La ley amenaza el cortijo de Queipo de Llano en Sevilla
La nueva norma de memoria podr¨ªa acelerar la recuperaci¨®n de Gambogaz, que el general golpista adquiri¨® en 1937
La nueva ley de memoria democr¨¢tica ha reactivado el debate sobre la exhumaci¨®n del general golpista Gonzalo Queipo de Llano de la bas¨ªlica de La Macarena, en Sevilla. El desenlace sobre el destino final de los restos del militar -a quien se le atribuye la responsabilidad de la desaparici¨®n y el fusilamiento de 50.000 personas en Andaluc¨ªa- no es lo ¨²nico que podr¨ªa acelerar la nueva norma. Las disposiciones relativas a las auditor¨ªas sobre los expolios y las incautaciones realizadas durante el...
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La nueva ley de memoria democr¨¢tica ha reactivado el debate sobre la exhumaci¨®n del general golpista Gonzalo Queipo de Llano de la bas¨ªlica de La Macarena, en Sevilla. El desenlace sobre el destino final de los restos del militar -a quien se le atribuye la responsabilidad de la desaparici¨®n y el fusilamiento de 50.000 personas en Andaluc¨ªa- no es lo ¨²nico que podr¨ªa acelerar la nueva norma. Las disposiciones relativas a las auditor¨ªas sobre los expolios y las incautaciones realizadas durante el franquismo pueden contribuir a esclarecer la titularidad del cortijo de Gambogaz ¨Ddonde Queipo muri¨® en 1951, despu¨¦s de adquirirlo en 1937 con fondos procedentes de una suscripci¨®n popular y donde trabajaron de manera forzosa presos del r¨¦gimen¨D y allanar su conversi¨®n en un lugar de la Memoria Hist¨®rica, tal y como reclaman asociaciones memorialistas, el Ayuntamiento de Camas (Sevilla) ¨Ddonde se levanta buena parte de la finca¨D y los herederos del propietario original, Ignacio V¨¢zquez Guti¨¦rrez, pionero en la industrializaci¨®n y mecanizaci¨®n del campo, y a cuyo nombre siguen estando las escrituras del terreno.
Las 500 hect¨¢reas de Gambogaz constitu¨ªan una de las fincas m¨¢s pr¨®speras y rentables de Sevilla cuando pas¨® a manos de Queipo de Llano el 24 de diciembre de 1937. Ahora, su torre mud¨¦jar y el resto de edificios del cortijo, a orillas del Guadalquivir, forman un conjunto decr¨¦pito en absoluto estado de abandono, por el que ladran y cojean los 70 perros fam¨¦licos de Luis Santos, antiguo casero y pe¨®n agr¨ªcola de la finca que lleva 50 a?os trabajando para los descendientes del general franquista. ¡°Aqu¨ª apenas vienen, esto est¨¢ en ruinas. Solo quieren recoger el dinero que dan las tierras, pero gastar, gastar nada¡±, indica. Los nietos son Gonzalo Garc¨ªa Queipo de LLano, presidente del patronato de la Fundaci¨®n Pro Infancia Queipo de Llano, y su primo Gonzalo Garc¨ªa Yang¨¹ela.
La versi¨®n m¨¢s extendida sobre c¨®mo adquiri¨® su abuelo Gambogaz es que fue ¡°un regalo¡± de la ciudad de Sevilla en agradecimiento por ¡°la salvaci¨®n de la patria de la barbarie roja¡± gracias a una colecta popular de 100.000 pesetas en diciembre de 1937. Otra reconocida por el propio Queipo de Llano en una publicaci¨®n de Abc del 9 de diciembre de 1937, es que la compr¨® ¨¦l, ¡°no para que yo viva de su renta, sino para obrar en ¨¦l una reforma agraria¡±. ¡°Sevilla no regal¨® nada al general y tampoco hay constancia escrita de que hubiera una suscripci¨®n popular para ¨¦l, pero Queipo, que carec¨ªa de bienes y solo ten¨ªa los ingresos derivados de su pertenencia al Ej¨¦rcito, no ten¨ªa dinero suficiente para adquirir la finca¡±, se?ala Jos¨¦ Villa, doctor en Derecho y en Historia y que ha terminado una profusa tesis doctoral sobre Gambogaz.
