Casado, a?o cero despu¨¦s de Vox
El discurso del l¨ªder popular en la moci¨®n de censura, guardado en secreto, le reconcilia con los barones y cambia la estrategia del partido, que se lanza a por el voto de Ciudadanos
El l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, es quien m¨¢s ha contribuido en 27 meses a cerrar la herida de las primarias en el PP. La imagen del rival KO en la lona (el combate qued¨® 298-52) tras el discurso de Pablo Casado en la moci¨®n de censura ha sido un eficaz pegamento en uno de los momentos m¨¢s cr¨ªticos del liderazgo del sucesor de Mariano Rajoy. Se ha cumplido lo que anticipaba un exministro popular el pasado domingo en EL PA?S: ¡°En pol¨ªtica, la memoria es fr¨¢gil. Puedes tener dos a?os de aciertos y fastidiarlos con un error o dos a?os de errores y corregirlos con un solo acierto¡±. El sector moderado del PP, que reclama desde 2018 ocupar el centro y desmarcarse de Vox, se reconcili¨® con su l¨ªder en un solo d¨ªa, el jueves, y fue encendiendo la luz en el balc¨®n a medida que o¨ªa la serenata de Casado contra el presidente del partido ultra ¡ª ¡°Quer¨ªan cortar dos orejas al PP y han acabado de monosabio de Pablo Iglesias¡±. ¡°Su ¨²nica aportaci¨®n ha sido Vistalegre y un autob¨²s descapotable¡±¡¡ª. Cada uno se apunt¨® una frase favorita antes de celebrar como un triunfo colectivo, pero tambi¨¦n personal, el giro total de G¨¦nova.
Dirigentes de ese sector cr¨ªtico coinciden en que no es la primera vez que oyen a Casado el discurso del viaje al centro despu¨¦s de negar insistentemente el giro a la derecha ¡ª"No hay un PP duro y uno blando, de halcones y palomas"¡ª, pero creen que esta vez, por la solemnidad del escenario ¡ªel Congreso de los Diputados¡ª y de la ocasi¨®n ¡ªel debate de una moci¨®n de censura¡ª, as¨ª como por la contundencia de sus palabras ¡ª"No es que no nos atrevamos, se?or Abascal, es que no queremos ser como ustedes"¡ª, tiene dif¨ªcil vuelta atr¨¢s. Tambi¨¦n G¨¦nova habla de ¡°punto de inflexi¨®n¡±.
La evoluci¨®n: ?cu¨¢l es el PP verdadero?
Dos fechas resumen la evoluci¨®n de Casado: cuando anunci¨® la vuelta del ¡°PP verdadero¡±, en enero de 2019, y cuando todos los que se ofendieron con aquella afirmaci¨®n de su l¨ªder entendieron que volv¨ªan de verdad, esto es, el pasado jueves, tras o¨ªr su discurso.
El primer regreso fue en la llamada convenci¨®n ideol¨®gica. Casado cre¨ªa, como el expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y el aguirrismo, que la irrupci¨®n de Vox obedec¨ªa a una renuncia de los principios en favor de la gesti¨®n y se present¨® a la carrera para suceder a Rajoy prometiendo un rearme ideol¨®gico frente a los considerados tecn¨®cratas, encarnados en la exvicepresidenta S¨¢enz de Santamar¨ªa, que se sinti¨® obligada, en su discurso del congreso de primarias, a aclarar que era ¡°Soraya, la del PP¡±.
Seis meses despu¨¦s de vencer a la heredera de Rajoy, el PP enterr¨® al marianismo un s¨¢bado y se encomend¨® a Aznar y su ahijado pol¨ªtico, Casado ¡ª"Es un l¨ªder como un castillo", dijo el expresidente¡ª un domingo en aquella convenci¨®n. Entre los invitados al c¨®nclave figuraba El Club de los Viernes, un grupo af¨ªn al partido de Abascal. Preguntado qu¨¦ prefer¨ªan, si al PP o a Vox, uno de ellos, Daniel Rodr¨ªguez, respondi¨®: ¡°Es como si me preguntas a qui¨¦n queremos m¨¢s: a mam¨¢ o a pap¨¢¡±. Casado pronunci¨® aquel d¨ªa un duro discurso animando a los votantes de la formaci¨®n ultra a volver ¡°a casa¡±. Previamente, Aznar dijo: ¡°Desde ahora pido el voto para el PP¡±. Era su forma de decir que antes no ten¨ªa ganas.
