La primera prueba del giro total de Casado
Dirigentes del PP exhiben su abstenci¨®n ante el estado de alarma y lamentan que Ayuso torpedee la nueva estrategia
La primera prueba del algod¨®n en el cambio de Pablo Casado, como advert¨ªa un presidente auton¨®mico del PP, iba a ser el estado de alarma. Y el l¨ªder de la oposici¨®n ha demostrado esta semana que el giro va en serio con una enmienda a la totalidad a su postura de los ¨²ltimos seis meses, esto es, la abstenci¨®n de su grupo parlamentario ante una medida que en mayo consideraba ¡°una aberraci¨®n jur¨ªdica¡±. ¡°No s¨¦ si el 23-F hubo restricciones como estas¡±, lleg¨® a decir entonces. La nueva estrategia de Ca...
La primera prueba del algod¨®n en el cambio de Pablo Casado, como advert¨ªa un presidente auton¨®mico del PP, iba a ser el estado de alarma. Y el l¨ªder de la oposici¨®n ha demostrado esta semana que el giro va en serio con una enmienda a la totalidad a su postura de los ¨²ltimos seis meses, esto es, la abstenci¨®n de su grupo parlamentario ante una medida que en mayo consideraba ¡°una aberraci¨®n jur¨ªdica¡±. ¡°No s¨¦ si el 23-F hubo restricciones como estas¡±, lleg¨® a decir entonces. La nueva estrategia de Casado choca, no obstante, con dos obst¨¢culos: uno interno, Isabel D¨ªaz Ayuso, y otro externo, la coalici¨®n de Gobierno.
Fuentes de la direcci¨®n del PP subrayan la intenci¨®n del Ejecutivo de mantener su guion y volver a colocarles junto a la extrema derecha ¡ª"su discurso moderado ha durado menos que la mili de Abascal. Est¨¢n encerrados con Vox", declar¨® Pablo Iglesias durante el debate¡ª. Creen que, al plantear extender durante seis meses el estado de alarma, el Gobierno pretend¨ªa que el principal partido de la oposici¨®n volviera a alinear su voto con el de Santiago Abascal. Pero Casado no mordi¨® ese anzuelo, se?alan las mismas fuentes, y acudi¨® el pasado jueves al Congreso con lo que llam¨® ¡°abstenci¨®n cr¨ªtica¡±. ¡°Nos vamos a abstener para no dejar sin ning¨²n mecanismo jur¨ªdico a las comunidades aut¨®nomas que dan la cara y necesitan, por la inacci¨®n del Gobierno, tener que hacer confinamientos perimetrales¡±, explic¨®.
Casado no ten¨ªa previsto intervenir en el debate, pero finalmente decidi¨® sustituir a Cuca Gamarra, quien hab¨ªa preparado la intervenci¨®n. Pretend¨ªa as¨ª subrayar la ausencia de Pedro S¨¢nchez ¡ªa la que se refiri¨® seis veces durante su discurso¡ª. Tambi¨¦n subieron a defender su posici¨®n, por parte de Ciudadanos, su presidenta, In¨¦s Arrimadas; y por parte de Vox, su l¨ªder, Santiago Abascal, en lugar de los portavoces.
El l¨ªder del PP explic¨® por qu¨¦ hab¨ªan decidido abstenerse en la votaci¨®n (Vox vot¨® en contra) y confirm¨® su intenci¨®n de llevar los seis meses de pr¨®rroga ante la Comisi¨®n de Venecia, el ¨®rgano del Consejo de Europa para asuntos legales, pese a que los partidos pol¨ªticos no pueden acudir directamente al organismo, que ¨²nicamente acepta peticiones de Parlamentos, Gobiernos o jefes de Estado. Gamarra admiti¨® al d¨ªa siguiente que estaban ¡°buscando la f¨®rmula¡± para presentar su reclamaci¨®n.
Durante el debate, Casado alab¨® la postura de Angela Merkel y Emmanuel Macron en Alemania y Francia, pa¨ªses, dijo, que hab¨ªan tomado medidas mucho m¨¢s duras con datos epidemiol¨®gicos mucho mejores que los de Espa?a. Mientras, Isabel D¨ªaz Ayuso presentaba un nuevo pulso al Gobierno, tratando de ara?ar d¨ªas en el cierre pactado previamente con Castilla y Le¨®n, gobernada por el PP, y Castilla-La Mancha, en manos del PSOE. Madrid torpedea el giro del l¨ªder popular. Su presidenta, apuesta personal de Casado, sustituye ahora a Cayetana ?lvarez de Toledo como la figura que revienta la estrategia nacional del partido, algo que empieza a inquietar en G¨¦nova.
Antes del debate del estado de alarma, el PP no solo enmend¨® su discurso del ¨²ltimo medio a?o ¡ªen las ¨²ltimas pr¨®rrogas hab¨ªa votado en contra¡ª sino que anunci¨® su intenci¨®n de negociar con otros partidos, salvo Bildu. Eso inclu¨ªa a los socios de investidura de S¨¢nchez, la ¡°alianza Frankenstein¡± y especialmente a ERC, parte del supuesto eje del mal que el l¨ªder del PP ha se?alado en todos sus discursos desde la moci¨®n de censura ¡ª"comunistas, independentistas y batasunos"¡ª. Las conversaciones, finalmente, no llegaron a producirse.