S¨ª existen testimonios orales de funcionarios del Ayuntamiento y de la Diputaci¨®n de Sevilla y de sus descendientes que coinciden en que se les detrajo un d¨ªa de su haber para completar la ofrenda de Queipo, explica el investigador. El propio hijo del general, Gonzalo, en una carta al director publicada por EL PA?S, el 16 de julio de 1976, reconoc¨ªa que ¡°los fondos recaudados fueron puestos a disposici¨®n¡± de su padre. ¡°El hecho de que Queipo utilizara ese dinero para adquirir el cortijo podr¨ªa ser constitutivo de expolio¡±, advierte Villa. Una idea que comparte Jos¨¦ Manuel V¨¢zquez, tataranieto del propietario original de Gambogaz y que, junto a otros primos, tambi¨¦n descendientes del terrateniente y todos abogados, han recopilado una gran cantidad de documentos legales y catastrales para desentra?ar el origen tan opaco de la venta de esos terrenos. Su af¨¢n no es reclamar la propiedad de los terrenos, sino facilitar la v¨ªa legal para que pueda recuperarlos el Estado y hacer de ellos un lugar del recuerdo y reconocimiento. "Ser¨ªa mucho m¨¢s grande que el Pazo de Meir¨¢s¡±, asegura.
Aunque tambi¨¦n subyace, como en el caso de otras v¨ªctimas del franquismo, la posibilidad de calmar el desasosiego de su padre durante estos a?os. ¡°Nuestra abuela siempre cont¨® que en casa se presentaron Queipo, el alcalde de Sevilla, Ram¨®n de Carranza, y otros altos cargos de la Administraci¨®n de entonces, amenaz¨¢ndolos con una pistola en la mesa para que vendieran los terrenos que faltaban de Gambogaz y que no hab¨ªan podido adquirir en el 37¡±, explica V¨¢zquez. ¡°Les amenazaron con llevar a sus hijos al frente y vendieron por 25.000 pesetas. Mi padre nunca se atrevi¨® a reclamar nada por miedo¡±, insiste. Esa parte que vendieron correspond¨ªa a los inmuebles del cortijo, indica el abogado.
V¨¢zquez y sus primos tienen la escritura de propiedad de Gambogaz ¨Dadquirida en 1.858¨D y que consta en el registro a nombre de su tatarabuelo. Contra quien ha cuestionado la titularidad del cortijo, los Queipo de Llano siempre han esgrimido la escritura de compra-venta de 24 de diciembre de 1937, un legajo al que se refer¨ªa el hijo del general en la carta a EL PA?S, pero que la familia nunca han mostrado p¨²blicamente y a la que ni V¨¢zquez ni Villa han podido acceder. Gonzalo Garc¨ªa Queipo de Llano ha declinado colaborar con este diario para el reportaje. Tanto el investigador como V¨¢zquez creen que la nueva ley podr¨ªa abrir una v¨ªa para acelerar el acceso a este tipo de documentaci¨®n o para que el Estado pudiera arrogarse esa autoridad. ¡°La Administraci¨®n siempre va a tener m¨¢s capacidad que un particular¡±, se?ala V¨¢zquez.
Presos como mano de obra
Ambos tambi¨¦n sostienen que en esa escritura deben encontrarse nombres o circunstancias que han pesado a la hora de que no salgan a la luz. La adquisici¨®n se hizo a trav¨¦s de un testaferro y a nombre de la Fundaci¨®n Ben¨¦fico-Social-Agraria, cuyo presidente era Queipo de Llano y que, seg¨²n las declaraciones en Abc, ten¨ªa como ¡°objetivo repartir la producci¨®n entre aquellos obreros que m¨¢s se hayan distinguido en el trabajo o que m¨¢s hayan sufrido por la patria¡±. Ese ¡°generoso rasgo de desprendimiento¡± dar¨ªa trabajo y cobijo a ¡°50 o 60 familias de trabajadores en el campo¡±. Eso, pese a la propaganda, jam¨¢s pas¨®. Es m¨¢s, en el cortijo trabajaron como mano de obra presos del r¨¦gimen, tal y como ha documentado Villa en su tesis.
