Un testigo afirma que la mujer del magistrado del Constitucional detenido pidi¨® auxilio
La juez eleva al Supremo la exposici¨®n razonada con los indicios contra el juez Vald¨¦s por un delito de maltrato en el ¨¢mbito familiar
La juez de Majadahonda (Madrid) Elena Garde ha remitido al Tribunal Supremo la investigaci¨®n sobre el magistrado del Tribunal Constitucional Fernando Vald¨¦s, detenido el pasado lunes por la Guardia Civil por una supuesta agresi¨®n a su esposa. Vald¨¦s fue arrestado y puesto a disposici¨®n judicial despu¨¦s de que dos testigos avisaran de que en un chalet de Majadahonda situado frente al parque p¨²blico en el que ellos estaba...
La juez de Majadahonda (Madrid) Elena Garde ha remitido al Tribunal Supremo la investigaci¨®n sobre el magistrado del Tribunal Constitucional Fernando Vald¨¦s, detenido el pasado lunes por la Guardia Civil por una supuesta agresi¨®n a su esposa. Vald¨¦s fue arrestado y puesto a disposici¨®n judicial despu¨¦s de que dos testigos avisaran de que en un chalet de Majadahonda situado frente al parque p¨²blico en el que ellos estaban se hab¨ªa producido la supuesta agresi¨®n. La juez instructora, especialista en violencia sobre la mujer, aprecia que existen indicios de un posible delito de malos tratos en el ¨¢mbito familiar y ha elevado una exposici¨®n razonada con los hechos a la Sala de lo Penal del Supremo, competente para investigar a Vald¨¦s dada su condici¨®n de aforado. La magistrada se basa esencialmente en el testimonio de uno de los j¨®venes que avis¨® a la Guardia Civil, quien asegura que cuando se hallaba con un amigo en un parque situado frente al chalet en que ocurrieron los hechos ¡°empezaron a escuchar gritos de auxilio¡±,
La exposici¨®n razonada, a la que ha tenido acceso EL PA?S, tambi¨¦n recoge las declaraciones de la esposa del magistrado y del propio Vald¨¦s, quienes admitieron que hubo una fuerte discusi¨®n entre ambos, pero no agresiones. Vald¨¦s reconoci¨®, no obstante, que en un determinado momento su esposa dio gritos de auxilio desde la terraza, al creer, una vez finalizada la disputa, que ¨¦l la hab¨ªa seguido hasta la terraza para continuar la discusi¨®n. Tambi¨¦n que ¡°puede ser que ¨¦l la cogiera de los dos brazos y entraron los dos en la habitaci¨®n¡±, aunque rechaz¨® haber utilizado la violencia o haberla agredido.
El testigo, en cambio, detall¨® que, tras escuchar las voces, ¨¦l y su amigo se acercaron al chalet y preguntaron a la supuesta v¨ªctima ¡°si estaba bien¡±, momento en el que vieron ¡°a un hombre que le agarraba del brazo y la met¨ªa para dentro¡±. A?adi¨® que ¡°el hombre cerr¨® la cristalera de la terraza¡± y se les qued¨® mirando ¡°aproximadamente entre un minuto o minuto y medio. Los cristales empezaron a vibrar, y se escuch¨® golpes como ¡®pun, pun, pun¡¯ [...]. Despu¨¦s de los cristales, echaron las cortinas¡±. Fue entonces, explic¨®, cuando llamaron a la Guardia Civil.
El magistrado fue detenido por la Guardia Civil horas despu¨¦s y puesto a disposici¨®n judicial despu¨¦s de que el testigo alertara de lo sucedido. Su esposa, que redujo lo sucedido a una discusi¨®n ¡°casual¡±, no quiso denunciar ni ser examinada por un forense. La juez apunta en la resoluci¨®n la supuesta comisi¨®n de un delito de malos tratos en el ¨¢mbito familiar, recogido en art¨ªculo 153 del C¨®digo Penal. Este art¨ªculo prev¨¦ una ¡°pena de prisi¨®n de seis meses a un a?o o de trabajos en beneficios de la comunidad de treinta y uno a ochenta d¨ªas¡±, para quien ¡°por cualquier medio o procedimiento causare a otro menoscabo ps¨ªquico o una lesi¨®n de menor gravedad¡± o ¡°golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesi¨®n, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer que est¨¦ o haya estado ligada a ¨¦l por una an¨¢loga relaci¨®n de afectividad aun sin convivencia, o persona especialmente vulnerable que conviva con el autor¡±. La juez tambi¨¦n destaca que el informe de Valoraci¨®n Policial del Riesgo que concluye que este es ¡°no apreciado¡±.
Tras conocerse la detenci¨®n y puesta a disposici¨®n judicial de Vald¨¦s, de 75 a?os, el Tribunal Constitucional record¨® que el magistrado sigue disfrutando de presunci¨®n de inocencia. Las circunstancias de su arresto han causado malestar en el seno del alto tribunal. Algunos magistrados de este ¨®rgano recuerdan que, en tanto que aforados, los jueces del Constitucional solo pueden ser arrestados en supuestos de flagrante delito y, sin embargo, Vald¨¦s fue conducido a dependencias de la Guardia Civil horas despu¨¦s de que dos j¨®venes denunciaran que hab¨ªan visto c¨®mo una mujer, que result¨® ser la esposa del magistrado, sal¨ªa al balc¨®n gritando y un hombre la introduc¨ªa a la fuerza dentro de la vivienda. Estas fuentes tambi¨¦n han expresado su disgusto porque ni la Guardia Civil ni la juez de instrucci¨®n comunicaron al tribunal la detenci¨®n de uno de sus integrantes. Y destacan que su presidente, Juan Jos¨¦ Gonz¨¢lez Rivas, se enter¨® por los medios de comunicaci¨®n.