Nadie desde?a a los frikis
Hubo mensajes duros, descalificaciones rotundas, acusaciones sin freno, pero se cumpli¨® el compromiso de hacer un esfuerzo absoluto de contenci¨®n
Todos los partidos, con m¨¢s o menos intensidad, se plantearon en los ¨²ltimos d¨ªas si lo m¨¢s adecuado ser¨ªa minusvalorar la moci¨®n de censura de Vox y mostrar su desd¨¦n. Al final, la inmensa mayor¨ªa particip¨® sin dejarse nada dentro. Unos para responder a Santiago Abascal y promover un debate sobre la ultraderecha; otros para hacer caso omiso de la moci¨®n y centrarse en demandas a Pedro S¨¢nchez. Solo el portavoz del PNV, Aitor Esteban, se decant¨® sin titubear por no darle la menor cancha, por lo que su estancia en la tribuna de oradores se limit¨® a un minuto, ...
Todos los partidos, con m¨¢s o menos intensidad, se plantearon en los ¨²ltimos d¨ªas si lo m¨¢s adecuado ser¨ªa minusvalorar la moci¨®n de censura de Vox y mostrar su desd¨¦n. Al final, la inmensa mayor¨ªa particip¨® sin dejarse nada dentro. Unos para responder a Santiago Abascal y promover un debate sobre la ultraderecha; otros para hacer caso omiso de la moci¨®n y centrarse en demandas a Pedro S¨¢nchez. Solo el portavoz del PNV, Aitor Esteban, se decant¨® sin titubear por no darle la menor cancha, por lo que su estancia en la tribuna de oradores se limit¨® a un minuto, despu¨¦s de tildar de ¡°patochada¡± la iniciativa y lamentar la p¨¦rdida de tiempo.
Vox no iba a alterarse cualquiera que hubiera sido la actitud de los dem¨¢s grupos. Su estrategia estaba decidida: contra Pedro S¨¢nchez, Pablo Iglesias, Pablo Casado y, de refil¨®n, In¨¦s Arrimadas. Santiago Abascal quer¨ªa llegar ¡°al hombre corriente¡±, a aquellos que quieren escuchar que este Gobierno y sus socios llevan a Espa?a ¡°a la destrucci¨®n¡±. Ajenos a ese debate se colocaron los independentistas catalanes, cuyo inter¨¦s se mantiene en sus reivindicaciones identitarias y en los condenados por sedici¨®n. A ellos solo les interesaba S¨¢nchez para reprocharle su actitud pasiva ante ¡°el atropello¡± a sus libertades.
Hubo mensajes duros, descalificaciones rotundas, acusaciones sin freno, pero se cumpli¨® el compromiso de hacer un esfuerzo absoluto de contenci¨®n. No hubo griter¨ªo. El temor a la imagen de algarada cuando la pandemia va en aumento pes¨® en todos y cada uno de los parlamentarios. Espa?a alcanz¨® oficialmente el mill¨®n de contagiados mientras se celebraba el debate. Casado deber¨¢ buscar el tono adecuado para dirigirse a Abascal, a sabiendas de que este le va a examinar. No hubo lugar para la broma, pero s¨ª una sensaci¨®n extendida de p¨¦rdida de tiempo. ¡°Nunca minusvaloren a un friki¡±, avis¨® Gabriel Rufi¨¢n, de ERC. Nadie les minusvalora en el Congreso de los Diputados.