¡°Siendo necesarios en la Fundaci¨®n Queipo de Llano del Cortijo de Gambogaz brazos para las faenas de recolecci¨®n y teniendo en cuenta que ya en otras ocasiones se han utilizado detenidos gubernativos para estos menesteres, se servir¨¢ usted designar entre los referidos detenidos en esa prisi¨®n a disposici¨®n de mi autoridad, 30 de ellos, debiendo quedar en la fundaci¨®n como tales detenidos a mi disposici¨®n¡±. Este es un extracto de un documento fechado en 1939 y encontrado por Villa en el Archivo Hist¨®rico Provincial de Sevilla. El hecho de que se utilizara de forma habitual a presos como mano de obra en el cortijo determinar¨ªa para V¨¢zquez el car¨¢cter fraudulento de la fundaci¨®n. ¡°Una fundaci¨®n cuyas propiedades en 1943 el general volvi¨® a poner a su nombre¡±, indica.
¡°Aunque la nueva ley de memoria hist¨®rica parece que solo hace alusi¨®n a la nulidad de juicios y decisiones de car¨¢cter penal, quiz¨¢s podr¨ªa extenderse a otras figuras y actos administrativos de car¨¢cter fraudulento que tambi¨¦n se realizaron por las circunstancias del momento¡±, explica V¨¢zquez, que tambi¨¦n piensa en las compra-venta de car¨¢cter dudoso.
La opci¨®n de la Ley del Patrimonio
V¨¢zquez cree que si se prueba que hubo expolio en la adquisici¨®n de los terrenos, la titularidad deber¨ªa acabar en manos de la Administraci¨®n p¨²blica y que uno de los grandes beneficiarios podr¨ªa ser el Ayuntamiento de Camas. Su responsable de Memoria Hist¨®rica, Eva P¨¦rez, lleva a?os batallando por que el cortijo sea declarado Lugar de Memoria, conforme a la ley de Memoria Democr¨¢tica de Andaluc¨ªa de 2017. ¡°Eso permitir¨ªa que tuviera una placa y que estuviera abierto al p¨²blico en determinadas ocasiones¡±, explica.
El consistorio ha descartado incorporarse a la lucha por la recuperaci¨®n de los terrenos por la v¨ªa de cuestionar la propiedad porque no cuentan con apoyo supramunicipal ¨D"y desde que est¨¢ el PP en la Junta presionado por Vox, mucho menos en materia de ley de memoria", abunda P¨¦rez¨D, pero est¨¢n contemplando alternativas que pasan por la aplicaci¨®n de la Ley del Patrimonio Hist¨®rico. ¡°La torre del cortijo est¨¢ declarada Bien de Inter¨¦s Cultural y los Queipo de Llano la est¨¢n dejando caer y se niegan a facilitar la entrada. Aplicando la norma podr¨ªamos exigir una rehabilitaci¨®n y garantizar que est¨¦ abierto al p¨²blico algunos d¨ªas¡±, indica P¨¦rez.
Los herederos del general han ido vendiendo estos a?os parcelas de la finca a empresas hortofruct¨ªcolas con sede en Catalu?a. Parte de los terrenos fueron expropiados para la Expo 92. ¡°Hay auditor¨ªas que cuestionan que se hayan realizado compraventas sin tener la titularidad registral¡±, se?ala V¨¢zquez. ¡°Los Queipo parecen tener prisa por deshacerse de Gambogaz¡±, abunda. Una impresi¨®n que corrobora Santos, apoyado en el muro decr¨¦pito de la finca. ¡°Dicen que tienen un t¨ªtulo con el que pueden venderla y han venido ya varias personas interesadas¡±, se?ala.
¡°Gambogaz es un s¨ªmbolo del franquismo en Andaluc¨ªa¡±, recuerda P¨¦rez. ¡°No ha pasado un siglo y hay un vac¨ªo hist¨®rico que deber¨ªa resolverse cuanto antes para que salga a la luz la verdadera historia de Sevilla¡±, advierte V¨¢zquez. Unos y otros esperan que la nueva normativa pueda arrojar luz sobre el pasado y servir como lugar de reparaci¨®n y recuerdo.