siempre que los rebrotes se mantengan bajo control. Los socialistas se ven muy por delante en las encuestas. Y conf¨ªan en que el dinero europeo allane el camino para aprobar los Presupuestos y para alargar la legislatura.
La UE acaba de regalarle a S¨¢nchez un par de a?os extra, con la posibilidad de fabricar unas cuentas p¨²blicas y un plan de recuperaci¨®n que permitan sortear recortes y financiar reformas de calado. Ese es el escenario que maneja el Gobierno: un largo invierno del descontento que depende de los rebrotes, pero con capacidad para encontrar una salida r¨¢pida desde la primavera de 2021.
Sostiene La Moncloa que el PP yerra el diagn¨®stico al aplicar el libreto de 2010. De aquel ¡°que caiga Espa?a que ya la levantaremos¡± ¡ªque termin¨® en el rescate y la austeridad¡ª se ha pasado al ¡°esta vez s¨ª es diferente¡±: frente a los ajustes que exigi¨® Europa hace una d¨¦cada, ahora Bruselas patrocina inversi¨®n y gasto p¨²blico. ¡°El pesimismo del PP suma precipitaci¨®n y falta de responsabilidad a un mal an¨¢lisis: si Casado hubiera apoyado el estado de alarma ahora tendr¨ªa ventaja posicional. Y la posici¨®n del Gobierno es complicada por la dificultad de encontrar equilibrios con Podemos¡±, resume Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, exalto cargo con el PP de Rajoy. El Ejecutivo, aun as¨ª, est¨¢ convencido de que ha encarrilado la pelea en casa: los sondeos internos le dan m¨¢s de ocho puntos de ventaja ante el PP. Y con la palanca de Europa, S¨¢nchez se ve con opciones de disputar a la derecha el relato de la gesti¨®n econ¨®mica.
Para que eso no suponga caer en la trampa del optimismo (aquello que los griegos llamaban hybris, pecado que los dioses castigaban con suma dureza), el Ejecutivo es consciente de que tiene que esmerarse en tres asuntos. Uno: dise?ar un presupuesto keynesiano sin perder de vista la credibilidad fiscal, y conseguir apoyos en el Congreso para llegar a Bruselas con los deberes hechos. Dos: acertar de lleno con los planes de recuperaci¨®n, para terminar de abrochar la citada credibilidad y evitar que Holanda d¨¦ un disgusto. Y tres: apretar los dientes para que un rebrote no provoque una recesi¨®n a¨²n m¨¢s severa.
Hacienda ya ha dado el primer paso hacia el Presupuesto. Las nuevas cuentas esquivar¨¢n los ajustes, habr¨¢ alguna subida de impuestos para dar aire a Podemos, y permitir¨¢n hacer inversiones sin que los gastos corrientes est¨¦n muy lejos de los ingresos gracias al man¨¢ europeo. Aprobar esos Presupuestos con holgura ¡°es imprescindible para mejorar la imagen de Espa?a en Europa¡±, apunta Carlos Mart¨ªnez Mongay, exdirector general de la Comisi¨®n Europea. ¡°Para ello se necesitan una senda fiscal presentable y el m¨¢ximo consenso; por eso no se entienden las l¨ªneas rojas de Podemos con Ciudadanos¡±, a?ade. Esa est¨¢ llamada a ser una de las grandes batallas de la legislatura entre los dos socios de coalici¨®n.
La otra batalla ser¨¢ la factura final del plan de recuperaci¨®n con fondos europeos. La vicepresidenta Nadia Calvi?o y la Oficina Econ¨®mica de Moncloa tienen la llave de ese proyecto. ¡°No se sabe mucho, m¨¢s all¨¢ de que las prioridades son digitalizaci¨®n, transici¨®n ecol¨®gica y educaci¨®n¡±, apunta un secretario de Estado. La Moncloa guarda bajo siete llaves el esbozo de ese plan, pero gastar el dinero de la UE no es tan f¨¢cil: hay que presentar una agenda de reformas s¨®lida (eso descarta la derogaci¨®n de la laboral) y acertar con los proyectos para absorber el m¨¢ximo de fondos. Entre las ideas que se manejan est¨¢n planes de eficiencia energ¨¦tica, muy intensivos en empleo, y un fuerte impulso a la agenda digital ¡ªcentrada en la educaci¨®n¡ª y la medioambiental, con proyectos de gesti¨®n de residuos. Pero el diablo est¨¢ en los detalles, y los detalles no est¨¢n listos todav¨ªa.
Adem¨¢s de cortejar a los partidos, el Ejecutivo no descuidar¨¢ el flanco de los agentes sociales. Y S¨¢nchez pasar¨¢ esta misma semana un primer mensaje pol¨ªtico a los presidentes auton¨®micos: presupuesto y plan de recuperaci¨®n son vasos comunicantes. Habr¨¢ dinero para invertir, pero a cambio de contribuir a la estabilidad con el apoyo de los nacionalistas y regionalistas a las cuentas.
En 1992, un brillante polit¨®logo estadounidense, Francis Fukuyama, escribi¨® El fin de la historia: vaticin¨® ¡°el punto final de la evoluci¨®n ideol¨®gica de la humanidad y la universalizaci¨®n de la democracia liberal occidental¡±; 10 a?os despu¨¦s cayeron las Torres Gemelas. Poco despu¨¦s, dos de los m¨¢s influyentes economistas del mundo, Ben Bernanke y Robert Lucas, predijeron el fin de los ciclos y las depresiones: entonces lleg¨® la Gran Recesi¨®n y puso el mundo patas arriba. Tras unos meses brutales, el optimismo del Ejecutivo es comprensible, pero la lecci¨®n de la historia es que el exceso de optimismo se paga caro. ¡°El Gobierno es prudente y sabe que un rebrote masivo ser¨ªa muy negativo: esa es otra raz¨®n para tener altura de miras con los Presupuestos¡±, se defienden fuentes de La Moncloa.
Y aun as¨ª a algunos colaboradores de S¨¢nchez se les ve exultantes: apuntan que el apoyo de Bruselas y los fondos asociados permiten pasar de la ¡°geometr¨ªa variable¡± de apoyos en el Congreso ¡ªahora la mayor¨ªa de la investidura, ahora Ciudadanos¡ª a una suerte de ¡°geometr¨ªa total¡± en la que no se descarta a nadie, ni siquiera una abstenci¨®n del PP. Pero cuidado: ¡°Habr¨¢ Presupuestos, pero eso no significa que el Gobierno no vaya a tener desgaste. Las ayudas tardar¨¢n en llegar y a corto plazo la situaci¨®n social ¡ªcon un aumento del paro¡ª va a ser explosiva¡±, advierte el polit¨®logo Ignacio S¨¢nchez Cuenca. Ojo con eso.
Y ojo con esto tambi¨¦n: ¡°El pacto europeo supone una grand¨ªsima oportunidad. Pero ni el Gobierno tendr¨¢ manos libres para gastar el dinero sin planes bien dise?ados ni la oposici¨®n puede poner pegas porque eso ser¨ªa pegarse un tiro en el pie. Espa?a no puede fallar, y para eso es imprescindible que emerja un consenso nacional¡±, cierra una alta fuente de la Comisi¨®n Europea. S¨¢nchez ha demostrado una formidable resistencia a lo largo de su trayectoria. Pero este es el momento del talento, de la capacidad para forjar consensos. Ese es el siguiente examen del presidente, si la pandemia y el l¨ªo catal¨¢n lo permiten.