Veintid¨®s meses despu¨¦s, el vencedor de las primarias ha enchufado al PP con el planteamiento contrario, lo que le ha permitido recuperar buena parte del cr¨¦dito perdido entre sus filas. Hace apenas unas semanas, dirigentes del partido relataban a EL PA?S su preocupaci¨®n por la radicalizaci¨®n de su presidente, al que ve¨ªan ¡°atrapado en la pinza de S¨¢nchez y Abascal¡±. Se quejaban de que se dejaba arrastrar por el discurso agresivo de Vox, que segu¨ªa subiendo en las encuestas mientras el presidente popular ¡°disparaba a todo¡±, en lugar de centrarse en su ventaja competitiva: los a?os de gobierno y de gesti¨®n del PP. Al se?alar, el jueves, esas deficiencias del partido rival, en lugar de imitarlo, el sector cr¨ªtico ley¨®, ahora s¨ª, una vuelta a las esencias.
¡°Hemos demostrado que de derechita cobarde nada de nada¡±, celebra un miembro del comit¨¦ de direcci¨®n. ¡°Todo el mundo ha podido ver las diferencias: Abascal no aguanta dos sets, les falta cultura pol¨ªtica. Y ni siquiera tiene que ver con la ideolog¨ªa¡±, se?ala una dirigente popular. ¡°Cuando Podemos present¨® su moci¨®n contra Rajoy, sin compartir nada de lo que dijeron, reconozco que se presentaron con buenos discursos pol¨ªticos. Abascal ni se hab¨ªa preparado las r¨¦plicas y Casado hizo un discurso alabado por todos salvo Vox¡±, a?ade. ¡°La prueba de lo bien que lo hizo¡±, concluye, ¡°es lo pobres que fueron las intervenciones posteriores. Iglesias y Lastra no sab¨ªan qu¨¦ decir¡±.
La estrategia: El factor sorpresa
Casado prepar¨® su discurso, de 19 p¨¢ginas y 35 minutos, solo con su esposa, y lo comparti¨® ¨²nicamente con su equipo m¨¢s pr¨®ximo. Antes hab¨ªa consultado a numerosos dirigentes y exdirigentes del PP su opini¨®n sobre el sentido del voto en la moci¨®n. Escuch¨® todo tipo de consejos, incluido el de votar que s¨ª (opci¨®n minoritaria) y hasta el ¨²ltimo minuto recibi¨® mensajes de cargos y excargos del partido con sus diagn¨®sticos y recetas. Como ocurri¨® en el debate de la pr¨®rroga del estado de alarma que el PP no apoy¨®, no se celebr¨® la reuni¨®n de los martes para comunicar el sentido del voto al grupo parlamentario. Los diputados se fueron a dormir el mi¨¦rcoles sin saber qu¨¦ ten¨ªan que votar el jueves.
Fuentes de la direcci¨®n explican que ese suspense fue absolutamente deliberado. ¡°La estrategia de aguantar la presi¨®n era, entre otras cosas, porque preve¨ªamos lo que iba a suceder¡±, afirman, refiri¨¦ndose al discurso histri¨®nico de Abascal, atacando a la UE y al Estado auton¨®mico y citando a Hitler y al ISIS. ¡°Casado midi¨® sus tiempos y acert¨®¡±, a?aden las mismas fuentes. Uno de esos aciertos que a veces, en pol¨ªtica, borran dos a?os de errores.
Reacciones: El fuego amigo
El factor sorpresa, coinciden todos los populares consultados, fue clave en la arrolladora victoria de Casado. El propio Abascal admiti¨® que no se esperaba ese ataque del hombre que en 2019 le inclu¨ªa en sus frases de campa?a con un c¨®mplice ¡°nosotros¡±, mientras le invitaba a entrar en su Gobierno si ganaba las elecciones. Pero el l¨ªder del PP que, en contra de la opini¨®n de varios barones auton¨®micos, abraz¨® una de las banderas de Vox, el llamado pin parental o veto escolar, se mofaba el jueves de su ¡°ej¨¦rcito de troles¡±. Abascal anunci¨® al d¨ªa siguiente, en declaraciones a Federico Jim¨¦nez Losantos en esRadio, que tomaba la matr¨ªcula a Casado ¡ª ¡°Me siento traicionado, tengo un problema personal, muy serio, con ¨¦l¡±¡ª, pero que no habr¨ªa represalias pol¨ªticas en los Gobiernos de Andaluc¨ªa, Madrid y Murcia: ¡°No daremos una respuesta proporcional a la agresi¨®n¡±, dijo.
El PP hab¨ªa hecho tambi¨¦n ese c¨¢lculo: ¡°Vox no gana nada dejando de apoyarnos en esos Gobiernos¡±, afirman fuentes de la direcci¨®n. ¡°Las negociaciones ser¨¢n m¨¢s dif¨ªciles a partir de ahora, pero forma parte de la pol¨ªtica¡±, a?ade uno de los presidentes auton¨®micos del PP afectados.
