Queipo de Llano y La Corta de la Cartuja
Espero publique, en el peri¨®dico de su direcci¨®n, la siguiente r¨¦plica a un art¨ªculo aparecido en el mismo el d¨ªa. 3 del corriente, p¨¢gina 15, titulado: ?Pol¨¦mica sobre La Corta de La Cartuja / y 3?, ?Otra frustraci¨®n ciudadana? firmado por Juan Teba.En el mismo, tanto en la letra negrilla mas resaltada y en el p¨¢rrafo que el sigue, como en el subt¨ªtulo ?Primeras reacciones populares ante el Plan de La Corta?, se dice:
?Entre los propietarios figuran los herederos del general Queipo de Llano, el cual tuvo una actuaci¨®n fundamental en la guerra civil que propici¨® la consolidaci¨®n del Alzamiento del 18 de julio en el sur?.
A?ade que, ?por aquel entonces, las autoridades sevillanas decidieron materializar el agradecimiento del pueblo sevillano al general, por lo que se organiz¨® una suscripci¨®n popular a fin de obsequiar al protagonista del Alzamiento en el sur con una finca r¨²stica llamada ?Gambogaz?, cuyo importe fue abonado con los fondos recaudados a la poblaci¨®n civil. Queipo de Llano, al hacerse cargo de la propiedad de la finca, declar¨® que s¨®lo la recib¨ªa en usufructo del pueblo sevillano y que era este su leg¨ªtimo due?o. La finca ?Gambogaz? se encuentra ubicada en los terrenos de La Corta?.
Sobre estos puntos concretos ejerzo el derecho que me reconoce la Ley, pues contienen inexactitudes evidentes, a todas luces tendenciosas y que: resultan ofensivas tanto a mi padre, el general Queipo de Llano, como para sus herederos.
La suscripci¨®n a que se alude, fue hecha en homenaje a mi padre, tomando parte en ella personas de toda clase y condici¨®n que, voluntariamente, en prueba de agradecimiento por haberles salvado de caer bajo el dominio rojo, no dudaron en aportar lo que buenamente pod¨ªan.
No es cierto que el fin de dicha suscripci¨®n fuera para ?obsequiar al protagonista del Alzamiento en el sur con una finca llamada Gambogaz?, sino que los fondos recaudados fueron puestos a su disposici¨®n, siendo destinados, ¨ªntegramente, por mi padre, a la creaci¨®n de una Fundaci¨®n Ben¨¦fico-Social-Agraria, adquiriendo para ello la finca en cuesti¨®n. Ambos hechos est¨¢n claramente reflejados en la escritura n¨²m. 415/1937 del notario de Sevilla se?or Echaide Aguinaga, as¨ª como los fines de la Fundaci¨®n: ?auxilio a la agricultura, protecci¨®n a los obreros del campo o modestos agricultores, para mejorar sus medios de vida y elementos de producci¨®n, viviendas, cooperativas, etc.
Es por tanto inexacto que mi padre manifestase que la finca la recib¨ªa en usufructo del pueblo sevillano y que era ¨¦ste su leg¨ªtimo due?o. La finca era propiedad de la fundaci¨®n Agraria Gonzalo Queipo de Llano y no de mi padre.
Estuvo ausente de Espa?a desde agosto de 1939 hasta el a?o 1942 y, a su regreso pudo resolver el problema que le expuso el Patronato de la Fundaci¨®n, previo dictamen t¨¦cnico, sobre la inviabilidad de las tierras adquiridas para el cumplimiento del fin fundacional; y, en consecuencia, solicit¨® y obtuvo del Ministerio de la Gobernaci¨®n, la autorizaci¨®n precisa para cambiar la finca por numerario que, incluso, super¨® en un 25 por 100, aproximadamente, importe de la suscripci¨®n.
Todo esto consta en la escritura 1081/1943 del notario antedicho.
Con este dinero, la Fundaci¨®n adquiri¨® tierras en la isla Mayor del Guadalquivir (escritura n¨²m. 101/1945 del notario de Sevilla se?or Gonz¨¢lez Palomino), dedicadas al cultivo de arroz, el cual, por ser m¨¢s remunerador, permit¨ªa que una familia viviese con menor n¨²mero de has. Se cooper¨®, adem¨¢s, a la construcci¨®n de viviendas en la zona, adquiriendo terrenos y financiando parte de la construcci¨®n.
La falta de cooperaci¨®n de los beneficiarios a los fines fundacionales, determin¨® el cambio del fin social, que, en la actualidad, es socorrer a la infancia desvalida. As¨ª, las rentas obtenidas del patrimonio de la Fundaci¨®n se dedican, integramente, a este fin, con aportaciones a diversas entidades ben¨¦ficas, habi¨¦ndose construido una guarder¨ªa infantil en Camas, con capacidad para 150 ni?os. Todo esto consta en el libro de actas del Patronato, as¨ª como los justificantes de las entregas.
Como bien dice, ?Gambogaz? est¨¢ en terrenos de La Corta de la Cartuja, aunque no totalmente, y por ello me preocupa que, el art¨ªculo publicado en ese peri¨®dico, se haga eco de la invitaci¨®n de la ?Junta Promotora de la Confederaci¨®n de Asociaciones de vecinos de Sevilla?, intentando llevar a cabo ?una marcha masiva de la ciudadan¨ªa hacia los terrenos de La Corta, convirti¨¦ndose as¨ª la pol¨¦mica zona en un gigantesco ?pic-nic? durante el d¨ªa?. Creo que la difusi¨®n de ese intento, puede encajar en una de las limitaciones de expresi¨®n que se?ala el art¨ªculo 2 de la Ley de Prensa, pues, indudablemente, el proyectado ?pic-nic? originar¨ªa alteraciones de orden p¨²blico y no respetar¨ªa ni la intimidad familiar ni la propiedad privada, por lo que espero la debida rectificaci¨®n con la publicaci¨®n ¨ªntegra de esta carta.
Le reitero que cuanto expongo est¨¢ totalmente documentado y le manifiesto que me reservo ejercitar cualquier acci¨®n de tipo civil, penal o administrativo que me corresponda.
Atentamente:
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