Con todo, la paz es incompleta y la euforia, contenida. Como esperaban, los apoyos de Vox crucificaron a Casado a la ma?ana siguiente. ¡°Adi¨®s, Pablito¡±, le dedic¨® el considerdo como el sherpa medi¨¢tico de la derecha. Estaba previsto. Como el berrinche de Cayetana ?lvarez de Toledo. Cesada como portavoz en el Congreso el pasado agosto, se resiste, tambi¨¦n ahora, como diputada rasa, a seguir la corriente. Antes de la votaci¨®n, grab¨® un v¨ªdeo titulado ¡°No al no¡±, haciendo campa?a por la abstenci¨®n en la moci¨®n, y cuando Casado no le hizo caso, difundi¨® otro para manifestar su malestar. ¡°Los ataques a Abascal me parecen una injusticia y estrat¨¦gicamente, un error¡±, declar¨® el viernes. Deja vu. Se repite la guerra de desgaste a Rajoy y con los mismos protagonistas (?lvarez de Toledo, Losantos¡): del ¡°maricomplejines¡± a ¡°Pablito¡±.
La disidencia interna ha cambiado de bando: de los moderados al ala dura, pero la direcci¨®n del partido le resta importancia. ¡°Que Cayetana diga lo que quiera. Es irrelevante¡±, resume un miembro del comit¨¦ de direcci¨®n. Otros s¨ª le afean la publicidad con la que airea sus discrepancias. ¡°Yo, cuando tengo una opini¨®n distinta, la expreso en los ¨®rganos internos y trato de convencer a mis compa?eros con mis argumentos. No salgo a decir lo primero que me parece por ah¨ª¡±, a?ade otra dirigente.
Las consecuencias: Y ahora qu¨¦
G¨¦nova espera ahora con ansia a la demoscopia, pero Casado subi¨® a la tribuna el jueves a argumentar el no a la moci¨®n sabiendo que solo el 9% de sus votantes era entonces partidario de esa opci¨®n. ¡°Cuando las encuestas estaban retratando el peor momento del PP y de Casado y el mejor momento de Vox y de Abascal, es cuando decidi¨® distanciarse de Vox y explic¨¢rselo a sus votantes. Eso es un ejercicio de liderazgo¡±, opina Jos¨¦ Pablo Ferr¨¢ndiz, cofundador de Metroscopia. ¡°Si tomas decisiones solo pensando en que las encuestas acercan a Vox, pero ni siquiera sabes por qu¨¦, acabas dando bandazos y eso deja desconcertados a tus simpatizantes¡±, a?ade. Ferr¨¢ndiz cree que la moci¨®n ¡°afianza¡± al electorado del partido ultra, pero no le ha servido ¡°para atraer a m¨¢s votantes de otras opciones, principalmente el PP¡±. Un primer sondeo de Metroscopia tras la moci¨®n muestra un impulso claro de Casado como ¡°l¨ªder de la oposici¨®n¡±: del 44% a m¨¢s del 60%. M¨¢s del 70% considera acertada su decisi¨®n de votar en contra.
Tras romper con Vox, el PP se ha lanzado a la conquista del electorado de Ciudadanos. Los populares creen que In¨¦s Arrimadas no ha consolidado su liderazgo y que quien se quede con esos electores dominar¨¢ el tablero pol¨ªtico. ¡°El PP tiene m¨¢s f¨¢cil atraer ahora a ese votante porque Cs no termina de recuperarse tras perder la mitad de sus votos el 10-N. Arrimadas ha congelado la fotograf¨ªa electoral: no ha seguido cayendo, pero tampoco ha logrado empujarlo hacia arriba. Si Casado mantiene el perfil que ha dejado entrever en la moci¨®n de censura, se lo va a poner m¨¢s complicado para crecer electoralmente¡±, a?ade Ferr¨¢ndiz.
Las elecciones catalanas, previstas para el 14 de febrero, ser¨¢n un buen term¨®metro para evaluar la fuerza de los partidos de la derecha. Vox centrar¨¢ su estrategia en se?alar supuestas complicidades entre el PP y el Gobierno ¡ªseg¨²n Macarena Olona existe un pacto secreto de Casado con S¨¢nchez para salvar al PP del caso Kitchen¡ª. En ese contexto, el l¨ªder popular tiene dos opciones: escenificar que censurar a Abascal no es apoyar a la coalici¨®n PSOE-Podemos, o explorar acuerdos con el Ejecutivo para reforzar su imagen de ¡°partido de Estado¡±.
La renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial, la declaraci¨®n del estado de alarma y la negociaci¨®n de los Presupuestos ser¨¢n los primeros test de estr¨¦s a la nueva estrategia. Y aqu¨ª, barones reconciliados con Casado s¨ª tienen dudas: ¡°Isabel D¨ªaz Ayuso condiciona demasiado a G¨¦nova. Es un error¡±, afirma un presidente auton¨®mico. ¡°Casado ha dado un giro, pero ahora tiene que demostrar que es sincero y cerrar el c¨ªrculo de la moderaci¨®n diciendo, por ejemplo: 'He defendido el no al estado de alarma, pero ante la gravedad de la situaci¨®n, dar¨¦ al Gobierno un voto de confianza y el PP se abstendr¨¢¡±.
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